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Rosa es nuestra

Jornadas de debate de En Defensa del Marxismo junto con la Fundación Rosa Luxemburgo

Rosa es nuestra

Jornadas de debate de En Defensa del Marxismo junto con la Fundación Rosa Luxemburgo

El pasado fin de semana tuvieron lugar las jornadas de debate conjuntas entre la revista En Defensa del Marxismo y la Fundación Rosa Luxemburgo. 

Las mismas consistieron en la presentación del libro “Huelga de masas, partido y sindicatos” -publicado por la revolucionaria polaca en 1906, y reeditado por la editorial Panorama el año pasado- el día viernes en la sede de la Fundación, en un panel conformado por Vanina Biasi, Pablo Heller, Claudia Korol y Hernán Ouviña. El sábado, en la facultad de Ciencias Sociales se realizó un taller en el marco de la Escuela Rosa Luxemburgo, coordinada por Hernán Ouviña, junto con Rafael Santos y María Pelle. Culminó por la tarde, con una Mesa Debate sobre la vigencia de la Huelga de Masas en el movimiento obrero con Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero y la Coordinadora Sindical Clasista,  Victorio Pirillo secretario General del Sindicato Municipal de Vicente López y Cristian Torres, delegado de Molinos Cañuelas, del Sindicato Aceitero.

El partido, las masas y la dirección

El eje central del debate giró en torno al papel del Partido y la iniciativa de las masas. Cabe destacar que Rosa Luxemburgo es sin lugar a dudas una mujer de Partido. Participó de la fundación de la Socialdemocracia Polaca, luego emigró a Alemania para convertirse rápidamente en dirigente de la Socialdemocracia alemana. Posteriormente, será fundadora del Partido Comunista alemán. Quienes buscan contraponer a Rosa Luxemburgo con la construcción de partidos no pasarán la prueba de la historia. 

El contrapunto con Lenin, existente, sobre la idea de un partido "ultra centralizado" que Rosa le endilga en textos posteriores a la ruptura entre bolcheviques y mencheviques, no significa que esta sea reacia a la construcción de partidos. La historia se ocupó de saldar de la manera más dramática este debate: con la construcción tardía del Partido Comunista alemán a finales de 1918, y la revolución fallida de la revolución alemana y su asesinato en 1919.

Como expresaron tanto Vanina Biasi, como Pablo Heller, en sus exposiciones, ni Rosa Luxemburgo se opone a la construcción de partidos, ni Lenin niega la importancia de los elementos e iniciativas espontáneas de las masas, sino que son dos factores que se combinan y conjugan dialécticamente en cualquier proceso revolucionario. Mientras Lenin debía poner en pie una organización revolucionaria sólida para enfrentar la opresión del absolutismo zarista en los márgenes de la clandestinidad, Rosa se enfrentaba frente a la creciente adaptación del partido socialdemócrata alemán al estado burgués y el parlamentarismo, como así también a una creciente burocratización de los sindicatos. Es a partir de ese problema concreto, y de la experiencia de la revolución rusa de 1905, que ella verá la iniciativa de las masas, como un factor de presión sobre la dirección de una socialdemocracia cada vez más adaptada. Esta acción, insistirá, no será el resultado de la irrupción de una auto realización espontánea de la conciencia, sino la expresión de la experiencia política acumulada de las masas a partir de una agitación política previa, que en situaciones determinadas, se convierte en explosivas y revolucionarias. En su lucha interna contra el ala oportunista, este recurso era visto por la revolucionaria polaca no solo como una herramienta de las masas en su lucha revolucionaria, sino también y sobre todo, como una forma de luchar por imponer una  dirección revolucionaria del propio Partido.  Ambos oradores destacaron la defensa incondicional de Rosa Luxemburgo al proceso revolucionario ruso, desmintiendo a quienes quieren oponer un "luxemburguismo democrático" al "bolchevismo autoritario".

En su intervención, Hernán Ouviña (autor del libro “Rosa Luxemburgo y la reinvención de la política”) hizo un recorrido general de la trayectoria de la revolucionaria y su lucha contra el oportunismo. Como así también, sus numerosos aportes en el terreno de la investigación económica, como por ejemplo, “La Acumulación del Capital”, publicado en 1913. Destacó como Rosa se anticipó incluso a Lenin no solo en su lucha contra Kautsky, sino en un estudio profundo sobre el Imperialismo, antecediendo a la célebre obra del revolucionario ruso, publicada en 1916, (“Imperialismo, fase superior del capitalismo”), quien hará comentarios críticos sobre el aporte de Luxemburgo. En el debate posterior expresó, que aunque los Partidos se han mostrado útiles frente a determinados procesos revolucionarios, esta no ha sido la única forma en la que las masas han encontrado canales de organización. Korol, por su parte, destacó su lucha interna en la Socialdemocracia, al mismo tiempo que comparó el mecanismo clandestino de su asesinato y  la función disciplinadora de las fuerzas de choque alemanas, con la dictadura militar en la Argentina, desarrollando el punto común de la lucha por la memoria militante. A su vez, retomando aspectos de la intervención de Biasi, desarrolló como se negó a limitarse a intervenir y elaborar sobre los aspectos de la mujer, aunque sin renunciar a la lucha política por la dirección del movimiento de mujeres bajo la dirección de Clara Zetkin en el PSD, valorando su papel en la elaboración del conjunto de los problemas teóricos y políticos de la Socialdemocracia. 

Además, al calor del genocidio palestino, reflexionó sobre su defensa férrea del internacionalismo tanto en su lucha contra la primera guerra mundial, como en su denuncia sobre la aprobación de los créditos de guerra por parte del PSD. A su vez, sobre este mismo punto destacó su posición en cuanto a su planteo en cuanto a la cuestión polaca, priorizando la lucha común del proletariado de todo el imperio ruso, frente a la lucha por la independencia polaca, algo que Lenin contestara polémicamente, defendiendo el derecho a la autodeterminación de los pueblos.

El debate sobre la necesidad del Partido fue el eje central de esta primera Jornada (ver videos y notas en “En Defensa del Marxismo” del domingo 8/6/25) 

Los ejes del debate de la charla de la presentación del libro, tuvieron su continuidad en el taller  del día posterior. Coordinado por Rafael Santos, Hernán Ouviña y Maria Pelle, más de 50 asistentes, sobre todo jóvenes,  se organizaron en comisiones para discutir sus ejes centrales. Allí, mientras Ouviña retomó aspectos de la presentación del día anterior, y le dio un marco más general a la trayectoria de Rosa Luxemburgo, María Pelle, retomó los elementos particulares que tomó su lucha contra el viraje oportunista de la  Socialdemocracia, al mismo tiempo que desarrolló su confluencia en los aspectos centrales con Lenin y Trotsky, destacando sobre todo su reivindicación de la teoría de la revolución permanente de manera temprana. Santos, por su parte, defendió la ortodoxia de Rosa Luxemburgo, frente a las etiquetas de heterodoxia que le quieren endilgar, planteando que sus aportes teóricos se hicieron sobre la base de defender las bases del marxismo frente a las tergiversaciones, lógicamente, con sus ricos aportes originales. A su vez, analizó la vigencia de la huelga de masas y de la acción directa -contra las tendencias parlamentaristas con que se adapta la centroizquierda y las burocracias al Estado burgués- hoy frente a los desafíos del movimiento obrero.

https://www.youtube.com/watch?v=NTIs_9iV_zs

La vigencia de la huelga de masas y su actualidad en el movimiento obrero

La mesa del movimiento obrero tuvo como eje central de su discusión la vigencia de la huelga de masas como método de intervención de la clase obrera organizada. Pirilo planteó la necesidad de la "más amplia unidad contra Milei" desde la izquierda al peronismo. Torres centró su intervención en la lucha cotidiana de los aceiteros y la defensa del derecho a huelga, hoy amenazado por la resolución impulsada por Milei que busca terminar con  derecho a huelga.

Néstor Pitrola, por su parte, defendió la plena vigencia de la huelga de masas como herramienta de la clase obrera en la lucha por la construcción de una dirección política revolucionaria, conjugando reivindicaciones económicas y políticas. A su vez, analizó el escollo que es para el movimiento obrero el papel de la burocracia sindical jugada de lleno a garantizar la gobernabilidad de Milei, siendo un factor de freno permanente para cualquier iniciativa obrera. Frente al desafío de enfrentar una brutal ofensiva patronal  y ante una crisis que se agrava, con mayores niveles de desempleo y carestía, reivindicó los procesos de lucha de Morvillo, el Garrahan y el SUTNA en la actualidad, al mismo tiempo que reivindicó la experiencia del Polo Obrero y el movimiento piquetero como una respuesta de los explotados para luchar y organizar a los sectores que el sistema expulsa y coloca como un ejército de reserva de manera estructural. Frente a la ofensiva patronal y gubernamental llevada adelante contra el movimiento obrero, llamó a reforzar la convocatoria a un Plenario Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados.

https://www.youtube.com/watch?v=oB6aKFm0r4E

Socialismo o barbarie

La reedición de este clásico del marxismo, como así también de la organización de las Jornadas de Debate no es casual. Mientras la competencia  imperialista entre las potencias acentúa la tendencia a la guerra, los distintos estados capitalistas llevan adelante ofensivas brutales sobre la clase obrera. 

La necesidad de discutir una intervención organizada y consciente de la clase obrera se convierte hoy más que nunca en una tarea fundamental en defensa de la humanidad, que o se dirige al socialismo, o a la mayor de las barbaries y miserias bajo la dirección del imperialismo.

La huelga de masas, como un método histórico de la clase obrera se convierte en una herramienta fundamental de lucha contra la reacción, y también contra la traición de las  direcciones obreras burocratizadas y cooptadas por el estado a nivel mundial.

La recuperación y relectura de una figura de la altura de Rosa Luxemburgo a la luz de los desafíos de hoy,  es un gran aporte en la búsqueda de la puesta en pie de una dirección revolucionaria de la clase obrera. Lejos de contraponerse al camino de la organización de los revolucionarios, cabe recordar que Rosa fue una de las principales plumas frente al oportunismo y el reformismo, al punto de ser asesinada por la propia socialdemocracia alemana en el gobierno. 

¡Rosa es nuestra!

El pasado fin de semana tuvieron lugar las jornadas de debate conjuntas entre la revista En Defensa del Marxismo y la Fundación Rosa Luxemburgo. 

Las mismas consistieron en la presentación del libro “Huelga de masas, partido y sindicatos” -publicado por la revolucionaria polaca en 1906, y reeditado por la editorial Panorama el año pasado- el día viernes en la sede de la Fundación, en un panel conformado por Vanina Biasi, Pablo Heller, Claudia Korol y Hernán Ouviña. El sábado, en la facultad de Ciencias Sociales se realizó un taller en el marco de la Escuela Rosa Luxemburgo, coordinada por Hernán Ouviña, junto con Rafael Santos y María Pelle. Culminó por la tarde, con una Mesa Debate sobre la vigencia de la Huelga de Masas en el movimiento obrero con Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero y la Coordinadora Sindical Clasista,  Victorio Pirillo secretario General del Sindicato Municipal de Vicente López y Cristian Torres, delegado de Molinos Cañuelas, del Sindicato Aceitero.

El partido, las masas y la dirección

El eje central del debate giró en torno al papel del Partido y la iniciativa de las masas. Cabe destacar que Rosa Luxemburgo es sin lugar a dudas una mujer de Partido. Participó de la fundación de la Socialdemocracia Polaca, luego emigró a Alemania para convertirse rápidamente en dirigente de la Socialdemocracia alemana. Posteriormente, será fundadora del Partido Comunista alemán. Quienes buscan contraponer a Rosa Luxemburgo con la construcción de partidos no pasarán la prueba de la historia. 

El contrapunto con Lenin, existente, sobre la idea de un partido «ultra centralizado» que Rosa le endilga en textos posteriores a la ruptura entre bolcheviques y mencheviques, no significa que esta sea reacia a la construcción de partidos. La historia se ocupó de saldar de la manera más dramática este debate: con la construcción tardía del Partido Comunista alemán a finales de 1918, y la revolución fallida de la revolución alemana y su asesinato en 1919.

Como expresaron tanto Vanina Biasi, como Pablo Heller, en sus exposiciones, ni Rosa Luxemburgo se opone a la construcción de partidos, ni Lenin niega la importancia de los elementos e iniciativas espontáneas de las masas, sino que son dos factores que se combinan y conjugan dialécticamente en cualquier proceso revolucionario. Mientras Lenin debía poner en pie una organización revolucionaria sólida para enfrentar la opresión del absolutismo zarista en los márgenes de la clandestinidad, Rosa se enfrentaba frente a la creciente adaptación del partido socialdemócrata alemán al estado burgués y el parlamentarismo, como así también a una creciente burocratización de los sindicatos. Es a partir de ese problema concreto, y de la experiencia de la revolución rusa de 1905, que ella verá la iniciativa de las masas, como un factor de presión sobre la dirección de una socialdemocracia cada vez más adaptada. Esta acción, insistirá, no será el resultado de la irrupción de una auto realización espontánea de la conciencia, sino la expresión de la experiencia política acumulada de las masas a partir de una agitación política previa, que en situaciones determinadas, se convierte en explosivas y revolucionarias. En su lucha interna contra el ala oportunista, este recurso era visto por la revolucionaria polaca no solo como una herramienta de las masas en su lucha revolucionaria, sino también y sobre todo, como una forma de luchar por imponer una  dirección revolucionaria del propio Partido.  Ambos oradores destacaron la defensa incondicional de Rosa Luxemburgo al proceso revolucionario ruso, desmintiendo a quienes quieren oponer un «luxemburguismo democrático» al «bolchevismo autoritario».

En su intervención, Hernán Ouviña (autor del libro “Rosa Luxemburgo y la reinvención de la política”) hizo un recorrido general de la trayectoria de la revolucionaria y su lucha contra el oportunismo. Como así también, sus numerosos aportes en el terreno de la investigación económica, como por ejemplo, “La Acumulación del Capital”, publicado en 1913. Destacó como Rosa se anticipó incluso a Lenin no solo en su lucha contra Kautsky, sino en un estudio profundo sobre el Imperialismo, antecediendo a la célebre obra del revolucionario ruso, publicada en 1916, (“Imperialismo, fase superior del capitalismo”), quien hará comentarios críticos sobre el aporte de Luxemburgo. En el debate posterior expresó, que aunque los Partidos se han mostrado útiles frente a determinados procesos revolucionarios, esta no ha sido la única forma en la que las masas han encontrado canales de organización. Korol, por su parte, destacó su lucha interna en la Socialdemocracia, al mismo tiempo que comparó el mecanismo clandestino de su asesinato y  la función disciplinadora de las fuerzas de choque alemanas, con la dictadura militar en la Argentina, desarrollando el punto común de la lucha por la memoria militante. A su vez, retomando aspectos de la intervención de Biasi, desarrolló como se negó a limitarse a intervenir y elaborar sobre los aspectos de la mujer, aunque sin renunciar a la lucha política por la dirección del movimiento de mujeres bajo la dirección de Clara Zetkin en el PSD, valorando su papel en la elaboración del conjunto de los problemas teóricos y políticos de la Socialdemocracia. 

Además, al calor del genocidio palestino, reflexionó sobre su defensa férrea del internacionalismo tanto en su lucha contra la primera guerra mundial, como en su denuncia sobre la aprobación de los créditos de guerra por parte del PSD. A su vez, sobre este mismo punto destacó su posición en cuanto a su planteo en cuanto a la cuestión polaca, priorizando la lucha común del proletariado de todo el imperio ruso, frente a la lucha por la independencia polaca, algo que Lenin contestara polémicamente, defendiendo el derecho a la autodeterminación de los pueblos.

El debate sobre la necesidad del Partido fue el eje central de esta primera Jornada (ver videos y notas en “En Defensa del Marxismo” del domingo 8/6/25) 

Los ejes del debate de la charla de la presentación del libro, tuvieron su continuidad en el taller  del día posterior. Coordinado por Rafael Santos, Hernán Ouviña y Maria Pelle, más de 50 asistentes, sobre todo jóvenes,  se organizaron en comisiones para discutir sus ejes centrales. Allí, mientras Ouviña retomó aspectos de la presentación del día anterior, y le dio un marco más general a la trayectoria de Rosa Luxemburgo, María Pelle, retomó los elementos particulares que tomó su lucha contra el viraje oportunista de la  Socialdemocracia, al mismo tiempo que desarrolló su confluencia en los aspectos centrales con Lenin y Trotsky, destacando sobre todo su reivindicación de la teoría de la revolución permanente de manera temprana. Santos, por su parte, defendió la ortodoxia de Rosa Luxemburgo, frente a las etiquetas de heterodoxia que le quieren endilgar, planteando que sus aportes teóricos se hicieron sobre la base de defender las bases del marxismo frente a las tergiversaciones, lógicamente, con sus ricos aportes originales. A su vez, analizó la vigencia de la huelga de masas y de la acción directa -contra las tendencias parlamentaristas con que se adapta la centroizquierda y las burocracias al Estado burgués- hoy frente a los desafíos del movimiento obrero.

La vigencia de la huelga de masas y su actualidad en el movimiento obrero

La mesa del movimiento obrero tuvo como eje central de su discusión la vigencia de la huelga de masas como método de intervención de la clase obrera organizada. Pirilo planteó la necesidad de la «más amplia unidad contra Milei» desde la izquierda al peronismo. Torres centró su intervención en la lucha cotidiana de los aceiteros y la defensa del derecho a huelga, hoy amenazado por la resolución impulsada por Milei que busca terminar con  derecho a huelga.

Néstor Pitrola, por su parte, defendió la plena vigencia de la huelga de masas como herramienta de la clase obrera en la lucha por la construcción de una dirección política revolucionaria, conjugando reivindicaciones económicas y políticas. A su vez, analizó el escollo que es para el movimiento obrero el papel de la burocracia sindical jugada de lleno a garantizar la gobernabilidad de Milei, siendo un factor de freno permanente para cualquier iniciativa obrera. Frente al desafío de enfrentar una brutal ofensiva patronal  y ante una crisis que se agrava, con mayores niveles de desempleo y carestía, reivindicó los procesos de lucha de Morvillo, el Garrahan y el SUTNA en la actualidad, al mismo tiempo que reivindicó la experiencia del Polo Obrero y el movimiento piquetero como una respuesta de los explotados para luchar y organizar a los sectores que el sistema expulsa y coloca como un ejército de reserva de manera estructural. Frente a la ofensiva patronal y gubernamental llevada adelante contra el movimiento obrero, llamó a reforzar la convocatoria a un Plenario Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados.

Socialismo o barbarie

La reedición de este clásico del marxismo, como así también de la organización de las Jornadas de Debate no es casual. Mientras la competencia  imperialista entre las potencias acentúa la tendencia a la guerra, los distintos estados capitalistas llevan adelante ofensivas brutales sobre la clase obrera. 

La necesidad de discutir una intervención organizada y consciente de la clase obrera se convierte hoy más que nunca en una tarea fundamental en defensa de la humanidad, que o se dirige al socialismo, o a la mayor de las barbaries y miserias bajo la dirección del imperialismo.

La huelga de masas, como un método histórico de la clase obrera se convierte en una herramienta fundamental de lucha contra la reacción, y también contra la traición de las  direcciones obreras burocratizadas y cooptadas por el estado a nivel mundial.

La recuperación y relectura de una figura de la altura de Rosa Luxemburgo a la luz de los desafíos de hoy,  es un gran aporte en la búsqueda de la puesta en pie de una dirección revolucionaria de la clase obrera. Lejos de contraponerse al camino de la organización de los revolucionarios, cabe recordar que Rosa fue una de las principales plumas frente al oportunismo y el reformismo, al punto de ser asesinada por la propia socialdemocracia alemana en el gobierno. 

¡Rosa es nuestra!

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