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La Organización Socialista de los Trabajadores (OST) y su “ruptura” con el Nuevo Mas 

La Organización Socialista de los Trabajadores (OST) y su “ruptura” con el Nuevo Mas 

La ruptura platense del Nuevo Mas (NM)  - antes Centro Cultural y Político Estación Obrera (EO)- anunció la conformación de la Organización Socialista de los Trabajadores ( OST) iniciando el trámite de legalización electoral.   Quienes rompieron con el NM denunciando un rumbo sindicalista, despolitizado y oportunista, no critican el sometimiento de su ex partido al nacionalismo burgués, que marcó al Nuevo Mas en los cuatro años de gobierno peronista.

Ruptura con el trotskismo

  El hecho más notorio y sobresaliente es su declarada  ruptura con el trotskismo y con la lucha por la reconstrucción y/o refundación de la Cuarta Internacional.  La OST se define a sí misma como marxista, pero no reivindica al trotskismo como continuidad histórica del bolchevismo. En sus documentos llama a construir un “partido socialista” y una “nueva internacional socialista” distinta a la Cuarta Internacional y al movimiento cuartointernacionalista fundado por León Trotsky.  

Para la OST “los desafíos frente a la extrema derecha”  plantean la  reconstrucción  de la conciencia socialista para “contribuir a la organización política desde la perspectiva de un horizonte de sociedad, superador”. Estamos frente a una formulación  ambigua y adaptada a las presiones políticas democratizantes.

La “reconstrucción de la conciencia socialista” de la OST es una  versión izquierdista de la  “batalla cultural” que encubre notables omisiones como el “Fuera Milei”.  La conciencia socialista hace carne en la clase obrera en la medida que  el  programa del partido se fusiona con  la experiencia propia  que van desarrollando los explotados con su lucha y organización. La Cuarta nació con un programa, el Programa de Transición que une las reivindicaciones inmediatas  de las masas con la lucha por el poder, el gobierno de la clase obrera y dictadura proletaria. Este programa  está fuera del horizonte y el radar de la ruptura del Nuevo Mas.

¿Con qué programa se propone la OST construir  una “nueva internacional” a la que define como un centro de “coordinación”? El Programa de Transición, que no merece una línea en los documentos de la OST comienza con un señalamiento a la clase obrera: la crisis de la humanidad se resume en última instancia a su crisis de dirección;  es decir que las condiciones objetivas- putrefacción del capitalismo y ahogo al desarrollo de las fuerzas productivas en la era del imperialismo- están más que maduras para la revolución socialista Internacional. Impugna la división reformista entre el  programa máximo y  el programa mínimo  y el etapismo que es además el pretexto para justificar la  defensa  de la democracia burguesa como una etapa separada de la revolución socialista.

Los “ejemplos” de la OST

 La OST enumera los “progresivos reagrupamientos de la vanguardia,” que terminaron capitulando e  “impactando negativamente en la conciencia de la clase obrera entre éstos el Podemos español. Pero Podemos   adoptó como programa la “profundización de la democracia”. Lo confuso y perniciosos es que la OST considere la alianza de Podemos con el PS como un desvió de su programa “original”. Los trotskistas no luchamos para profundizar la democracia sino para destruir el estado burgués.

 En la lista incluye al NPA de Francia que habría agrupado a la vanguardia obrera  en un campo de independencia de clase ,que luego entregaron por la presión de sus direcciones reformistas  ante el  avance de la ultraderecha. Si así fuere estaríamos frente a una  “desviación” relativamente reciente de una política generalmente correcta. Falso. La  OST oculta a la vanguardia -eso sí que tiene un impacto negativo en la conciencia- que el NPA surgió de la disolución de la Liga Comunista Revolucionaria de Francia, previo eliminación del programa de la  dictadura del proletariado, una suerte de  eurocomunismo  reciclado  y revestido de un “anticapitalismo” electoral.

  El enliste de la OST incluye al Partido Socialismo y Libertad  (Psol) en el que el morenismo hizo “entrismo” por décadas. El Psol nació como una “nueva” concepción del “socialismo con libertad y democracia”, es decir adaptado al parlamentarismo burgués. Su forma de  partido amplio de tendencias responde, al igual que el NPA francés, a esta deriva democratizante. Syriza es  otro ejemplo de “izquierda plural"  para todo un sector de la izquierda y de reagrupamiento progresivo  para la OST, hasta que aplicó el ajuste del FMI. Antes de haberse sometido al Fondo, Syriza ya había hecho una declaración de principios de apoyo e integración a la Unión Europea.

  La OST confunde sus propias ilusiones y “teoriza” sobre la conciencia. Las ilusiones de las masas en el democratismo burgués deben ser combatidas pacientemente por el partido revolucionario hasta agotarlas. Para esto, la delimitación con los partidos burgueses y sus satélites centroizquierdistas debe ser implacable.  La ruptura del NM nos cuenta que “con los años”  la  “vía venezolana al socialismo” (el chavismo)  demostró ser “un capitalismo  dependiente y extractivista con fuerte injerencia estatal”.  El chavismo fue desde su surgimiento un movimiento nacionalista burgués, un bonapartismo militar que explotó la renta petrolera, recurrió a las expropiaciones pagas como ocurriera con  Techint -para la cual Néstor Kirchner gestionó una jugosa indemnización de u$s1200 millones-, y a un férreo control y estatización de los sindicatos. 

Fue la izquierda, que compró  el “socialismo del siglo XXI, la que asimiló el estatismo burgués con el socialismo. “Con el correr de los años” buena parte de esa izquierda morenista se “decepcionó”  del chavismo, pasando a ver en las movilizaciones de la derecha venezolana contra Maduro, el desarrollo de la "revolución democrática” (IS). Estas ilusiones llevaron al Nuevo Mas en la Argentina a  caracterizar  de “triunfo popular” la asunción  de Alberto Fernández  en el 2019. No hay una palabra sobre este gran problema político, en el texto de ruptura de la OST.

   La  hoy Organización Socialista de los Trabajadores (OST), le baja el precio a este desfonde y califica la crítica del Partido Obrero como una cuestión “menor”. En su balance de ruptura con el NM, la OST encubre a su ex partido para encubrirse a sí misma.

 Un balance al margen de la lucha de clases

    La  pérdida del “horizonte socialista”  es asimilada  por la OST al derrumbe del  “socialismo real” de la burocracia staliniana  restauracionista. Así, la caída del Muro de Berlín es descalificada sin atenuantes  como  un hecho icónico del retroceso de la conciencia socialista. En el largo  balance de las revoluciones de posguerra desde la segunda mitad del siglo XX a la actualidad  la lucha por la construcción de una dirección revolucionaria (Cuarta Internacional) y las revoluciones políticas y levantamientos contra el stalinismo son pasados por alto. Berlín en el 53, Hungría y Polonia en el 56, la Primavera de Praga en el 68 y el surgimiento del sindicato polaco Solidaridad). 

 Digamos de paso, que en la esquemática periodización  de “estabilización de la posguerra”,   la OST  omite la extraordinaria lucha del pueblo vietnamita que expulsó a franceses y norteamericanos, y que tuvo un enorme impacto en la juventud de los EEUU y de todo el mundo.

Vietnam y Cuba son con seguridad los mayores golpes que recibió el imperialismo después de la Revolución Rusa y  de la Revolución China que llevó al poder al Partido Comunista chino  chocando con las exigencias del stalinismo que no querían una revolución socialista en el gigante asiático para preservar la  “convivencia pacífica” con los imperialismos que salieron triunfantes de la  Segunda Guerra Mundial.  

La “estabilización de posguerra” se hizo a costa de una brutal destrucción de fuerzas productivas materiales y humanas. Durante los “30 años gloriosos” el imperialismo  norteamericano tuvo que vérselas con la guerra de Corea, el triunfo de la revolución cubana, el impacto del triunfo del pueblo vietnamita en todo el sudeste asiático, el Mayo Francés  y el Cordobazo en la Argentina.  Tampoco hay referencia alguna al salvataje -por parte de Stalin- de los regímenes capitalistas europeos. En Grecia e Italia, desarmando a los partisanos que liberaron esos países del nazismo y forzando el ingreso  de los comunistas a los gobiernos de “unidad nacional” con la burguesía.

Sin programa y sin delimitación política

La OST “nace” sin un balance de las crisis de la Cuarta Internacional, -el pablismo liquidador, derivas foquistas, el “socialismo con democracia” y las “ revoluciones democráticaa” de Nahuel Moreno, la disolución de las organizaciones del SU en los partidos “amplios, plurales y de tendencias”-  es decir que postula  una “ nueva internacional” sin programa. Lo que vale para la Internacional, vale para sus secciones nacionales.

Siguiendo al Nuevo Mas, la “naciente”  OST teoriza sobre  las revoluciones condenadas “desde el inicio” (China y Cuba)  porque en éstas el proletariado no habría jugado un papel dirigente como lo hizo en la gran Revolución Rusa de 1917. Tampoco hay mención alguna a Yugoslavia donde Tito tomó el poder apoyándose en su ejército partisano y  contra las directivas de  Stalin. Para zafar, los compañeros apelan -al igual que el NM- al galimatías de revoluciones anticapitalistas que expropian a la burguesía pero  que nacieron con el “pecado de origen” de no ser socialistas.  La OST  acuña su propia versión de la revolución por etapas, descubriendo revoluciones anticapitalistas que no serían proletarias ni socialistas.

La restauración capitalista

La restauración  capitalista,  muy avanzada en China, no es pacífica ni está terminada. Una  condición básica para que China sea un país imperialista porque la burguesía no tiene todavía el control completo de la economía y  la propiedad, que están  mediadas por el Partido “Comunista” Chino. La rica historia de la Revolución China está recorrida por grandes convulsiones  y crisis  políticas. Cuando la  OST afirma que  China es una potencia imperialista desconoce  la estructura del régimen chino. 

La restauración capitalista en China y también en Rusia, agravó el excedente de capital y la competencia capitalista. Lejos de “salvar al capital”, la restauración en los ex estados obreros profundizó la crisis capitalista mundial y las tendencias a la guerra. El objetivo de fondo de Trump y el imperialismo norteamericano es la colonización completa de China bajo su dominio.

Es  también un exabrupto afirmar que en Cuba no hay capitalismo como escribe la OST en una voltereta en el aire. La restauración capitalista en marcha en  la isla acentúa las desigualdades sociales y va de la mano de  la represión  a toda  protesta o movimiento que luche por terminar con los privilegios de la burocracia castrista. Una revolución en Cuba (expulsión de la burocracia) estará indisolublemente ligada a una transformación de las relaciones políticas y  sociales para sacar a Cuba del atraso. El “socialismo de mercado” que el castrismo reivindica  del “modelo chino” conduce a la liquidación de la Revolución Cubana.

Ucrania

 Al igual que  el Nuevo Mas del que procede la OST, esta última  considera  como “legítima la lucha del pueblo ucraniano contra  el invasor ruso”  colocando esta cuestión en el primer  lugar de la batería de consignas en la guerra. A los compañeros les tiene sin cuidado los intentos de Zelensky por ingresar a  Ucrania en la OTAN. De esta forma, la guerra de Ucrania contra Rusia sería, como para todo el morenismo, una guerra de liberación nacional.  La “posición independiente” que imposta la OST se limita a la crítica a la dirección derechista de esta guerra armada y financiada por EEUU, la OTAN y la Unión Europea.Desde el golpe tras el Euromaidan, la política de anexión de Ucrania a la OTAN fue desembozada. La invasión reaccionaria de Putin tuvo este antecedente.  La única posición  “ independiente y revolucionaria es la que denuncia a la guerra de Ucrania como una guerra imperialista en la que los enemigos de  los trabajadores están en las fronteras propias  (Zelensky y el gobierno títere de la OTAN en Ucrania)  y la camarilla oligárquica de Putin, restauracioncita del capital  en Rusia).

En junio del 2024, el Partido Obrero fue anfitrión de una reunión internacional que reagrupó a organizaciones pertenecientes a una decena de países,  y  publicó el manifiesto “Reagrupemos a las fuerzas internacionalistas para luchar por una salida  revolucionaria a la barbarie capitalista”. Sus consignas son un llamado a la acción “Abajo la Guerra, el enemigo está en casa, unidad de los trabajadores a ambos lados de la fronteras, detengamos la guerra OTAN -Rusia”.  La lucha es por terminar con los gobiernos de Zelensky y de Putín y por gobiernos de trabajadores. El documento internacional de la OST no desarrolla una posición frente a la caída del reaccionario y represivo régimen sirio,  caracterizada por el morenismo como  una “revolución democrática”. El imperialismo norteamericano, el sionismo, y el régimen de Erdogan están balcanizando a Siria.

¿Adónde va la OST?

La OST le achaca al Partido Obrero el haber caracterizado el triunfo de Milei como un “voto castigo” lo que es falso de toda falsedad. En Prensa Obrera, en la agitación durante  la campaña electoral, en la movilización del 20 de diciembre del 2023 a Plaza de Mayo y  en las acciones militantes por la que están procesados dirigentes del PO y del Polo,  en el acto por “Fuera Milei” en Parque Lezama y en la declaración del PO a un año de la asunción del gobierno de La Libertad Avanza, quedó grabada a fuego  la lucha  implacable del Partido Obrero contra el gobierno mileísta y la caracterización de sus rasgos centrales. La preocupación de la OST es otra, lavar la  responsabilidad del peronismo, del Frente de Todos, de Unión por la Patria, de Alberto Fernández, Cristina y  Sergio Massa en la irrupción del gobierno derechista.  

Efectivamente, la CGT y las CTAs son un factor de gobernabilidad de un régimen de ofensiva capitalista contra las masas, pero las burocracias  no actúan  en el vacío sino en el cuadro de un  PJ cómplice que vota en el Congreso con la derecha, de un kirchnerismo que no quiere  “patalear” contra los vetos  de Milei   y   los “nacionales y populares” que fomentan  el  Rigi bonaerense de Kicillof, complemento del de Milei. El Partido Obrero no pone condiciones para la unidad de acción en la lucha, pero se delimita del “frente único antimilei”, que  es utilizado por el peronismo para enchalecar a la izquierda detrás de otro devaluado “hay 2025 y hay 2027”. La política clasista  en el movimiento obrero y popular no puede limitarse al reclamo de paro General con la expectativa de “desbordar” a la burocracia.  Se trata y en eso está empeñada la Coordinadora Sindical del Partido Obrero (CSC), de construir un Polo Clasista para poner en pie al movimiento obrero, recuperar los sindicatos y preparar la huelga general para echar a Milei, abriendo una salida propia de los trabajadores.Ese objeto tiene nuestra permanente lucha por plenarios de ocupados y desocupados que agrupen a la vanguardia para luchar por una nueva dirección clasista del movimiento obrero, que hoy debe considerar como un actor, claramente al movimiento piquetero.De esto ni palabra, máxime cuando el Polo Obrero y otros sectores combativos sufrimos una persecución política y judicial sin precedentes desde la dictadura. Lo contrario es reducir al sindicalismo combativo a  un instrumento de presión sobre la burocracia. La OST no coloca como tarea estratégica la lucha por una nueva dirección ni la recuperación de los sindicatos.

 En los tres documentos de la OST se caracteriza la etapa mundial como de avance de la ultraderecha. Esta unilateralidad al servicio del frente democrático o “antimilei” con el peronismo, desconoce que con las derechas en el poder (Trump y otros) se exacerban también las políticas proteccionistas de los países imperialistas (guerra por el dominio del mercado). También omite la volatilidad política (triunfos de centroizquierda derechizada en Uruguay o México) y las revueltas populares que caracterizan la etapa. El Partido Obrero encara esta etapa convulsivade agravamiento de la crisis capitalista –en Argentina y el mundo- luchando por el gobierno de trabajadores.  

Milei no gobierna sólo sino con el apoyo de la clase capitalista y el sostén de la “oposición”. El PO tempranamente advirtió y denunció las tendencias fascitizantes de Milei y lo hizo cuando la mayoría de la izquierda afirmaba que “La Libertad Avanza” era un fenómeno porteño y pasajero. Luchamos contra el facho de Milei sin la más mínima solidaridad política con el régimen “democrático”, que parió al reaccionario. Mientras el NM hacía la campaña  electoral despolitizada y oportunista- tardíamente denunciada  por la OST- el PO  arrancaba el 2023 con la presentación del libro de  Gabriel Solano “Por qué fracasó la democracia”, una campaña de clarificación política sobre los 40 años de democracia fondomonetarista, pago de la deuda externa como “razón de estado”, precarización laboral y gobiernos capitalistas. Lo cual incluye especialmente al peronismo y al kirchnerismo que gobernó 16 de los últimos 21 años.

Sobre este fracaso cabalgó Javier Milei mientras el nacionalismo burgués y la mayoría de la izquierda se hacía eco del “estado presente”.  La crítica a la democracia  y al estado capitalista  forma parte de la construcción de una conciencia socialista, revolucionaria y leninista-trotskista. Esa lucha política la libramos públicamente y también al interior del Frente de Izquierda Unidad contra los prejuicios democratizantes, antipiqueteros y  electoralistas. Cuestionar al FIT Unidad por ser un frente fundamentalmente electoral- como hace la OST- es una crítica superficial si no se señalan las razones de fondo que conducen a esta política. Entre otras  la franela de las “figuras públicas” del Pts con el peronismo, posiciones  combatidas enérgicamente por el Partido Obrero.

  La  hoy OST, al igual  que el Pts, se  plegó a la  campaña contra la “proscripción de Cristina”,  agitada por el peronismo para intentar recomponerse” del derrumbe del gobierno de los Fernández y de paso enchalecar a la izquierda.  El Nuevo Mas –tanto como Izquierda Socialista- impulsaron el voto a  Massa en el balotaje, y el NM posiblemente lo haya votado también en las generales.  El Partido Obrero  se mantuvo en un campo de independencia de clase y llamó a no apoyar políticamente ni a votar por el devaluador Massa ni por el derechista Milei.

No hay un avance lineal de la derecha. Milei no escapa a esta crisis sino que posiblemente sea el eslabón con más contradiccionesy debilidades de la cadena internacional de las ultraderechas por la magnitud de la crisis argentina, la ausencia de estructuración política propia y la historia de luchas y organización de los trabajadores y el pueblo argentino. El período mundial se caracteriza por una crisis capitalista profunda y sistémica que agudiza la polarización social, la miseria de las masas y la amenaza de una tercera guerra mundial de proporciones catastróficas.  Mientras Trump, como antes Biden junto a los imperialismos de la Unión Europea escalan las tendencias belicistas, no se privan de agitar la “defensa de la democracia contra los totalitarismos” para producir la masacre de Gaza; invadir Siria, amenazar a Irán o darle vía libre al sionismo para bombardear el Líbano y llevar adelante una limpieza étnica masacrando y expulsando al pueblo palestino.

Por último, la OST sustituye una delimitación con la izquierda en general y el morenismo en particular (incluido el Nuevo Mas con el que tiene más acuerdos de fondo que divergencias) por una crítica superficial al FIT U.  Los compañeros nunca fijaron posición frente al Congreso del Frente de Izquierda que defiende el PO como un terreno común para impulsar la movilización y la organización independiente de los trabajadores, tampoco lo hicieron  frente al planteo estratégico de “Fuera Milei” reivindicando el derecho a la rebelión popular.

La OST reconoce en el FIT U un campo de independencia de clase pero se desentiende porque su política es el frente único antiMilei. La  evolución o involución de esta corriente estará determinada por la lucha de clases.

6/1/2025

La ruptura platense del Nuevo Mas (NM)  – antes Centro Cultural y Político Estación Obrera (EO)- anunció la conformación de la Organización Socialista de los Trabajadores ( OST) iniciando el trámite de legalización electoral.   Quienes rompieron con el NM denunciando un rumbo sindicalista, despolitizado y oportunista, no critican el sometimiento de su ex partido al nacionalismo burgués, que marcó al Nuevo Mas en los cuatro años de gobierno peronista.

Ruptura con el trotskismo

  El hecho más notorio y sobresaliente es su declarada  ruptura con el trotskismo y con la lucha por la reconstrucción y/o refundación de la Cuarta Internacional.  La OST se define a sí misma como marxista, pero no reivindica al trotskismo como continuidad histórica del bolchevismo. En sus documentos llama a construir un “partido socialista” y una “nueva internacional socialista” distinta a la Cuarta Internacional y al movimiento cuartointernacionalista fundado por León Trotsky.  

Para la OST “los desafíos frente a la extrema derecha”  plantean la  reconstrucción  de la conciencia socialista para “contribuir a la organización política desde la perspectiva de un horizonte de sociedad, superador”. Estamos frente a una formulación  ambigua y adaptada a las presiones políticas democratizantes.

La “reconstrucción de la conciencia socialista” de la OST es una  versión izquierdista de la  “batalla cultural” que encubre notables omisiones como el “Fuera Milei”.  La conciencia socialista hace carne en la clase obrera en la medida que  el  programa del partido se fusiona con  la experiencia propia  que van desarrollando los explotados con su lucha y organización. La Cuarta nació con un programa, el Programa de Transición que une las reivindicaciones inmediatas  de las masas con la lucha por el poder, el gobierno de la clase obrera y dictadura proletaria. Este programa  está fuera del horizonte y el radar de la ruptura del Nuevo Mas.

¿Con qué programa se propone la OST construir  una “nueva internacional” a la que define como un centro de “coordinación”? El Programa de Transición, que no merece una línea en los documentos de la OST comienza con un señalamiento a la clase obrera: la crisis de la humanidad se resume en última instancia a su crisis de dirección;  es decir que las condiciones objetivas- putrefacción del capitalismo y ahogo al desarrollo de las fuerzas productivas en la era del imperialismo- están más que maduras para la revolución socialista Internacional. Impugna la división reformista entre el  programa máximo y  el programa mínimo  y el etapismo que es además el pretexto para justificar la  defensa  de la democracia burguesa como una etapa separada de la revolución socialista.

Los “ejemplos” de la OST

 La OST enumera los “progresivos reagrupamientos de la vanguardia,” que terminaron capitulando e  “impactando negativamente en la conciencia de la clase obrera entre éstos el Podemos español. Pero Podemos   adoptó como programa la “profundización de la democracia”. Lo confuso y perniciosos es que la OST considere la alianza de Podemos con el PS como un desvió de su programa “original”. Los trotskistas no luchamos para profundizar la democracia sino para destruir el estado burgués.

 En la lista incluye al NPA de Francia que habría agrupado a la vanguardia obrera  en un campo de independencia de clase ,que luego entregaron por la presión de sus direcciones reformistas  ante el  avance de la ultraderecha. Si así fuere estaríamos frente a una  “desviación” relativamente reciente de una política generalmente correcta. Falso. La  OST oculta a la vanguardia -eso sí que tiene un impacto negativo en la conciencia- que el NPA surgió de la disolución de la Liga Comunista Revolucionaria de Francia, previo eliminación del programa de la  dictadura del proletariado, una suerte de  eurocomunismo  reciclado  y revestido de un “anticapitalismo” electoral.

  El enliste de la OST incluye al Partido Socialismo y Libertad  (Psol) en el que el morenismo hizo “entrismo” por décadas. El Psol nació como una “nueva” concepción del “socialismo con libertad y democracia”, es decir adaptado al parlamentarismo burgués. Su forma de  partido amplio de tendencias responde, al igual que el NPA francés, a esta deriva democratizante. Syriza es  otro ejemplo de “izquierda plural”  para todo un sector de la izquierda y de reagrupamiento progresivo  para la OST, hasta que aplicó el ajuste del FMI. Antes de haberse sometido al Fondo, Syriza ya había hecho una declaración de principios de apoyo e integración a la Unión Europea.

  La OST confunde sus propias ilusiones y “teoriza” sobre la conciencia. Las ilusiones de las masas en el democratismo burgués deben ser combatidas pacientemente por el partido revolucionario hasta agotarlas. Para esto, la delimitación con los partidos burgueses y sus satélites centroizquierdistas debe ser implacable.  La ruptura del NM nos cuenta que “con los años”  la  “vía venezolana al socialismo” (el chavismo)  demostró ser “un capitalismo  dependiente y extractivista con fuerte injerencia estatal”.  El chavismo fue desde su surgimiento un movimiento nacionalista burgués, un bonapartismo militar que explotó la renta petrolera, recurrió a las expropiaciones pagas como ocurriera con  Techint -para la cual Néstor Kirchner gestionó una jugosa indemnización de u$s1200 millones-, y a un férreo control y estatización de los sindicatos. 

Fue la izquierda, que compró  el “socialismo del siglo XXI, la que asimiló el estatismo burgués con el socialismo. “Con el correr de los años” buena parte de esa izquierda morenista se “decepcionó”  del chavismo, pasando a ver en las movilizaciones de la derecha venezolana contra Maduro, el desarrollo de la “revolución democrática” (IS). Estas ilusiones llevaron al Nuevo Mas en la Argentina a  caracterizar  de “triunfo popular” la asunción  de Alberto Fernández  en el 2019. No hay una palabra sobre este gran problema político, en el texto de ruptura de la OST.

   La  hoy Organización Socialista de los Trabajadores (OST), le baja el precio a este desfonde y califica la crítica del Partido Obrero como una cuestión “menor”. En su balance de ruptura con el NM, la OST encubre a su ex partido para encubrirse a sí misma.

 Un balance al margen de la lucha de clases

    La  pérdida del “horizonte socialista”  es asimilada  por la OST al derrumbe del  “socialismo real” de la burocracia staliniana  restauracionista. Así, la caída del Muro de Berlín es descalificada sin atenuantes  como  un hecho icónico del retroceso de la conciencia socialista. En el largo  balance de las revoluciones de posguerra desde la segunda mitad del siglo XX a la actualidad  la lucha por la construcción de una dirección revolucionaria (Cuarta Internacional) y las revoluciones políticas y levantamientos contra el stalinismo son pasados por alto. Berlín en el 53, Hungría y Polonia en el 56, la Primavera de Praga en el 68 y el surgimiento del sindicato polaco Solidaridad). 

 Digamos de paso, que en la esquemática periodización  de “estabilización de la posguerra”,   la OST  omite la extraordinaria lucha del pueblo vietnamita que expulsó a franceses y norteamericanos, y que tuvo un enorme impacto en la juventud de los EEUU y de todo el mundo.

Vietnam y Cuba son con seguridad los mayores golpes que recibió el imperialismo después de la Revolución Rusa y  de la Revolución China que llevó al poder al Partido Comunista chino  chocando con las exigencias del stalinismo que no querían una revolución socialista en el gigante asiático para preservar la  “convivencia pacífica” con los imperialismos que salieron triunfantes de la  Segunda Guerra Mundial.  

La “estabilización de posguerra” se hizo a costa de una brutal destrucción de fuerzas productivas materiales y humanas. Durante los “30 años gloriosos” el imperialismo  norteamericano tuvo que vérselas con la guerra de Corea, el triunfo de la revolución cubana, el impacto del triunfo del pueblo vietnamita en todo el sudeste asiático, el Mayo Francés  y el Cordobazo en la Argentina.  Tampoco hay referencia alguna al salvataje -por parte de Stalin- de los regímenes capitalistas europeos. En Grecia e Italia, desarmando a los partisanos que liberaron esos países del nazismo y forzando el ingreso  de los comunistas a los gobiernos de “unidad nacional” con la burguesía.

Sin programa y sin delimitación política

La OST “nace” sin un balance de las crisis de la Cuarta Internacional, -el pablismo liquidador, derivas foquistas, el “socialismo con democracia” y las “ revoluciones democráticaa” de Nahuel Moreno, la disolución de las organizaciones del SU en los partidos “amplios, plurales y de tendencias”-  es decir que postula  una “ nueva internacional” sin programa. Lo que vale para la Internacional, vale para sus secciones nacionales.

Siguiendo al Nuevo Mas, la “naciente”  OST teoriza sobre  las revoluciones condenadas “desde el inicio” (China y Cuba)  porque en éstas el proletariado no habría jugado un papel dirigente como lo hizo en la gran Revolución Rusa de 1917. Tampoco hay mención alguna a Yugoslavia donde Tito tomó el poder apoyándose en su ejército partisano y  contra las directivas de  Stalin. Para zafar, los compañeros apelan -al igual que el NM- al galimatías de revoluciones anticapitalistas que expropian a la burguesía pero  que nacieron con el “pecado de origen” de no ser socialistas.  La OST  acuña su propia versión de la revolución por etapas, descubriendo revoluciones anticapitalistas que no serían proletarias ni socialistas.

La restauración capitalista

La restauración  capitalista,  muy avanzada en China, no es pacífica ni está terminada. Una  condición básica para que China sea un país imperialista porque la burguesía no tiene todavía el control completo de la economía y  la propiedad, que están  mediadas por el Partido “Comunista” Chino. La rica historia de la Revolución China está recorrida por grandes convulsiones  y crisis  políticas. Cuando la  OST afirma que  China es una potencia imperialista desconoce  la estructura del régimen chino. 

La restauración capitalista en China y también en Rusia, agravó el excedente de capital y la competencia capitalista. Lejos de “salvar al capital”, la restauración en los ex estados obreros profundizó la crisis capitalista mundial y las tendencias a la guerra. El objetivo de fondo de Trump y el imperialismo norteamericano es la colonización completa de China bajo su dominio.

Es  también un exabrupto afirmar que en Cuba no hay capitalismo como escribe la OST en una voltereta en el aire. La restauración capitalista en marcha en  la isla acentúa las desigualdades sociales y va de la mano de  la represión  a toda  protesta o movimiento que luche por terminar con los privilegios de la burocracia castrista. Una revolución en Cuba (expulsión de la burocracia) estará indisolublemente ligada a una transformación de las relaciones políticas y  sociales para sacar a Cuba del atraso. El “socialismo de mercado” que el castrismo reivindica  del “modelo chino” conduce a la liquidación de la Revolución Cubana.

Ucrania

 Al igual que  el Nuevo Mas del que procede la OST, esta última  considera  como “legítima la lucha del pueblo ucraniano contra  el invasor ruso”  colocando esta cuestión en el primer  lugar de la batería de consignas en la guerra. A los compañeros les tiene sin cuidado los intentos de Zelensky por ingresar a  Ucrania en la OTAN. De esta forma, la guerra de Ucrania contra Rusia sería, como para todo el morenismo, una guerra de liberación nacional.  La “posición independiente” que imposta la OST se limita a la crítica a la dirección derechista de esta guerra armada y financiada por EEUU, la OTAN y la Unión Europea.Desde el golpe tras el Euromaidan, la política de anexión de Ucrania a la OTAN fue desembozada. La invasión reaccionaria de Putin tuvo este antecedente.  La única posición  “ independiente y revolucionaria es la que denuncia a la guerra de Ucrania como una guerra imperialista en la que los enemigos de  los trabajadores están en las fronteras propias  (Zelensky y el gobierno títere de la OTAN en Ucrania)  y la camarilla oligárquica de Putin, restauracioncita del capital  en Rusia).

En junio del 2024, el Partido Obrero fue anfitrión de una reunión internacional que reagrupó a organizaciones pertenecientes a una decena de países,  y  publicó el manifiesto “Reagrupemos a las fuerzas internacionalistas para luchar por una salida  revolucionaria a la barbarie capitalista”. Sus consignas son un llamado a la acción “Abajo la Guerra, el enemigo está en casa, unidad de los trabajadores a ambos lados de la fronteras, detengamos la guerra OTAN -Rusia”.  La lucha es por terminar con los gobiernos de Zelensky y de Putín y por gobiernos de trabajadores. El documento internacional de la OST no desarrolla una posición frente a la caída del reaccionario y represivo régimen sirio,  caracterizada por el morenismo como  una “revolución democrática”. El imperialismo norteamericano, el sionismo, y el régimen de Erdogan están balcanizando a Siria.

¿Adónde va la OST?

La OST le achaca al Partido Obrero el haber caracterizado el triunfo de Milei como un “voto castigo” lo que es falso de toda falsedad. En Prensa Obrera, en la agitación durante  la campaña electoral, en la movilización del 20 de diciembre del 2023 a Plaza de Mayo y  en las acciones militantes por la que están procesados dirigentes del PO y del Polo,  en el acto por “Fuera Milei” en Parque Lezama y en la declaración del PO a un año de la asunción del gobierno de La Libertad Avanza, quedó grabada a fuego  la lucha  implacable del Partido Obrero contra el gobierno mileísta y la caracterización de sus rasgos centrales. La preocupación de la OST es otra, lavar la  responsabilidad del peronismo, del Frente de Todos, de Unión por la Patria, de Alberto Fernández, Cristina y  Sergio Massa en la irrupción del gobierno derechista.  

Efectivamente, la CGT y las CTAs son un factor de gobernabilidad de un régimen de ofensiva capitalista contra las masas, pero las burocracias  no actúan  en el vacío sino en el cuadro de un  PJ cómplice que vota en el Congreso con la derecha, de un kirchnerismo que no quiere  “patalear” contra los vetos  de Milei   y   los “nacionales y populares” que fomentan  el  Rigi bonaerense de Kicillof, complemento del de Milei. El Partido Obrero no pone condiciones para la unidad de acción en la lucha, pero se delimita del “frente único antimilei”, que  es utilizado por el peronismo para enchalecar a la izquierda detrás de otro devaluado “hay 2025 y hay 2027”. La política clasista  en el movimiento obrero y popular no puede limitarse al reclamo de paro General con la expectativa de “desbordar” a la burocracia.  Se trata y en eso está empeñada la Coordinadora Sindical del Partido Obrero (CSC), de construir un Polo Clasista para poner en pie al movimiento obrero, recuperar los sindicatos y preparar la huelga general para echar a Milei, abriendo una salida propia de los trabajadores.Ese objeto tiene nuestra permanente lucha por plenarios de ocupados y desocupados que agrupen a la vanguardia para luchar por una nueva dirección clasista del movimiento obrero, que hoy debe considerar como un actor, claramente al movimiento piquetero.De esto ni palabra, máxime cuando el Polo Obrero y otros sectores combativos sufrimos una persecución política y judicial sin precedentes desde la dictadura. Lo contrario es reducir al sindicalismo combativo a  un instrumento de presión sobre la burocracia. La OST no coloca como tarea estratégica la lucha por una nueva dirección ni la recuperación de los sindicatos.

 En los tres documentos de la OST se caracteriza la etapa mundial como de avance de la ultraderecha. Esta unilateralidad al servicio del frente democrático o “antimilei” con el peronismo, desconoce que con las derechas en el poder (Trump y otros) se exacerban también las políticas proteccionistas de los países imperialistas (guerra por el dominio del mercado). También omite la volatilidad política (triunfos de centroizquierda derechizada en Uruguay o México) y las revueltas populares que caracterizan la etapa. El Partido Obrero encara esta etapa convulsivade agravamiento de la crisis capitalista –en Argentina y el mundo- luchando por el gobierno de trabajadores.  

Milei no gobierna sólo sino con el apoyo de la clase capitalista y el sostén de la “oposición”. El PO tempranamente advirtió y denunció las tendencias fascitizantes de Milei y lo hizo cuando la mayoría de la izquierda afirmaba que “La Libertad Avanza” era un fenómeno porteño y pasajero. Luchamos contra el facho de Milei sin la más mínima solidaridad política con el régimen “democrático”, que parió al reaccionario. Mientras el NM hacía la campaña  electoral despolitizada y oportunista- tardíamente denunciada  por la OST- el PO  arrancaba el 2023 con la presentación del libro de  Gabriel Solano “Por qué fracasó la democracia”, una campaña de clarificación política sobre los 40 años de democracia fondomonetarista, pago de la deuda externa como “razón de estado”, precarización laboral y gobiernos capitalistas. Lo cual incluye especialmente al peronismo y al kirchnerismo que gobernó 16 de los últimos 21 años.

Sobre este fracaso cabalgó Javier Milei mientras el nacionalismo burgués y la mayoría de la izquierda se hacía eco del “estado presente”.  La crítica a la democracia  y al estado capitalista  forma parte de la construcción de una conciencia socialista, revolucionaria y leninista-trotskista. Esa lucha política la libramos públicamente y también al interior del Frente de Izquierda Unidad contra los prejuicios democratizantes, antipiqueteros y  electoralistas. Cuestionar al FIT Unidad por ser un frente fundamentalmente electoral- como hace la OST- es una crítica superficial si no se señalan las razones de fondo que conducen a esta política. Entre otras  la franela de las “figuras públicas” del Pts con el peronismo, posiciones  combatidas enérgicamente por el Partido Obrero.

  La  hoy OST, al igual  que el Pts, se  plegó a la  campaña contra la “proscripción de Cristina”,  agitada por el peronismo para intentar recomponerse” del derrumbe del gobierno de los Fernández y de paso enchalecar a la izquierda.  El Nuevo Mas –tanto como Izquierda Socialista- impulsaron el voto a  Massa en el balotaje, y el NM posiblemente lo haya votado también en las generales.  El Partido Obrero  se mantuvo en un campo de independencia de clase y llamó a no apoyar políticamente ni a votar por el devaluador Massa ni por el derechista Milei.

No hay un avance lineal de la derecha. Milei no escapa a esta crisis sino que posiblemente sea el eslabón con más contradiccionesy debilidades de la cadena internacional de las ultraderechas por la magnitud de la crisis argentina, la ausencia de estructuración política propia y la historia de luchas y organización de los trabajadores y el pueblo argentino. El período mundial se caracteriza por una crisis capitalista profunda y sistémica que agudiza la polarización social, la miseria de las masas y la amenaza de una tercera guerra mundial de proporciones catastróficas.  Mientras Trump, como antes Biden junto a los imperialismos de la Unión Europea escalan las tendencias belicistas, no se privan de agitar la “defensa de la democracia contra los totalitarismos” para producir la masacre de Gaza; invadir Siria, amenazar a Irán o darle vía libre al sionismo para bombardear el Líbano y llevar adelante una limpieza étnica masacrando y expulsando al pueblo palestino.

Por último, la OST sustituye una delimitación con la izquierda en general y el morenismo en particular (incluido el Nuevo Mas con el que tiene más acuerdos de fondo que divergencias) por una crítica superficial al FIT U.  Los compañeros nunca fijaron posición frente al Congreso del Frente de Izquierda que defiende el PO como un terreno común para impulsar la movilización y la organización independiente de los trabajadores, tampoco lo hicieron  frente al planteo estratégico de “Fuera Milei” reivindicando el derecho a la rebelión popular.

La OST reconoce en el FIT U un campo de independencia de clase pero se desentiende porque su política es el frente único antiMilei. La  evolución o involución de esta corriente estará determinada por la lucha de clases.

6/1/2025

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