En el número anterior de la edición de En Defensa del Marxismo, publicamos una nota de Michael Roberts sobre el fuerte aumento del precio del oro. Polemizando con dicha nota, publicamos una de Sergio Rivero en esta edición de EDM.
“En Defensa del Marxismo” ha publicado una nota del economista Michael Roberts «¿Qué hay detrás del boom del oro?»donde desarrolla una interpretación sobre el oro, un tema que ha suscitado mucho interés en el mundo económico. Semejante interés se debe a que el aumento del precio del oro ha superado en lo que va del año a los diversos índices de acciones (SPX, Nasdaq), a las principales acciones tecnológicas (Tesla; Nvidia, AMD, Microsoft; Amazon, etc.) y también al Bitcoin. Notablemente el dinero va hacia el oro.
Este protagonismo del oro ha generado inquietud en el mercado financiero global. Ya que el oro no es un activo que pueda emitirse por los gobiernos, como bonos de deuda o acciones por parte de las empresas y por eso es una competencia.
Un metal precioso que no da dividendos ni renta está superando a todos los activos financieros cotizantes que tienen contraparte (emisor) que paga dividendos, o una renta fija como los bonos de deuda. Solo la valoración de sus precios permite obtener un beneficio a sus tenedores. El oro tiene valor por sí mismo, su valor proviene por ser producto del trabajo.
El escrito de M. Roberts es presentado como un “didáctico análisis sobre el papel del oro en una época de crisis capitalista” y asimila el oro con otros activos financieros. Dice: “El oro todavía se tenía en las reservas del gobierno nacional, pero principalmente se convirtió, no tanto en «dinero», sino en un activo financiero, como acciones o bonos de empresa. El oro se convirtió en «capital ficticio» especulativo para que los inversores lo compraran o vendieran para obtener ganancias de capital; más dinero a partir de dinero.”
O sea que para M. Roberts el oro de dinero se convirtió en “capital ficticio” igualado a “acciones o bonos”, que son emitidas por empresas o por el Estado. No hay ningún comentario ni explicación de ese tránsito lo cual prueba que es una afirmación sin fundamento. Al ser presentado como un “un economista marxista” parece apropiado hacer algunos comentarios sobre sus interpretaciones.
El hundimiento de los activos en dólares vuelca a los bancos centrales a la compra de oro como refugio
M. Roberts publica un gráfico sobre las compras de oro de los bancos centrales, pero no hace ningún comentario sobre el mismo. Allí se observa el vuelco que producen desde la gran crisis financiera de 2008. Es en ese momento cuando la Reserva Federal inició un salvataje de los bancos con créditos masivos y compra de activos desvalorizados de sus balances para evitar una insolvencia de los bancos y el colapso del sistema financiero basado en el dólar.
El dólar como moneda de reserva quedó cuestionado y fue la intervención de la Reserva Federal y el Tesoro la que amortiguó la crisis de Wall Street. El oro fue el refugio de los que abandonaban el dólar, de allí el crecimiento de sus precios en aquel periodo. En 2008 la onza cotizaba a 800 dólares y dos años después cotizaba en 1750 dólares. Este “boom del oro” (2008-2010) atestigua que el hundimiento del dólar se produce con las crisis del capital financiero, apalancamiento, exceso de endeudamiento, que genera “capital ficticio” y tienen al oro como la medida de las devaluaciones.
Lo que M. Roberts dice “El oro se convirtió (desde 1971) en capital ficticio especulativo para que los inversores lo compraran o vendieran para obtener ganancias de capital; más dinero a partir del dinero” fue exactamente lo contrario. El oro fue el activo de refugio y reserva durante la crisis financiera de los que huían de las acciones y bonos en dólares que tuvieron un derrumbe generalizado.
La huida del “capital ficticio” y “especulativo” de Wall Street hundieron los precios de las acciones. El índice Standard and Poor 500 en 2008 se hundió desde 1401 a inicios del año hasta llegar al final del año a 891. El “capital ficticio” se esfumó con pérdidas de varios billones de dólares. Fue la principal “evaporación” del capital financiero de la historia del capitalismo. El “dinero hecho con dinero” desapareció y el dólar se hundió mientras el oro duplicaba sus precios en dólares. Solo la intervención del Estado en un salvataje masivo impidió el colapso del sistema financiero basado en el dólar.
El icónico cierre de Lehman Brothers Holdings el 15 de Septiembre de 2008, con deudas totales de 613 mil millones de dólares y la expansión de su insolvencia a otros gigantes de Wall Street es otra muestra de este fenómeno.
Por su parte, Mark Adelson, ex director de S&P, afirmó que la caída de entre 10 y 12 billones de dólares en el valor de los mercados bursátiles mundiales y el desplome de entre 5,7 y 12,8 billones de dólares en la producción estadounidense en la década hasta 2018, ofrecen la mejor perspectiva general de los costos de la crisis financiera del 2008. (1/10/2012 https://www.wsj.com/articles/BL-REB-17312 )
Como se ve, es totalmente inexacta y fuera de contexto la afirmación de Roberts de que “El fin del oro como la principal forma de dinero o incluso como el estándar de valor final llegó con la decisión del gobierno de los Estados Unidos en la década de 1970 de dejar de cambiar dólares por una cantidad fija de oro. Se acabó con el patrón oro y fue reemplazado por el «estándar» del dólar.”
La realidad demuestra exactamente lo contrario, las medidas implementadas por Richard Nixon llevaron a una década inflacionaria (1971-1981), donde la Reserva Federal subía las tasas de interés para combatirla y el oro tuvo un protagonismo que llevó los precios a multiplicarse por 23 veces (desde 35 a 860). Mientras el Índice Standard and Poor en ese período se desvalorizó midiendo sus precios en oro de 2,3 onzas a 0,58 onzas.
El hundimiento del dólar comenzó en 1971, un reflejo de la decadencia del imperialismo
Desde que R. Nixon anunció la ruptura del acuerdo de Bretton Woods en Agosto de 1971, el dólar comenzó una devaluación constante, que llevó el precio del oro de 35 dólares la onza hasta los actuales 4000 dólares. Hoy son necesarios 114 veces más dólares para comprar la misma cantidad de oro que en 1971.
El “boom del oro” (el hundimiento del dólar), no comenzó con los “aranceles de Trump”, se inició cuando R. Nixon abandonó el acuerdo de Bretton Woods como el objetivo del imperialismo de emisión y endeudamiento para financiar los crónicos déficits, las crisis financieras (1987; 2000; 2008; 2020; 2024) y las guerras de Estados Unidos. Y como un arma al servicio de la hegemonía política imperialista con sanciones a los países díscolos que se apartan o independizan de su política y decisiones. Como la expropiación de 3000 mil millones de dólares de las reservas de Rusia luego de la invasión a Ucrania y la expulsión del sistema de intercambio y pagos internacional (SWIFT), para convertirlo en un paria financiero.
Entre los países sancionados por el dólar se encuentra Irán, prohibición de transacciones con dólar desde 1995; Corea del Norte bloqueo financiero total de uso del dólar; Cuba embargo económico que prohíbe uso del dólar; Siria sanciones a su sistema financiero para uso del dólar; Venezuela, prohibiciones financieras de uso del dólar; Bielorusia limitaciones para operaciones con dólares.
El uso del dólar como un “arma financiera” contra Rusia cuando fueron congeladas sus reservas decidida por Estados Unidos y Europa, desde la invasión a Ucrania, incentivó a los bancos centrales a un vuelco a la compra de oro, pero el punto de inflexión comenzó con la crisis financiera de 2008 de ser compradores netos.

Devaluación del dólar frente al oro desde 1971, cuando R Nixon abandona la convertibilidad. Una onza de oro eran 35 dólares, hoy 4120 dólares, una devaluación del 99,15%. Se observa una aceleración en el último año.
El Estado gastó billones en los salvatajes financieros, como en el 2008
Más allá de que al calor de la crisis las capitalizaciones de Wall Street se redujeron hasta 70 por ciento en el derrumbe generalizado del 2008, cabe destacar que la intervención de la Reserva Federal gastó entre 16 a 20 billones para préstamos y compras de activos desvalorizados y deuda para sostener el sistema financiero y reducir la tasa de interés.
Esto es de crucial importancia para la situación actual y totalmente ignorado por Roberts en su artículo. En el balance de la Reserva Federal se encuentran 4,2 billones de dólares en bonos del Estado (en 2008 tenía 0,6 billones) y de empresas privadas que no han podido vender para evitar hundir aún más las cotizaciones de los bonos de deuda del Estado (Treasury Bonds)

Ver: https://fred.stlouisfed.org/series/TREAST
Esta es la utilidad que da el dólar al Estado, para sostener el capital financiero. El oro es la medida de esa desvalorización. El Estado no puede emitir oro. Es la reserva de valor y la medida de la desvalorización de las monedas emitidas por el Estado.
La crisis financiera de 2008 y subsiguientes 2020 (pandemia); 2024 (quiebra Silicon Valley Bank) tuvieron nuevamente una intervención del Estado para impedir las quiebras bancarias y su propagación en una corrida.
Sin el gasto del Estado a través de la Reserva Federal en el rescate de la deuda pública y privada mediante la compra de estos títulos, la insolvencia por su desvalorización se expandía al sistema monetario basado en el dólar. Igualmente, con las acciones las empresas tienen planes de recompra de las mismas acciones emitidas (“buy backs”) retirando parte del capital de las bolsas para elevar su precio y así las capitalizaciones.
El Estado imperialista compra la misma deuda que emite para mantener una demanda en disminución, en retirada de los bonos del Tesoro, ante la magnitud alcanzada por la deuda, que ya supera los 37 billones de dólares, superando el PBI.
En resumen, sin la intervención del Estado el capital ficticio de acciones y bonos no tienen demanda para mantener sus actuales precios. En esto consiste la salida de capitales del dólar hacia el oro.
M. Roberts oculta las crisis del imperialismo y la desdolarización
Considerar “el Boom del oro” una expresión de cobertura de los capitalistas frente a la guerra arancelaria es ocultar que el dólar se ha comenzado a devaluar desde el año 1971,cuando el oro cotizaba a 35 dólares por onza y ya superó los 4000 dólares, la devaluación del dólar es una política deliberada del imperialismo para licuar sus gigantescas deudas.
Esta devaluación ha tenido un impacto en el dólar como moneda de reserva, cayendo desde superar el 80 por ciento en la década de 1970-1980 a un 58 por ciento en la actualidad, según cifras del J. P. Morgan, publicadas en un estudio titulado “Desdolarización: ¿Está perdiendo el dólar estadounidense su hegemonía? (Ver: https://www.jpmorgan.com/insights/global-research/currencies/de-dollarization )
La reducción de la posición dominante del dólar, corre en paralelo con la caída de demanda de bonos de deuda denominados en dólares. Se está transformando en una salida de los bancos centrales para ir hacia el refugio del oro. Mientras los bancos centrales reducen sus tenencias de bonos del Tesoro, hoy el principal tenedor es la Reserva Federal.
La enorme deuda del Estado imperialista (37 billones de dólares) no encuentra compradores para las nuevas emisiones, de allí las dificultades para reducir la tasa de interés y las disputas del gobierno de Donald Trump con las autoridades de la Reserva Federal.
La devaluación del dólar ha sido constante y permanente con demócratas o republicanos, emitiendo sin cesar para cubrir déficit del Estado del presupuesto y del comercio exterior; salvatajes financieros de bancos quebrados como el de 2008; para financiar las guerras de Vietnam, Irak; Afganistán, Ucrania; Gaza, etc.
Como en crisis anteriores el “canario en la mina” que avisa de una crisis, el oro refleja el hundimiento del dólar una de las principales armas de las políticas de dominación del imperialismo norteamericano.
4/11/25

