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“Rosa Luxemburgo, Lenin y Trotsky ocupaban una misma trinchera”

“Rosa Luxemburgo, Lenin y Trotsky ocupaban una misma trinchera”

Transcripción de las partes salientes de la intervención de Pablo Heller en la Jornada de presentación conjunta de la revista En Defensa del Marxismo y la Fundación Rosa Luxemburgo, del libro “Huelga de Masas, Partido y Sindicatos”, realizada en la sede de la Fundación, el viernes 30 de junio.

Quería en primer lugar agradecer a la Fundación por coorganizar este evento. Cuando tuvimos oportunidad de realizar un debate sobre la revolución de octubre (en el cual yo formé parte), quedamos con la idea de que en algún momento teníamos que organizar un nuevo debate. Finalmente, editamos este libro de Rosa Luxemburgo y nos pusimos de acuerdo de que era una oportunidad para organizar una actividad común entre la Fundación y la revista en Defensa del Marxismo.

No tiene que ser el último. 

En segundo lugar, para ir al grano de lo que tenemos que ver: este libro es un alegato brutal contra los dirigentes de la socialdemocracia alemana.Les quiero señalar algo. Rosa Luxemburgo, como acá se dijo, al estar sumergida en la vida del Partido dentro de Alemania, fue la primera que denunció el giro derechista que se venía produciendo en la dirección del Partido Socialdemócrata. 

Una anécdota: cuando Lenin recibió la noticia de que la socialdemocracia alemana había votado los créditos de guerra, apoyando el curso a la guerra, no lo podía creer. Dijo “fake news”(lo que ahora se llama una “noticia” falsa), mira como trabajan los “servicios” dando noticias falsas. No le entraba en la cabeza que la socialdemocracia alemana, que era el punto de referencia de la Segunda Internacional, llegase a ese extremo de capitulación. 

Tratando de ir a la parte más polémica que tendríamos que reflexionar. Algunos han tratado de utilizar los textos de Rosa Luxemburgo, incluso algunos llamándose “luxemburguistas”, para tergiversarla y colocar, que su posición no solamente era un alegato contra la socialdemocracia, sino que es un alegato también contra Lenin, colocando a Luxemburgo como hostil y rival del bolchevismo.

Lo primero que quiero señalar es que si ustedes leen con detenimiento el texto -y en general todo lo que corresponde a Rosa Luxemburgo-ésta plantea exactamente lo contrario. Anticipó en muchos casos la lucha que después libraron en común. SI: los bolcheviques, Rosa Luxemburgo y Lenin, están en la misma trinchera. 

Como ocurre ahora, la gran divisoria de aguas estaba dada por la guerra imperialista en desarrollo. Y se producía una división entre aquellos que defienden un principio internacionalista, que eran los que denunciaban la marcha hacia la guerra imperialista y llamaban a los pueblos a que no se sometan a las burguesías guerreristas. A que no sean arrastrados como carne de cañón, a una carnicería entre los diferentes pueblos y a transformar la guerra imperialista en guerra civil y derribar a las burguesías. No es lo que ocurrió. Lenin y Rosa Luxemburgo en este plano se colocan en un mismo terreno.

También están en la misma trinchera en lo que hace de defender la acción directa y la huelga de masas frente a una tendencia de tipo parlamentarista.

Esa lucha la libran en forma implacable. Lenin contra su propio partido internamente, que después se va a traducir en la corriente que se va a llamar menchevique, y Rosa Luxemburgo la libra tempranamente contra los propios dirigentes demócratas. Tenemos a Lenin, y agreguemos también a Trotsky, en la misma trinchera. Entonces, cuando hay que abordar el tipo de debate que había, tenemos que partir de este contexto.

En segundo lugar, es importante en el debate, no llegar a una simplificación cargando las tintas, en las diferencias, sobre la oposición entre espontaneidad y organización revolucionaria. Considerando que Rosa Luxemburgo solamente defendía o reivindicaba la espontaneidad, versus supuestamente a Lenin, que reivindicaba la construcción de partidos.

Esto se hace deliberadamente, planteando en forma erróneamente unilateral tanto a Luxemburgo, como a Lenin. En el año 21,cuando Lenin escribe “El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo”, dice: No me vengan a correr con simplificaciones. “La historia en general y de las revoluciones en particular, es siempre más rica de contenido, más variada, de formas y aspectos, más viva y más astuta de lo que imaginan los mejores partidos, la vanguardia más consciente de las clases más avanzadas.” Es decir, son procesos de características complejas que deben ser analizados como tales. 

Lenin no negaba la espontaneidad, no negaba la importancia de la fuerza creativa que tenían las masas al ponerse en acción.Del mismo modo, del otro lado, Rosa Luxemburgo, no negaba la necesidad de partidos como algunos interesadamente han tratado de colocarla como un portavoz de tipo anti partido.

Como se señaló, Rosa fue una mujer de Partido toda la vida. Pero habría que señalar más: también en lo que pueda haber de controversia o de polémica. Es importante no ver la foto, sino ver la película. Es muy importante. Ahora conocemos la película, y su final y podemos ver cómo terminó todo. Ella planteando la conversión del grupo Espartaco y de toda lo que ella formaba parte a la fundación del Partido Comunista y la integración a la Tercera Internacional, cosa sobre las que había debates previos. Es importante tenerlo presente para poder ver las características de Rosa Luxemburgo y que y como reflexionó sobre diferentes problemas.

Disculpen, planteo esto para no quedarme corto con tergiversar las patrañas para tratar de indicarle a Rosa Luxemburgo ciertas observaciones que la opongan a Lenin, Trotsky y compañía. 

Ahora bien, dicho esto, existieron diferencias entre ellos, pero hay que colocarlas en este contexto. Lenin reivindicaba la espontaneidad incluso como factor importante en muchos casos para oponerse al conservadurismo y la política de anquilosamiento por parte de direcciones sindicales burocráticas, como instrumento para darle un empuje a los procesos de lucha y revolucionarios. Pero al mismo tiempo lo que Lenin advertía, a diferencia de Rosa Luxemburgo, eran también los límites que tenía ese “espontaneísmo”.

Lenin va a señalar que era tremendamente importante la fuerza creativa de las masas. Pero la capacidad de las propias masas -tomada la clase obrera como totalidad-, para superar por sí solas los obstáculos que se le presentan para la lucha revolucionaria, tenía límites. Trotsky incluso lo comprendió después porque tenía una posición más ambigua sobre el problema.

La lucha por la construcción de partidos es crucial, sin lo cual está en cuestionamiento la posibilidad de poder avanzar hacia el triunfo de la revolución. La clase obrera como tal, liberada a su espontaneidad, decía Lenin, va a llegar a una conciencia de tipo exclusivamente “tradeunionista,” o sea, de tipo sindical. Hace falta una interacción con un partido y una diferenciación de una vanguardia. 

La clase obrera como tal e inclusive la vanguardia, no es homogénea. La clase obrera como un todo está atravesada por diferentes tendencias, y no lo digo yo, sino que Marx en su obra fundacional “El Manifiesto Comunista“, plantea esta cuestión. 

Habla de que la clase obrera está recorrido por un montón de tendencias y que una de ellas es la comunista, No decía “somos la única tendencia de la clase obrera”. Lo que diferencia a los comunistas es que entienden que la lucha por los intereses inmediatos, hay que unirla a la lucha por los intereses de conjunto históricos de la clase obrera.

La vanguardia tiene características también heterogéneas: está compuesta por tendencias y la lucha política entre las tendencias, es fundamental para poder llevar la lucha a un desenlace victorioso. Esta lucha, que en muchos sentidos hay que reivindicar y que tiene carácter muchas veces explosiva, no está dictada desde un escritorio, sino en el terreno de la propia lucha de clases 

Vamos al fondo del problema y vamos a tocar un tema fundamental, que es la exaltación que hacen grupos antileninistas, algunos pseudo “luxemburgués” de la llamada “autoorganización”.

La autoorganización, sin embargo, también es limitada, porque hay que ver de qué forma y en qué consiste la organización de los trabajadores.Se plantea el culto a los soviets, que serían el mecanismo de autoorganización. Y es evidente que es tremendamente importante la constitución de consejos obreros, la organización autónoma de los trabajadores.Pero la experiencia demostró la importancia que en los soviets hubiera existido una lucha interna de tendencias en su seno.

Lejos de cancelar el problema de la lucha política y la lucha entre partidos, la existencia de mecanismos de autoorganización plantea más que nunca la necesidad y lucha de los partidos. Lenin lleva adelante esta lucha en forma tenaz e insistirá en la necesidad de un partido revolucionario. Trotsky lleva esta conclusión hasta sus últimas consecuencias y dirá que si no hubiera estado Lenin y su Partido, los soviets se hubieran disipado. Y en vez de conducir al poder, se habrían transformado en un instrumento de colaboración de clases. Hubieran terminado en una política de adaptación al sistema capitalista, y se hubiera dado paso a la contrarrevolución.

No tengo tiempo para leer algunas cosas de Trotsky que había preparado. El tema lo obsesionaba. Me tomé el trabajo de buscar un texto, escrito días antes de su asesinato, donde Trotsky vuelve sobre el problema del Partido y no solamente del partido, sino de la dirección. Y entonces dice: que no hay que hacer un fetiche del partido, pero tampoco de la espontaneidad de las masas. Reflexionando sobre el problema, dice:hay veces que las masas están a la izquierda del partido y el partido está a la izquierda de la dirección. Pero En ciertos momentos es la vanguardia la que está a la izquierda y hay una actitud de apatía de las masas. Más aún, él que después fue expulsado por la burocracia stalinista de la URSS, decía: yo no voy a hacer una glorificación simplificada de las masas. Esos mismos trabajadores que nos llevaron a la revolución son los que permitieron que suba la burocracia. Si no salieron a enfrentarla eso significaba que la propia clase obrera había sufrido derrotas. 

No hay que hacer una exaltación unilateral de las clases explotadas, como tampoco hay que hacer un fetiche del Partido. Pero lo que es una infamia, y lo coloco acá en el debate, es que se diga que el partido leninista, ellos es el padre de la criatura del estalinismo. Para pasar el contrabando de “mira adónde conduce a la construcción de partidos”, acusando a éstos de la degeneración que sufrió el bolchevismo.Cuando en realidad el Partido Bolchevique fue liquidado, destruido, exterminado. 

Por último, la actualidad del libro. Es un faro iluminador. La actualidad por el tema de la guerra, la actualidad por el tema de qué es lo que hay que privilegiar: la acción directa o la acción parlamentaria. Promover la tendencia estratégica por la revolución social o crecer insertándose o a la sombra del orden existente. Porque, en la actualidad, hay profundas tendencias de tipo electoralistas y parlamentarias. Es un debate instalado también en el FIT, en el Frente de Izquierda.

Por eso, culminó con un ¡Viva Rosa Luxemburgo!, ¡Viva los bolcheviques!, ¡Viva la Revolución de Octubre!. Y termino con una frase de Trotsky donde dice: Rosa Luxemburgo es nuestra, no quieran apropiársela.

Es nuestra, es nuestra.

https://www.youtube.com/watch?v=NTIs_9iV_zs

Transcripción de las partes salientes de la intervención de Pablo Heller en la Jornada de presentación conjunta de la revista En Defensa del Marxismo y la Fundación Rosa Luxemburgo, del libro “Huelga de Masas, Partido y Sindicatos”, realizada en la sede de la Fundación, el viernes 30 de junio.

Quería en primer lugar agradecer a la Fundación por coorganizar este evento. Cuando tuvimos oportunidad de realizar un debate sobre la revolución de octubre (en el cual yo formé parte), quedamos con la idea de que en algún momento teníamos que organizar un nuevo debate. Finalmente, editamos este libro de Rosa Luxemburgo y nos pusimos de acuerdo de que era una oportunidad para organizar una actividad común entre la Fundación y la revista en Defensa del Marxismo.

No tiene que ser el último. 

En segundo lugar, para ir al grano de lo que tenemos que ver: este libro es un alegato brutal contra los dirigentes de la socialdemocracia alemana.Les quiero señalar algo. Rosa Luxemburgo, como acá se dijo, al estar sumergida en la vida del Partido dentro de Alemania, fue la primera que denunció el giro derechista que se venía produciendo en la dirección del Partido Socialdemócrata. 

Una anécdota: cuando Lenin recibió la noticia de que la socialdemocracia alemana había votado los créditos de guerra, apoyando el curso a la guerra, no lo podía creer. Dijo “fake news”(lo que ahora se llama una “noticia” falsa), mira como trabajan los “servicios” dando noticias falsas. No le entraba en la cabeza que la socialdemocracia alemana, que era el punto de referencia de la Segunda Internacional, llegase a ese extremo de capitulación. 

Tratando de ir a la parte más polémica que tendríamos que reflexionar. Algunos han tratado de utilizar los textos de Rosa Luxemburgo, incluso algunos llamándose “luxemburguistas”, para tergiversarla y colocar, que su posición no solamente era un alegato contra la socialdemocracia, sino que es un alegato también contra Lenin, colocando a Luxemburgo como hostil y rival del bolchevismo.

Lo primero que quiero señalar es que si ustedes leen con detenimiento el texto -y en general todo lo que corresponde a Rosa Luxemburgo-ésta plantea exactamente lo contrario. Anticipó en muchos casos la lucha que después libraron en común. SI: los bolcheviques, Rosa Luxemburgo y Lenin, están en la misma trinchera. 

Como ocurre ahora, la gran divisoria de aguas estaba dada por la guerra imperialista en desarrollo. Y se producía una división entre aquellos que defienden un principio internacionalista, que eran los que denunciaban la marcha hacia la guerra imperialista y llamaban a los pueblos a que no se sometan a las burguesías guerreristas. A que no sean arrastrados como carne de cañón, a una carnicería entre los diferentes pueblos y a transformar la guerra imperialista en guerra civil y derribar a las burguesías. No es lo que ocurrió. Lenin y Rosa Luxemburgo en este plano se colocan en un mismo terreno.

También están en la misma trinchera en lo que hace de defender la acción directa y la huelga de masas frente a una tendencia de tipo parlamentarista.

Esa lucha la libran en forma implacable. Lenin contra su propio partido internamente, que después se va a traducir en la corriente que se va a llamar menchevique, y Rosa Luxemburgo la libra tempranamente contra los propios dirigentes demócratas. Tenemos a Lenin, y agreguemos también a Trotsky, en la misma trinchera. Entonces, cuando hay que abordar el tipo de debate que había, tenemos que partir de este contexto.

En segundo lugar, es importante en el debate, no llegar a una simplificación cargando las tintas, en las diferencias, sobre la oposición entre espontaneidad y organización revolucionaria. Considerando que Rosa Luxemburgo solamente defendía o reivindicaba la espontaneidad, versus supuestamente a Lenin, que reivindicaba la construcción de partidos.

Esto se hace deliberadamente, planteando en forma erróneamente unilateral tanto a Luxemburgo, como a Lenin. En el año 21,cuando Lenin escribe “El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo”, dice: No me vengan a correr con simplificaciones. “La historia en general y de las revoluciones en particular, es siempre más rica de contenido, más variada, de formas y aspectos, más viva y más astuta de lo que imaginan los mejores partidos, la vanguardia más consciente de las clases más avanzadas.” Es decir, son procesos de características complejas que deben ser analizados como tales. 

Lenin no negaba la espontaneidad, no negaba la importancia de la fuerza creativa que tenían las masas al ponerse en acción.Del mismo modo, del otro lado, Rosa Luxemburgo, no negaba la necesidad de partidos como algunos interesadamente han tratado de colocarla como un portavoz de tipo anti partido.

Como se señaló, Rosa fue una mujer de Partido toda la vida. Pero habría que señalar más: también en lo que pueda haber de controversia o de polémica. Es importante no ver la foto, sino ver la película. Es muy importante. Ahora conocemos la película, y su final y podemos ver cómo terminó todo. Ella planteando la conversión del grupo Espartaco y de toda lo que ella formaba parte a la fundación del Partido Comunista y la integración a la Tercera Internacional, cosa sobre las que había debates previos. Es importante tenerlo presente para poder ver las características de Rosa Luxemburgo y que y como reflexionó sobre diferentes problemas.

Disculpen, planteo esto para no quedarme corto con tergiversar las patrañas para tratar de indicarle a Rosa Luxemburgo ciertas observaciones que la opongan a Lenin, Trotsky y compañía. 

Ahora bien, dicho esto, existieron diferencias entre ellos, pero hay que colocarlas en este contexto. Lenin reivindicaba la espontaneidad incluso como factor importante en muchos casos para oponerse al conservadurismo y la política de anquilosamiento por parte de direcciones sindicales burocráticas, como instrumento para darle un empuje a los procesos de lucha y revolucionarios. Pero al mismo tiempo lo que Lenin advertía, a diferencia de Rosa Luxemburgo, eran también los límites que tenía ese “espontaneísmo”.

Lenin va a señalar que era tremendamente importante la fuerza creativa de las masas. Pero la capacidad de las propias masas -tomada la clase obrera como totalidad-, para superar por sí solas los obstáculos que se le presentan para la lucha revolucionaria, tenía límites. Trotsky incluso lo comprendió después porque tenía una posición más ambigua sobre el problema.

La lucha por la construcción de partidos es crucial, sin lo cual está en cuestionamiento la posibilidad de poder avanzar hacia el triunfo de la revolución. La clase obrera como tal, liberada a su espontaneidad, decía Lenin, va a llegar a una conciencia de tipo exclusivamente “tradeunionista,” o sea, de tipo sindical. Hace falta una interacción con un partido y una diferenciación de una vanguardia. 

La clase obrera como tal e inclusive la vanguardia, no es homogénea. La clase obrera como un todo está atravesada por diferentes tendencias, y no lo digo yo, sino que Marx en su obra fundacional “El Manifiesto Comunista“, plantea esta cuestión. 

Habla de que la clase obrera está recorrido por un montón de tendencias y que una de ellas es la comunista, No decía “somos la única tendencia de la clase obrera”. Lo que diferencia a los comunistas es que entienden que la lucha por los intereses inmediatos, hay que unirla a la lucha por los intereses de conjunto históricos de la clase obrera.

La vanguardia tiene características también heterogéneas: está compuesta por tendencias y la lucha política entre las tendencias, es fundamental para poder llevar la lucha a un desenlace victorioso. Esta lucha, que en muchos sentidos hay que reivindicar y que tiene carácter muchas veces explosiva, no está dictada desde un escritorio, sino en el terreno de la propia lucha de clases 

Vamos al fondo del problema y vamos a tocar un tema fundamental, que es la exaltación que hacen grupos antileninistas, algunos pseudo “luxemburgués” de la llamada “autoorganización”.

La autoorganización, sin embargo, también es limitada, porque hay que ver de qué forma y en qué consiste la organización de los trabajadores.Se plantea el culto a los soviets, que serían el mecanismo de autoorganización. Y es evidente que es tremendamente importante la constitución de consejos obreros, la organización autónoma de los trabajadores.Pero la experiencia demostró la importancia que en los soviets hubiera existido una lucha interna de tendencias en su seno.

Lejos de cancelar el problema de la lucha política y la lucha entre partidos, la existencia de mecanismos de autoorganización plantea más que nunca la necesidad y lucha de los partidos. Lenin lleva adelante esta lucha en forma tenaz e insistirá en la necesidad de un partido revolucionario. Trotsky lleva esta conclusión hasta sus últimas consecuencias y dirá que si no hubiera estado Lenin y su Partido, los soviets se hubieran disipado. Y en vez de conducir al poder, se habrían transformado en un instrumento de colaboración de clases. Hubieran terminado en una política de adaptación al sistema capitalista, y se hubiera dado paso a la contrarrevolución.

No tengo tiempo para leer algunas cosas de Trotsky que había preparado. El tema lo obsesionaba. Me tomé el trabajo de buscar un texto, escrito días antes de su asesinato, donde Trotsky vuelve sobre el problema del Partido y no solamente del partido, sino de la dirección. Y entonces dice: que no hay que hacer un fetiche del partido, pero tampoco de la espontaneidad de las masas. Reflexionando sobre el problema, dice:hay veces que las masas están a la izquierda del partido y el partido está a la izquierda de la dirección. Pero En ciertos momentos es la vanguardia la que está a la izquierda y hay una actitud de apatía de las masas. Más aún, él que después fue expulsado por la burocracia stalinista de la URSS, decía: yo no voy a hacer una glorificación simplificada de las masas. Esos mismos trabajadores que nos llevaron a la revolución son los que permitieron que suba la burocracia. Si no salieron a enfrentarla eso significaba que la propia clase obrera había sufrido derrotas. 

No hay que hacer una exaltación unilateral de las clases explotadas, como tampoco hay que hacer un fetiche del Partido. Pero lo que es una infamia, y lo coloco acá en el debate, es que se diga que el partido leninista, ellos es el padre de la criatura del estalinismo. Para pasar el contrabando de “mira adónde conduce a la construcción de partidos”, acusando a éstos de la degeneración que sufrió el bolchevismo.Cuando en realidad el Partido Bolchevique fue liquidado, destruido, exterminado. 

Por último, la actualidad del libro. Es un faro iluminador. La actualidad por el tema de la guerra, la actualidad por el tema de qué es lo que hay que privilegiar: la acción directa o la acción parlamentaria. Promover la tendencia estratégica por la revolución social o crecer insertándose o a la sombra del orden existente. Porque, en la actualidad, hay profundas tendencias de tipo electoralistas y parlamentarias. Es un debate instalado también en el FIT, en el Frente de Izquierda.

Por eso, culminó con un ¡Viva Rosa Luxemburgo!, ¡Viva los bolcheviques!, ¡Viva la Revolución de Octubre!. Y termino con una frase de Trotsky donde dice: Rosa Luxemburgo es nuestra, no quieran apropiársela.

Es nuestra, es nuestra.

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