Se acaban de cumplir 80 años de la liberación de Auschwitz, el campo de concentración más grande construido por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El 27 de enero de 1945 las fuerzas del Ejército Rojo entraron al campo y liberaron a las no más de 7 mil personas sobrevivientes famélicas que allí quedaban. Este campo representó el mayor símbolo de la industrialización de la muerte llevada a cabo por los nazis principalmente contra los judíos y judías de Europa del Este.
“Auschwitz es un símbolo del Holocausto y de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial. En 2005, las Naciones Unidas declararon el 27 de enero Día Internacional de Conmemoración del Holocausto”.1https://www.auschwitz.org/en/home-page-80/ Quienes suelen llevar adelante este tipo de conmemoraciones sin embargo, son una continuidad de los gobiernos imperialistas que dejaron hacer a los nazis. Además son quienes hoy instrumentalizan el recuerdo de la Shoah para justificar la existencia colonial del Estado de Israel, y en este aniversario en particular, para justificar la profundización del genocidio contra el pueblo palestino desde octubre de 2023.
Los campos de concentración nazis
El primer campo de concentración2Se habla de campos de concentración y no de cárceles cuando las detenciones que se llevan a cabo son por fuera del sistema judicial y de cualquier regla o procedimiento policial establecido. No hay acusaciones ni condenas formales. que crearon los nazis fue el de Dachau en el año 1933, es decir a poco tiempo de haber llegado Hitler al poder. Este campo estaba destinado a mantener presos a los opositores políticos al régimen, y sirvió más adelante como modelo para nuevos centros. En 1934 y ya con más campos que administrar, los nazis centralizaron la organización y lo convirtieron en un sistema de campos que quedó a cargo de las SS dirigidas por Heinrich Himmler.
A medida que fue profundizándose la política nazi, y con ello su capacidad represiva, los campos fueron extendiéndose por toda Alemania. De esta manera fueron siendo confinados en ellos miembros de las comunidades romaníes, personas con discapacidad, negrxs, homosexuales y principalmente judíos y judías, quienes eran millones de personas que conformaban la ciudadanía alemana de la época. Además, debido a la escasez de mano de obra, también se fueron convirtiendo en lugares de trabajo forzado.
En 1939, cuando Alemania invadió Polonia y dio así comienzo a la Segunda Guerra Mundial, se produjo también una expansión del sistema de campos a los territorios ocupados. Entre 1940 y 1942 se construyó el campo de Auschwitz, en los terrenos de un antiguo cuartel militar polaco, en Oświęcim a unos 43 km al oeste de Cracovia.
Auschwitz era un gran complejo conformado por tres campos: Auschwitz I (el campo original), Auschwitz II-Birkenau (campo de concentración y exterminio) y Auschwitz III-Monowitz (campo de trabajo), además de otros campos satélites. Se calcula que pasaron por allí 1.3 millones de personas, de las cuales 1.1 millones fueron asesinadas. El 90% eran de origen judío. El resto eran de los grupos que enumerados más arriba, a quienes se sumaron prisioneros de guerra polacos y soviéticos. Este campo tuvo un lugar central en lo que los nazis llamaron la “Solución Final”. A este lugar los nazis deportaron judíos y judías de casi todos los países europeos. En 1942 comenzaron a asesinarlos de forma “industrial” en las cámaras de gas.
La “historia oficial” y cinematográfica que relata el imperialismo, nos plantea la idea de que antes de la liberación de Auschwitz no existía entre las fuerzas aliadas un conocimiento de lo que sucedía en los campos. Sin embargo, hay muchísimas evidencias de que esto no es cierto y que no se tomaron medidas militares contra su funcionamiento.
En 1943, Jean Karski un combatiente de la resistencia polaca entregó pruebas a los aliados de occidente de que la Alemania nazi estaba asesinando en masa a judíos y judías de Europa. “En Izbica, disfrazado de guardia, vio cómo apiñaban a miles de judíos en vagones de carga. Karski se enteró de que el tren los llevaba al lugar donde serían asesinados”.3https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/jan-karski Luego de escapar y atravesar Europa llegó a Londres donde se reunió con el Secretario de Asuntos Exteriores británico, Anthony Eden. Más tarde viajó a Washington y se reunió con el propio presidente de EEUU, Franklin D. Roosevelt. En ambas reuniones exigió acciones concretas para recatar a los miles de judías y judíos que estaban siendo llevados a los campos de exterminio, pero ambos países rechazaron sus peticiones planteando que lo principal era la derrota militar de Alemania. Tampoco la ArmiaKrajowa (el ejército del interior de la resistencia polaca) llevó a cabo acciones especiales para volar las vías y detener el flujo de trenes con judías y judíos para los hornos de Auschwitz y otros campos.4https://prensaobrera.com/internacionales/la-colaboracion-polaca-con-el-exterminio-nazi
El Holocausto y la creación de Israel
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial se hicieron públicos los horrores del nazismo, que como dijimos más arriba los líderes aliados ya conocían. Si bien la judeofobia no era algo nuevo en Europa, y se había materializado en todo tipo de discriminación, persecuciones y pogromos, el asesinato de 6 millones de judías y judíos europeos representó un punto de quiebre, tanto para sobrevivientes como para quienes se encontraban en la diáspora. Al finalizar la Guerra, la propaganda imperialista impulso una vasta campaña en apoyo a las ideas sionistas que planteaban que judías y judíos debían tener un estado propio como única opción ante el antiseminismo y la judeofobia. El sionismo sin embargo nunca había sido la ideología mayoritaria en la comunidad judía. Desde su surgimiento a fines del Siglo XIX hasta el fin de la Segunda Guerra, lo que primaba eran las ideas de integración, tanto en sus naciones de origen (la Alemania previa al nazismo es un gran ejemplo de ello) como en los principales países hacia los que emigraron, como Argentina y Estados Unidos, donde migrantes judíos se incorporaron principalmente a las filas del movimiento obrero y socialista de cada paísy cumplieron un destacado rol en su organización.
Ya desde décadas anteriores a la Segunda Guerra el sionismo había estado promoviendo que judías y judíos de Europa se trasladaran a Palestina. Incluso hubo acuerdos políticos/económicos con los nazis para dejar salir judías y judíos de Alemania hacia allí.
Bajo el impulso del imperialismo europeo y estadounidense,y con el apoyo de la burocracia estalinista de la URSS, se crea entonces en 1948 el Estado de Israel. Un estado que desde su fundación es colonial y racista: se crea “dividiendo” el territorio del mandato británico de Palestina5Cuando finalizó la Primera Guerra Mundial este territorio que pertenecía al disuelto Imperio Otomano, quedó en manos de los británicos como un protectorado encomendado por la Sociedad de las Naciones. (55% para Israel y 45% para Palestina) y expulsando por lo tanto la población que vivía en los territorios ahora asignados a Israel. Esta expulsión se debió entre otras cosas a la “necesidad” de establecer una mayoría judía en los territorios. Los palestinos que quedaron dentro se convirtieron en ciudadanos de segunda.
Aparece entonces muy fuertemente una idea de que “los judíos sólo estarán seguros con un estado propio y con un gran ejército”, algo que es falso y que presenta a la judeofobia como algo inevitable en Europa. En vez de tomar responsabilidad por el ascenso del nazismo, por los pogromos, por haber dejado hacer en los campos de concentración, las potencias imperialistas maniobraron para usar a los judíos como colonos militarizadosen la ocupación de un territorio ajeno. Lo que convenientemente les era útil para tener un estado aliado en el centro del mundo árabe en ebullición antiimperialista. Con esta idea además aparece otra que la complementa: el pueblo judío previo a Israel como débil, pasivo como “ovejas que fueron tranquilas a los mataderos de los campos nazis”. De esta manera casi no se habla del levantamiento del Gueto de Varsovia en el año 1943 y demás guetos, y se quiere quitar a las y los judíos su pasado más heroico y combativo.
Al identificar entonces a Israel como una necesidad de las y los judíos del mundo para su supervivencia y seguridad, se da nacimiento a la maniobra de que cualquier crítica al sionismo y al Estado de Israel es por lo tanto antisemina o judeofóbica. Pero ¿dónde están alineados los verdaderos antisemitas del mundo? Para empezar por casa, el gobierno de Javier Mileies “aliado de sectores filonazis, defensor del terrorismo de Estado, y vaciador de los espacios de memoria que funcionan en los excentros clandestinos de detención de la dictadura argentina”. 6https://prensaobrera.com/politicas/un-insulto-a-las-victimas-del-holocausto Siguiendo por el gobierno de Donald Trump que acaba de amnistiar a los grupos neonazis que intentaron tomar la Casa Blanca 4 años atrás, y que cuenta en su gabinete a Elon Musk que acaba de hacer un saludo nazi en vivo por televisión, y que abiertamente apoya al partido de la extrema derecha alemana Alternativa para Alemania. Pasando por el gobierno italiano de Giorgia Meloni que cuenta con miembros de la organización juvenil de su partido que hacen saludos fascistas, usan fraseología y accionar antisemitas, y el de Viktor Orbán en Hungría conocido por sus declaraciones antisemitas, contra el “mestizaje” de razas y su persecución racista al pueblo kurdo.
El 80 aniversario
Para la conmemoración de este año por los 80 años de la liberación de Auschwitz, desde el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau se organizó que los únicos oradores fueran los sobrevivientes del campo. “No habrá discursos políticos en absoluto”, dijo Piotr Cywiński, director del memorial y museo de Auschwitz-Birkenau, en una entrevista con The Guardian. “Queremos centrarnos en los últimos supervivientes que están entre nosotros y en su historia, su dolor, su trauma y su forma de ofrecernos algunas obligaciones morales difíciles para el presente”.7https://www.theguardian.com/world/2025/jan/13/speeches-by-politicians-banned-at-80th-anniversary-of-auschwitzs-liberation
Pretender despolitizar la conmemoración de algo tan profundamente político como la liberación del campo de concentración más grande de la historia representa ya enormes límites. Pero lo peor es que representa un completo acto de hipocresía no sólo del Museo Estatal de Auschwitz, sino también del gobierno polaco.
Desde la organización por ejemplo no se invitó este año a la delegación rusa. Piotr Cywiński señaló que tanto rusos como ucranianos formaron parte del Ejército Rojo que liberó el campo, y que ahora estamos ante “una guerra llevada a cabo por un libertador contra otro”. Volodymyr Zelenskyy, fue sin embargo uno de los participantes de las delegaciones estatales, y es harto conocido que cuenta en su ejército con divisiones neonazis.
Cywiński a su vez también rechazó cualquier paralelismo entre los actos de Rusia en Ucrania y el asalto de Israel a Gaza y declaró: “Intento no entrar en política con Auschwitz, y pido a los políticos que no entren en Auschwitz con la política. Pero la situación es, por supuesto, absolutamente diferente”. Describió la guerra en Ucrania como “un país que ataca a un país inocente e independiente”, y dijo que la ofensiva de Israel en Gaza, aunque trágica, era “un país que intenta protegerse de un enorme ataque terrorista”.8Idem.
En sintonía con la tan conocida doble vara que el imperialismo viene utilizando para justificar cualquier cosa que haga Israel, se produjo un hecho de mucha mayor envergadura: Benjamín Netanyahu, el Primer Ministro de Israel, tiene una orden de arresto por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en Gaza, expedida por la Corte Penal Internacional. Por lo que como Polonia es uno de los 125 países adheridos al Estatuto de Roma, en caso que Netanyahu asistiera a la conmemoración, la justicia polaca tendría la obligación legal de detenerlo. Sin embargo el primer ministro polaco, Donald Tusk, ha garantizado un salvoconducto para que Benjamín Netanyahu, viaje al acto. “Los medios de comunicación polacos citaron fuentes anónimas cercanas al Gobierno que afirmaron que la resolución tenía como principal objetivo evitar el riesgo muy real de una crisis en las relaciones entre Estados Unidos y Polonia justo al comienzo de la segunda administración Trump”. 9https://dw.com/en/auschwitz-poland-netanyahu-arrest-pledge/a-71377468
En efecto, el pasado 6 de febrero, Estados Unidos publicó una Orden Ejecutiva (una especie de decreto presidencial) en la cual establece sanciones para la Corte Penal Internacional y sus miembros en tanto sigan “persiguiendo” a EEUU y sus aliados como Israel. “Estados Unidos impondrá consecuencias tangibles y significativas a los responsables de las transgresiones de la CPI, algunas de las cuales pueden incluir el bloqueo de bienes y activos, así como la suspensión de la entrada en Estados Unidos de funcionarios, empleados y agentes de la CPI, así como de sus familiares directos, ya que su entrada en nuestra Nación sería perjudicial para los intereses de Estados Unidos”.10https://www.whitehouse.gov/presidential-actions/2025/02/imposing-sanctions-on-the-international-criminal-court/
Es llamativo como una de las justificaciones para sancionar a la CPI es que ninguno de los dos países (EEUU e Israel) son firmantes del Estatuto de Roma, y por lo tanto quedarían por fuera de su jurisdicción. Sin embargo, ambos países sí forman parte de la ONU y no han cumplido ninguna de las tibias resoluciones para imponer un alto el fuego en Gaza durante 15 meses, o siquiera para obligar a Israel a dejar entrar ayuda humanitaria.
A su vez, en la conmemoración del año pasado, el 27 de enero de 2024 con ya 4 meses de brutal ofensiva de Israel sobre la Franja de Gaza, Yacov Livne el embajador de Israel en Polonia pronunció un discurso en el que dijo: “Estoy aquí como representante de aquellos que fueron etiquetados como «Untermenschen», su cuerpo y su dignidad violados, sus vidas arrebatadas y sus bienes robados. El mundo ignoró convenientemente esta persecución y matanza, sin comprender los peligros de la indiferencia”.11https://www.auschwitz.org/en/museum/news/evil-does-not-beget-good-but-good-cannot-be-conquered-79th-anniversary-of-the-liberation-of-auschwitz,1668.html Es significativo que utilice la palabra “Untermenschen” que en alemán significa “subhumano”, cuando en octubre de 2023 Yoav Gallant, (en aquel momento ministro de Defensa de Israel) declaró: “Estamos luchando contra animales humanos y actuamos como corresponde. (…) Estamos poniendo un asedio completo a Gaza… Sin electricidad, sin comida, sin agua, sin gas. Está todo cerrado”.12https://www.bbc.com/mundo/articles/cql9de4dl21o
La Shoah y la Nakba
Muchos sobrevivientes marcaron tanto en el acto del 80 aniversario, como en entrevistas previas a diferentes medios de comunicación, la importancia de seguir hablando de Auschwitz, de los campos, y de los crímenes del nazismo con la idea de que “no se vuelva a repetir”, de que el paso del tiempo no deje olvidados los horrores. Lamentablemente este sector de sobrevivientes no repara en los paralelismos que existen entre el Holocausto y el genocidio al pueblo palestino. Cuando se leen los testimonios de las y los sobrevivientes de los diferentes campos de exterminio nazi lo que prima es la sensación de deshumanización. “En pocos minutos pasamos de ser personas libres a estar encarceladas en un campo de concentración con números en los brazos”, relata Nate Leipcige de 96 años nacida en Polonia. “Hubo semanas en las que no comí nada. Me desmayaba de hambre”, cuenta Marek Dunin-Wasowicz, un polaco de 98 años.13https://www.justiceinfo.net/en/140775-tell-what-happened-to-us-the-last-death-camp-survivors.html Estos mismos relatos podrían haber sido pronunciados por cualquier palestino que haya sufrido la Nakba14Cuando en 1948 se constituye el Estado de Israel como un estado colonial sobre territorios palestinos, toda la población que vivía en los territorios que se le adjudican a Israel es expulsada de forma violenta de sus hogares, resultando en 750.000 desplazados y la destrucción de más de 500 pueblos. en 1948, u hoy en día por cualquier persona que viva en la Franja de Gaza, e incluso desde los últimos meses esta situación se ha extendido a los territorios ocupados de Cisjordania.
La judeofobia que posibilitó la persecución y asesinato de 6 millones de judías y judíos es comparable a la arabofobia e islamofobia que justifica el genocidio al pueblo palestino, como en el pasado justificó las invasiones de Irán y Afganistán.
Desde estos sectores de sobrevivientes también se sostiene que estamos viviendo en todo el mundo un incremento del antisemitismo y la judeofobia. Han circulado además noticias de encuestas sobre “hechos de antisemitismo” que son en realidad manifestaciones en favor del pueblo palestino, lo que constituye una maniobra más del sionismo y el imperialismo.
Existe otro sector de sobrevivientes de la Shoah que tiene una postura muy clara respecto del genocidio en Palestina: no usarán el sufrimiento de nuestros familiares para justificar otro genocidio. También somos muchísimos las judías y judíos en todo el mundo que planteamos que usar el recuerdo de la Shoah para justificar un genocidio es un hecho criminal, y que no dejaremos que los horrores del pasado sirvan para justificar los horrores del presente. La mejor forma de conmemorar la liberación de Auschwitz es luchando por la liberación del pueblo palestino.