Polonia: Así fue el paro general


Política Obrera N° 315


 


Al mediodía del viernes 3 de octubre se realizó el paro general de una hora, decidido por los sindicatos independientes polacos. Se trató de un “paro de advertencia” por el incumplimiento, por parte de la burocracia stalinista, de los acuerdos suscriptos el 1ro de septiembre pasado, que permitieron levantar la huelga virtual general que se iba extendiendo por el país. A’ saber: contra el desconocimiento del acuerdo de aumentos salariales, por el pleno acceso de los sindicatos independientes a los medios de comunicación, y en repudio a la acción del gobierno contra la formación de los nuevos sindicatos- en diversas empresas y regiones.


El paro tuvo diversas modalidades, según las características de las diversas fábricas, y ha estado en función, también, del declarado propósito de los dirigentes de limitar las consecuencias que pudiera tener sobre la producción.


En Varsovia pararon siete fábricas (en especial de tractores y automóviles), así como los taxistas y el transporte público. Aquí cabe señalar un hecho trascendental: la fábrica FSO, que produce bajo licencia Fiat, emitió un comunicado de solidaridad con los obreros de la Fiat de Italia, contra los despidos masivos producidos recientemente en Turfn.


Danzing, Gdynia y Sopot, en el Báltico, pararon totalmente. La huelga fue iniciada y cerrada con un martillar de sirenas.


En Danzing pararon, incluso, los campesinos que traen sus productos para la venta en la ciudad. Los comercios bajaron las persianas, las oficinas postales suspendieron su actividad y los mozos dejaron de atender el público en los restaurantes. Incluso una parte de los estudiantes boicotearon las aulas.


 


En el astillero “Lenin”, la hora de paro fue utilizada en intensas discusiones políticas, mientras centenas de mujeres se reunían frente a los portones.


 


En todos los lugares de trabajo, incluyendo estaciones de servicio y tiendas, se hizo la bandera polaca entre las 12 y 13 del mediodía, en solidaridad con la huelga. Una multitud se reunió frente a la sede de los sindicatos independientes del Báltico.


 


En Poznan pararon las 150 empresas adheridas al nuevo sindicato, mientras que escuelas y hospitales hicieron conocer su solidaridad mediante carteles.


 


Los diarios europeos informan que la huelga fue muy seguida en Lublin, Sczeczin y Cracovia. Lo mismo ocurrió en la moderna acería de Nova Hutta, en las secciones donde no existe la modalidad del trabajo continuo, Eh algunas ciudades llegó a parar el propio personal de justicia.


 


En oportunidad de la discusión del lanzamiento de este paro, se evidenciaron divergencias, puesto que una fracción numerosa de dirigentes y activistas era partidaria de una huelga de 24 horas. Se impuso, sin embargo, la opinión de la tendencia que compartió la opinión del líder Lech Walesa, en el sentido de que la medida debía tener un alcance simbólico de la fuerza de los nuevos sindicatos, par3 dar una oportunidad al régimen de cumplir con los acuerdos.


Con toda la importancia que este debate expresa en la lucha por determinar el futuro de los sindicatos independientes, el paro de una hora demostró que el proletariado polaco está en pie, organizado alrededor de todo un nuevo eje de independencia frente a la burocracia, y que por este motivo, serán inevitables nuevas luchas para defender y acrecentar las conquistas obtenidas, hasta la liquidación del Estado burocrático.


 

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