De acuerdo a los datos de la Dirección de Estadísticas e Información de la Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación, en la Argentina la natalidad viene descendiendo desde 2014: mientras que en ese año se registraron 777.012 nacimientos, en 2023 fueron 460.902. Es una tendencia que se replica en América Latina –y que ya se dio en Europa–, pero que en Argentina se registra de manera más acelerada que en países vecinos.
Desde una perspectiva más amplia en el mundo hace décadas viene cayendo la tasa de fertilidad -de 5 hijos por mujer en 1950 a 2,25 hijos en 2024.1División de Población de las Naciones unidas: https://population.un.org/wpp/
¿Estamos en peligro?
Tomando de forma alarmista estos datos, sectores derechistas y oscurantistas a nivel global quieren instalar la preocupación por un “inminente colapso demográfico” y, colocar a los movimientos de lucha de las mujeres y sus derechos conquistados como las “culpables” de un futuro “despoblamiento” del planeta. No sería la primera vez en la historia que quieren culpar a las mujeres por los males que aquejan a la sociedad y los “peligros” futuros: buscan instalar una nueva caza de brujas, en la cual o casualidad se encuentra presente otra vez la Iglesia.
Milei, desde la Cámara de Comercio de Estados Unidos declaró: “ahora se están dando cuenta que se les pasó la mano en atacar a la familia, atacar a las dos vidas y ahora lo estamos pagando con caídas en la tasa de natalidad. Ahora el miedo es que el mundo se quede sin gente. Lo hubieran pensado antes, nos hubiéramos ahorrado bastantes asesinatos en el vientre de las madres”. Mientras, el Rector de la Universidad Católica Argentina (UCA) se despachó en el Senado de la Nación, declarando contra la inserción social de las mujeres, especialmente en el ámbito laboral, sosteniendo que deben regresar a sus “funciones naturales” como ser madre, cuidar a la familia y cargar con el conjunto de las tareas del hogar.
A nivel internacional como se señaló en Prensa Obrera se cuentan otros ejemplos como el vicepresidente estadounidense, JD Vance, quien en campaña durante 2024 atacó públicamente a las mujeres que deciden no ser madres, o el mismo año, el magnate empresario Elon Musk, generó declaraciones en X tales como «tener hijos es salvar el mundo«, indicando la preocupación que les genera.
Pero al detenernos a realizar un primer análisis de las estadísticas nos encontramos que lejos de “correr riesgo el mundo”, somos más de 8.000 millones de personas en la actualidad y con el promedio de vida en aumento, la población humana nunca ha sido tan alta. El crecimiento de la población mundial se ha duplicado con creces en el plazo de medio siglo y las proyecciones de la población mundial para 2050 la sitúan en un aumento que la llevaría entre 8.900 millones y más de 10.000 millones. A la vez la tasa de fecundidad mundial continúa por encima de los 2,1 nacimientos por mujer (lo que se considera el “nivel de reemplazo” de la población existente).2Fondo Monetario Internacional: https://www.imf.org/es/Publications/fandd/issues/2025/06/the-debate-over-falling-fertility-david-bloom#:~:text=Esto%20tambi%C3%A9n%20puede%20tener%20consecuencias,necesariamente%20la%20pol%C3%ADtica%20del%20FMI.
¿Por qué baja la natalidad?
Sacando esas visiones “alarmistas” e interesadas detrás de una política reaccionaria y oscurantistas en particular contra las mujeres; no deja de ser un tema de debate y análisis los motivos de la baja en la natalidad, en la cual hay diversos factores que influyen en esta tendencia.
En la Argentina un dato relevante es que la tasa de fecundidad adolescente (cantidad de nacimientos por cada mil mujeres de entre 10 y 19 años) viene descendiendo desde 2011, de acuerdo con la información del Ministerio de Salud de la Nación. En 2023, la tasa de fecundidad adolescente fue de 11,5, un 64% menor en relación con el año 2005 y se redujo más que la fecundidad general (46,1%).
Un dato que marca como el movimiento de mujeres y su lucha por la ESI, por el acceso al aborto legal y que no siga siendo clandestino, por una maternidad deseada y la consigna “niñas no madres” contra el abuso y la imposición de la maternidad a las mujeres desde incluso su infancia, marcaron un cuadro donde hubo una disminución del 60% de la tasa de embarazo adolescente.
Asimismo, hay otras situaciones que están influyendo en la baja natalidad. El informe «Estado de la Población Mundial 2025» del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) asegura que “millones de personas no pueden tener la cantidad de hijos que desean, pero no porque rechacen la paternidad; las barreras económicas y sociales se lo impiden”: más de la mitad de las personas encuestadas indican que los problemas económicos son una barrera para tener tantos hijos o hijas como desean, el 40% de las personas encuestadas mayores de 50 años afirma no haber tenido el número de hijos que deseaba, y uno de cada 5 mencionó que el miedo a lo que pueda deparar el futuro (como el cambio climático, la degradación del medio ambiente, las guerras y las pandemias) había provocado o iba a provocar que tuvieran menos hijos de los deseados.3Ver: https://www.unfpa.org/es/swp2025
El análisis del Fondo de Población de las Naciones Unidas resalta que en la Argentina, el 41% de las empresas no ofrece flexibilidad horaria para asistir a controles médicos durante el embarazo; 8 de cada 10 mujeres sostienen que es difícil sostener trabajo y lactancia; las madres dedican el doble de tiempo que los padres al cuidado de los hijos (8 horas contra menos de 5).
El sistema capitalista que históricamente busca someter a las mujeres y eliminar los derechos que conquistaron mediante la lucha para convertirlas en meras reproductoras y recluirlas al ámbito doméstico, como garante de una prolífica y disciplinada descendencia que pueda sostener las necesidades de reproducción del capital; es el mismo sistema que a su vez no garantiza las condiciones mínimas de existencia como el techo o la comida, que destruye las condiciones de vida con jornadas laborales extenuantes, y que en el marco de sus crisis, guerras, destrucción del medio ambiente, hambrunas y pandemias no da una perspectiva de futuro para tener hijos.“La maternidad será deseada o no será” como sostiene la consigna, pero a la vez muchas y muchos la desean, pero no cuentan con los recursos y posibilidades para poder desarrollarlas.
Como señalaba Vanina Biasi en 2020 en el marco de la lucha por la legalización del aborto: “Bajo el capitalismo no hay derecho a ser madres ni a no serlo. Lo que hay es una maternidad puesta al servicio de intereses enajenados. Una maternidad sin recursos, forzada, o una maternidad que es el fruto de otras carencias humanas, es la que se impulsa bajo este régimen social. La lucha por el aborto legal constituye otra cara de la misma lucha por el derecho a una maternidad plena, sin sufrimientos ni penurias sociales”.
Baja de natalidad y explotación
La baja natalidad además de ser usada como excusa para atacar a las mujeres y sus movimientos de lucha, es utilizada desde gobiernos y organismos internacionales como chivo expiatorio para explicar la crisis económica, para avanzar en una mayor flexibilidad y explotación laboral y aumentar la edad jubilatoria.
El FMI sostiene en uno de sus análisis: “hay quienes temen que se pueda frenar el progreso económico al reducirse el número de trabajadores, científicos e innovadores, lo que podría causar una escasez de nuevas ideas y estancamiento económico a largo plazo. Además, a medida que la población se contrae, tiende a crecer la proporción de personas mayores, lo que lastra a las economías y pone en peligro la sostenibilidad de las pensiones y de las redes de protección social.”4Fondo Monetario Internacional: Idem.
Milei repite como un loro –aunque de forma más bruta- los argumentos del FMI y sostiene que “cuando empieza a crecer la población les empiezan a aparecer problemas que antes no tenían. Eso se manifiesta en un cambio de precios relativos y deriva en progreso tecnológico. Es decir, que aparece el progreso tecnológico, impulsado por la demanda. Y por otro lado, las chances de que vos tengas a Mozart en una población de diez personas es mucho menor que si tuvieras una población de un millón.”5Ver: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/la-caida-de-la-natalidad-en-el-pais-nacen-260000-bebes-menos-por-ano-que-hace-una-decada-las-causas-nid25052024/
Lo cierto es que el desarrollo de los “Mozart”, de “innovadores” y científicos no depende necesariamente de la cantidad o la edad de su población sino de las condiciones materiales para poder desarrollarse. De continuar el vaciamiento del CONICET, del INTI y del financiamiento estatal al desarrollo científico y tecnológico y artístico ¿Realmente creen que se va a solucionar con más nacimientos? El propio informe del FMI señala que en “África y algunos países de ingreso bajo de otros continentes las tasas de fecundidad continúan en 4 hijos por mujer o por encima”, lo que no garantiza nada, por el contrario, muchos de esos países continúan teniendo un desarrollo científico y técnico menor debida a la dominación y saqueo imperialista que sufren desde hace siglos.
El FMI sostiene como parte de las “adaptaciones y reestructuraciones” a la baja de la natalidad y el aumento en la longevidad de las personas, el incremento de la productividad de los trabajadores activos, lo que se puede lograr entre otras medidas haciendo que “puedan trabajar de manera productiva mucho más allá de la edad tradicional de jubilación.”
Incluso Cristina Kirchner se hace eco de este pedido del FMI y sostuvo en un reciente discurso: “Vamos a tener menos trabajadores en actividad que puedan sostener el sistema previsional”, por lo que es necesario “aumentar la productividad para poder sostener a los mayores”.6Discurso de Cristina Kirchner en el Congreso Educativo Nacional “Imaginar y transformar”: https://www.youtube.com/watch?v=WkuBZW68ukM Entendida por todos ellos no por un incremento de la inversión en maquinas superiores, sino por un aumento de los ritmos de trabajo y la superexplotación.
Bajo esta premisa Cristina sostuvo en ese mismo discurso: “Necesitamos dualizar el secundario: un secundario para los que tengan continuidad universitaria y un secundario que prepare para el mundo del trabajo”, promoviendo la reforma de la escuela secundaria para adaptarla al “mundo del trabajo” y “aumentar la productividad” de los jóvenes y adolescentes. Es parte del objetivo de la reforma de la secundaria que ya se está aplicando en la Ciudad de Buenos Aires y que se anunció que la va a tomar el Consejo Federal de Educación para su aplicación en el conjunto de las provincias.
Estos argumentos no logran explicar por qué en un marco en el que el país está atravesando una situación conocida como “bono demográfico”, que implica una elevada proporción de la población en edad de trabajar frente a una población dependiente infantil que disminuye, y, una proporción de personas mayores aún no muy grande; el sistema jubilatorio esta vaciado con una parte importante de los adultos mayores sin poder acceder a la jubilación –a lo que se sumó recientemente la eliminación de la moratoria previsional- y, los que sí llegan a acceder a la jubilación son en su mayoría por la mínima, encontrándose por debajo de la línea de indigencia.
Gran parte de los adultos mayores no pueden acceder a la jubilación no por falta de “productividad”, sino por el “trabajo en negro” y la evasión de los aportes patronales con la complicidad del estado, el cual también precariza y contrata informalmente. La flexibilidad laboral y explotación de la clase trabajadora en nombre de la productividad, lejos de avanzar en un desarrollo productivo e industrial del país, viene acrecentando las ganancias capitalistas que se van del país a través de la fuga de capitales o el pago de la deuda externa. Para garantizar el cuidado y desarrollo tanto de las infancias como de los adultos mayores, se debe afectar y terminar con la explotación y lucro capitalista, en vez de buscar incrementarlo a costa de las condiciones de vida de la población.
Disparen contra la educación
A su vez, la baja en la natalidad se está utilizando como justificación para avanzar en un desfinanciamiento y ajuste en la educación.
En vez de destinarse recursos para resolver la demanda histórica de la falta de jardines maternales, presupuesto para la construcción de comedores escolares para que todos los niños puedan estudiar sin pasar hambre o garantizar que haya una menor cantidad de estudiantes por docente permitiendo un mejor acompañamiento y enseñanza de las infancias; se está avanzando por el contrario en el desfinanciamiento de la educación tanto a nivel nacional como en las provincias, utilizando como uno de los argumentos para aplicar la motosierra la baja en las matriculas escolares.
Clara Muzzio, la Vicejefa del gobierno de Macri en CABA, lo resumió de la siguiente manera en la red social X: “Es importante mirar las cosas como son. Hasta la fecha, no hay indicios de que la caída de la natalidad vaya a mejorar la educación, sino todo lo contrario (…) En los hechos, cuando cae la matrícula en las escuelas, su sustentabilidad se derrumba, generando cierres de establecimientos o fusiones entre dos o más escuelas para reducir costos y ocupar a los docentes que quedan al frente de aulas semivacías.”7Ver: https://x.com/claramuzzio/status/1945166087873814990
La educación deja de ser un derecho al cual el conjunto de la población debe tener garantizado el acceso y las condiciones necesarias para poder estudiar; y lo importante pasa a ser su “sustentabilidad” y la necesidad de “reducir costos”, rigiéndose por la lógica y leyes del mercado: como es la ley de la oferta y la demanda. Si cayó la demanda (matricula) hay que reducir la oferta, procediendo a -como ya está realizando el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires- cerrar salas y jardines, grados de primaria y cursos de secundaria. Una línea que debe enfrentarse con urgencia, porque van a tender a profundizar a medida que el impacto de la baja de natalidad se desarrolle.
Esta “reconversión” de la oferta, el gobierno de Macri también la utiliza en la reforma “Buenos Aires Aprende”, para cerrar masivamente cursos de secundarias de adultos (CENS) sosteniendo que se deben “relocalizar”; o en el vaciamiento de las escuelas especiales “relocalizando” los equipos interdisciplinarios de las mismas para que cumplan tareas en el “territorio”, en vez de contratar más profesionales y especialistas para responder a las problemáticas que atraviesan las escuelas.
Este ajuste sobre la educación es el mismo que está sufriendo también la salud, con el caso icónico del vaciamiento del Garrahan, el hospital pediátrico más importante del país y de referencia para toda Latinoamérica.
A modo de conclusión
Si hay una preocupación por la baja en la natalidad y los relevamientos señalan que hay barreras económicas y sociales que afectan a las posibilidades y deseos de tener hijos, se vuelve necesario una planificación y aumento de los recursos y presupuesto para poder superar esas barreras asegurando, por ejemplo, el acceso a la vivienda, la salud y educación para asegurar las tareas de cuidado y educación desde la primer infancia, y que no sean exclusivamente responsabilidad materna/paterna o familiar.
Sin embargo, el sistema capitalista no se rige por la planificación y la utilización de los recursos para responder a las demandas y problemáticas sociales, sino que prima la lógica del mercado y, leyes como la de la oferta y la demanda en la búsqueda de lucro y ganancia. En ese marco se busca utilizar la baja natalidad para avanzar contra los derechos de las mujeres, en una mayor flexibilidad y explotación laboral, aumento de la edad jubilatoria y, avanzar en el ajuste en educación.
Es una demostración de que el capitalismo no tiene nada para ofrecernos, más que mayor miseria y explotación. Muchos pedagogos e investigadores sociales tratan de señalar la baja en la natalidad como una oportunidad para “mejorar” la educación, ya que si se mantienen los mismos recursos que se destinan, implicarían más presupuesto por alumno. Lo que no tienen en cuenta esos análisis, es que la problemática de fondo es la tendencia a mercantilizar la educación como todas las esferas sociales bajo el capitalismo, y, que en ese marco si no enfrentamos y luchamos contra dicho sistema y las reformas que impulsan sus gobiernos, puede ser usada la baja en la natalidad como una “oportunidad” o excusa para avanzar en un mayor vaciamiento y ajuste de la educación pública.
Fortalezcamos la organización colectiva y la lucha para terminar con este régimen de hambre y miseria social, reclamando los recursos necesarios y enfrentando las políticas de ajuste y motosierra y, los ataques a nuestros derechos, libertades democráticas y conquistas sociales.
4/8/25