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Plenario internacional de Buenos Aires

Paso adelante en el camino del reagrupamiento internacionalista

El plenario internacional que se realizó los días 24 y 25 de junio, en Buenos Aires (luego de la finalización del 29° Congreso Nacional del PO), ha adoptado importantes resoluciones.

El plenario estuvo integrado por representantes de nueve países. Con la participación de delegaciones internacionales de la TIR y del SI Cobas de Italia, el SEP de Turquía, el NAR de Grecia, Comunistas de Cuba, Vilcapaza de Perú, Tribuna Classista de Brasil, la Fuerza 18 de octubre de Chile y el Comité de Frente Único por un Partido Laborista (UFCLP) de Estados Unidos y observadores de otros países. Por el PO de Argentina participó una delegación de 30 compañeros, elegida por el Congreso.

El Congreso del PO y el plenario internacional estuvieron entrelazados, ya que las delegaciones internacionales fueron invitadas a participar de los debates de la Comisión Internacional del Congreso (y de otras comisiones), así como de las sesiones plenarias. Y pudieron dirigirse en forma abierta a todos los congresales.

Fue una semana entera de intercambios y debates caracterizados por el alto nivel teórico y político de los mismos. Giraron en torno a la caracterización sobre el estado de los procesos de restauración capitalista (Rusia, China, Cuba); las tendencias en curso en el plano de la guerra imperialista (Ucrania, Gaza, China/Taiwán, etc.); el análisis del avance de la crisis capitalista mundial; el papel de las direcciones nacionalistas burguesas en los países atrasados; el rol de la ultraderecha y la lucha contra el fascismo; la lucha contra la Unión Europea imperialista; la necesidad de poner en pie partidos revolucionarios y una Internacional socialista revolucionaria, entre los más destacados.

Intercambios donde hubo matices diferentes en las posiciones, que no fueron tapados, sino que quedaron como puntos a debatir en una discusión organizada. El éxito del plenario puede medirse por el  llamamiento aprobado de común acuerdo, dirigido a reagrupar las fuerzas internacionalistas para luchar por una salida revolucionaria a la barbarie capitalista.

Llamamiento

El  llamamiento convoca a un reagrupamiento político internacional para luchar contra la guerra imperialista, la crisis capitalista y los gobiernos del hambre y por la revolución socialista.

La declaración no ha sido una amalgama de posiciones, sino el común denominador de un proceso de acercamiento desarrollado en la lucha común contra la guerra imperialista entre la Otan/Ucrania y Rusia.

En lo que respecta a nuestro partido, el 28° Congreso Nacional del PO, realizado en el 2022, a pocos meses de estallada la guerra de Ucrania, aprobó un Manifiesto Internacional, explicando nuestra posición sobre la guerra y la situación mundial y llamando a los trabajadores y la izquierda revolucionaria del mundo a desenvolver una campaña internacional contra la guerra imperialista, la barbarie capitalista y sus gobiernos.

Criticamos el alineamiento de la mayoría de la izquierda internacional con el campo imperialista de la Otan contra Rusia. La mayoría de las organizaciones que se reclaman del trotskismo (Secretariado Unificado, UIT, LIS, LIT, etc.), organizaciones provenientes del stalinismo, la socialdemocracia, el anarquismo, ecologismo, etc., se enrolaron detrás de la lucha contra Rusia, con diversos argumentos. Uno central es que luchaban por el derecho a la autodeterminación nacional de Ucrania, contra la invasión de Putin, anulando que hemos ingresado en un cuadro de guerra mundial imperialista, de choques entre potencias capitalistas, donde no se puede tomar los procesos en forma aislada. Ucrania es un esbirro de la cruzada imperialista de la Otan y su pueblo es usado como carne de cañón en defensa de intereses imperialistas militaristas. También nos delimitamos de aquellas corrientes de la izquierda (el centro Rakovsky, parte del nacionalismo burgués, de la centroizquierda tributaria del stalinismo, etc.) que se alineó con Rusia, apoyando la invasión de Putin a Ucrania, caracterizando a esta como una acción de defensa, antiimperialista, y no parte de un operativo reaccionario de explotación de los pueblospor parte de la oligarquía burguesa restauracionista del gobierno de Putin.

Un año más tarde tuvimos la irrupción del levantamiento palestino de Gaza contra la opresión sionista. Y nuevamente nos alineamos con el pueblo y la lucha de las organizaciones de la nación oprimida contra el sionismo y el imperialismo, enfrentando el fuerte operativo de propaganda imperialista. Pagamos y estamos pagando, con persecuciones, represiones y procesos penales, este alineamiento de nuestro Partido.

En estos procesos de lucha contra la guerra imperialista fuimos tomando contacto, coincidiendo y luego coordinando acciones en común, especialmente, con los compañeros de Turquía, Italia y Grecia.

El plenario internacional de Buenos Aires y el  llamamiento lanzado en común es una coronación de esta actividad en un marco de frente único que en común venimos desarrollando.

Programa

El  llamamiento dirigido a reagrupar las fuerzas internacionalistas denuncia la tendencia, con sus altibajos, hacia una guerra mundial, que se está desarrollando en diferentes terrenos (Ucrania, Gaza, Taiwán, etc.). Y señala que entre los contendientes no hay bando capitalista democrático, antiimperialista, ni progresista.

Denuncia a la Unión Europea (UE) como una máquina institucional de los intereses capitalistas contra los proletarios de todos los países que la integran, con una opresión imperialista sobre los países más atrasados (Grecia, etc.). Rechaza, al mismo tiempo, los planteos “soberanistas” que promueven, frente a la crisis en marcha, una política imperialista más autónoma de su clase burguesa (Italia, Francia, etc.) en el mercado internacional, así como la tentativa de reflotar los antiguos y decrépitos Estados nacionales capitalistas de Europa que agitan algunas fracciones de la burguesía en las naciones más relegadas del continente. El  llamamiento se pronuncia contra la UE imperialista, por gobiernos de trabajadores y la unidad internacional de los trabajadores en Europa, incluyendo a Rusia.

También se pronuncia contra la falacia de imaginar un centro alternativo al orden imperialista en los países alineados en los BRICS, bandera desarrollada por las corrientes dependientes del nacionalismo burgués de los países atrasados.

El  llamamiento parte de un análisis científico de que la tendencia a la guerra imperialista es producto de la crisis capitalista mundial que se ha exacerbado de tal forma (no pudiendo terminar de recuperarse del colapso producido en el 2008) que hace inevitable que se resuelva por medios violentos, por la destrucción masiva de fuerzas productivas y la recolonización imperialista del mundo. Denuncia que han fracasado los intentos keynesianos de salir de la crisis e iniciar un ciclo de desarrollo capitalista reactivando la economía con rescates, préstamos y subsidios estatales. La irresolución de la crisis capitalista lleva al mundo hacia catástrofes sociales y crecientes choques y guerras.  

Esto ha ido de la mano con una volatilidad política que recorre el mundo, provocando crisis políticas crecientes que hunden a los gobiernos y regímenes burgueses tradicionales, dando lugar a giros hacia izquierda y derecha.

El  llamamiento traza una delimitación con los frentes populares de colaboración de clases, considerándolos como un recurso para atar la rebelión obrera y juvenil detrás de los viejos aparatos reformistas y parlamentaristas alineados en el nacionalismo chauvinista. El camino para enterrar a la ultraderecha y al fascismo es la organización independiente de los trabajadores y la necesidad de la lucha y la acción directa, no el apoyo a los frentes “democráticos” con la burguesía.

Se pronuncia por el apoyo activo a la lucha de los pueblos oprimidos y sus organizaciones cuando chocan con el imperialismo. Impulsando, siempre, la organización política independiente de los trabajadores.

En este contexto, las organizaciones firmantes del  llamamiento ven la necesidad de aportar a la construcción de partidos de combate de la clase obrera, es decir militantes y del internacionalismo proletario.

Curso de acción

Las organizaciones participantes del plenario internacional Buenos Aires han fijado también un curso de acción, de divulgación del  llamamiento en cada país y de nuevas acciones en común. Se aprobaron un conjunto de resoluciones de solidaridad activa para enfrentar las situaciones represivas que viven directamente varios de sus integrantes (Italia, Turquía, Argentina, etc.).

Y se fijó el objetivo de abrir un debate de las conclusiones volcadas en el  llamamiento con otras organizaciones militantes de la izquierda y del movimiento obrero de lucha, en cada país y a nivel internacional.

Perspectiva

Construir partidos y la Internacional revolucionarios implica avanzar en definiciones ideológicas/programáticas. No se puede terminar de construir una organización militante revolucionaria sin haber tomado en cuenta la lucha de casi dos siglos del movimiento obrero y socialista.

La IV Internacional condensa ese acervo para nuestro tiempo histórico, incorporando la lucha contra el estalinismo, una caracterización de la degeneración del Estado obrero soviético que es imprescindible e insustituible para comprender el fenómeno de la restauración capitalista y, en ese contexto, las tareas y desafíos que tiene planteado el proletariado internacional en la hora actual. El Programa de Transición sintetiza la comprensión de la época presente y señala bajo la forma de un programa de acción un sistema de reivindicaciones transicionales, consignas, métodos de acción y formas de organización que orientan y guían la acción de la clase obrera para catapultarla como alternativa de poder.

Estas premisas encarnadas en la IV Internacional son para el PO, por su solidez y vigencia, la base granítica para un reagrupamiento internacional. Lo cual no puede eludir lo derivado de las nuevas experiencias que se transitan en la lucha de clases.

Tampoco una revisión crítica de la experiencia recorrida por el trotskismo  en esos 80 años y una delimitación rigurosa con las tendencias que en su nombre han terminado desbarrancándose política y teóricamente, empezando por el llamado Secretariado Unificado y su política liquidacioncita a lo largo de décadas. Hay que separar la paja del trigo, pero hecha esta consideración, cabe señalar y reiterar que el renacimiento de una internacional revolucionaria está íntimamente asociado a la refundación del IV Internacional.

Con este bagaje teórico encaramos los desafíos del presente. Se trata de construir en común las mejores herramientas para enfrentar la barbarie capitalista y promover una respuesta de los trabajadores con sus métodos históricos, sin imposiciones ni falsas pleitesías. La situación actual plantea en forma todavía más abierta una delimitación de campos en la izquierda. El volumen de trabajo alcanzado con la reunión de Buenos Aires, base para para potenciar hacia un nivel superior, condensa en su llamamiento una vía para que los revolucionarios del mundo entero nos abramos camino.

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