El gobierno ultraderechista de Javier Milei ha entrado en una situación crítica a partir del estallido de una serie de escándalos que se iniciaron con la criptoestafa internacional de febrero. Ya antes, sostiene Néstor Pitrola, el impacto negativo de su discurso homofóbico en Davos produjo una enorme reacción en la Argentina que se expresó en una gigantesca manifestación organizada por la comunidad LGTBQ+. Cómo telón de fondo se encuentra, según el autor, un terrible ataque a las condiciones de vida de la población trabajadora, la expectativa de una nueva devaluación del peso y la debacle de un plan económico que implica la sumisión completa del país al FMI.
Desde que en su discurso de Davos igualó la homosexualidad con la pedofilia y atacó toda agenda que huela a progresista, el ultraderechista argentino Javier Milei entró en una espiral descendente que no encuentra piso. La respuesta a aquel discurso fue una monumental manifestación antifascista y antirracista de centenares de miles en la plaza de Mayo de Buenos Aires y en todo el país, el 1º de febrero. Luego vino el criptogate que, en la medida en que Milei es uno de los jugadores de la ultraderecha trumpista más incondicionales del magnate presidencial estadounidense, lo desprestigió también en el terreno del debate “ideológico” internacional, al que él llama la “batalla cultural”. El propio Milei en una entrevista arreglada con un periodista mercenario al que le dictaban las preguntas, corrigió la cifra de damnificados: no serían 40 mil sino 5 mil (sic), como si esta cifra fuera pequeña para una estafa que se estima entre U$S 100 y 300 millones según distintos analistas. Hay 112 denuncias en los tribunales federales argentinos y otras tantas en el exterior.
Milei en Davos
Pero la crisis política de Milei se fue agravando. Designó dos jueces de la Corte Suprema por decreto y a uno de ellos no pudo lograr siquiera que le tomen juramento, poniendo en cuestión su latiguillo de garantizar “seguridad jurídica” al capital internacional. La maniobra burda de pretender una Corte Suprema propia para asegurar su gobierno por decreto y sin presupuesto (por segundo año consecutivo) le valió incluso la crítica de la cámara empresarial argentino-estadounidense y del Coloquio de Idea, un organismo que agrupa a lo más concentrado del capital invertido en el país.
No obstante, todavía no llegamos a los dos problemas más graves que acucian al gobierno hoy. La pérdida del control de la calle y la imparable corrida hacia una devaluación monetaria que daría por tierra con los dos presuntos logros del ideario facholibertario: la baja de la inflación y la “paz social” a base de represión.
Devaluación en puerta de la mano de otro ¿salvataje? del FMI
El de Milei y Caputo es un gobierno de los fondos de inversión que apoya toda la clase capitalista argentina porque es un ariete de la brutal ofensiva contra los derechos de los trabajadores y los jubilados, por su orientación de entrega de los recursos estratégicos a los grupos internacionales. Este gobierno ha sido capaz de mandar al parlamento un proyecto de presupuesto –jamás tratado- cuyo primer artículo pretendía establecer que primero se pagaran los intereses y el capital de la enorme deuda pública que está en la base del derrumbe y la catástrofe social argentina, y sólo después los gastos e inversión del país.
Pero a pesar de esa prueba de sumisión al capital nacional y extranjero, en los últimos diez días se han reventado u$s 1600 millones de reservas para contener los dólares financieros, sin lograrlo. El riesgo país trepó a 870 puntos. Se empezó a desarmar el carry trade, un mecanismo de especulación que aprovecha las tasas altísimas en pesos respecto de un dólar que va muy detrás de la inflación y de las tasas. El ancla cambiaria de la inflación está al borde de estallar por los aires. El amado capital financiero de Milei y Caputo se empezó a retirar del peso para pasarse al dólar.
La cuestión, sin embargo, es más profunda y estructural. No hay reservas, siguen negativas en el orden de u$s 8 mil millones, un concepto al que nos hemos acostumbrado pero en el que conviene detenerse: la idea misma de reservas en divisas es como la idea del ahorro, no puede ser negativo, no podrían ser menores a cero. Lo que ocurre es que se están usando dólares de los ahorristas en esa magnitud para sostener el comercio exterior y la marcha de la economía, los dólares de los encajes obligatorios por ley sobre los depósitos. Esos depósitos crecieron con el inmoral blanqueo de capitales de fin del año pasado, pero están goteando hace meses con una caída de casi u$s 1800 millones entre diciembre y mediados de marzo, y casi U$S 5 mil millones desde el cierre del blanqueo. El saldo favorable de la balanza comercial se derrumbó en enero a u$s142 millones respecto a los u$s784 millones de enero de 2024, y en febrero a U$S 228 millones respecto de los U$S 947 del mismo mes de 2024. Y la caída no fue mayor porque los precios promedio de los bienes importados bajaron un 9%. Estos números, sumados al hecho de que las exportaciones sufren la apreciación del peso frente a las devaluaciones de los demás países emergentes, muestran por qué las reservas brutas han caído en lo que va del año. Además, se calcula que hay entre U$S 7 y 10 mil millones en dividendos de empresas extranjeras que esperan al levantamiento del cepo cambiario para ser remesados a sus casas matrices.
Milei y el ministro de Economía Luis Caputo
Así las cosas, el debate de devaluación sí o no, no se refiere a meros puntos de vista o la sóla exigencia del FMI de liberar el mercado de cambios y devaluar para garantizar los dólares para el pago de sus deudas y de la de los acreedores privados, sino que hunde sus raíces en graves problemas que afectan a las masas trabajadoras. Estamos en una fuerte crisis industrial con despidos masivos y suspensiones (GM, Nissan, Toyota, Bridgestone, Pirelli, Avon, Morvillo, etc). Han cerrado más de 13 mil empresas y los despidos formales e informales superan el medio millón de trabajadores en la era Milei. Federico Sturzenegger (el Elon Musk de la motosierra estatal de Milei) anuncia la posibilidad de 50 mil despidos más y una virtual prolongación de la anulación de la obra pública en una Argentina en la que el capital agroexportador también está sufriendo las consecuencias de la revalorización del peso mientras hay una caída de los precios internacionales, y a la vez el país no reúne las condiciones que el gran capital exige para que lleguen las inversiones mineras, gasíferas y petroleras que son el eje de la “salida” primarizadora que Milei promueve.
Milei, desesperadamente, por estas horas mendiga un salvataje del FMI que llegaría a mediados de abril. Pero, ni duda, condicionado. No se sabe el monto de fondos frescos que de cualquier modo no podrían ir a controlar los dólares financieros para que el gobierno llegue a las elecciones de octubre. El capital exige salida del cepo para el libre movimiento de capitales y envío de ganancias en divisas al exterior, lo cual llevaría el precio del dólar hacia un lugar desconocido. Su desesperación lo ha llevado a todo tipo de contradicciones y maniobras frágiles como negociar la nueva deuda con el Fondo por medio de un DNU (decreto de necesidad y urgencia), cuando por ley el acuerdo debe pasar por una ley del parlamento. Cualquiera nota que la “seguridad jurídica” del falso libertario se ha ido a la basura. Argentina, más temprano que tarde, pasará por otra devaluación sin que eso signifique, por supuesto, resolver sus problemas de fondo.
Los rescatistas de Milei
Hace un mes hemos visto a Elon Musk, el mismo que apoyó abiertamente a la AFD neonazi en las elecciones alemanas, que saluda a lo nazi y forma parte del gabinete de Trump, recibir de regalo una motosierra de parte del Milei ya imputado en las causas por la criptoestafa. De corrido Donald Trump lo recibió en el marco del encuentro internacional de la ultraderecha CPAC y le prometió un encuentro en la Casa Blanca. Se trata de un apoyo no menor que los pinta a ambos. Recordemos que Trump y su esposa Melania han sido, hace un mes, partícipes de memecoins cuyos valores se derrumbaron también. En el lanzamiento del memecoin Melania intervino además, según admitió él mismo, Hayden Davis, el criptoestafador que estuvo detrás del lanzamiento de Libra. En este punto nos interesa remarcar quién será el beneficiado de esta subordinación de Milei a Trump, incluso en la aventura de un reforzado genocidio palestino y las contradicciones flagrantes que plantea.
Empecemos por esto último. Milei invitó a Zelensky a su asunción marcando hasta donde se alineaba con la política del imperialismo y la OTAN. Ahora que Trump rompe con la UE y con el propio Zelensky en favor de un entendimiento directo con Putin y avalando la anexión de territorios, incluso con el planteo de cobrarse U$S 500 mil millones en riquezas minerales de Ucrania vitales para la industria tecnológica, a cambio de la asistencia militar enviada: ¿qué dirá o qué hará Milei?
Con todo, la política nacional imperialista de Trump, con aranceles diversos, es ya mismo un golpe para Argentina, ante un Milei que anula barreras antidumping, elimina impuestos de importación y sobrevalúa el peso agravando la ola importadora y las dificultades exportadoras que están dando vuelta la balanza comercial. El de Trump es el abrazo del oso. La burguesía local esperaba que de esta nueva “relación carnal” surgiera un salvavidas del FMI para recomponer las reservas que siguen cayendo. Como dijimos, ese salvavidas no llegó aún y su alcance luce muy limitado. En otro plano el propio Milei no ha podido viabilizar el camino hacia un acuerdo de libre comercio con EEUU porque para eso debería poder romper el Mercosur, lo cual puede resultar explosivo. En resumen, el alineamiento de Milei con Trump, que ha llegado al extremo demencial de sacar a la Argentina de la OMS, y con todos los fachos de las potencias internacionales sólo agravará la relación colonial, de saqueo y depredación de nuestra integración en el mercado mundial. Cuando llegue el acuerdo con el FMI, será para garantizar el repago de la deuda con el sudor y las lágrimas del pueblo argentino.
Milei con Elon Musk en la CPAC
Los otros rescatistas, tanto o más importantes, los tenemos en estas tierras argentinas. A cuatro días del estallido del escándalo cripto, la Cámara de Diputados aprobó por el enorme margen de 162 votos a favor y sólo 55 negativos, una maniobra política a la medida de La Libertad Avanza, el partido de Milei: la suspensión de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Pocas veces se ha visto tamaño salvataje por parte de todas las fuerzas opositoras. Hubo votos de todas las tiendas políticas a excepción del Frente de Izquierda que votó entero en contra. Pero interesa especialmente el peronismo que le dio 25 votos positivos, 28 abstenciones y varias ausencias, haciendo viable el cambio de reglas electorales en año de elecciones, algo que nunca se había hecho. En el Senado las cosas no fueron distintas.
El último regalo de la casta política fue votarle la convalidación del DNU del nuevo acuerdo con el FMI en la Cámara de Diputados, mientras afuera miles de manifestantes rugían en apoyo a las demandas de los pensionistas. Un escándalo político porque se votó un DNU de dudosa constitucionalidad que aprueba un crédito de facilidades extendidas cuyo monto no se conoce, cuyos plazos tampoco y mucho menos sus tasas de interés y condicionamientos económicos. Una parte del peronismo votó en contra pero, como siempre, hubo suficientes peronistas para que se apruebe…
A la vez que votaban ese rescate político a Milei, en diputados daban media sanción a una ley de “Ficha Limpia” que sin embargo naufragó, por ahora, en el Senado. Esa ley fue votada también por el bloque del PRO cuyo jefe político, prominente figura del macrismo socio de Milei, está investigado por poseer 374 propiedades off shore a nombre suyo y de su esposa, que sólo pudieron salir de la corrupción política. La “casta política” que Milei ataca en el discurso es en realidad su socia, y apeló a ella sistemáticamente. Gracias a la casta es que Milei tendrá elecciones con reglas a su antojo.
¡Fuera Bullrich! ¡Fuera Milei!
Como se puede apreciar la desesperación del régimen de Milei abarca a toda la clase capitalista, y a sus políticos.
El Partido Obrero, en horas, tras la cripto estafa, hizo el planteo de Juicio Político para echar a Milei. Es la consecuencia de una consigna rectora que venimos planteando: ¡Fuera Milei! Si el Fuera Milei vale para nuestra intervención en los distintos campos de la lucha de clases, ante una estafa infraganti del propio Presidente, su impulso en la Cámara de Diputados debe ser un planteo elemental. El proyecto fue presentado por la Diputada del PO en el FIT- Unidad Vanina Biasi y acompañado por Mónica Schlottauer de IS- FIT Unidad. Hemos apoyado también proyectos menores como la interpelación presentada por Nicolás del Caño del PTS, partido que también integra el FIT- Unidad, porque lo menos no quita lo más. Pero tampoco están los votos para tal interpelación e incluso en el Senado fue bloqueada una tibia comisión investigadora.
Quienes planteamos la línea del ¡Fuera Milei! tenemos que ir a fondo también en el plano parlamentario que es una gran tribuna de agitación política para los legisladores obreros y socialistas, planteando el Juicio político, aunque está claro que, cuando las fuerzas políticas de la burguesía le han votado a Milei las leyes centrales de sus mayores estafas a toda la población y al interés nacional, como la ley Bases, han convalidado los vetos a las leyes en favor de las Universidades o de los pensionistas y no han anulado el nefasto DNU 70/23 que arrasa con 300 leyes, sólo la movilización popular puede imponerlo.
Milei y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich
La consigna ¡Fuera Milei!, hoy acompañada por el planteo de Juicio Político, cobró una fuerza impactante el 1F, durante la gran movilización en respuesta al discurso fascista de Milei en Davos. Fue una de las más cantadas por decenas de miles en todo el país. El PO ha lanzado una campaña de agitación por el Juicio Político Ya! para echar a Milei que ha tenido una novedosa aceptación en mesas de difusión y agitación política en lugares de trabajo. Es que la criptoestafa es un color más del carácter del régimen que Milei está intentando poner en pie: el de un gobierno de ofensiva contra los trabajadores en toda la línea..
En las últimas semanas, debido a la represión brutal ordenada por la ministra Bullrich, la exigencia de la renuncia de esta ex macrista, ex gobierno de la Alianza, ex diputada de Cavallo y ex peronista, ha sido levantada por las organizaciones de periodistas y reporteros gráficos ARGRA y Sipreba. Milei respondió colocando a Bullrich casi como una súperministra en Expoagro, la exposición agraria más importante del país y cita de toda la poderosa burguesía del sector. Su línea ultrarrepresiva es la que se viene aplicando desde el año pasado contra el movimiento piquetero: 15 dirigentes del Polo Obrero, entre ellos su líder Eduardo “Chiquito” Belliboni, pretenden ser llevados a juicio con gravísimos e infundados tipos penales, propios de una persecución macartista. Ya se sabe: cuando un régimen se orienta a sostenerse básicamente en la represión es la constatación de una fuerte crisis.
Crisis en los partidos de la burguesía y una nueva etapa en el movimiento popular
Las elecciones federales serán en octubre y no habrá elecciones primarias previas. Pero ya empezaron las elecciones distritales adelantadas en diversas provincias que darán los primeros resultados en abril y mayo. Será muy interesante ver en qué medida la caída de Milei en la imagen de las encuestas se refleja en el plano electoral. Pero por lo pronto es muy importante caracterizar que su irrupción en la política argentina ha producido el estallido de Juntos por el Cambio, la coalición que llevó a Mauricio Macri al poder.
En las estratégicas elecciones de la Capital del país, la Ciudad de Buenos Aires, ese espacio va dividido en cuatro, dos listas provenientes del PRO, una radical y otra de la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Por su parte La Libertad Avanza va en dos listas porque fue expulsado quien fuera su candidato a jefe de gobierno en las elecciones de 2023. Es decir que hay cinco listas de la derecha que viene apoyando a Milei. Del Milei con la iniciativa política del año 2024 hemos pasado a este cuadro, donde, por supuesto la LLA crecerá en diputados en representaciones provinciales parlamentarias, pero en un marco que pone en jaque las elecciones intermedias generales de octubre.
Es muy clara la crisis política y tendrá diferentes expresiones en las 24 provincias del país. El peronismo puede hacer una elección que resalte en la Capital, pero sufre una aguda división en todo el país, desde el momento que varios gobernadores peronistas del norte apoyan a Milei, y en la estratégica provincia de Buenos Aires se han dividido el gobernador Axel Kicillof y Cristina Kirchner, lo que expresa no sólo la división del peronismo, sino la crisis del kirchnerismo.
El contexto de esta crisis política es un nuevo escenario en el movimiento popular. Esta nueva etapa ha tenido, desde el mencionado 1º de febrero, varias expresiones. El 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora se produjo una fuerte movilización en defensa de los derechos de la mujer y el aborto legal atacados por Milei. De inmediato, el 12, se produjo una movilización extraordinaria en apoyo de los jubilados que luchan semana a semana y son reprimidos frente al Congreso Nacional, nacida desde el lugar menos pensado: las hinchadas de futbol. La descomunal represión ordenada por el régimen, los 140 detenidos, la herida gravísima al reportero Pablo Grillo y el palazo policial brutal a una jubilada de 87 años, fueron un verdadero boomerang para el gobierno, porque expresaron la pérdida del pretendido control de la calle y generaron más repudio popular en vastos sectores de trabajadores y de la clase media que respaldan macizamente a los jubilados.
¡Fuera Milei! es el planteo que debe guiar las tareas de la izquierda argentina
Tras esa represión sobrevinieron otra masiva manifestación de apoyo a los jubilados el 19 de marzo y la irrupción el 24 de marzo, a 49 años del golpe militar, de una reacción popular de masas. No hay una cifra exacta posible de calcular por la extensión horaria que tuvo la manifestación, pero puede estar en medio millón en Buenos Aires y otros centenares de miles en el resto del país. El protocolo represivo de la ministra Bullrich, que implica una virtual prohibición de las manifestaciones callejeras, y el negacionismo de los crímenes de la dictadura militar sufrieron un golpe atrás de otro. Hay un nuevo clima en el movimiento popular.
La dirección de la principal central obrera, la CGT, es enteramente peronista y ha hecho también un enorme aporte a la contribución general del peronismo a la gobernabilidad de Milei. La propia Cristina Fernández en sucesivos discursos, al igual que su hijo Máximo Kirchner, presidente del peronismo de la provincia de Buenos Aires, señalaron que no hay que patalear y Milei debe terminar su mandato, al tiempo que marcaron la necesidad de “modernizar las relaciones laborales” y reformar el sistema previsional. Todas las direcciones sindicales, también la de la central alternativa menor, la CTA, están enredadas en la interna del peronismo, o, dicho de otro modo, en la “paz social” hasta las elecciones de 2027.
La Plaza de Mayo, con la Casa de Gobierno al fondo (Casa Rosada) el último 24 de marzo
Pero la movilización en torno a la defensa de los pensionados golpeó el pacto de la burocracia sindical, que empezó a verse desbordada, y el esquema colaboracionista ha comenzado a entrar en crisis. Esto explica la convocatoria a un paro nacional el 10 de abril. Un veterano burócrata sindical ferroviario lo explicó abiertamente como un mecanismo de “descompresión”.
Para los socialistas del Partido Obrero, para todo el sindicalismo combativo y el movimiento piquetero será en cambio la oportunidad de reforzar nuestro planteo de un paro activo y un plan de lucha hasta la huelga general para derrotar a Milei, tanto el 10 de abril como en la manifestación prevista un día antes en apoyo, otra vez, a los jubilados.
Desde el PO sostenemos que el FIT- Unidad, que ya está presentando sus listas en distintos distritos, tiene que encarar el proceso político y electoral desde una clara posición que aparece sintetizada en la consigna ¡Fuera Milei! Para discutir este planteo hemos propuesto un congreso del FIT- Unidad y de trabajadores ocupados y desocupados, un reagrupamiento sindical y piquetero nacional para luchar por una nueva dirección del movimiento obrero. Esas son las tareas estratégicas que la izquierda debe asumir si quiere intervenir en la lucha de clases durante este turbulento 2025 que se abre con un Milei que, como dijimos, viene barranca abajo.