1. La derrota de Milei en las elecciones de la provincia de Buenos Aires ha representado un salto en la crisis. La caída electoral por casi 14 puntos superó los pronósticos más pesimistas, lo mismo que de las 8 secciones electorales fuera superado en 6. Si se compara el resultado de la elección reciente con el que obtuvieron por separado la Libertad Avanza y el PRO en el 2023, la caída resultante es de unos 13 puntos. Varios estudios han concluido que la fuga de electores se concentró especialmente en los sectores más empobrecidos, sobre todo en la juventud, que apoyaron en sus inicios la experiencia libertaria. Ese sector mayormente se refugió en la abstención, que tuvo un gran salto, o en el voto blanco que también tuvo un crecimiento significativo. Así los votos recibidos por el gobierno provinieron mayormente del histórico electorado del PRO, compuesto por los sectores más acomodados.
2. La paliza recibida en las elecciones tuvo como uno de sus componentes el acelerado agotamiento del esquema económico de Milei. Sucede que al menos desde hace meses la economía ha ingresado en una fase recesiva, afectando la creación de empleo, la marcha del consumo y también de la inversión, el nivel de los salarios y de las jubilaciones. El rescate del FMI, que el gobierno utilizó para ganar las elecciones porteñas de mayo, se agotó con una rapidez inusitada. Debido a la apertura del cepo para personas físicas, sumado al pago de la deuda, a la caída del superávit comercial y las compras al exterior, la fuga de capitales adquirió niveles nunca vistos. Esto llevó a una suba del precio del dólar, que Milei-Caputo quisieron bloquear echando mano a la suba de la tasa de interés, estableciéndola en porcentajes que triplican la inflación mensual. A pesar de esto no pudieron recrear el carry trade, dejando al país al borde de una corrida cambiaria y del default. Se puso de manifiesto, además, que el gobierno lejos de no emitir, como fue su promesa de campaña, cuadriplicó la base monetaria mediante la creación de distintos instrumentos de deuda en pesos. La deuda emitida en moneda nacional, que remunera tasas usurarias, sumado a los plazos fijos y otros instrumentos constituyen una amenaza inflacionaria muy severa. En el pasado, ante una situación menos explosiva, el gobierno de Macri apeló al llamado “reperfilamiento” de la deuda. Pero para el gobierno libertario una declaración de default encubierto sería el final; lo mismo que el restablecimiento del cepo cambiario. En estas condiciones, los escenarios que se abren son todos de crisis. El gobierno buscará llegar a las elecciones sin devaluar, algo que incluso en el caso de que lo logre, será al costo de un mayor deterioro de la economía. Por lo pronto, las altas tasas de interés agravarán la recesión y el endeudamiento de las empresas y las familias. Ahora si no logra llegar hasta octubre se puede imponer de hecho una devaluación, que inicialmente impactará en la tasa de inflación y la actividad económica. En cualquiera de los dos escenarios queda sin resolver la cuestión de la deuda, que es el principal factor de desestabilización económica. El riesgo país, que ya supera los 1.000 puntos, muestra que el gran capital tiene conciencia sobre el peligro de default. No puede descartarse que el gobierno busque un rescate de la Reserva Federal, que en su momento había anunciado la posibilidad de operar un rescate adicional al del FMI. Por lo pronto, ya el propio FMI salió a respaldar al gobierno, aunque informes señalan que sectores del capital financiero internacional plantean al gobierno reforzar su base política de apoyo con acuerdos con los gobernadores y la oposición “dialoguista”. Respecto a un rescate de la FED, resulta complejo que se puede hacer en tiempo récord para que influya en la campaña, además que de no mediar una modificación del esquema económico todo rescate está condenado a financiar una fuga de capitales. Es muy difícil, además, evitar que la corrida cambiaria en curso de estas proporciones no se traslade a precios y que atravesemos un salto inflacionario antes de las elecciones, socavando aún más la imagen del gobierno, que exhibía como principal capital político el haber controlado la inflación.
3. El otro componente de la paliza electoral es el creciente repudio popular al gobierno libertario. Bien visto, este repudio estuvo presente desde el inicio mismo del gobierno Milei. Se expresó en las primeras marchas y paros de la CGT, que luego fueron entregadas haciendo pasar la ley Bases; en las movilizaciones contra la ley de Bases de los sectores combativos; en las dos grandes marchas universitarias; en los 24 de marzo masivos en todo el país; en el apoyo alcanzado por la lucha de los jubilados, que luego se expresó también en la huelga del Garraman, en la lucha de las personas con discapacidad y de los trabajadores que los atienden; en la masiva marcha antifascista en respuesta al discurso de Davis… Estos repudios, que se combinaron con luchas duras de sectores obreros contra los despidos, las paritarias, etc. explicó también que en la serie de elecciones provinciales previas, la fuerza de Milei no superará el 30% en el mejor de los casos. Como anticipo de la derrota bonaerense, la Libertad Avanza había sacado solo un 8% de los votos en Corrientes hace unas semanas atrás. En este cuadro, los audios de Spagnuolo representaron un golpe adicional, mostrando que la camarilla mileísta que impulsa la persecución contra todas las organizaciones populares, está formada por una banda de ladrones.
4. La crisis económica fue abriendo fisuras al interior del bloque capitalista que de entrada apoyó al gobierno. Aunque aún el grueso de la burguesía sigue apoyando al gobierno por su programa abiertamente antiobrero, existe un lobby devaluador que abarca a sectores del capital agrario e industrial, y reclamos relacionados a la obra pública que encabezan la Cámara de la Construcción. Por ahora, sectores industriales y agrarios reclaman un salto devaluatorio pero en función de la continuidad del gobierno en la tarea de las llamadas reformas estructurales, reclamo que también es el de FMI para después de octubre mediante el planteo de flotación libre para evitar la liquidación definitiva de las reservas prestadas por ellos destinadas al pago de la deuda. En las últimas semanas se abrió un choque con los bancos, que rechazan las medidas de subas de encajes que en un extremo se asimilan a una estatización de los depósitos. La imposición de encajes por encima de la media histórica (hoy están en un 53,5% y corren versiones de que volverían a subirlos) es la muestra de un impasse de la política económica, que busca eludir el estallido a fuerza de paralizar la circulación monetaria y generar una fuerte caída de la actividad. Estos choques del gobierno con distintos intereses de la burguesía están en la base del surgimiento de un frente de una fracción de gobernadores, que aún sin representar una política unificada buscan presionar al gobierno por un cambio de política económica y de régimen de gobierno. Estamos en presencia de un gobierno de camarilla financiera que choca con un sector creciente de la clase capitalista. Una política basada en un acuerdo con los gobernadores y con los intereses que ellos buscan tutelar, es incompatible con un gobierno de camarillas basado en Milei, su hermana y un grupo reducido de seguidores. Avanzar en ese sentido supone mucho más que un cambio de nombres en el gabinete; implica un cambio de fondo en el gobierno o, finalmente, del propio gobierno. Por ahora, se impone una tendencia al inmovilismo político, manteniendo la “mesa política” con Karina Milei, los Menem, el cuestionado Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, y yendo a un choque con los gobernadores con el veto del proyecto relativo a los ATN, negociando uno por uno a partir de los “afines”, en una maniobra de dudosa efectividad.
5. El peronismo reforzado se juega a una política de contención. La muestra de esta política es la actitud de la burocracia sindical, que sigue paralizada, y de los gobiernos provinciales actúan sistemáticamente en contra de las luchas obreras. Hay que tener en cuenta que Moyano firmó una paritaria que es una verdadera ofrenda a la gobernabilidad mileísta, con aumentos ínfimos por 6 meses. La principal maniobra de contención, de todas formas, es la campaña para que el gobierno “cambie” su política. Kiciloff reclamó una reunión la noche misma de las elecciones. Este cambio se plasmaría en una mayor apertura al diálogo con los gobernadores, en un rearmado de los bloques parlamentarios para sostener la gobernabilidad, y en alterar la política económica para atender necesidades de las oligarquías provinciales y sectores capitalistas que han quedado relativamente desplazados. Como sostuvimos, la viabilidad de esta modificación está cuestionada por la naturaleza misma del gobierno. Si este operativo fracasara, y se agudiza la crisis económica, podría ponerse en marcha un operativo de contención más amplio, que incluyera un recambio político tratando de evitar o contener una irrupción popular de movilización. En este escenario hay que tener en cuenta que Villarruel es primera en la linea sucesoria, y luego las maniobras podrían alcanzar al propio PJ y el bloque de gobernadores con Schiaretti, que hoy juegan en favor de una continuidad del gobierno.
6. Tomado de conjunto, la conjunción de la bancarrota económica, con la crisis política, los escándalos de corrupción y el rechazo social creciente, plantean la posibilidad de una aceleración de la crisis que ponga en cuestión la sobrevivencia del gobierno. Nuestra consigna de “Fuera Milei” tiene, por estas razones, más vigencia que en el pasado. Pues como lo señalamos oportunamente, adquiría una función por sobre todo de propaganda para mostrar la incompatibilidad del gobierno con los reclamos populares y buscar que el Partido, por vía de la agitación, empatice con un sentir popular más allá de la relación de fuerzas que existiera a partir del estado de la lucha de clases. Ahora, en cambio, la consigna cobra otra función, que es mostrar la posibilidad cierta de terminar con este gobierno fuertemente antiobrero y reaccionario en todos los planos, promoviendo una intervención histórica de las masas, bajo la forma de rebelión popular y huelga general. Para ello es importante tener en cuenta que la consigna de “Fuera Milei” la hemos acompañado con “abajo el ajuste de los gobernadores” para mostrar también un canal para las luchas provinciales y, a la vez, una delimitación de los planteos capitalistas que encarnan la liga de los gobernadores y también Kicillof, ejecutor del ajuste en la Provincia de Buenos Aires, aunque el peronismo haya sido el canal de la derrota el 7/9. No puede pasarse por alto, además, las movidas y conspiraciones golpistas. Entre ellas resaltó estos días la presencia de la vicepresidenta Villaruel en el Día de la Industria en la fábrica FATE, propiedad de un exponente clásico de la burguesía nacional como es Madanes. La asamblea y el paro de los obreros para repudiar su presencia, sumado al choque con nuestro compañero Alejandro Crespo, que le entregó un documento denunciando su reivindicación de la dictadura y el programa de la burguesía nacional basado en la reforma laboral, los despidos y el ataque al salario, tuvo una enorme trascendencia mediática y por sobre todo, un valor estratégico de delimitación de clases.
7. Emerge una gran cuestión programática, que es la delimitación con una salida devaluacionista que impulsa una parte de la burguesía, el peronismo y la liga de los gobernadores y, desde ya, la burocracia sindical de la CGT. El programa devaluacionista es un instrumento de sometimiento del movimiento obrero, al cual se lo convoca a apoyar con la promesa que mediante la devaluación se reactivará la economía, se frenarán las importaciones y se defenderán los puestos de trabajo locales. Se omite, claro, que la devaluación golpeará de entrada los salarios y jubilaciones con una aceleración inflacionaria, y que su objetivo estratégico es reducir los salarios en dólares. Podría abrir un estallido del tipo de un “rodrigazo”. Hay que agregar que quienes impulsan la devaluación pretenden simultáneamente avanzar contra los convenios colectivos, es decir, son partidarios de la reforma laboral. Nuestro rechazo a la devaluación requiere el desarrollo de un programa integral de la reorganización económica sobre la base de los intereses de los trabajadores. La disyuntiva de peso barato o caro, o lo que es lo mismo, un dólar alto o barato, la rechazamos en tanto son dos políticas capitalistas que terminan siendo costeadas por los propios trabajadores. Nuestro rechazo a la devaluación no es en nombre de mantener esta política económica, sino a partir de un programa que plantea el repudio a la deuda usuraria, la nacionalización de la banca y el comercio exterior, un control de cambios que permita utilizar las divisas del país en función de un plan de económico basado en la industrialización y el incremento de la productividad y que sea compatible con el incremento de los salarios y las jubilaciones. La cuestión de la deuda, omitida por todos los bloques capitalistas, se ha colocado en el centro como en otras etapas de crisis capitalistas agudas, dado el volumen absolutamente explosivo que ha alcanzado. En el mes de julio, por ejemplo, el Tesoro pagó por intereses y capital de deuda 4 veces más que por jubilaciones y pensiones. La mentada cuestión del superávit fiscal no encuentra solución sin el repudio a esta deuda, aunque se siga aplicando la motosierra contra el gasto social del Estado.
8. Este debate programático es clave para enfrentar a quien resultó ganador de la elección del domingo en la provincia de Buenos Aires, que es el peronismo. Más allá de las disputas internas entre la fracción de Kicillof y de CFK, ambos son tributarios de una política devaluatoria. Es probable que sea una de las razones del triunfo del peronismo en muchos municipios agrarios del interior bonaerense, que en general votan a fuerzas vinculadas al PRO o al radicalismo. Que en esta oportunidad, esos intereses sean representados por el PJ, muestra su carácter profundamente conservador y explica su actitud de complicidad con Milei en todo este período, dado que la clase capitalista quiere influir en la política del gobierno pero aun no terminar con él. El triunfo del peronismo nos plantea hacia octubre la posibilidad de una levantada de sus listas en todo el país, en tanto sea visto como el canal para expresar el repudio hacia el gobierno libertario. Un escenario para seguir con atención es verificar hasta qué punto el triunfo del PJ en la provincia de Buenos Aires empuja la lista del peronismo en CABA, que nació débil por candidatos que carecen de conocimiento y arrastre en el electorado. Es probable, también, que dada la compleja y heterogénea composición de fuerzas de cada provincia, ese canal sea disputado en cada distrito por otras fuerzas patronales. En Santa Fe, por ejemplo, ese lugar lo querrá ocupar el gobernador Pullaro y en Córdoba la dupla Schiaretti-Llaryora. Entre los realineamientos aparece la postura asumida por el gobernador de Salta que fue el primero en rechazar sumarse a la mesa de gobernadores convocada por Milei, luego de ser uno de los máximos colaboracionistas. Este escenario fragmentado provincia por provincia expone que el peronismo en la candidatura de Kicillof no tiene pavimentado un regreso al gobierno nacional. El propio Kicillof oscila entre un armado clásico del peronismo con la búsqueda de participar de la coalición de gobernadores que incluye a mandatarios de la UCR, del PRO y de fuerzas provinciales. A priori parece improbable que un frente de este tipo coincida en un armado electoral. Pero si oficia en la actualidad como malla de contención enchalecando y encausando la protesta y descontento popular evitando que la situación se desmadre y ponga en tela de juicio la gobernabilidad que sin duda puede potenciarse activarse ante un agravamiento de la crisis que produzca una salida anticipada del gobierno. En condiciones extremas de este tipo el llamado puede replicarse algo parecido al sucedido en el 2001, con una asamblea legislativa y un acuerdo del peronismo y el radicalismo con un programa común.
9. La polémica con el peronismo, y más en general con la liga de los gobernadores, versa sobre el programa de salida y sobre el colaboracionismo pasado y presente con Milei. Ninguno de ellos plantea una lucha decisiva para derrotarlo. Esto se pondrá a prueba de inmediato en el choque que se avecina por los vetos que Milei aplicará a las leyes a favor de la Universidad y el Garrahan. Estos vetos pueden producir una irrupción popular, en momentos de desgaste y rechazo creciente al gobierno. Mientras Kicillof aparece pidiendo una reunión a Milei, nosotros debemos destacarnos por llamar a la movilización popular contra los vetos, organizando en cada lugar de trabajo y de estudio todas las acciones posibles que traduzcan en medidas de lucha la bronca que se expresó en las elecciones. El éxito de la iniciativa del Plenario del 16/8 el viernes 12/9, que nos tuvo a la cabeza de principio al fin, marca un rumbo de intervención. Con ATE Garrahan y AGD-UBA a la cabeza de todos los sindicatos combativos, el Polo Obrero (con una columna muy importante) y el Frente de Lucha y las organizaciones de jubilados en lucha, de Congreso a Plaza de Mayo, hicimos punta en la lucha contra los vetos que tendrá en las próximas semanas capítulos decisivos cuando se trate la insistencia de las leyes vetadas. Al mismo tiempo fue importante la jornada en Córdoba, Santa Cruz y Neuquén. Para el Sutna, que abrió el acto en la Plaza en medio de la campaña electoral de la Lista Negra y enfrentando la ofensiva patronal en todos los frentes, salarial y de despidos, fue también muy importante. Colocamos en el escenario nacional la denuncia de la burocracia de las tres centrales y el planteo de paro activo y plan de lucha para derrotar a Milei, poniendo de relieve en nuestros materiales y oradores la necesidad de la huelga general para echar al gobierno.
10. Otro elemento de lucha contra el gobierno de Milei y de delimitación del peronismo es la cuestión de Palestina. Mientras Milei tiene un alineamiento total, el peronismo no se moviliza ni apoya la causa contra el genocidio, cosa que hay que denunciar y colocar en la propia campaña. Aunque no es un eje de sus dirigentes ni participan orgánicamente de las movilizaciones, si intervienen grupos vinculados al peronismo y ahora con un sector sindical que impulsa una movilización (CTA; Sipreba, etc). El peronismo fue responsable de impulsar en distintos estamentos oficiales la adopción de las definiciones de antisemitismo del IHRA, por la cual se persigue a quienes denunciamos al sionismo. Tenemos en relación a estos sectores, que hacer valer que denunciamos desde un primer momento el genocidio, y que apoyamos políticamente la resistencia palestina, un punto que nos delimita también del resto del FIT U. Las actividades bien organizadas en todo el país, permitieron acercar nuevos compañeros. La Audiencia por Vanina en la Legislatura fue un gran éxito, con enorme nivel de presencias. A nivel internacional, venimos de la participación de Vanina en el Foro por el Derecho al Retorno, en Irak y de LA e IZ en el viaje a Cisjordania de JxP. Estas actividades nos permitieron avanzar en relaciones internacionales entre los sectores que denuncian el genocidio. En la Argentina, las movilizaciones vienen creciendo y también se desarrolla la política persecutoria del sionismo. La causa de Vanina marcha a juicio a pasos acelerados, la Cámara de Casación rechazó recientemente nuestra apelación y también la recusación del Juez Borinsky, a pesar de que tiene relaciones muy claras con la DAIA y con Manguel. En todo el país, vamos a una gran jornada en torno al 7 de octubre (a definir por el Comité de Solidaridad con Palestina), y también a actividades locales de JxP.
11. La derrota del gobierno también podrá operar como un incentivo a las luchas. En principio, vamos a una gran movilización el 17 por la universidad y el Garrahan. En ambos lugares ocupamos un lugar de vanguardia que se expresó en el paro reforzado del Garrahan de esta semana, con la Junta Interna de ATE apelando a la asamblea general contra la política conservadora y proburocrática del MST en profesionales , al igual que en las clases públicas de AGD que poblaron la Plaza de Mayo el miércoles 9/9. En la Universidad impulsamos la participación del movimiento estudiantil arrancando la ocupación de Filo, además de nuestro decidido apoyo a las clases públicas y el paro general nacional. Nuestro planteo apunta a la rebelión universitaria para quebrar el veto. Pero el efecto de un deterioro político del gobierno se tendrá que hacer sentir en todo el movimiento obrero. Nosotros ingresamos en esta etapa con el impulso de la realización del plenario del 16 de agosto, que reunió sindicatos combativos de todo el país, cuerpos de delegados, organizaciones piqueteras, de jubilados, etc. La primera acción de este reagrupamiento, el 12, tuvo un carácter nacional y el simbolismo de ser la primera movilización masiva luego de la derrota electoral del gobierno. Las luchas que se desarrollan, como la enorme batalla de los docentes santacruceños, como la de los traicionados tercerizados de Ternium de la UOM, como los químicos de Río Tercero, con los metalúrgicos de Vasalli que movilizaron masivamente en Firmat, Santa Fe, entre muchas otras, son el terreno de la emergencia de un nuevo activismo y tenemos que intervenir activamente para apoyarlas, transformarlas en una causa popular, y ganar influencia política reclutando activistas.
12. La campaña electoral que tenemos hacia octubre está cruzada por una crisis de poder. Esto plantea una cuestión metodológica importante, pues supone que estamos ante una situación que planteará posibilidades de intervención que debemos seguir con atención para poder aprovechar. No se trata de una campaña rutinaria sino de seguir en tiempo real el desarrollo de la crisis política y explotarla con iniciativas que permitan reagrupar y ganar visibilidad política. En este sentido, el desarrollo de planteos y de lucha política, con actos y movilizaciones, y con una activa elaboración para medios y redes en relación con los temas que van surgiendo nos tienen que dar un método de intervención en la crisis que nos permita destacar planteos y crecer. En los casos en los que ponemos en marcha estas iniciativas, se muestra que tienen una buena recepción. En Córdoba una conferencia de prensa nos sirvió para ganar presencia mediática, y estamos progresando con una intervención activa en redes sociales. En Catamarca ganamos presencia en medios y redes, en Santa Cruz la candidatura de Gabriela Ance arrancó con impulso, y en general en todo el país, se muestra que si tomamos la iniciativa, el cuadro político nos permite avanzar y golpear políticamente.
13. A la luz de esta situación, tenemos que analizar la situación del Frente de Izquierda. No desconocemos la política de seguidismo del PTS al kirchnerismo, tenemos que evitar la visión unilateral que lo coloca como el único factor que caracteriza al FITU en el escenario político argentino. La presentación electoral independiente de un bloque de izquierda que en su programa defiende el gobierno de los trabajadores, que vota de modo diferenciado del peronismo en innumerables ocasiones y que participa de las medidas de acción directa de las masas es altamente progresivo en el actual cuadro político. Un ascenso electoral de la izquierda, en el caso que terminara de confirmarse, sería fuertemente progresivo, incluso teniendo en cuenta los aspectos contradictorios que anidan dentro del FITU. Un ascenso así pondría a prueba los programas y estrategias de cada partido de cara más abierta a las masas. Recientemente, Roberto Navarro se refería a un eventual ascenso de Bregman sosteniendo, por ejemplo, que sería una especie de ala izquierda del kirchnerismo. Sin dejar de tener en cuenta la adaptación evidente de Bregman al kirchnerismo, es claro que lo de Navarro tiene un aspecto de maniobra, porque nos coloca como una colectora del peronismo, cuando el FIT U tiene una larga trayectoria de delimitación política y un programa alternativo. Para el Partido, intervenir con fuerza en la campaña electoral es un requisito para explotar las oportunidades que nos abre la situación política. Peleamos el voto al FIT U y luchamos con nuestras posiciones, por desarrollar al Partido, reclutar y ganar protagonismo con nuestro programa. Con la periferia en disputa, hay que tener un abordaje cuidado, desarrollando las polémicas de fondo, como la posición del PTS sobre el Partido de Trabajadores, al cual convocan a sectores de la burocracia sindical peronista. En los pocos ámbitos en los que se plantean iniciativas en común, como la asamblea de intelectuales de CABA, intervenimos con nuestra orientación y posiciones y damos la batalla política con iniciativas que coloquen nuestra impronta dentro del FIT U.
14. En lo inmediato, una gran batalla se concentra en organizar la pelea contra el veto. La movilización del miércoles 17 será una gran jornada nacional. Y ya está siendo preparada con acciones y asambleas en universidades de todo el país. La movilización va a levantar dos de los reclamos más sentidos popularmente del último período: la lucha de la universidad y la del Garrahan. Es una oportunidad de una gran agitación política en todo el país, para eso estamos editando una declaración especial. Hay que armar pasadas por cursos, recorridas en hospitales, impulsar la movilización en las escuelas y organizar plenarios y reuniones de la UJS para reforzar nuestras filas. Un impulso en esta lucha nos va a permitir ampliar las perspectivas de la invitación al congreso de la UJS, que debemos impulsar en todo el país y que se desarrollará el 4 de octubre en la CABA. Dentro de la lucha de la Universidad, colocamos especialmente la agenda de reclamos de la docencia universitaria y de los trabajadores no docentes, y planteamos la necesidad de una movilización independiente de las camarillas del CIN, que plancharon el movimiento durante un año y que ahora plantean la lucha como una movilización aislada y un programa reducido a la caída del veto, que aunque sería un golpe a la política del gobierno, no asegura terminar con la asfixia presupuestaria.
15. La elección del Fitu en la Provincia de Buenos Aires merece un análisis aparte. Encontramos una línea de resistencia que nos permitió renovar las dos bancas legislativas que poníamos en juego, aunque por poco y habrá que defender la votación en las definitivas. En la Tercera Sección, al consagrar dos diputados rotará PG durante más de un año y medio a su turno, lo que es muy importante para nosotros desde todo punto de vista puesto que destacamos un nuevo compañero en la actividad pública. Hicimos una elección muy importante en la Primera Sección con Romina a la cabeza, algo también de gran importancia para el PO, puesto que también se ubicó como tercera fuerza (empate con Somos), y con poca diferencia con la Tercera teniendo en cuenta que la zona norte es un territorio más difícil y no era expectable la candidatura a Senadora. Romina ha dado un salto y la campaña conjunta con Néstor permitió impulsar el partido en los distritos y en algunos casos rearmar la actividad. Octubre plantea un gran desafío: faltan al menos unos 40000 votos absolutos para alcanzar el piso, puesto que la participación si bien subió estuvo muy por debajo de las intermedias 2021. Hicimos buenos elecciones en distritos obreros con Matanza a la cabeza con más del 7%, pero no logramos ninguno de los diez concejales que tuvimos en 2021. La lucha política por alcanzar el piso y meter a Romina en el Congreso nos plantea una movilización excepcional. Lo mismo vale para Capital, en la medida que pueda darse un fenómeno que nos permita que Gabriel también entre al Congreso Nacional, si la crisis se profundiza y logramos se un canal importante ante una lista del peronismo totalmente inexpresiva con un ignoto representante de Patria Grande a la cabeza.
16. La estructuración partidaria es un objetivo central de la campaña electoral. En este sentido, en cada regional, tiene que haber armada una agenda de actividades de reagrupamiento por frentes, locales y barrios, que vayan precedidas por una gran agitación, y que permitan ir midiendo el acercamiento de nuevas relaciones. Y planificar la participación en las actividades centrales: el congreso de la UJS y, luego de las elecciones, el Encuentro Nacional de Mujeres. En la elección de la provincia, movilizamos una periferia importante tanto al plenario del 16 de agosto (esto vale para muchas regionales del país), como al plenario educativo y luego a la fiscalización. Ahora, hay que avanzar en definir las relaciones que surgieron de ese proceso. En el resto del país, tenemos que ganar a la periferia a una colaboración activa con la campaña. Para eso, hay que armar padrones desde ahora, para sumarlos a una difusión de nuestros materiales y candidatos, y a la participación en las actividades. Hay que rematar esta campaña con una fiscalización masiva, sería un gran error abandonar la fiscalización en nombre de la boleta única. Vamos a un gran empadronamiento de fiscales desde ahora para poder explotar a fondo la colaboración de simpatizantes y votantes del FIT U y abrir relaciones en todos los frentes.
17. Un último punto pero fundamental es la cuestión del avance de la campaña de suscripciones. El acercamiento de relaciones tiene que culminar en la suscripción, que tiene que tener un alcance masivo. Estamos relanzando públicamente la campaña de suscripciones, y tenemos que asociarla al desarrollo de Prensa Obrera, sus notas nacionales e internacionales, y la necesidad de defender un medio que denuncia cada atropello del gobierno, que no tiene concesiones con la oposición patronal, que es vocero de la causa del pueblo palestino, y que es un puntal de las posiciones de la izquierda. Es importante avanzar durante el mes de septiembre en alcanzar el conjunto de los objetivos, suscribiendo internos y externos, para poder alcanzar un autofinanciamiento.