“Las letras de los temas siempre surgieron de vivencias que nos pasaban en el día a día” (Andrés Ciro Martínez)
Con siete recitales en el Estado Único Diego Armando Maradona, de la ciudad de La Plata, realizados en el mes de diciembre, y presentaciones en los festivales más importantes del país, luego de diez y seis años se vuelve a juntar el grupo en los escenarios. Una de las bandas más importantes del rock del país. Plantando bandera contra los atropellos de las patronales, sus gobiernos y fuerzas represivas del Estado contra el pueblo laburante, como es su costumbre.
Conformada a finales de la década de los ochenta, específicamente el 21 de septiembre de 1986, como festejo del día del estudiante, varios de ellos, alumnos del colegio Bernardino Rivadavia. Oriundos de Ciudad Jardín, El Palomar, demostrando como dice Divididos que “En el Oeste está el agite”. Influenciados por los Rolling Stones, dan sus primeros pasos tocando en encuentros entre amigos y fiestas.
Tiempos de decadencia y tramo final, anticipado, del gobierno radical (UCR) de Raúl Alfonsín. El fracaso tanto del Plan Austral como del Primavera, incrementando la recesión, hiperinflación, pobreza y alza de movilizaciones obreras, obligan al presidente a convocar a elecciones antes de tiempo.
Para aquellos tiempos Los Piojos hacían música con lo poco que tenían. “Ensayaban horas y horas en sus casas de Caseros, El Palomar y Villa Luro. Andrés Ciro no tenía amplificador y enchufaba su micrófono al de las violas de Pablo y Daniel. Y Daniel tenía una batería de industria nacional que se destacaba. Durante finales de 1989 y principios de 1990 comienzan sus presentaciones en pequeños escenarios del rock porteño y bonaerense tales como el Teatro Arlequines, Graf Zeppelin, Ma Baker y la Plaza del Avión (en Ciudad Jardín) donde Ciro cantó por primera vez. En el verano de 1989 encararon para Villa Gesell. Tocaron 13 veces en 15 noches, una a cambio de comida (…) Los Piojos dormían en cuartitos de chapa, en camas marineras llenas de pulgas. Pero valió la pena: los vieron casi cien personas por recital. El repertorio iba de algunas canciones propias a covers (de los Stones y Lou Reed). En 1990 el grupo resultó elegido banda revelación por Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en la encuesta del Si! de Clarín”. (Historia. De la página oficial de Los Piojos)
Explicado por Ciro Martínez, en una entrevista brindada a la revista Rolling Stone (29/09/2021): “Esa época era mucho de jugar el futbol, es estar en la calle. Enfrente de mi casi había un campito y la pasaba ahí. Andaba mucho en bicicleta, todo el día, hasta que se hiciera de noche. Cada tanto prendíamos fuego en el campito, con algún amigo nos escapábamos a fumar un poco. Me acuerdo de fumar faso a escondidas en la escuela. Fue una época medio complicado en lo familiar, porque mis viejos se estaban separando. Eso también me propulsaba a mí a ser independiente para irme, a tener algo que hacer, buscar un lugar donde descargar. Creo que eso también, según las cosas que uno vive, que elijas el rock o algo más tranquilo para tu vida. La necesidad de descargar vivencias te llevan más hacia el rock”.
La originalidad del nombre del grupo no tiene relación con la popularidad de los bichitos en las cabezas, en especial de los pibes y pibas, ni que en esos años surgen los primeros shampoo repelentes y mata piojos y los afamados peines finos. Sino que es adoptado del tema Los Piojos del Submundo de la banda de Fabiana Cantilo y Los Perros Calientes. Compañía musical que seguían. Tanto es así que terminaron laburando como plomos de sus recitales.
Dicho contacto con Los Redondos los lleva a grabar su primer disco, Chactuchac, entre junio y agosto de 1992, en los estudios del Cielito Records. Su nombre es un juego de onomatopeyas, del ruido del transitar del tren Sarmiento, que los llevaba, tanto a ellos, como a miles y miles de trabajadores a sus lugares de labor y estudio como a sus hogares, de forma diaria. Su origen popular, desde lo básico, está presente en sus creaciones.
Disco compuesto por once canciones. Comenzando por Llévatelo. Un grito de libertad. Jugando con la metáfora de la vida como las vías del riel, inmodificable, y la velocidad como el paso fugaz por ella. Una canción cargada de vulnerabilidad y desesperanza. “No tiene tiempo, para los dos”. Pero en el mismo poema despliega una crítica social, describiendo y denunciando a la trata y el narcotráfico en las barriadas, y como se lo permiten aquellos que deben cumplir la función de dirigir el Estado y las fuerzas represivas, con las zonas liberadas. “Mucha basura de traje / En esta ciudad ¿Y mi nena dónde está? / Tienen tantas mentiras / Tanta cocaína / Tanta libertad / Y digo fuera de aquí / Y digo fuera dolor / No quiero tenerte / Llévatelo”. Esta canción fue actualizada en la 25 edición del Cosquín Rock, como más adelante está detallado.
“Chactuchac”, tema homónimo a la producción, sigue en busca de esa libertad, y superar los obstáculos de la vida. Iniciado con acordes inspirados en “Strawerry Fields” de Los Beatles (ignorando la falsa grieta entre stones y Beatles). “Si vos querés estar libre / Cuídate de mendigar / Que haya un hachazo en tu ojo / Pero una flor en tu ojal”. Combinado con un mensaje de resistencia y rebelión “El rey es rey porque baila / Pero se puede caer”.
La imagen del rey cayendo, viniendo de una banda de rock puede relacionarse con la figura de Elvis Presley y sus problemas de salud, en sus últimos tiempos de su carrera artística. Pero en este caso también puede ser pensado desde “El Rey Desnudo”, el cuento de Hans Christian Andersen (1837). La fábula de un monarca desfilando, haciendo creer al pueblo, su nuevo traje de finas telas, pero en realidad iba desnudo. Es cuestión despertar al pueblo y ver al rey desnudo.
“Tan solo” es una de las primeras canciones en hacerse populares. Entremezclando blues y reggae, retratan un momento de desilusión y ruptura amorosa, sumado a sentimientos de soledad. “Un vaso rueda al piso / Lento cae al piso / Lento y muere en mil pedazos / No quiero dejar que se vean / Tus ojos vean / Tan, tan, tan, tan tristes / Habrá sido el destino / Ese vaso de vino / Que dijiste”.
El propio cantante, años más tarde, en una entrevista brindada a la revista Rolling Stone (06/11/2023) explica que “Algunas cosas pueden parecer infantiles, pero el rock and roll es así. No tiene que tener una intelectualización compulsiva… No me interesa tratar de ser un escritor, sino un cantante que cuenta cosas, o que las dice y no se olvida de la música. Me gusta que la palabra sea sonora, y muchas veces no es la poesía más lograda o mejor escrita: me interesa que sirva en función de la canción. Son cosas que tienen que ver con la búsqueda del sentido común”.
“Cancheros” es una fuerte imputación sobre aquellas figuras del jet set y las grandes patronales que juegan la falsa moralina de la solidaridad, con el papel cómplice del clero. Que entregan como donativos los restos (masticados) de la fiesta. Llama a desprenderse de lo superfluo, y buscar lo auténtico de la vida. Superando las pérdidas que puedan existir en el camino. Y siempre luchando para destronar a los responsables de la miseria y el hambre. “No queremos las migajas, no queremos la hiel / No queremos la mugre nena joder / No queremos las sobras, no queremos la piel / No somos tus mendigos, digo que va caer / No queremos pasarle la lengua a tu papel / No queremos los restos de tu buena fe”.
“Los Mocosos” es la descripción de un mundo contemporáneo, donde la barbarie capitalista ejerce el poder político, económico y cultural. Una nueva denuncia a las penurias y corruptelas cotidianas. “En la tierra el ruido / Y la prostitución / Y las calles mugrientas / Con mercados hambrientos / Que perforan la estación / Como largas culebras / Los mocosos se trepan / Se van hacia el sol / En los trenes de piedra (…) Policías mendigan al peor infractor / Y le besan la mano…”.
Como toda banda de rock, en ocasiones retoman temáticas amorosas. El amor, tanto en aquellos bellos momentos como en los tristes, ha funcionado a nivel global como musa inspiradora en la gran mayoría de las creaciones artísticas. En el caso de Los Piojos no es la excepción. “A veces”, nombre de la sexta canción del primer álbum, trata de explicar cómo las relaciones humanas pueden ser más complejas de lo que uno ve. Lo cambiante en las emociones. Como el amor puede herir, pero también sanar. Expresado en primera persona, agudizando los sentimientos. “A veces, ella es la locura / A veces, solo ella me cura / Y son las cosas del destino, y son las cosas de la suerte / Voy a salir nena a buscarte y vas a ver cuando te encuentre”.
“Blues del Traje Gris” es una de las primeras compuestas por la banda, años antes de pisar un estudio de grabación ya la cantaban en los pequeños recitales barriales. En tiempos donde la imagen y el dinero lo es todo (o así lo quiere vender el mercado) abre el dilema de la dualidad entre el conformismo social y las ambiciones y/o necesidades insatisfechas. Y porqué no, también las pasiones personales. Llama al peligro de entregar tu libertad y felicidad, por un lugar elevado en la sociedad. Así como la cantan Los Redondos “El lujo es vulgaridad…” lo tratan de explicar la joven banda de El Palomar. “Cambié el rock and roll / Por música funcional / Y ahora estoy sentado con mi traje color gris / Habanos, secretarias, y un vaso lleno de anís / Y no puedo / Y bajo mi ventana dos muchachos con guitarras / Que cantan, y zapan, y no puedo / Y no puedo, no puedo estar feliz / Ni con este dinero, ni con mi traje gris”.
“Yira Yira” es una canción que no pertenece a ellos, sino a Enrique Santos Discépolo. Uno de los poetas populares más importantes que ha tenido el país. Con creaciones como Cambalache (1934), Canción Desesperada (19745) y Cafetín de Buenos Aires (1948) entre otras. La versión rockera del tango Yira Yira, con gran éxito, que provocó (uno de los motivos) el acercamiento de jóvenes al 2×4, relata la soledad y las angustias de un hombre traicionado. Pero también lo sombrío de un mundo que sigue y sigue. Una sociedad que no se detiene a darle una mano al caído. A la par, plantea una enseñanza. El mundo sigue, a levantarse del traspié. “Verás que todo es mentira / Verás que nada es amor / Que al mundo nada le importa / Yira Yira”. A casi un siglo de estrenarse este tango (1929) mantiene total vigencia. En un presente donde, quienes manejan los hilos del poder político y económico, quieren imponer que la salida es individual, no social. La lucha es por una solución social.
“Pega Pega”, tanto con la música, el ritmo movido, como con la letra, invitan a bailar y dejar a un lado, por un rato, las preocupaciones cotidianas. “Vamos que esta noche quiero verte saltar / Dos sombras que bailan / Parecen hamacarse / Dos sombras que mienten / Nena, que se quieren esfumar”.
El disco cierra con “Cruel”. Una nueva crítica social. A un mundo basado en lo superficial y a la alienación social. Buscando romper los espejitos de colores que nos venden los patrones como lujos. Un tema que trata de funcionar como chicharra de despertador para un pueblo narcotizado. “Un mundo cruel / Una noche cruel / Una ciudad dormida / Y sin sueños (…) Nunca te vi en ningún aviso. Nunca te vi en ningún diario / Nunca te vi en la televisión / Nunca te vi en ningún diario / Nunca, nunca escuché tu voz… / Lavan tu razón / Queman tu corazón / La única aventura es ver colores / Te despertaré / Despertame ya / De esta pesadilla / De ilusiones”.
El año 1994 para la Argentina ha quedado marcado por varios sucesos de importancia política, social y hasta
deportiva. Atentados, denuncias de venta de armas de forma ilegal por parte del gobierno de turno, el ajuste, la precarización y la represión al día. A la par, la banda de la localidad bonaerense de El Palomar grababa su segundo disco.
Ay Ay Ay, desde su título hace referencia al grito, a la necesidad de expresar bronca, dolor, exteriorizar el malestar, en todos sus sentidos, ante las medidas de hambre, ajuste y miseria del gobierno de Carlos Menem (PJ).
Conocido como el Disco Rojo, dedicado a Diego Maradona, que para aquel año era separado de la selección
Argentina, por parte de la FIFA, mientras jugaba el mundial de Estados Unidos, al descubrir efedrina en el antidoping.
Jugando musicalmente entre el rock and roll de barrio, acordes stones y una mezcla con candombe uruguayo, con letras escritas por su cantante, Andrés Ciro Martínez, sus trece temas son el grito de denuncia a los atropellos a los derechos básicos, a la brutalidad policial y el gatillo fácil. Altamente apropiado por la juventud de las barriadas, de los colegios secundarios, de los lugares de trabajo. No era casualidad ver a Los Piojos en Plaza de Mayo cada 26 de abril, en un nuevo aniversario del asesinato de Walter Bulacio, que terminaban con brutales palizas y decenas de pibes y pibas detenidos, por parte de la Infantería, en los alrededores de Avenida de Mayo.
“Arco”, primera canción del disco, presenta una radiografía social sombría y crítica, donde un puñado de jerarcas y adinerados juega con las vidas. “Pampa. Cerrá las piernas. Te quiero libre del cafisho que gobierna”.
“Babilonia” hace alusión a la antigua ciudad, ubicada en lo que hoy es Irak. Colapsada por la corrupción.
Aprovecha para denunciar las matufias del gobierno menemista. Así como en el 539 ac caía el régimen de
Nabucodonosor II, Los Piojos reclamaban el fin del gobierno pejotista. “Algo nena, algo está pasando. Cae Babilonia ya (…) Vete bobo, vete bobo”.
“Ay Ay Ay” describe la historia de miles y miles de laburantes que viajan, desde hace mucho tiempo, en paupérrimas condiciones, en los trenes argentinos. No es casual el tema. Para noviembre de 1989, poco tiempo después de asumir, Carlos Menem expresaba “Ramal que para, ramal que cierra” presentando la entrega de extensos kilómetros de redes férreas a manos privadas. Dejando en la calle a centenares de trabajadores. Precarizando, aún más, el servicio de transporte público. “Colgando del tren. Como racimos. Colgando del tren. Como racimos”.
“Pistolas” tiene una de las letras más cantadas en los recitales de la banda. Es, a la vez, uno de los temas más fuertes y
comprometidos del grupo. “Jubilados de un derecho que cortaron como helecho. El techo hizo caer. Solos y otra vez. Sin nada después de haber dado entrada. Sin salida. A la vejez”. Deja en claro que todos somos jubilados. Solo es cuestión de tiempo.
En la misma canción, se denuncia las atrocidades cometidas, de forma constante, por parte de las fuerzas represivas del Estado. “Pistolas que se disparan solas. Caídos, todos desconocidos. Bastones que pegan sin razones. La muerte es una cuestión de suerte…”
“Angelito” está acompañado de una suave guitarra, como acompañando a un paisaje gris. La angustia, la soledad, el efecto del alcohol, para escaparle a una realidad oscura, y tétrica, en especial para aquellos y aquellas que sobreviven en la intemperie de las calles. “Un poco por caminar. Y mucho por olvidarse. Ángel caído va. A lo que no pudo ser. Tirando de una esperanza…”
En varias ocasiones Ciro explicó que el tema “Muy Despacito” fue escrito en homenaje a los enfermos psiquiátricos del hospitales Moyano y Borda. Tratando de entender cómo se sobrevive en paupérrimas condiciones edilicias, y de ausencia de elementos básicos para la correcta atención. En especial presupuesto. “Jardines de calma feroz. Un sol de infinita paciencia. Los locos cantan su canción y aplauden…”
Dos años más tarde, con una popularidad en alto y rápido ascenso. Con una juventud embroncada, tomando las canciones de la banda como himnos de protesta, sale su tercera producción discográfica, Tercer Arco. La idea de los arcos tiene aparejada al fanatismo de los integrantes al futbol, pero también a las imponentes construcciones hechas a los emperadores y guerreros en los ingresos de sus ciudades, conquistadas.
Este álbum fue incluido dentro de los cien mejores del rock argentino por la revista Rolling Stone. La banda avanza en la fusión musical. Con trece temas, comenzando con “Esquina Libertad”, un homenaje a una esquina de Palomar, y a la vez jugando con el concepto de emancipación de los pueblos, poniendo como figura principal a Ernesto “Che” Guevara (en los noventa se había vuelto moda, y debate en los medios de comunicación, usar la remera con la imagen de la cara del Che), y la revolución como medio para llegar a ella. “Nueva sangre, nueva mente / Lo que se pierde, ya se perdió y no me seques la frente / Guevara, Guevara, Guevara / Guevara en mi remera de Dior / El Che era argentino / Y murió en Vietnam (…) Larga calle de Libertad / Tantas curvas te siento / Como la arena debe ser / Como el aire de enero”. No es casual nombrar ese mes del año. No olvidar que el 1 de enero de 1959 el ejército revolucionario toma el poder en La Habana.
“Taxi Boy” describe una realidad social imposible de tapar. La prostitución en los sectores más humildes de la juventud, como medio para hacerle frente a las necesidades básicas, y las contradicciones que surgen en sus mentes. “Hola usted, buena mujer / Puede ser dulce como la miel / Si señor, bueno señor / Por ese precio hago una excepción / Y vos que decís que no querés / Pero por lo bajo escucho: duda, duda”.
La tercera canción se transforma en uno de los “himnos” de los 90 en la Argentina. De la noche a la mañana comienza a escucharse en todos lados. “El farolito” es la invitación a la reflexión, a la retrospección y a la conexión emocional, tanto con uno mismo como el colectivo social. Buscar lo bello en los momentos más comunes y simples del día a día. “Es tan difícil decir / Todas las cosas que siento / A veces yo quiero oír / Solo lo que dice el viento (…) Así te quiero ver remando, nena, muy fuerte / A veces, podes poder / Y creo que, hoy, tenemos suerte”.
“Shup Shup” es uno de los temas donde Los Piojos hacen referencia directa a las paupérrimas condiciones de vida del pueblo trabajador, sin la necesidad de utilizar metáforas. Hambre, pobreza, miseria, desocupación resultante del ajuste (la dolarización de la convertibilidad y la privatización de todo). Está relatado desde la óptica de la clase trabajadora y cuenta los modos para escapar, por lo menos por un ratito, de este amargo escenario. “El tipo dice que es difícil / Que lo duro va a pasar / El tipo habla de futuro y a él lo están por echar / El tipo tiene el gesto duro / Y bajo el escritorio un perfume singular / La nena lo hace sin apuro / Y entre una cosa y otra es difícil gobernar”.
Así como “Taxi Boy” describe a un joven que vende su cuerpo, y sus dudas, para sobrevivir, en “Al Atardecer” la banda nos describe el viaje cotidiano de una meretriz, desde su barriada hasta su lugar de trabajo (en tren). El sobrepasar el hambre, sufriendo por lo que hace. Acompañado de la denuncia del accionar represivo y corrupto de las fuerzas policiales. “Al atardecer / Cruza la ciudad / Al atardecer / Las calles de tierra / Van quedando atrás / Al atardecer, eh / ¿Hoy como estará? ¿Cuánto sacaré? / Comisario sucio, ni lo quiero ver / Al atardecer”.
Sumergiéndose en las emociones humanas, la lucha por hacerle frente a las adversidades, con un alto alcance poético se encuentra “Que Decís”, sexta canción de Tercer Arco. “Sin jugar ya sos perdedor (…) En medio de todo este mar / En medio de toda esa gente / Nunca dejarás de nadar”.
“Don´t Say Tomorrow (No Digas Mañana)”, como ya lo dice su título, invita a vivir el hoy. Juega mezclando el inglés con el castellano, las imágenes metafóricas y sueños crean un cuadro que alude al paso del tiempo, al transcurrir de la vida. Y como la música tiene el poder de transformar la realidad, como herramienta para la libertad. Idea muy presente en toda la obra de la banda. “Esto parece una jaula y la gente mira maula / pero vienen / Dicen: che / No hay problema toquen bien”.
“Todo Pasa” no es solo lo que tenía grabado en su anillo Grondona, el presidente de la AFA, sino también una canción de Los Piojos. Que no habla nada de fútbol, sino un aliento de que “la vida sigue…” luego de la ruptura amorosa. Pero también puede ser pensada para cualquier momento trágico o de tropezón de la vida. Y la idea de valorarse a uno mismo más por uno, que por lo que le diga el resto (querer a uno mismo, sobreestimarse). “Y ves / Que esta tristeza no puede ser / Que algo mejor tiene que haber / Algo por donde salir a andar / Dale, Dolores, no llores…”.
En “Maradó”, tanto la intro como la canción que le hacen en homenaje en vida a Diego Armando Maradona, no solo escala en popularidad sino que es de una belleza poética de alto nivel. Mostrando al diez como un ser humano, con sus habilidades y sus debilidades. Pero sobre todo, haciendo hincapié en su origen humilde (Villa Fiorito). Y como le ha hecho frente al poder de turno. “Dicen que escapó este mozo del sueño de los sin jeta / Que a los poderosos reta / Y ataca a los más villanos / Sin más armas en la mano / Que un diez en la camiseta (…) Cea las tropas de su majestad / Y cae el norte de la Italia rica / El Papa dando vueltas no se explica / Muerde la lengua de Joao Havelange”.
“Maradó contrapone al ídolo del pueblo que se hace con el choreo y la fiesta menemista” posteó Andrés Ciro Martínez en Twitter, el 31 de agosto de 2016.
El propio diez los va a ver a sus recitales. Y en uno de ellos, que queda grabado, en uno de los tres discos en vivo (Ritual, 1999) de los show realizados los días 7, 8 y 9 de mayo en el estadio de Obras y del 23 de enero en el Autocine de Villa Gesell. Allí el jugador retirado sube al escenario para saludar y agradecer a la banda. Y como obsequio le deja los últimos botines con los que jugó oficialmente.
El día del fallecimiento de Maradona (25/11/2020) el cantante de Los Piojos postea “Con vos en la cancha podía pasar siempre cualquier cosa. Pero si. Eras humano al final. Como dijo el gran Fontanarrosa: ‘Que importa lo que Diego hizo con su vida, me importa lo que hizo con la mía’. Te vamos a extrañar”.
“Muévelo” es una consideración a la música, la cultura y el baile de las murgas, la samba y el candombe, adoptado como parte de su arte, tanto en los discos como en escena. Un homenaje a las descendencias afro-americanas y su aporte artístico y cultural. “Mueve mi negra y ya no pares mas / Vienen las tumbas tumbando detrás / Vienen los santos marchando en el son / Ay que venga morena tu amor…”.
El disco amarillo termina con uno de los temas más escuchados: “ Verano del 92”. Con acompañamiento de los tambores de La Chilinga, hacen una bella canción, que evoca a la necesidad de luchar por mayor libertad a la hora de satisfacer la necesidad de sanar tantos males, en cuerpo y alma. “Te quiero contar / Lo mal que se vive / Lo bien que se está acá (…) Voy a quemar la piedra de tu locura / Así no hay amargura y se va el dolor…”. No se puede dejar de mencionar, la banda no hace del cannabis una salida a la amargura, sino una herramienta. Que también podría ser entendido como una denuncia a un régimen político y financiero, que lleva a la juventud trabajadora a tomar los psicotrópicos como un “salvavidas” de escape de una realidad cada vez más difícil de afrontar.
Mayo de 1998, inicio del ocaso del gobierno de Carlos Menem (PJ) dejando como resultado inmensidad de desocupados, hambre, desnutrición, muerte y represión en las calles. Temas a los cuales Los Piojos no le escapan en su cuarto álbum, “Azul”.
Banda que con el paso de los años fue modificando algunos de sus integrantes, pero no esa mixtura y mezcla de sonidos y ritmos, que superan la simple base de rock and roll. Como ya lo venían mostrando en sus producciones anteriores.
“Los chicos tiraron la idea dominante del color y al pensar en el azul, se lo vinculó con el mar, el espacio y la noche. Las canciones tenían un perfil más meditativo y hasta melancólico, por eso imaginé situaciones que tuvieran que ver con los viajes, la navegación, los griegos, los monstruos marinos. El dibujo de tapa, específicamente, remite a una tempestad y a esa mutación entre vela de barco y piojo” explica Andrés Ciro.
El disco, también grabado en el Cielito, comienza con “Vals Inicial”. Un viaje introspectivo al corazón y la mente de un ser solo, angustiado y abatido. No siempre la soledad es igual al fin de una relación amorosa. También puede ser pensado como parte de la desolación, resultado de las políticas del criminal ajuste. La soledad no en ocasiones no es física, sino mental. Y hay veces que una simple canción ayuda a salir de ella. Un mensaje de resistencia. Porque no pensar al cuerpo, a la historia de una persona, como referencia del aguante de un pueblo, que se comienza a poner de pie ante tanto maltrato y ataque por parte del Estado. “Y mueran los dioses ya viejos / Viene la tormenta y aquí espero yo / Todas tus salidas / Siempre me llevaron a alguna prisión / Todas tus mentiras quemaron mis ojos, cambiaron mi olor / Sobre la cubierta recibo tu furia / Y todo tu rencor… / No vas a quebrarme…”.
“El Balneario de los Doctores Crotos” nos adentra a las profundidades de los sectores más marginales de la sociedad. Donde la sociedad, la suciedad y la miseria son absolutas y se entremezclan entre sí, como un escenario cotidiano, pero a la vez terrorífico.
Personajes que han caído en este estado, resultado de las políticas de ajuste de los gobiernos de turno, en toda la historia del régimen capitalista. Descartando personas, incluso con títulos, como maestros, abogados o doctores. Desmintiendo la idea de que pobre y desclasado se nace, o por elección, como si fuese una condición “natural”, hereditaria o de decisión consciente.
Una crítica social y política, no solo al ajuste, sino también a las fuerzas represivas del Estado y su función de apalear y correr a aquellos y aquellas que paran y duermen en las calles. Moneda común en el sistema que pone en primer lugar la defensa de la propiedad privada por sobre las necesidades básicas del pueblo trabajador. Pero a la par, la canción llama a no bajar los brazos, convoca a resistir.
“Algunos dicen que era maestro / Otros afirman que era doctor / No hubo dinero para su genio / La cretinada privatizó / Ahora la yuta a veces lo encierra / Y escucha la lucha del globo campeón / El profesor y arquero Iseka / Seca su frente y renuncia al dolor”.
“Genius” es una canción con alto nivel de power musical, y altamente cargado de metáforas. Haciendo referencia a buscar un camino en la vida, en tiempos complejos. “Entre todo el polvo y toda la humedad / Cúpulas de oro de la vieja Bagdad / Sesenta mil puertas delante de mi / Genio, se me cierran, tengo que elegir… ¡que elegir!”
“A Ver Cuando” es un llamado de atención, un reclamo de sinceridad. Jugando con un mensaje metafórico y eclesiástico (como forma de denuncia del accionar de contención, para que el pueblo no se movilice). “Estás burlando mi fe / Apago la mecha / Y beso lo que amo / Vos me confesabas, nena / Clavando mis manos / A ver cuando, a ver cuando lo haces…”.
Nominada como mejor video clip musical, en los premios Carlos Gardel 2008 (y al DVD que lleva su nombre) “Desde Lejos No se Ve”, bajo un ritmo frenético, combina advertencia y desilusión, ante el avance de una crisis política y financiera, que se aceleraba de forma veloz y feroz. Avecinando el final del menemato, con millones de laburantes en las calles. Tiempos de nacimiento del movimiento piquetero, como resultante de las privatizaciones de los yacimientos petroleros en el norte salteño y el sur neuquino. Pueblos que ganan las calles como fin para poder parar la olla, respondidos con represión de policías locales y gendarmería. Como lo dice su título, desde lejos no se ve, hay que meterse en el barro para ver la realidad en las barriadas.
“Desde lejos no se ve… / La gente, la gente, la gente / La gente camina muy demente / Caliente, la gente araña que no siente / Caliente la tumba / Parece que este baile es el que se baila acá”.
Según relatan los integrantes de la banda de Villa Jardín, “Sucio Can” es la historia de un náufrago en una isla desierta. Pero también puede trasladarse a la realidad social vigente en esos fines de los 90, describiendo un panorama oscuro y paupérrimo. Cargada de simbolismos, el tema navega en la búsqueda interna de la libertad. Con el fin de ponerle fin a la opresión, en muchos sentidos de la palabra. “Me quedo sin sombra / Sin coco para navidad / Sin baño del perro / Ni percha para el gamulán / Ah no, no, no, no, no pibe / Nada de eso te va a salvar / Y encima esta basura de perro / Que mueve la cola / Y nada, nada quiere entregar / Y adora ensuciar el mejor lugar”.
Utilizando un correlato de historia de amor, “El Rey del Blues” es un homenaje a una de las más majestuosas guitarras. “Y sonaba B. B. King / Y me enamoré / Hasta el fin (…) Y sonaba B. B. King y me enamoré / Hamacándome en la liana”.
Con “Y Quemas”,Los Piojos siguen relatando sucesos amorosos. Aquí juegan con las palabras, entendiendo el acto de quemar como un propio hecho de encender fuego o “qué más” como pregunta, y ¿que sigue? “Como un borracho necesita un bar / Como un preso libertad, te necesito / Como un mendigo un poco de pan / Como un ciego imaginar, te necesito”.
Ya para aquellos años noventa, el ataque y la destrucción del medio ambiente es de alto alcance. Ya había pasado la ministra de Recursos Naturales (María Julia Alsogaray) con su promesa de los mil días para limpiar el Riachuelo. Los Piojos no le escapan, y llaman a la toma de conciencia con el tema “Agua”. “Guerras, amores y juegos / Fuegos, relámpagos, truenos / Barcos, montañas y sueños / Todo descansa en tu corazón (…) La tierra es tierra / De color azul”.
“Buenos tiempos” es un mensaje de apoyo en momentos difíciles. Invita a no dejarse caer. Necesario en tiempos de altas cifras de desempleo, aumento de la pobreza. La canción busca meterse en aquellos sectores más necesitados, llamando a levantar la cabeza y hacerle frente. “Que la esperanza no quede empañada / Por un triste nubarrón / Abandonar es más fácil que nada / Yo se que otra vez habrá sol”.
Se viene demostrando la carga de experiencias, vivencias y emociones de los integrantes del grupo en sus letras, y “Go Negro Go” no es la excepción. Pero también es un mensaje de resistencia, de rebelarse con lo ya establecido por los poderosos como “normas de convivencia social”. En particular, sin decirlo explícitamente, hace referencia a la cotidiana lucha de las comunidades LGTBI, y su condena a la prostitución, como medio de subsistencia. Ocultando su libertad de elección sexual. “Hay algo que esto se merece / Lo tuyo estuvo superbien / Pero mi duda crece y crece / Mira la luna / Polista o senador / Artista o general / Jueces y futbolistas / Todos vienen por igual / Y no voy a cambiar, no voy a cambiar mi modo / Ellos me dicen: “nena / nena vos lo tenés todo”.
“Uoh Pa Pa Pa” es el reclamo a aquellos que se creen con el derecho o la potestad de juzgar una orientación artística, un movimiento social, como son los recitales de la banda, sin siquiera conocerlos. Preocupados por el avance del “Rock de Barrio” del conurbano. De este modo salen a responderle a los críticos mediáticos, que para aquellos finales de los 90 acusaban al rock and roll como medio incentivador de los “incidentes” y así justificar la brutalidad policial a la juventud.
“Algunos de ellos con bosta en los sesos / Que dicen gilada, y pa que confirmar / Manejos más turbios si sos del suburbio”.
Críticas que continuaron, inclusive haciendo responsables a los pibes y pibas que van al show, de sucesos tan trágicos como fue la masacre de Cromañón (30/12/2004). Así lo expresa el periodista Sergio Marchi en su libro Rock Perdido: De los Hippies a la cultura chabona (Editorial Planeta, 2014). “Pero, ¿quién va a meter presos a todos esos pendejos que se maman y van a acusar quilombo porque es lo que les gusta y hay un montón que los ven y se prenden? NO nos hagamos más los estúpidos en nombre de la corrección política: la culpa la tiene el público. Y en realidad, una porción, que no es tan ínfima como nos quieren hacer creer. Si no hay gente haciendo quilombo, estas no pasan. No quisiera traer a colación el caso Bulacio, pero la conexión que me surge es: Redonditos de Ricota – Callejeros – Viejas Locas – Pastillas del Abuelo. Cuatro shows diferentes de bandas que arrastran un público similar. Cuatro lugares distintos (Obras, Cromañón, Vélez, Ferro). Cuatro organizaciones diferentes. ¿Cuál es la única constante? ¿El público?”. A lo que no hace referencia Marchi es que los cuatro eventos nombrados, como así centenares de más, no solo del rock (incendio del boliche Kheyvis, el 20 de diciembre de 1993, etc.) mantienen la misma tónica, Estados corruptos que mantienen abiertos locales bailables sin controles, y permitiendo el ingreso de un número mucho más elevado a la cantidad permitida. El periodista no hace la salvedad sobre los pibes asesinados por gatillo fácil, por las fuerzas del “orden”.
Posterior al 30 de diciembre de 2004, desde Los Piojos, por sus redes sociales, se vienen realizando posteos en solidaridad y acompañamiento a los familiares y amigos de las 134 víctimas fatales de la masacre de Cromañón. En octubre de 2005, con motivo de la participación de la banda en el festival Pepsi Music, en Obras Sanitarias, Ciro Martínez, antes de cantar Muy Despacito invitó al público “Vamos a dedicarle este tema a las 193 víctimas de Cromañón. A los pibes los mató la corrupción y la negligencia. Espero que esta tragedia sirva para aprender a cuidarnos entre nosotros, porque está visto que no nos cuida nadie”.
“Quedado” también fue un tema que, luego de la masacre de Cromañón, se la han dedicado a los fallecidos. Mientras analistas de letras hablan de un amor terminado, hay veces que hay que leer un poco más que la propia letra. Interpretarla. Eso sucede mucho con Los Piojos, tomando el ejemplo de las metáforas de Los Redondos. Porque no pensar a “Quemado” como referencia a los desaparecidos, y la solidaridad a la lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que desde hace cuarenta años luchan por la verdad, la justicia y la memoria.
“Que no haya angustia en la muerte / Que haya pensamiento en vida / Si no existe memoria / Todo lo nuestro es suicida”.
El compromiso y apoyo de la banda de la zona Oeste hacia las organizaciones de derechos humanos fue total y constante, tocando en recitales en Plaza de Mayo en aniversarios del 24 de marzo, como así también el 10 de octubre de 1997, al cumplirse veinte años del inicio de las vueltas por la Pirámide. Festival realizado en el estadio de Ferrocarril Oeste, junto a bandas de peso como La Renga, Las Pelotas, Divididos, Ataque 77, Malón, Caballeros de la Quema, León Giéco, entre otros. “Somos el puente entre nuestros hijos y ustedes. La música nos unió esta noche. Sean rebeldes, pibes” afirmaba Hebe De Bonafini, en tiempos de discursos encendidos, varios años antes de ser cooptada por el Kirchnerismo (PJ). Como dijera Página 12 “Eran tiempos donde esas palabras estaban lejos de los discursos políticos mayoritarios” (04/11/2019).
Homenaje a los tablados del otro lado del Río de la Plata, letras de denuncias sociales, cantores como el “Canario” Luna, que no pasan desapercibidos. Aquel que recitaba “Esta noche no tengo quejas / Sin embargo el que llora soy Yo”. Sumado a los interminables viajes y giras por el país, nace Murguita.
“Olvídate (Ya Ves)” es una metáfora detrás de otras, que invita, nuevamente, a nunca olvidar, como medio para resistir. Tanto abrazarte a los momentos bellos de la vida, como aquellos no tales. Un grito de liberación, y un salvavidas, en un mar de recuerdos, al que no le vendría mal un “todo pasa”.
Y cierran el disco con cuatro frases que dejan abierta la puerta a la idea de que el final es tan solo un momento. Pensando al final como algo más que el cierre de Azul. Que el mundo sigue girando. Así como dice La Renga “El final es en donde partí”.
Tema puesto en sus recitales, en un acuerdo tácito entre la banda y el público. Tal es así que en Ritual, el último tema es “Finale”, cantado por sus seguidores, producido de tal manera que da la sensación de un canto popular que se va alejando, hasta el próximo encuentro.
“Calles voy a cruzar / El silencio nena escucho hay un lugar / Déjame que llegue ahí / Nada más vacía tu vaso antes del fin”.
La llegada de un nuevo siglo y milenio vendría con una nueva producción discográfica bajo brazo de Los Piojos. Es así como el 27 de octubre del 2000 llegaría Verde Paisaje del Infierno. De los catorce temas, muchos de ellos con una fuerte denuncia sobre la situación hacia el final del gobierno de Carlos Menem y la llegada de la Alianza de De La Rúa y Chacho Álvarez (UCR-Frepaso) con un plan de gobierno, que rápidamente demostró ser de continuidad en el ajuste y precarización, e incluso el papel cómplice de la iglesia.
“Fue un quiebre, una bisagra, un rayo que partió en dos la historia de la banda. Que lo mostró probando otros campos sonoros, con un andar mucho más crudo y roquero (…) Pero, además de lo musical, este disco fue el ingreso del grupo en los estadios de fútbol: Atlanta, Vélez y River se fueron acumulando en los diferentes hitos que escaló la banda de popularidad”.
Para entender el arte de tapa del disco, muy trabajado, en tiempos donde las bandas de rock diseñaban obras de arte para personalizar sus creaciones, Hernán Bermúdez, uno de los dibujantes explica que todo surge de la novela La Divina Comedia de Dante Alighieri. “En la página central me inspiré en el infierno de la obra de Dante. Leí ese capítulo y fui sacando los personajitos: demonios, minotauros y otro tipo de monstruos. Imaginé cómo podía llegar a ser el infierno (…) Los discos de la banda tienen como una evolución. Están trabajados con colores primarios, después con secundarios, y así. Hay como espacio de orden lógico de una paleta cromática”.
El álbum inicia con acordes próximos a lo arabesco, llevándonos a una Palestina de dos mil años atrás, pero segundos más tarde nos trae nuevamente a la actualidad, donde la pobreza, el hambre y la desocupación sigue siendo la moneda corriente. “María y José” nos relata una historia conocida por todo el mundo, pero argentinizada. Mostrando como lo que dicen las sagradas escrituras, donde la gracia divina y el pesebre no es tan bello como se muestra. Tema que busca despertar a un pueblo, que la gran patronal quiere mantener ensoñado con el opio de la Biblia.
“Las expensas no pagó / El carnicero no fío / Aquel cheque rebotó / Desde el cable se colgó / Ya no se qué hacer / Y otro pibe va a nacer / Si me cierran el taller / Le dijo a María, José”.
Así como Patricio Rey le canta a las “Monjas verdes revolucionarias” en Noticias de Ayer, aquí Ciro y su banda, en “Labios de Seda”, también sin nombrarlo, hace referencia a la marihuana, y los efectos que provoca al fumar. “Cuando veo el perfume de tus ojos / Y mi boca te besa la piel / Melodías derramas sobre mi sien”. Un medio de escape de la juventud trabajadora, ante la opresión y la barbarie en aumento.
Así como la antorcha de las Olimpiadas sigue encendida, con el paso de los siglos, la “Luz de Marfil”, tercera canción del disco, también. Entendiéndolo como la resistencia a todas las adversidades, y el apoyo para superar los obstáculos, tanto personales como sociales, que en muchas ocasiones son los mismos.
“Cambia la piel / Y la deja en el espejo / Debe seguir adelante duro y parejo / No va a cambiar, no / Aunque el bobo lo pida / Luz de marfil / Ya se trepan las hormigas”. Atención a esta última frase. La hormiga se relaciona en comunidad, son las obreras de los insectos. ¿Trepan por el poder? Podrán inundar y destrozar el hormiguero, ellas se repondrán y organizaran nuevamente.
“Viene Hasta Aquí” pertenece a la pluma de Daniel “Piti” Fernández, cantante y guitarrista de Los Piojos y La Franela. El tema describe una historia amorosa, las expectativas previas a la cita y la decepción. “Y lo mejor que me pudo pasar en el viaje / Fue mirar el paisaje y seguir”. Que el tropiezo no sea caída, el camino sigue, hay que seguir adelante.
“Globalización” es una cruda denuncia al avance del imperialismo, a nivel político, cultural y mediático. Antes incluso del crecimiento de las redes sociales, anticipa un régimen social, político y financiero digitado por los grandes ceos norteamericanos, y la entrega de todo lo nuestro. La conclusión de la entrega menemista, en la anterior década. Acción que intenta repetir la gestión Milei en la actualidad. Un sacudón del avispero.
“Es noche de brujas / Ya tengo mi bate / Shopping y McDonald / Metete en el culo el mate / Nos juntamos todos a tirar los dados / A ver qué gobierno / Le conviene a estos tarados / Globalización / Tragan mi canción / Globalización / Y olvidate”. Pero ojo que “El fierro hay que doblarlo / Cuando está caliente / Hay animales que hacen lo mismo que sienten”.
Otra vez la poesía bella del Piti y su guitarra se hacen presentes. “Fijate” es un mensaje de amor y fuerza, en tiempos donde seguir adelante, en muchas ocasiones, se hace muy cuesta arriba. No es un libro de autoayuda, sino experiencias cotidianas hechas rock.
“Y fijate, siempre fijate / Que el cielo cambia / Siempre fijate / Y fijate, siempre vos fijate / El agua hirviendo va a arruinarte el mate / Y fijate, siempre vos fijate / Que el cielo cambia, siempre vos fijate”.
A la hora de interpretarlo, en los recitales, el escenario queda completamente a oscuras, y un solo proyector lo marca a él. Provocando un ambiente de mayor proximidad y emoción a flor de piel. Como lo dice el periodista Jorge Postocchi “El rock se nutrió de poesía, intercambió distintas experiencias y recuperó la cultura oral y los intercambios personales. En este sentido el rock permitió un encuentro, sobre todo porque tenía componentes profundamente humanos e instintivos…”.
El reggae no podía faltar. En esta ocasión con “Rojo y Negro”. Sin ponerle el nombre homenajean a la revolución cubana (1959) marcándola como el camino necesario “Pa hacerle frente a la gilada” como lo canta Ciro. No es casual la elección de estos dos colores como título y estribillo. El Movimiento 26 de Julio, comandado por Fidel Castro, protagonista principal en la toma del poder de La Habana el 1ro de enero de 1959, se caracteriza por su bandera y brazaletes con esos colores. También puede ser visto como tributo a la canción Gallo Rojo, Gallo Negro, que integra el cancionero de la revolución española.
“Ruleta” es el noveno tema. Que arranca con un ritmo muy pegadizo. Nuevamente hay que jugar a las metáforas. Leyendo o escuchando la letra, se entiende como un amor, la lucha por un amor, o incluso la lucha de un hombre ante los afectos de la ludopatía. Pero se puede ahondar un poco más. Porque no pensarlo como la vida misma, y los giros que puede dar, de forma sorpresiva, como una ruleta. Donde el reclamo “como vas girando…” es el estado de cambio. Donde se distingue “Mi suerte negra” y la necesidad de la lucha en “Roja la sangre / Verde el paño de la libertad” llamando a resistir y combatir la opresión interna, pero sobre todo la externa “Mis dientes van a estallar”.
“Morella” es una canción basada en el cuento de Edgar Alan Poe, que toca tres temas muy presentes en gran parte de la literatura, la muerte, la resurrección y el amor. Relata la historia del amor del narrador con su esposa, Morella, quien profesaba las artes oscuras. Posterior al parto de su hija, la mujer fallece y su alma es encarnada por la niña. Y desde allí la lucha contra almas demoníacas. “Mirame bien, dijo al partir / No te sorprendas volver a verme / Mirame bien, puedo morir / Y una y mil veces renacer”.
“La Luna y la Cabra”, una creación que se aproxima más a una delicada romanza que a algo relacionado con el rock. “Es una canción totalmente suave. Hice una letra ligeramente inspirada en esas canciones del Buena Vista Social Club” describe Ciro por sus redes sociales. Una historia de amor. Un diálogo fantasiosos, que debe finalizarse antes de la salida del sol. Pensado también como homenaje a Romeo y Julieta de de William Shakespeare (1597) el amor prohibido, y todo lo que hacen los enamorados por mantener la llama de forma clandestina. “¡Déjame ver porque tú eres mujer! / Pidió a la luna la cabra / Pronto que si sale el sol y no ve / Los cuernos el me quemará”.
“Media Caña”. Nuevamente Martínez explica cómo las letras nacen de sucesos propios, de los integrantes de la banda. “La primera estrofa la escribí por Micki, que se había roto una pierna, un poco recordando lo que yo sentía cuando me había roto la pierna, eso de uno que uno no va a correr más”. Una canción que habla de la nostalgia, del paso del tiempo, del olvido y la soledad. Algo así como lo que Joan Manuel Serrat llama “Esas pequeñas cosas que nos dejo un tiempo de rosas”. “Una foto sin color / No me tires, por favor / Soy el último que queda de mí / En la cuarta dimensión / La del más profundo amor”.
“Mi Babe” es un rock fuerte, con el acompañamiento en la viola de Ricardo Mollo, de Divididos. Retrata los sentimientos de enamoramiento, entrelazados con el caos de la adolescencia. “La más dulce puede nacer / De un infierno devorador / Lo más dulce puede nacer la flor”.
“Merecido” nace a partir de una toma de rehenes, sucedida en 1999, en las oficinas del Conicet. Donde los ladrones pidieron a Crónica TV como garantía, al encontrarse rodeados por la policía. Un hecho donde Riverito, quien en la tarde pasaba los números de la quiniela, se tuvo que convertir en el negociador. La solicitud de los hampones fue debido a la masacre de Ramallo, sucedida muy poco tiempo antes, donde la policía bonaerense asesinó a dos ladrones y dos rehenes. Para no dejar la intriga el caso de la oficina del Conicet culminó, luego de varias horas, cuando uno de los rehenes le quitó el arma a Toqui (uno de los ladrones) y le efectuó un disparo en la ingle. El suplemento NO de Página 12, en aquellos tiempos cerraba la crónica del suceso diciendo que “Al final sonrieron ante lo que fue un resultado feliz dentro de la tragicomedia. A la salida, compañeros de trabajo de los rehenes, del menemista sindicato UPCN, concentraron la bronca en el ladrón: ¡Asesino! ¡Porque les dan tantas posibilidades a estos hijos de puta”…”. La canción es una denuncia al accionar criminal. “Nunca nadie sabe en lo que va a terminar / Nadie sabe nunca como va a terminar / Nunca nadie sabe cuando ya está el arroz / Nadie sabe nunca si es la mano de dios”.
Verde Paisaje del Infierno cierra con “San Jauretche”. Un homenaje a Arturo Jauretche. Fundador de la FORJA (izquierda nacionalista proveniente de la UCR) en tiempos de Década Infame. En el 45 se pasa al peronismo. Desde el exilio desarrolla la resistencia a la Revolución Libertadora, que en 1955 había derrocado a Perón. En 1968 publica su libro más leído, Manual de Zonceras Argentinas, que Los Piojos toman para componer la canción. Está grabada junto a Peteco Carabajal.
“El tipo dice que a partir de un momento se dio cuenta de estaba colonizado, ahí empezó a cambiar su manera de pensar y empezó a hacer escuela. Yo no veo que haya alguien así hoy, y realmente sería bueno. Por eso tiro una onda para que los pibes lean, y sé que eso ocurre” explica Ciro, dejando un tinte de insatisfacción y desilusión del peronismo contemporáneo. Consultado, en otra ocasión, para 2021, por la revista Rolling Stone, si se encontraba descreído por la política, respondía: “Lamentablemente cada vez creo menos. De todas maneras, siempre pienso en una solución que incluya a la mayoría, no en soluciones elitistas. Como país siempre hay que pensar en las mayorías, en el socialismo, en una cuestión social y nacional, entendiendo lo bueno del significado de esas palabras…”
“Sarmiento y Mitre entregados / A las cadenas foráneas / El sillón de Rivadavia / Hoy encuentra sucesor / Que les voy hablar de amores / Y relaciones carnales / Todos sabemos los males / Que hay donde estamos parados / Por culpa de unos tarados / Y unos cuantos criminales”. Dura crítica política e histórica de Los Pijos, con total vigencia.
Máquina de Sangre, el CD naranja, será el sexto y anteúltimo grabado en estudio. Presentado el 20 de diciembre de 2003, ante más de setenta mil personas en River. La fecha no es casual. Un país devastado. La patronal tratando de reacomodarse, con la figura de Néstor Kirchner (PJ) y la cooptación de sindicatos, movimientos sociales y artistas al oficialismo gobernante. El Argentinazo del 19 y 20 de diciembre de 2001 y la masacre de Avellaneda (2002) con la salida anticipada de Duhalde, dejan un clima de movilización popular, que se refleja en el disco. Tanto en sus canciones como en el arte de packaging de cartón y plástico. “La máquina de sangre espera como parte de tal. Pero hay algo que se está moviendo dentro de manera imprevisible. Y muy veloz…”
La producción arranca con “Fantasma” que, según el cantante y líder de la banda, está basada en un hecho real. Él mismo fue a visitar a una pareja, preguntó porque no utilizaban unos sillones que había en el comedor, y le respondieron que era porque había un fantasma. “El mundo es tu mundo y solo está en tu mente”. También puede entenderse como la resistencia a no perder la memoria, y así mantener “vivos” a los seres queridos.
“Guadalupe” es la radiografía de miles de jóvenes en el país. Hundidos en la miseria, buscan salir del hambre, luchando por sus sueños. Una denuncia social, que no solo queda en el reclamo, sino también agrega un empujón, para salir a resistir. “Nena yo te digo / Mariposa que volés / Nena yo te digo / Mariposas en tus pies / Sea que tu destino, ah! vas a torcer / Se que tu camino, ah! va a florecer”.
Además de ser un tema incluido de toda fiesta, para saltar y bailar, “Como Alí” es una cruda radiografía social. La llegada de una persona del interior del país, donde lo cosmopolita, las penurias y bajezas de la vida en la gran capital son claramente visibles. La discriminación, la denuncia de una salida individual. Todos entremezclados en una gran fiesta, donde se rifa el país. Cualquier comparación con la actualidad cripto, no es mera coincidencia.
“El clímax refleja una sensación que es muy de esta época y de este lugar, intensificada por el contexto de plomo, desesperación e intensidad civil de aquellos últimos días de 2001: Bailar hasta desencajarse y saber que ‘Allá afuera te espera un país’. Es el contraste entre la angustia de todo un país durante el día y la gente bailando descontroladamente en la noche. Muy interesante «, analiza Ciro. El tema es resultado de la visita del cantante al boliche Pachá, la noche del 21 de diciembre de 2001, un día después de la caída de De La Rúa.
“Rebotando por doquier / De la villa hasta Blaquier (…) Y yo casi soy doctora / Y no duermo ni una hora (…) Y yo soy Clop / El nuevo chico top / Arranco el miércoles saliendo de la oficina…”.
“Langostas” es una de las canciones con mayor compromiso social del grupo. La pobreza, el hambre y la miseria en las barriadas más urgentes, como resultados de las políticas de gobiernos peronistas y radicales, títeres del gran capital y el FMI. Pero también anticipa como el pueblo sale a luchar, como reflejo de la experiencia viva del 2001. “Dónde estabas, sobre que sillón / Ajustando / Tu certero disparo al mundo / Miles de langostas / Vuelan hacia acá / Ráfagas de viento / Vienen a avisar…”.
Siguiendo con la misma temática, que recorre parte importante disco, “Sudestada” desparrama, como lo hace el efecto climático, un escenario negro, donde el barrio, la inundación y el lodal ganan espacio. “Cuando la marea baja / Ves el basural / Un natural color de historia sucia y de hoy / Imagen difusa, veo en la felicidad / Creo alcanzarla, y no creí que ahí estaba, y se va”.
Jugando con el vendaval, la canción llama a barrer con todo. Relacionándolo directamente con el Que Se Vayan Todos, tan cantado en el verano de 2001-2002. “Sudestada, todo se movió / Tus colores renuevan la suerte / Hoy amanecer, hoy es renacer”. Entendiendo ese renacer como un cambio revolucionario, que debe ser encabezado por aquellos que más sufren ese “basural” que no es tan solo el propio basural.
“Matumbo”. Con una fuerza musical fenomenal, llama romper el status quo, lo establecido y sobre todo lo preestablecido. Un éxtasis de liberación, resultante de los sucesos de rebelión popular de diciembre de 2001. En resumidas cuentas, el tema grita a no detenerse, a seguir en el camino. A que es hora de rebelión. “Rompe con el tiempo de los hombres / Rompe que esto ya no va más / Rompe con el sol a la noche / Rompe que no puede aguantar / Rompe si ya no estás creyendo / Y que no puedo parar / Rompe lo que está hecho pedazos / Y que no te deja pasar”.
Una banda de rock es nada sin sus seguidores. Así como Los Redondos les dedican “Un Ángel para tu Soledad” o “Noutatori Professionisti”, Los Piojos, los hacen en “Entrado en tu Ciudad”. Es un tema altamente cargado de imágenes y vivencias, de giras de la banda por el interior del país, y el acompañamiento de sus fans. “Con el viento a favor / La noche tibia / Tan lejos de mi amor / Estoy entrando en tu ciudad”.
Pero no le quitan el ojo a la denuncia social, a los gobiernos del ajuste y la represión. Donde los caídos por el gatillo fácil y la represión se mantienen muy presentes. “El que mata los sueños merece una condena”. Frase adoptada, un año más tarde, por los familiares y amigos de las víctimas, al igual que sobrevivientes de la masacre de Cromañón.
“Yo sé cuesta poder venir / Algunas giras cuestan y ganas de vivir / Pero en un beso se te pasa todo / Te vas sin zapatillas, pero no te vas solo”.
El primer tema dedicado a una relación amorosa, recién se encuentra en el octavo lugar. “Amor de Perros”, con la participación de Mimi Maura, hace hincapié en lo complejo de las relaciones humanas, al no aceptar la pérdida de un amor y del cariño no correspondido. “Noches de amor, suburbio y luna / Sobras en sobras no se dejan ver / Lejos del dueño de tus ojos lejos / Yo no me explico porque estás con él”.
“Solo y en Paz” puede entenderse como una reflexión en la búsqueda del equilibrio personal. Pero no es casual que surja en un contexto de altísimo torbellino y movilización popular. “Nos volvemos locos y que más / Queriendo sobrevivir, sabes / Me hiciste cómplice de todo / Todo eso me hiciste” Una nueva radiografía social, con un grado de crítica.
“Dientes de Cordero” es una de las mejores crónicas poéticas y musicales de los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001. “Dientes de corderos, sobre la ciudad / Árboles de fuego, para navidad / Ollas que destellan, en la noche azul / Abollada estrella, vieja cruz del sur (…) Gritan su deseo de justicia y libertad (…) Miles de pueblitos-villas, crecen en el interior / Feudos medievales donde, te llaman Señor / La escuela no abre / Cierra el hospital / Sentís el latido del lobo, en la yugular”.
La lucha por la liberación personal, no siempre es fácil y simple. Así lo explica “Al Desierto”. “Soy libre / Y soy eso / Soy un preso de mi libertad”.
El grado más emotivo, tanto de Maquina de Sangre, como de toda su discografía lo pone “Canción de Cuna”. Con ritmo relajante, como música para hacer dormir una criatura. Andrés Ciro le dedica una hermosa letra a su primera hija. “Nunca nadie me dio tanta luz / Para nadie fui tan importante / Nunca quise ver tan lejos al dolor / Con verte crecer tengo bastante / Dientes asomando y dibujos en la piel / Todas las mañanas mi motor vos encendés / Mil relojes no marcan las horas como vos, oh…”.
Al disco naranja lo cierran con “No Pares”. Donde invitan a no bajar los brazos, a seguir luchando. Que la llama encendida a finales de 2001 no se ahogue ni apague con espejitos de colores de la gran burguesía. “Los que ganan te la cuentan / Como la única verdad / Pero vos nunca te olvides / Que hay otra campana más rica (…) No, no pares, no es el final / Vos sabes que no es el final / No. No pares / Todas las estrellas te siguen”.
El 7 de agosto de 2007 será la fecha de salida de Civilización, último álbum de estudio, hasta el momento.
Ganador del premio Carlos Gardel, como mejor CD de rock, fue presentado recorriendo y tocando en vivo, arriba de un camión, por avenida Corrientes, siguiendo el ejemplo que habían realizado los Rolling Stones por las calles de Nueva York. Habían tocado como teloneros para esa banda un año antes, en su visita al país. “La esencia del rock está en la calle. Es maravilloso hacerle pasar un día distinto a una persona a través del arte, con algo que te saque de la monótona vida cotidiana. Ver a los mozos saliendo de los bares, los motoqueros, fue emocionante” responde Andrés Ciro al NO de Página 12 (30/08/2007).
Trece temas con toda la impronta piojosa. El álbum inicia con “Manjar”, una escena erótica hecha canción, envuelta en una metáfora culinaria. Rompiendo tabúes, de lo que sí y no puede decirse. “Que te voy probando / Que me vas sintiendo / Que te voy besando / Que me vas mordiendo / Que te voy cortando / Que me estás haciendo…”.
“Pacifico” es un mensaje de despedida a su público. Trayendo consigo un manojo de los miles de recuerdos y emociones vividas en los largos años de trayectoria arriba de los escenarios. “Voy a llevarte en mi / Y ahora sé muy bien / Que me llevarás / Hasta donde estés / A donde vayas / Un tatuaje azul / En la voz azul”. En los recitales de despedida en River, el 30 de mayo de 2009, la canción fue acompañada, en las pantallas gigantes del escenario, con fotografías de los tatuajes de los diferentes piojos de la historia.
“Civilización” es una fuerte denuncia a las condiciones de pauperización sobre la clase trabajadora. Tanto en ámbito social, laboral, como ambiental. “Que todo está montado / Que millones de despidos / El camino es complicado / Quizás como nunca ha sido” un panorama oscuro, buscando despertar, nuevamente, al pueblo.
A diferencia del folklore, la samba y la chacarera, que son géneros musicales que han nacido del campo, en el interior profundo del país, el rock and roll surge de la metrópolis, de las grandes urbes, suceso especialmente centrado en las barriadas obreras, a nivel internacional. Es por ello que artistas como Charly García, Luis Alberto Spinetta, La Renga, Sumo, Hermética o La Vela Puerca, por nombrar algunos, han descrito su barrio o ciudad, como forma de homenaje y de pertenecía. Y así también lo hacen Los Piojos en dos canciones de este disco.
En primer lugar, con “Bicho de Ciudad”. Mediante una melodía suave, y creando un clima acogedor, la canción te transporta a lo cotidiano. Donde se describe lo monótono y llano del día a día en la barriada, donde “Siempre nos pega un poco”. Pero también invita a levantarse a luchar por aquello que “Nos encandila con lo que está por venir”. Una canción que llama a buscar el camino de la liberación a tanta opresión, volviendo a lo más natural y básico. A superar las trabas y dificultades cotidianas de lo urbano, tomando como iniciativa esos mínimos momentos. Cada cual sabe cuáles son.
El otro tema es el final. “Buenos Días Palomar”. Un homenaje a las calles de la ciudad de la zona oeste del Gran Buenos Aires. Su gente. La melancolía de un barrio de familias trabajadoras, que cambia poco con el paso del tiempo. “Algo es extraño / Todo está como hace años / Como ayer / Como hoy”. Pero siempre haciéndole frente a la “Lluvia negra” que es mucho más que agua.
“Viejo Pollo” es un mensaje para los pendeviejos. Los que no quieren mostrar el paso del tiempo en su cuerpo, cubriéndolo con tinturas, cosméticos, pilcha y poses. Pero el tiempo pasa igual y nos ponemos viejos “o tecnos” como decía Luca Prodan.
Pero con mayor énfasis sobre figuras propias del ambiente del rock. Hay quienes dicen que Ciro le dedica la canción a Andrés Calamaro. “Tus groupies ya fueron madres / No podés mirarla así / Te hiciste entretejido / Adorno de Sadaic”. El final abre el debate sobre los derechos de autor y la libertad de exponer el arte y la cultura a niveles generales. No olvidar que la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música tiene la función de recaudar, con impuestos, el Fondo Nacional de las Artes. Desde su creación han sido muy pocos los artistas que han podido ser beneficiarios de dicho subsidio. La función principal del Sadaic es la privatización (y privación) de la música, para que sea solo escuchada por los que paguen. Incrementado con la aparición de las aplicaciones para escuchar música. Calamaro es uno de los pocos roqueros que apoya el actual gobierno de Milei. Gestión que pocos meses atrás aprobó la privatización de la música popular, para ser pasada en fiestas.
Compuesta por el guitarrista Daniel Fernández, “Cruces y Flores” es un grito de defensa de lo nuestro. Mientras desde las pantallas de TV y redes sociales se vislumbran jóvenes buscando suerte viajando a Europa y Estados Unidos, la letra llama a bancarla acá, que la pelea la tenemos que dar en nuestro país, con los que no están (cruces) y los que si (flores). Con lo bueno y lo malo. Una canción que provoca una conexión emocional más grande, y da fuerzas para defender lo nuestro. Tarea del pueblo trabajador. “Ya no importa / A donde vos llegas / Algunas cosas / No se arreglan desde arriba / Se arreglan acá / Tengo flores en el jardín / A mí me gusta mi país / Cruces y flores en el jardín / A mí me gusta mi país”.
Todo el mundo se aferra a algo para seguir. Más en tiempos de crisis. Tanto es así hoy como lo fue en toda la historia de la humanidad. Es por ello que “Difícil” arranca con la imagen del brujo ruso Rasputín, quien engañaba con curas y hechizos al zar Nicolás II, en tiempos de levantamientos populares, próximos a la revolución de octubre de 1917. “Una ilusión / Se necesita siempre una ilusión / Una pasión / Se necesita siempre una pasión”. Si no fuese así, la vida sería muy aburrida y poco entendible. Como dijera Eduardo Galeano “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja, dos pasos y el horizonte se corre diez pasos allá ¿entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.
“Buen Día” es eso, la descripción de un bello día. Demostrando que no es necesario ser millonario para ser feliz. “Una púa abrazada a mi dedo / Una TV prendida de pasar el tiempo / Una pila de amor es lo que tengo”.
“Basta de Penas” llama a reflexionar sobre los motivos de nuestras angustias. Como uno se aferra a la tristeza. Con un ritmo alegre, la canción llama a liberarse, a dejar atrás todo lo malo. Que la vida da nuevas oportunidades. Pero ojo, que no llegan solas, hay que ir a buscarlas. Como dijera Alfred a Bruce Wayne en Batman Inicia (2005) “¿Por qué caemos? Para aprender a levantarnos”. “Hay quien siempre está llorando / Y culpa a todo alrededor / Hay quien abre una ventana / En medio de un paredón (…) Como un barco sin vela ni el motor / Una hoja en el viento sin control / Vas dejando ir los días sin historia / El tiempo no va a esperar tu decisión”.
“Unbekannt” en alemán significa “Desconocido” o “Extraño”. Según informa Ciro, la letra surgió posterior a su experiencia viajando al mundial 2006, que se jugó en tierras germanas. Tratando de reflejar que es lo que se siente viajar tan lejos, alejarse de su tierra. En una cultura, idioma y sociedad con costumbres totalmente distintas a las nuestras. Porque no relacionarlo también con aquellos que, obligados, perseguidos por el hambre, la persecución y la represión del Estado han tenido que buscar suerte en otras tierras, como exiliados.
La banda aprovecha para hacer referencia al accionar criminal del régimen estalinista con “…muros con agujeros de bala / del obús de Stalin”.
“Salitral” no habla de los extensos yacimientos de salitre del norte argentino, pero si lo utiliza como referencia, no geográfica, sino visual. La extensa llanura, y el reflejo del sol, provocan efectos de espejismo, como si a una distancia no muy lejana hubiese un espejo de agua. Acto que lo toman como metáfora para hacer referencia a los falsos juramentos, que terminan siendo estafas. Muy comunes en políticos defensores del gran capital. Que asumen con una mano en la constitución, mientras con la otra reciben sobornos, firman recortes presupuestarios, privaciones de derechos al pueblo laburante y privatizaciones. Como lo decía el propio Menem “Si yo decía o que iba hacer no me votaba nadie”. Una canción que invita a tomar un gran martillo y hacer añicos los espejitos de colores del gran capital. “Tus promesas son engaños / Un espejismo en un salitral / No me digas, está claro / Un espejismo el mañana / Tus promesas, son engaños, son engaños / Un espejismo en un salitral / No lo digas, está claro / Un espejismo…”.
“Hoy es Hoy” es un panorama de la actualidad social. El último llamado a levantar la cabeza y enfrentar, tanto a los responsables políticos, financieros, como mediáticos que mantienen el zapato sobre las cabezas del pueblo. Con el fin de llevarse todo. “Así que si tenés cerebro y fuerza de voluntad / Y tenés un sueño y ganas de pelear / Tu mente es tu alma, no la desactives / No te hagas el juego fácil a los que quieren tu piel”.
Así como la llegada de Menem tuvo a Los Piojos juntos en la batalla. Su reencuentro también va en ese sentido. Y lo hicieron notar, modificando la letra de “Muévelo”, en el Cosquín Rock (16/02/2025). Mutándola para hacer referencia a la estafa de $Libra. Tienen tantas mentiras / Tanta criptomoneda / Tanta libertad (…) Digo fuera de aquí”. Reclamos de la banda del El Palomar, como de varios artistas más, que tuvo respuesta de Mieli, en la entrevista con el ensobrado Jonathan Viale (TN, 17/02) “No tengo nada contra los artistas. Yo tuve una banda de rock, no tengo nada contra los artistas. Lo que yo digo es que si vos sos artista, vos vivís de ofrecer tu producto al prójimo. Ahora si vos para vivir del arte necesitas un subsidio del Estado vos no sos un artista, sos un empleado público. Y además sos un instrumento de propaganda política, vos vas a estar haciendo política, no estás haciendo arte”. Toda declaración del jefe de Estado es el anticipo de quitas de derechos y reivindicaciones. Ubicando a la juventud y las bandas de rock de las barriadas como la “casta”.
Desde su creación, tanto en lo musical como poético, Los Piojos han conmovido el rock. Es por ello su alta popularidad. Y porque traen en sus temas vivencias cotidianas, comunes del pueblo trabajador. Lo explica Ciro, en la entrevista brindada a Rolling Stone, el 29 de septiembre de 2021, explicando que es ser un cantante. “Yo creo que uno necesita expresarse a partir del malestar, de la inconformidad, en el sentido más profundo. No de la postura de un sillón. La disconformidad si se quiere frente al hecho concreto de la muerte, de la herida absurda que es la vida, y de la incomodidad por no conseguir el amor que anhela. Cantar por quejarse de uno, por aprender lo otro también. Me acuerdo de que Borges tiene un cuento de Los Inmortales, que están todos tirados en una ladera de una montaña. Cuando uno ya no necesita nada no habla, no abre la boca. Digamos que el que canta es alguien no quiere quedar, así como está”.
Una banda que convoca a la toma de conciencia, necesaria para salir a luchar contra los atropellos. Es por ello que muchas de sus letras mantienen, con más de tres décadas, total vigencia. Más ahora, en tiempos de gobiernos ultra derechistas, represores, censores y persecutores. Vamos piojosos, a ganar las calles.