Masas, periódico del Partido Obrero Revolucionario (POR), de Bolivia, ha publicado un artículo para criticar las posiciones presentadas por Cristian Rath en Prensa Obrera sobre la situación en Bolivia.1 El artículo de Rath, criticado por el POR, puede verse en www.po.org.ar/node/12638.
PO (Política Obrera, N.R.) dedica toda su contratapa a hacer un análisis sobre las dificultades de la revolución boliviana. Decidimos polemizar con este artículo porque contribuye al gran daño que permanentemente han hecho los morenistas y los revisionistas del trotskismo atacando a la única referencia revolucionaria en Bolivia y, de esa manera, pretender aislarlo de la vanguardia militante. Contribuye a ocultar y deformar las posiciones revolucionarias para inyectar su veneno democratizante del que tanto conocemos acá en la Argentina.
Este artículo critica al MAS,y caracteriza al POR boliviano de “ultimatista”.
En primer lugar, el artículo nada dice de que PO llamó a votar por Evo Morales y saludó calurosamente su triunfo (aunque no tengan influencia alguna en la lucha de clases en Bolivia son responsables de haber apoyado al gobierno de Evo Morales). Hacemos esta aclaración porque tal vez un lector desprevenido puede pensar que PO siempre ha criticado y ha mantenido una posición de independencia de clase frente a Evo.
En segundo lugar invitamos a los compañeros de PO, y en este caso a Christian Rath, a conocer, revisar, discutir y criticar toda la intervención del POR sobre bases ciertas, sobre sus documentos, su prensa, sus intervenciones. Sólo así se puede debatir seria y profundamente. De lo contrario podemos suponer que no está obrando de buena fe o ignora de qué está hablando.
Es mentira que el POR boliviano no haya analizado las expectativas que generaba en las masas la asunción de Evo Morales. Ha dedicado por eso gran parte de su prensa a combatir las ilusiones democráticas, como le cabe a cualquier organización revolucionaria.
Desde mucho antes que se presentara a elecciones, desde que apareciera en el escenario político como representante de los campesinos cocaleros, sus imposturas han sido combatidas duramente; desde el principio.
Rath afirma falsamente que el POR “… ignora la situación política dominada por el protagonismo de las masas campesinas e indígenas”, muy por el contrario el POR ha puesto de relieve esta situación y da una dura batalla en todos los terrenos para arrancar ese movimiento de la dirección burguesa del MAS (las masas campesinas e indígenas, en realidad inseparables, son expresión del atraso y, en tanto no se subordinen a la política proletaria, no pueden protagonizar ningún proceso revolucionario, N.R. Masas). No hacerlo en nombre de que las masas tienen ilusiones en ese partido (el MAS en realidad no es partido, es una montonera de indigenistas e “izquierdistas” oportunistas, sin programa, N.R. Masas) y en esa dirección, es capitular abiertamente, renunciar a la política obrera.
Rath omite decir que al momento de las elecciones de Constituyentes, las ilusiones estaban limadas porque se veía cómo negociaban las concesiones a la derecha para darle todas las garantías. La escasa presencia de masistas en las presentaciones de sus candidatos a Constituyentes ya anticipaba la pérdida de entusiasmo, como reconocieron Evo y García Linera en ese momento. La abstención, el voto en blanco y nulo en las elecciones fue una clara muestra del acierto de la política porista (32,2%).
Miente Rath cuando afirma que “nadie en Bolivia discutió el problema de la organización, del derrocamiento y la toma del poder”. Basta mirar algunas decenas de periódicos del POR de antes, mientras y después de Octubre, para ver cómo se planteaba la lucha por el poder y cómo quedó reflejado en la propia prensa burguesa. Pero dice algo muy interesante sobre Evo: “Evo Morales se mantuvo ausente de la rebelión de Octubre para no asumir la responsabilidad política por un desenlace revolucionario, y planteó antes que ninguno el apoyo al relevo constitucional y “la revolución en democracia”… Pese a que Evo planteaba claramente un desvío del proceso revolucionario para encauzarlo democráticamente, como bien dice Rath, PO llamó a votar por él.
Rath habla un poco descorazonado y despechado contra un Evo al que llamó a apoyar y del que ahora parece que quiere despegarse. Para el POR no hay ningún cambio en la política de Evo y el MAS. No se podía esperar nada distinto de esta dirección.
En tercer lugar, Rath tampoco admite que la caracterización política de que la vida de la Constituyente sería corta también era correcta. Justamente lo que demuestra la lucha abierta en Bolivia es que esto era sólo una farsa y un entretenimiento para las masas.
Rath considera que “la clase obrera puede jugar un papel dirigente si orienta a los campesinos e indígenas en torno a dos planteos: la expulsión de la oligarquía fascista de la Constituyente y la expropiación de los latifundios y la nacionalización sin pago de los hidrocarburos”. Revelando que quien en verdad tiene muchas ilusiones en que la Constituyente juegue algún papel es el propio Rath. Ilusiones también en que los diputados del MAS puedan resolver positivamente para las masas la Constitución, sin la presencia de la oligarquía fascista…
Evo, en su desesperación ante el fracaso, ha seguido el consejo de Rath: ha hecho sesionar a la Plenaria de la Asamblea Constituyente en un cuartel sin los representantes de la “oligarquía fascista” para poder aprobar el Proyecto de Constitución Política que reafirma la vigencia de la propiedad privada de los medios de producción. Esta jugada transformó la desesperación en un rotundo fracaso que empujó a un sector de las masas detrás de la derecha racista. …Evo…hace todo lo posible por encausar “institucionalmente” los reclamos (de las masas). Nada distinto esperábamos ya que el POR boliviano caracterizó, antes de que ganara, qué plan llevaría adelante. El “capitalismo andino” es eso: capitalismo, es decir, respeto a la propiedad privada de los medios de producción.
Rath se espanta por la caracterización del POR de Bolivia de que el gobierno del MAS es un “gobierno burgués (…) lacayo del capitalismo mundial, del imperialismo” ¿Cómo lo caracteriza Ud.?, ¿es un gobierno de qué clase?, ¿sobre qué bases los marxistas definimos el carácter de clase de un gobierno? Rath no lo dice pero por su enojo debemos entender que considera al gobierno del MAS como de otra clase, ¿será tal vez un gobierno obrero-campesino?, no lo dice, pero a renglón seguido sugestivamente afirma “… el campesinado de las comunidades (…) y los obreros que se han reconvertido a la actividad agraria (…) ocupan el centro del proceso político.”
Rath dice que el “POR enarboló hace mucho tiempo la ‘tesis’ de la ‘inviabilidad de la democracia burguesa’ en Bolivia, dando la espalda a los procesos políticos electorales en cualquier circunstancia en nombre de la inmediata ‘dictadura del proletariado’”. Puede entenderse de este párrafo que Rath no concuerda con esta tesis, considerando que sí es viable la democracia burguesa en un país atrasado, revisando así otro concepto esencial. Es cierto que el POR como partido marxista-leninista-trotskysta propagandiza todo el tiempo la estrategia de la dictadura del proletariado (lo de la inmediatez es un agregado grotesco de Rath). En cambio, PO no hace propaganda por la estrategia proletaria nunca, menos en campaña electoral, una actividad eminentemente de propaganda política, otro concepto esencial perdido por PO.
El POR boliviano no tiene un planteo ultimatista, el POR boliviano sostiene que no hay terceras vías al socialismo, lucha por la revolución proletaria.