Reproducimos a continuación el panel sobre China realizado durante la jornada de debate de la revista En Defensa del Marxismo, presentando su N°62. La actividad se realizó el viernes 28 de noviembre en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), ante un auditorio colmado con 200 compañeros. La revista puede adquirirse aquí.
Introducción de María Pelle
Compañeras, compañeros, vamos a arrancar con este último panel. Quiero recordarles que esta jornada de debate se enmarca en la presentación de la edición número 62 de la revista En Defensa del Marxismo, una revista que es muy importante, tiene la orientación de publicar análisis marxistas que sirvan no solamente y más bien no con un objetivo académico, sino más bien para reforzar y fortalecer la formación de los revolucionarios para la intervención en la lucha de clases y aportar a la construcción de un partido de combate que esté a la altura de las tareas históricas de la clase obrera. Por lo tanto, es una herramienta fundamental.
Me toca presentar este importante panel de debate sobre China, un debate que es fundamental en la etapa que estamos cursando a nivel internacional. Los compañeros van a presentar las ideas más importantes de los textos que están publicados en esta revista que presentamos hoy. Son textos fundamentales porque buscan afilar una caracterización del lugar que ocupa China en la economía mundial en un momento donde se están agudizando las tensiones guerreristas, donde hay una guerra comercial que tiene como protagonistas a Estados Unidos y a China, donde además estamos permanentemente ante la inminente crisis financiera mundial y el lugar que ocupa China en este sentido, un país atrasado que cursó por una revolución social y una posterior restauración capitalista en el marco de un enorme crecimiento económico e industrial.
Esto es muy importante porque nos permite tener un encuadre general de caracterización del tablero internacional donde tenemos que intervenir y por lo tanto esto es fundamental. Me gustaría también aclarar que estos textos que presentan debates entre sí parten de coincidencias estratégicas fundamentales que tienen que ver con un método de análisis que se contrapone contra la idea de algunos sectores de izquierda y de centroizquierda que defienden el concepto de que hay un campo progresivo, de que hay un elemento progresivo en los BRICS, en el liderazgo de China, de Rusia, y que por lo tanto habría que apoyarlo políticamente. Estos textos y nosotros rechazamos contundentemente esta lógica campista. Otro de los elementos de coincidencia estratégica fundamentales tienen que ver con la naturaleza capitalista de China. Hay algunos sectores de la academia de izquierda, como por ejemplo Michael Roberts, que plantean quizás que hay un híbrido. Acá hay una caracterización contundente respecto de la naturaleza capitalista de China. Más bien, sobre lo que se busca hurgar y pensar es el lugar, el estado. estadio, el punto de esa transición histórica que nos va a permitir entender mejor el proceso.
Nosotros estamos a meses de llevar adelante el Congreso Nacional del Partido Obrero y el hecho de que este debate sea público es muy importante porque busca incorporar al conjunto de los compañeros y compañeras a una deliberación colectiva de elaboración respecto de este punto. Los compañeros que publicaron estos artículos, siguen elaborando sobre el tema, lo van a poder ver en Prensa Obrera, sobre todo si se suscriben. Hay un artículo de Pablo Heller respecto de las purgas en China, otro de Pablo Giachello respecto de las negociaciones de Xi Jinping con Trump. Así que bueno, dicho todo esto, le doy la palabra al primer orador.
Intervención inicial de Pablo Giachello
Buenas tardes, compañeras y compañeros. Muchas gracias por la participación. Y vamos al punto que nos convoca. Si nosotros queremos establecer hacia dónde va China, necesariamente tenemos que partir de dónde viene China. Y para comprender de dónde viene China, tenemos que entrelazar el fenómeno chino y el proceso chino con el proceso internacional. Y si queremos comprender cuál es el proceso internacional, cuál es el vector ordenador del proceso internacional, el eje cardinal de la situación internacional en las últimas décadas es la tentativa del imperialismo mundial, pero en particular del imperialismo norteamericano, europeo, de sortear su crisis inmanente, su crisis capitalista, por la vía de la colonización económica y financiera de los antiguos Estados obreros. Me refiero al ex espacio soviético, me refiero a China. Es decir, aquellos países donde se han presenciado gigantescas revoluciones obreras y campesinas y donde fue expropiado el capital. Ese es el eje ordenador de la situación internacional y hay que comprender a China en esa dinámica del proceso mundial.
Naturalmente que la ofensiva imperialista ha tenido en China su peculiaridad. ¿Cuál es la peculiaridad de la ofensiva imperialista contra China? Que el régimen norteamericano, el imperialismo mundial, no ha logrado, no logró remover a la burocracia dirigente al Partido Comunista de la dirección de China, probablemente porque nunca tuvo los recursos para poder hacerlo y de esa manera, en un solo acto procesar la restauración capitalista y colonizar China. No contó con los recursos políticos para avanzar en esa dirección, y por lo tanto el mismísimo Partido Comunista que protagonizó y que lideró la gran revolución de 1949, por lo menos el mismísimo en términos formales, porque todo cambia en el proceso histórico, pero ese mismísimo Partido Comunista, 30 años después de haber protagonizado la revolución del 49, inicia un proceso de restauración del capitalismo en China de la mano de Deng Xiaoping con el proceso de la apertura y la reforma.
Este proceso de la apertura y la reforma claramente es un proceso de restauración del capital con las empresas públicas tomando una cierta autonomía. Las empresas estatales eran un pilar fundamental de la gestión de los planes quinquenales, de la revolución del 49. Se abrieron las zonas económicas especiales para el ingreso del capital extranjero, donde se le garantizaron una cantidad de beneficios en materia laboral, impositivos, etc. Y naturalmente esta reforma y esta apertura va arrasando progresivamente con conquistas históricas de la clase obrera conquistadas justamente con la Revolución del 49. Ahora, el Estado chino se reserva para sí en este proceso aperturista pilares y resortes estratégicos, como el control del proceso productivo de la infraestructura, de las telecomunicaciones, el control de cambio, el control de capitales para evitar la fuga de capitales.
Y así tenemos, de esta manera, un proceso restauracionista que va a ir teniendo distintos hitos. Naturalmente un hito fundacional dijimos en el año 78 con la reforma y apertura de Deng Xiaoping. Vamos a tener varios, en el 84 se anexiona Hong Kong y luego en el 87 Macau, que eran colonias, una británica y otra portuguesa, pasan a ser parte de la China continental, pero bajo el concepto de un país, dos sistemas.
Luego tenemos la crisis de Tiananmen, una gigantesca rebelión estudiantil en el 89, que generó cierto impasse del proceso restauracionista que toma un nuevo impulso en el año 92 con la gira al sur de Deng Xiaoping. Y un nuevo proceso, un profundo proceso aperturista, porque vamos a tener en los años 90 la llegada masiva del capital norteamericano a China, pero que va a tener un punto de inflexión muy importante en el año 2001 con la incorporación de China a la Organización Mundial del Comercio que va a hacer explotar la inversión extranjera directa norteamericana en China. Ese fenómeno, la llegada de los capitales norteamericanos a China de la mano del proceso aperturista, comandado, tutelado por el Partido Comunista Chino, es lo que nosotros vamos a conocer como el acople chino-norteamericano.
El acople chino-norteamericano va a ser la tentativa del imperialismo norteamericano, a través de este proceso de apuntalar la tasa de beneficio del capital imperialista, del capital norteamericano, sobre la base de la explotación de una fuerza de trabajo barata, una exportación de capitales de Estados Unidos a China, que va a tener como contrapartida, en primer lugar, va a significar un apuntalamiento de la tasa de beneficio del capital norteamericano y un control del proceso inflacionario norteamericano, pero que va a tener como contrapartida un gigantesco proceso de desindustrialización de Estados Unidos y al mismo tiempo el incremento descomunal de su déficit comercial.
La exportación de capital yanqui en China va a tener como correlato la importación de manufacturas desde China, de manufacturas baratas. Y junto con esto el imperialismo norteamericano va a tener otro problema fundamental que va a ser el crecimiento de su déficit fiscal y de su deuda pública, que en gran medida esa deuda pública va a pasar a estar en manos nada menos que de China. Este es el acople. Pero acá, en este proceso, se confirma una tesis muy importante del Partido Obrero de hace 20 años, la tesis de 2004 de la Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional, que señaló que el proceso de apertura, el proceso de restauración del capitalismo en los viejos Estados obreros, a pesar de ampliar el radio de explotación del capital, a pesar de incrementar la competencia al interior de la clase obrera mundial, lejos de dar una salida de largo aliento al capitalismo y al imperialismo, se iba a transformar en un factor de crisis del propio capitalismo y el imperialismo.
Y el proceso de crisis que estamos viviendo hoy, con la guerra, particularmente la guerra comercial, pero las distintas fases de la guerra, como la guerra en Ucrania, la guerra en Medio Oriente y todo lo demás, son expresión de la certeza de aquella tesis formulada hace 20 años atrás. Este es un punto importante que tenemos que anotar para el Partido Obrero.
En todo este proceso restauracionista que se abre en China, vamos a tener la emergencia de una burguesía nacional. ¿Quién es la burguesía nacional emergente en China? Esta burguesía son los viejos burócratas del Partido Comunista que con este proceso aperturista, con la autonomía de las empresas estatales, pasan a transformarse en lo que se conocen como los capitalistas rojos. Así son denominados. También vamos a tener la repatriación de una burguesía que estaba en la diáspora. que había emigrado luego de la revolución del 49 y que frente al proceso aperturista retorna a China para meterse en los negocios chinos.
Y vamos a tener que el Partido Comunista en el año 2002 bajo un concepto de Jiang Zemin, plantea el concepto de la triple representación. ¿Qué es el concepto de la triple representación? Que el Partido Comunista Chino ya no sólo representa a los obreros y a los campesinos, sino que el Partido Comunista también representa a las fuerzas productivas avanzadas. Es decir, a quien representa a la burguesía nacional, a esta burguesía nacional ascendente que empieza a jugar un papel en el proceso social y político chino. Es decir, que ya el Partido Comunista pasa a ser abiertamente un partido pluriclasista en el año 2002.
Y en el año 2004, este concepto de la triple representatividad es incorporado al preámbulo de la Constitución China y en el artículo 13 de la Constitución China, en el año 2004, se establece la inviolabilidad de la propiedad privada y el derecho a herencia. Es un salto cualitativo en el progreso de la restauración capitalista en China.
No se nos puede escapar, sin embargo, que esta integración de la burguesía al Partido Comunista, al proceso político y social chino tiene características novedosas, complejas y contradictorias. Se estima, los números nunca son muy claros para China, que entre el 10 y el 20% del comité central del Partido Comunista son grandes empresarios. Y un porcentaje similar lo es en la Asamblea Nacional Popular China, que es el gran parlamento chino. Entre el 10 y el 20% serían empresarios.
Ahora, el injerencismo y el intervencionismo del Estado chino en el proceso social y económico y político chino es descomunal, es superlativo. El Estado chino y el Partido Comunista tienen comités en distintas empresas, en distintas fábricas. Un gran capitalista chino que llegó a la tapa de Forbes, la revista de los grandes multimillonarios a nivel internacional, Jack Ma, uno de los empresarios más importantes del mundo y de la propia China, cuando sacó los pies del plato y entró en contradicción con los lineamientos del Partido Comunista, lo hicieron desaparecer durante seis meses. Y volvió claramente disciplinado diciendo, “sí, señor Xi Jinping”.
Si uno, cualquiera de ustedes abre DeepSeek, que es la plataforma de inteligencia artificial, la aplicación de inteligencia artificial, y preguntan si Xi Jinping es autoritario, le van a decir que no puede responder. Si le preguntan por Tiananmen, le van a decir que no puede responder. Y sin embargo, DeepSeek, incluso en muchísimos aspectos, es mejor que ChatGPT, incluso es gratuita, no hay que pagarla. Pero cuando se presentan polémicas o preguntas espinosas sobre el régimen político chino, dice que no se puede decir nada, reflejando el injerencismo del Estado chino en este tipo de terrenos.
Ahora, ¿esto a qué nos lleva? A categorizar a China, al régimen social y económico chino. ¿Cuál es el régimen social y económico chino? Yo he planteado en mi artículo qué es un capitalismo de Estado bajo control burocrático. Pablo Heller planteó que es un capitalismo de Estado sui generis. En principio yo los considero como términos sinónimos, en los cuales podemos ponernos de acuerdo en esa terminología sobre la categorización del régimen social y político chino.
Ahora bien, este régimen social económico y político chino, este capitalismo de Estado bajo control burocrático o capitalismo de Estado sui generis, apalancado por el capital imperialista, pero sosteniendo en su mano resortes estratégicos, resortes claves, logró transformar a China en una gran potencia. Y ese es el punto que tenemos que tratar de caracterizar hoy.
¿Cuál es el estadio concreto al que ha llegado China, habiéndose proyectado de la mano de este régimen social y del apalancamiento del capital imperialista internacional? En 2004 había un único mil-millonario en China, según la revista Forbes, cuando se aprueba esta reforma de la constitución. En 2024 ya hay 470 mil-millonarios y por lo tanto China, en cantidad de mil-millonarios se coloca segundo solo por detrás de Estados Unidos, superando el resto de las potencias imperialistas en cantidad de mil-millonarios. China se transforma en la segunda economía del mundo. Reúne, pasando del 2% del PBI mundial a principios de siglo, al 17%, solo por detrás de Estados Unidos, superando al resto de las potencias imperialistas.
Pasó de ser un país relativamente atrasado en materia tecnológica, a estar hoy en la puja de la disputa tecnológica mundial. De la mano del know-how, el saber cómo, y de la tutela del Partido Comunista, la llegada del capital imperialista permitió al Estado chino hacerse de la tecnología de punta, el conocimiento de toda la tecnología de punta. Y hoy, en numerosos terrenos, China ya ha superado incluso al mismísimo Estados Unidos. La tapa de The Economist del día de hoy, que mañana sale impresa, justamente está dedicada a China, y señala que China lidera en vehículos eléctricos, que lidera en paneles zonales, que lidera en inteligencia artificial y dice, cuidado para los que querían pinchar a China porque China va a liderar en 2026 en autos autónomos y en nuevos fármacos.
Ha tenido todo un plan del año 2015 a 2025 China en el desarrollo tecnológico. El Made in China 2025 le ha permitido un progreso considerable. China se ha transformado en el tercer país en exportación de capitales. No sólo ingresan los capitales, exporta capitales, es el tercer mayor exportador de capitales del mundo. China es el principal socio comercial del mundo y ha ganado un poder de autoridad, un lugar estratégico en las cadenas de suministro, como lo demostró en la guerra comercial contra Estados Unidos. Y se ha transformado en el tercer estado acreedor del mundo. Que China tenga una exportación de capitales, sea el tercer mayor exportador de capitales, es importante porque solo se encuentra por detrás de Estados Unidos y Países Bajos, superando a Alemania, a Italia, a Francia, a Gran Bretaña y a Japón.
Esto es China hoy. Es el tercer mayor acreedor de otros Estados y eso tiene su importancia porque es la tentativa de China de avanzar en la creación de su propia moneda internacional, en la cual está atrasada, pero también hay un señalamiento de los progresos que está dando china es la segunda o la tercera potencia militar del planeta sólo por detrás de Estados Unidos y de Rusia. Algunos dicen que ya superó a Rusia.
Ahora dicho todo esto uno dice bueno qué contraparte existe todo esto bueno existen contrapartes importantes no nos olvidemos la tesis inicial cuál es la tesis inicial y el vector ordenador La política del imperialismo es la política de la colonización económica financiera de los antiguos Estados obreros, incluida China. Y por eso es que Estados Unidos montó la OTAN junto con el imperialismo europeo y eso es lo que explica la guerra en Ucrania. Rusia está cercada por la OTAN. Y así como Rusia está cercada por la OTAN, China está cercada por una especie de OTAN en el mar de la China meridional. Está el AUKUS, está el QUAD, alianzas militares que cercan a China.
China tiene el problema de Taiwán. que es una punta de lanza del imperialismo norteamericano, un protectorado del imperialismo yanqui, una isla que formalmente le corresponde a China, que tiene 30 millones de habitantes y que no están bajo el control de China. Entonces China indudablemente atraviesa estos problemas y no tiene las instancias diplomáticas, militares, que tiene el imperialismo norteamericano, como la ONU, como la OTAN,. Se encuentra muy por detrás en ese sentido.
Entonces, ¿cómo categorizamos a China en la jerarquía del imperialismo mundial, la jerarquía del capitalismo mundial? Mi caracterización, tomándola de Aulun Yu, es que China es un imperialismo en formación. ¿Cuál es el valor de esta categoría que toma el proceso en su dinámica? Da cuenta de lo que China ya es hoy en este año a nivel internacional y da cuenta de los problemas que atraviesa para poder erigirse en una potencia imperialista consolidada.
Mi crítica o mis divergencias con Pablo Heller y con Luis Brunetto, y con esto concluyo, son las siguientes. Creo que el gran defecto del texto de Pablo Heller es que no establece una categorización de China en el escenario de la jerarquía internacional. Él comparte conmigo la categorización de Estado, Estado capitalista. sui generis o bajo control burocrático, pero no nos dice nada eso de cuál es el estadio, la jerarquía en el capitalismo mundial. Potencialmente es peligroso. ¿Por qué es peligroso? Porque nos puede conducir a una política campista. No digo que Pablo tenga una política campista, de ninguna manera, pero potencialmente la no definición en ese terreno nos puede llevar a esa posición.
Y la categorización de imperialismo a secas no capta los problemas que atraviesa China, que está cercado, que no ha logrado la unidad nacional, que existen varias Chinas, porque existe una China con un enorme desarrollo, pero existe una China muy atrasada, que China no tiene una moneda internacional. Y son todos problemas que se tendrán que definir hacia adelante y se van a definir en la arena de la lucha de clases china e internacional.
Entonces, entiendo yo que la mejor categoría para definir a China es imperialismo en formación y que nos coloca captando la dinámica del proceso histórico y político. Nada más.
Intervención inicial de Luis Brunetto
Bueno, buenas tardes a todos. Con Pablo Giachello coincidimos en casi todo. No sé si fue una expresión a la pasada, pero esta idea del imperialismo no pudo derrotar a China, digamos… No pudo ser el vehículo del proceso de restauración en China, el impulsor, el detonante, como le quieran llamar, no sé. Nosotros interpretamos, siguiendo a Trotsky, que el proceso de restauración es un proceso endógeno de las sociedades post-capitalistas, de economía planificada, como la queramos llamar. No le podemos llamar socialista porque no lo eran, no llegaron a ser, las sociedades en transición.
Es un proceso que Trotsky explica en La Revolución Traicionada, su mecanismo propulsor es la contradicción entre la subsistencia de las normas burguesas de reparto y su contradicción con la propiedad socializada. ¿Y por qué ese es el mecanismo propulsor? Bueno, porque justamente la burocracia obtiene su renta como una deducción del salario. Es decir, abolida la ganancia capitalista como categoría de renta, que es lo que define a estas sociedades como sociedades ya no capitalistas, porque si no tendríamos que hablar de sociedades capitalistas o tendríamos que aceptar como, por ejemplo, los cliffistas, la idea de una restauración capitalista ya a la muerte de Lenin o en el momento de la elevación del estalinismo al poder. nosotros sostenemos que el Estado obrero duró hasta la disolución de la Unión Soviética y en China, bueno, ahora veremos.
Este es el proceso con el que nosotros explicamos los procesos de restauración capitalista. Y esto es muy importante porque esto explica, o de acá deducimos, las diferencias entre la reestructuración social en China y en Rusia.
En Rusia se produce la disolución del Estado obrero y una reconversión abierta de la burocracia en burguesía. Es decir, la apropiación de la propiedad estatal, de lo que queda de la propiedad estatal, porque entre el 30 y el 50% de las fuerzas productivas se destruyen en Rusia, o en la Unión Soviética, eso es un elemento muy importante para explicar también lo que hoy es Rusia. en relación a lo que hoy es China.
Mientras que en China, la burocracia en su metamorfosis… manteniendo el control del Estado, no sufren esa sangría en la estructura económica y productiva. Entonces, esto es fundamental porque en un caso tenemos una burocracia que abiertamente se metamorfosea en burguesía y crea una oligarquía de magnates. digamos, o se desarrolla una oligarquía de magnates que por distintas vías se va apropiando de los recursos productivos de lo que era el Estado obrero y que termina cristalizando.
Y ahora me voy a referir a ese interregno, que termina cristalizando en el régimen bonapartista que Putin expresa al frente de esa oligarquía de magnates y la metamorfosis que se produce bajo control de la propia burocracia del Partido Comunista Chino, que se apoya en un elemento que es decisivo, en mi juicio, para responder a la pregunta que hace Pablo Giacchello, que es por qué se produce un desarrollo capitalista en China, que lleva a China a la vanguardia del desarrollo capitalista, cuando para nosotros, defensores de la teoría del imperialismo, de ese complejo teórico que son la teoría del imperialismo y la teoría de la revolución permanente, que son dos elementos intrínsecamente ligados, no puede haber posibilidades de que después de 1914, iniciada la fase del capital monopolista y del imperialismo, algún país se desarrolle en forma capitalista.
No puede ocurrir. ¿Cómo ocurre entonces? Bueno, porque como efectivamente explica la revolución permanente, la conquista de la independencia nacional solamente se puede lograr por la vía de la revolución proletaria. Y China conquistó la independencia racional en la revolución de 1949. Cuando la burocracia como se decía a partir de 1978, negocia la apertura de China al capital extranjero, pero le impone condiciones que no le puede poner ninguna burguesía nacional al imperialismo en ninguna parte del mundo, y que son las que explican de fondo el desarrollo independiente de China y su posibilidad de desarrollarse como gran potencia capitalista. Por supuesto, China tiene determinados recursos para hacer esa negociación. No los tiene Rusia. Tiene menos recursos Rusia.
Sin embargo, fíjense ustedes qué extraordinario la teoría del imperialismo, cómo se prueba. Si ustedes miran los países que Lenin hace la lista en el imperialismo, son los mismos. E incluso Rusia, con las mismas características que tiene Rusia, porque Lenin dice en el imperialismo que Rusia tiene características de un imperialismo, digamos, mixto con rasgos del pasado y del presente, digamos. Un imperialismo con rasgos semifeudales, en mi artículo está la cita correspondiente, varias citas de Lenin sobre el tema. ¿Qué es lo que hace que China pueda incorporarse a ese pelotón? El hecho de que pudo conquistar la independencia nacional mediante la revolución proletaria, mediante la revolución de 1949, y sobre esa base pudo desarrollar una economía capitalista avanzada. La teoría del imperialismo no distingue más que dos grandes categorías de naciones, las naciones imperialistas con sus gradaciones, y las naciones semicoloniales o coloniales con sus gradaciones. No es lo mismo Brasil que Surinam, y no es lo mismo Rusia que Cuba, y no es lo mismo Francia que Estados Unidos.
Por lo tanto, ahí me parece que está el otro aspecto que nosotros tenemos que ver cuando entramos en la discusión de la cuestión de China imperialista o no imperialista. Existe la costumbre de comparar a China con Estados Unidos, en la cual, de todas maneras, como decía Pablo, sale bastante exitosa de la comparación. Pero, en realidad, la comparación metodológicamente hay que hacerla con dos pelotones de naciones, las naciones imperialistas y los BRICS, de los que China forma parte. Y si uno analiza los principales indicadores relacionados con lo que podríamos llamar la influencia imperialista de China o de cualquier país en el mundo, uno va a encontrar que China tiene las características de los países imperialistas y no tiene las características de los BRICS, de los cuales China forma parte, la sede BRICS de China.
Eso se puede ver, por lo menos, en indicadores de comercio exterior, en indicadores de exportación de capital, en flujos financieros, etc. Yo ya más o menos mostré las cartas, pero falta lo siguiente. El imperialismo es la última fase del capitalismo. ¿Cómo entonces aparece China y tiene esto? Un par de cositas que quisiera señalar. Muchas de las empresas estatales chinas son empresas, por ejemplo, el puerto de Chancay en Perú es de Costco. Costco tiene el 51% de capital estatal. El 49% está abierto a la bolsa, etc. Seguramente los burócratas chinos tienen más o menos secretamente compradas acciones. Eso se encuentra en prácticamente la totalidad de las empresas estatales. Ayer o anteayer, creo que me lo pasó el compañero Miño, los chinos lanzaron un videíto de un misil hipersónico que llega a Japón de Mach 7. Mach 7 es 7 veces la velocidad de sonido. Una empresa china hizo este videíto para decir, miren, tenemos esto. Esa empresa no es estatal es una empresa privada. Tampoco la idea de que la industria militar sigue en manos del Estado se verifica. Hasta eso es cuestionable.
Es decir, yo comparto la categoría de capitalismo de Estado. La influencia del Estado chino es enorme en la economía. Por supuesto se trata de un capitalismo de Estado. Yo en mi artículo no analizo lo que cuando Lenin analiza la categoría de capitalismo de Estado dice, bueno, nosotros somos un capitalismo de Estado, pero nosotros somos un capitalismo de Estado especial. ¿A qué se refiere? A que es un capitalismo de Estado dirigido por la clase obrera. Este capitalismo de Estado está dirigido por una burocracia que es la expresión de la burguesía que se ha ido desarrollando y de la propia metamorfosis de los burócratas chinos en burgueses.
Entonces, el Estado chino ya es un Estado burgués. Los Estados representan clases, ¿no es cierto? No hay Estados en el medio, no hay Estados de la burocracia. En todo caso hay que explicar que si hay estados que tienen un funcionamiento burocrático, hay que explicar que hay detrás de esos estados, que clase está detrás de esos estados. Si no, por lo menos en términos marxistas lo tenemos que hacer así.
Termino con esto, la pregunta que tiré y me la olvidé de contestar. ¿El auge, el desarrollo chino, entonces invalida la idea de la teoría del imperialismo en el sentido del imperialismo como fase final del capitalismo, como última fase? Bueno, primero podemos entender que el imperialismo como fase, entendido como fase de la economía capitalista, tiene probablemente su infancia, y lo vemos a la distancia, ¿no? La clave de la anatomía del mono está en la anatomía del hombre, dice Marx. Entonces hoy podemos ver que hay una infancia del imperialismo y hay una sobrevida, etcétera, del imperialismo. Pero el auge de China, su incorporación al mercado mundial capitalista y esta posibilidad de ser la salvación del capitalismo a escala mundial, se ve absolutamente desmentida por la incapacidad de China en su incorporación de solucionar la crisis capitalista que persiste desde 2008, el estancamiento económico mundial. Y sobre todo porque a medida que China crece y se desarrolla en forma capitalista, adquiere los rasgos de los países capitalistas avanzados. Caída de la tasa de ganancia, caída de la tasa de crecimiento por aumento del capital constante.
El desarrollo capitalista chino y su desarrollo como nación imperialista no son una salvación para el régimen capitalista en términos históricos. Y la prueba principal de esto está en el hecho de que el desarrollo de China exacerba la tendencia mundial a la guerra, de la cual China es uno de los probables polos frente a Estados Unidos. Es decir, no se rompe en modo alguno, la irrupción de China no rompe en modo alguno el funcionamiento, el mecanismo de las leyes que rigen la fase imperialista del capitalismo.
China es un episodio del proceso de crisis mundial del capitalismo, de su barbarie, del proceso que conduce a su ruina, y que sólo puede ser resuelto progresivamente por la revolución proletaria.
En eso hay un elemento decisivo que es el papel de la clase obrera china. Yo voy a mencionar dos cositas. Cuando Xi Jinping asciende, frente a Xi Jinping hubo un tipo que se llamaba Bo Xilai, que era una especie de demagogo maoísta y que estuvo a punto de acceder al poder. El tipo dirigía un gobierno regional y llevó adelante una política relativamente socialista, a lo Mamdani, digamos, pero en un país con una tradición revolucionaria mucho más profunda y que tenía un prestigio popular enorme.
Bueno, al tipo le hicieron una cama y no llegó, y llegó Xi Jinping, que representa justamente, los dos eran principitos, principitos se les llama en China los hijos de los viejos revolucionarios de la Revolución de 49, o sea, de los burócratas, que además tienen sus privilegios.
Bien, ese es un elemento, ahí hubo un elemento político de expresión de la clase obrera china deformado, con todos los límites que ustedes quieran, pero que llegó a estar ahí al borde de que eso se expresara en la llegada al gobierno, al control del Estado chino. Lo que refleja un poder de la clase trabajadora.
Lo segundo. ¿Recuerdan ustedes? Foxconn, 350.000 operarios tiene Foxconn. 350.000. ¿Recuerdan cuando Xi Jinping le quiso prolongar las restricciones durante la pandemia para recuperar la economía más rápido? ¿Se acuerdan lo que pasó? Bueno, no pudo. ¿Por qué? Porque le armaron unas protestas. La gente se agarró con la policía. Hubo choques con la policía en toda China, y Xi Jinping tuvo que finalmente levantar las restricciones a la pandemia y aceptar que por lo menos en ese caso la clase obrera china era más poderosa que él, y no tengo duda que más poderosa que él, y que es clave para el futuro de la humanidad. Y nada más.
Intervención inicial de Pablo Heller
Bueno, se está poniendo muy lindo. Lo lamento, pero no va a haber sangre. Algunos me dijeron que venían con ese tipo de expectativa: lo vamos a defraudar. Hay, como ustedes ven, una cantidad de puntos diferentes, pero muchas coincidencias. Toda época presenta cierto tipo de desafíos. Nosotros, que nos reivindicamos trotskistas, debemos tener en cuenta que ese mismo problema se le presentó a Trotsky, cuando surgió un fenómeno -que si bien no era descartado tampoco por sus antecesores, por Marx y Engels- se dio el fenómeno de que el primer Estado obrero degenera y se produce el surgimiento del estalinismo. El problema que enfrentan los trotskistas es que hay que poder hacer una caracterización, que es lo que estamos tratando de hacer acá, frente a un fenómeno relativamente nuevo. Él señala hipótesis de características alternativas y trata de dar cuenta del problema.
Analizar todo esto me permitió volver a refrescar todo el debate que hubo entre los trotskistas, también acalorado, sobre la naturaleza de la restauración capitalista, qué pasaba con el Estado obrero burocrático. Trotsky fue objetado por muchos trotskistas, diciendo: “mira, sos ambiguo, no querés ir hasta el final, sos un híbrido”. Algunos terminaron rompiendo con el trotskismo y Trotsky dijo: “Lo lamento. Hay que hacer un análisis concreto de la situación concreta. No quedarse simplemente en una suerte de categorías rígidas, la caracterización tiene que tomar todos los elementos, aunque en muchos casos parecería que se contradicen entre sí”.
Pero, como somos también marxistas, nos inspiramos en el mejor Hegel: “lo concreto es la síntesis de múltiples determinaciones”. Y acá viene el problema que tenemos que analizar. Ahora surge un fenómeno nuevo, porque Trotsky dejó abierto el tema de un Estado obrero burocratizado, ¿no? Y dejó abierto un dilema histórico si esto marchaba hacia una restauración o podía ser que marche hacia la expulsión de la burocracia y la extensión de la revolución internacional.
Ahora, él no vivió el proceso de desenlace de esto. Y nos toca a nosotros, a esta generación, analizar este problema. Aunque sea odioso el tema de tener que poder tomar todos los elementos y que nos parezca que estamos matizando demasiado las cosas. Y acá viene lo que yo les quiero señalar y que es la base por la cual está la tesis esta de que si habría que buscar una definición, una aproximación al problema, con todas sus contradicciones, la base de esa apreciación es la del capitalismo de Estado, que yo lo catalogo como “sui generis”.
Tiende a dar cuenta de algo que es fundamental, que es que en el caso de la transición de China al capitalismo no se repiten los patrones del pasado, tiene una originalidad. No podemos tomar exclusivamente como referencia y como un espejo lo que ocurrió con el capitalismo avanzado, industrial, de las potencias tradicionales capitalistas, y tampoco alcanzamos a poder dar cuenta del fenómeno exclusivamente en el sentido de que se trata de un país, entre comillas, atrasado. Es algo nuevo, inédito y original, y como tal, tiene un inconveniente, porque tenemos que tomar las categorías tradicionales, las categorías de características que conocemos, para poder dar frente a un fenómeno nuevo, una categoría nueva.
¿En qué consiste esa originalidad? Punto uno es que la transición al capitalismo se produce, y acá introduzco un matiz con lo que señaló Luis Brunetto: el fenómeno de la irrupción del capitalismo no es un fenómeno endógeno. El capital penetra y eso tiene un punto de contacto con lo que ocurrió con la mayoría de los países atrasados, del exterior. Por eso el peso brutal que tiene el capital extranjero. La restauración nace de la necesidad del capital internacional: es una tentativa extrema para tratar de contrarrestar las tendencias a la decadencia capitalista. No se puede analizar el fenómeno en China al margen de la evolución de la crisis mundial.
Estamos en una crisis histórica del capital, particularmente acentuada a partir del año 70 y la búsqueda por parte del capital de poder contrarrestarla. Se ven las tendencias que hay hacia un impasse internacional, que es uno de los aspectos muy claros al día de hoy. El año 1971 se decreta la inconvertibilidad del dólar por Nixon, y el capital empieza a tener una serie sucesiva de crisis severas, que trata de resolver a partir del intento de la restauración capitalista.
Por eso se vivió la disolución de la URSS con una enorme euforia, porque se consideraba que era la vía de salida al capital. Acá yo no me voy a extender. Ya lo señaló Giachello: lo acertado que dijimos nosotros que frente a todo ese espejismo que se vivió de que se iba a lograr una salida al capitalismo, la situación se agravó.
Esta es una de las características: estamos ante un proceso que el capital viene desde afuera, aunque evidentemente la burocracia se va reciclando y actúa como vehículo, pero la burocracia es el agente y el vehículo, aunque subordinado, del proceso de acumulación capitalista que viene del exterior.
El otro aspecto importante que hemos analizado es que da lugar a que en la tentativa por llevarlo adelante, la propia crisis capitalista actúa como un freno, como una contradicción para ese desarrollo. Y entonces tenemos el fenómeno peculiar de que empieza a desarrollarse una suerte de capitalismo de Estado, donde el Estado tiene una posición de característica fundamental. Por eso veo que todos coincidimos de que hablamos de que existe un capitalismo de Estado.
Entonces el problema es el siguiente. Ese capitalismo de Estado tiene un carácter muy peculiar porque la burguesía, como lo dijo ya Giachello, entra en el Partido Comunista. Pero no se puede establecer un signo igual entre el Estado capitalista y la burguesía. La burguesía china, producto de este desarrollo peculiar, no alcanza a transformarse en clase dirigente dentro del nuevo Estado. El peso gravitante lo sigue ocupando el Partido Comunista y esta es una situación que no tiene ningún tipo de parangón con ninguno de los otros capitalismos de Estado.
No tiene nada que ver con el capitalismo de Estado que existe en los periodos de guerra bajo el capitalismo. No se puede equiparar simplemente con las economías mixtas que existen en general. Tampoco es la reproducción de ese capitalismo de Estado de lo que ocurrió bajo el Estado obrero deformado. Porque acá, coincidimos todos también, hay un proceso de avance y cristalización del capitalismo. Lo que no tenemos divergencia entre nosotros es que no estamos en una transición al capitalismo, sino que el capitalismo se ha desarrollado. Las empresas estatales son empresas que si bien tienen un peso gravitante en la economía, sus principios ya no son en función de las necesidades sociales o de la planificación, sino en función de la rentabilidad e incluso compiten entre ellas.
Pero nosotros no podemos resolver el problema de una caracterización simplemente desprendiéndonos del hecho que la burguesía actúa como segundo violín. Y que esto se nota en todas las relaciones complejas, contradictorias, que existen entre la propia burguesía y el Estado chino. Hay puntos que identifican esa burguesía con el Estado chino, pero al mismo tiempo la burguesía china -que al principio se basó o tuvo como aliado al Estado para ir avanzando, en el marco de un desarrollo prodigioso del capitalismo, tiene choques abiertos con el Estado.
Los choques con el Estado no se circunscriben al capital extranjero. En el artículo que citó Chuli en la introducción, yo pongo de relieve, y los invito a que lo lean, se destaca la reunión de febrero del año 2025 de Xi Jinping con los principales empresarios. Los invito a leer sobre los momentos de tensión que hay y tienen que ver con que la burguesía china necesita, quiere catapultarse, para un papel de dirección. Y uno de los problemas es que el Estado chino actúa como una traba. Fue un factor de estímulo en un momento determinado, pero cada vez actúa como una traba.
No solamente el imperialismo quiere deshacerse del Estado chino, sino que la propia burguesía tiene contradicciones cada vez más acentuadas. Dicen que la reunión fue tremendamente tensa y Xi Jinping les dijo ustedes tienen que aceptar las reglas del juego. Para que ustedes vean la complejidad del problema, esa burguesía no solamente no tiene una decisión de tipo gravitante, no solamente está en juego incluso su existencia física, es decir, que se considera que en cualquier momento la pueden limpiar, sino que inclusive las fronteras entre el capital privado y el capital estatal no están claras. Hay un artículo que yo lo guardo, lo tengo como un recuadro, de The Economist, que señala y hace un diálogo imperdible de un montón de trabajadores que cuando les preguntan de quién es la fábrica, dicen, tienen que ir al ministerio tal, aunque supuestamente es privada. Es decir, el peso enorme del Estado se coloca en las propias empresas. Y al mismo tiempo, ustedes convengan conmigo, que tiene una peculiaridad, cosa que no ocurre en ningún lugar del mundo, que tenemos células del Partido Comunista en todas las empresas, no solamente en las estatales, sino también en las privadas que actúan como una suerte de doble poder.
Hay una situación, naturalmente, de tensiones. Y eso demuestra que hay un proceso de convergencia entre la burguesía y el Partido Comunista, pero al mismo tiempo de divergencias que se agrandan. En el análisis que yo traté de hacer, señalo siete u ocho fracciones de la burguesía y cuál es su vínculo con el Estado y cómo la situación se está poniendo cada vez más tensa.
Esto tenemos que analizarlo para poder ver que no basta estar de acuerdo con decir hay un capitalismo de Estado burocrático. Esto implica que respecto a las categorías tradicionales en las que estábamos acostumbrados, tenemos que ser capaces de ver una diferencia con cómo nació Inglaterra, cómo nació Francia. Fueron procesos endógenos. Surgieron por el afianzamiento de su propia burguesía. La burguesía era la que dirigía el Estado, con todas sus contradicciones, pero la dirigía al fin. No es lo que ocurre en China. Entonces hay un proceso que es todavía peculiar, que es el que tenemos que analizar.
Yendo a las conclusiones, tenemos que ser capaces de poder tomar todos los elementos. Es cierto que también hay tendencias a la expansión, como la ruta de la seda. Acá se señala una irrupción de China en la economía mundial y eso es tremendamente importante.
Pero eso también se combina con otros elementos que son los siguientes. Así como China tiene este elemento de expansión protagónica hacia la economía mundial, sigue teniendo parte del país bajo resabios coloniales. La productividad laboral en China es cuatro veces inferior a cualquiera de los países imperialistas, con todas sus contradicciones. Está superando a la mayoría de los países avanzados en términos de PBI generales, pero el PBI per cápita es similar a algunos países sudamericanos. Entonces, esto lo tenemos que matizar para poder tomar todos los elementos y saber que un régimen, el punto de partida para realmente catapultarse ya como un imperialismo es en primer lugar resolver todos los choques que existen y que se van a presentar en el terreno de la lucha de clases. Parafraseando a Trotsky, la suerte de China va a estar justamente en la interacción, la lucha y el desenlace de las grandes fuerzas sociales y por supuesto, entre ellas, la propia clase obrera. Bueno, les agradezco.
Tanda de preguntas e intervenciones. Hubo preguntas sobre qué diferenciaría a China como imperialismo en formación de un imperialismo desarrollado; como se relacionaría el avance de China a potencia imperialista con el sistema financiero internacional; si una guerra entre EEUU y China de destrucción de las fuerzas productivas sería ya claramente interimperialista; si frente a una guerra de EEUU contra China está planteado levantar consignas de defensa de China; como se expresa en las ideas de la sociedad china el avance capitalista, adoptando valores capitalistas más abiertamente; que ideología internacional estaría promoviendo China para sostener una dominación propia en contra de la que sustenta la dominación de EEUU; si el planteo de Heller de ingreso exógeno del capital refería al ingreso original de China al capitalismo o a la etapa de restauración capitalista; de que si la exportación de capitales define el rasgo imperialista (en formación) debería incluirse también a India en esa categoría por su volumen comparable a las potencias europeas; qué posiciones políticas supone para el PO en Argentina respecto a las relaciones de la burguesía argentina con China que son aspecto de choques alrededor del gobierno de Milei y con EEUU; si los oradores consideran concluido el proceso de restauración capitalista en Rusia y China en la actualidad o si persistía un carácter inestable o transitorio.
Hubo planteos de decir que en las potencias imperialistas tradicionales también existen choques de sectores de la burguesía que no pueden imponer la orientación de conjunto de su Estado; de que si China ha superado a potencias imperialistas europeas en términos productivos es netamente imperialista; de que el desarrollo de capitalismo en China es endógeno; que China se comporta de manera opresiva e imperialista, incluyendo la competencia a la baja contra el valor de la fuerza de trabajo mediante el dumping comercial que genera incluso choques con Rusia, aparte del efecto que tiene en países como el nuestro y otros de América Latina, África; que a diferencia del imperialismo yanqui sustentado en invasiones e intervencionismo, el imperialismo chino tiene una característica más de índole comercial y diplomática, como envoltura para avanzar.
Intervención final de Pablo Heller
Ahora invertimos el orden de exposición. Primero saludar a todos, porque hubo una gran cantidad de preguntas. Vamos a tratar de ir a los temas centrales. En primer lugar, el punto de partida: creo que hay una coincidencia general, es que a diferencia de las caracterizaciones previas del Partido Obrero, nosotros consideramos que la transición al capitalismo está consumada. No hablamos de un proceso todavía inconcluso. Bueno, esto es en primer lugar.
En segundo lugar, es que entonces para nosotros no estamos frente a un socialismo a la China o un socialismo de mercado, sino un capitalismo a la China. Pero el capitalismo a la China no es un capitalismo a secas. Es nuevo, inédito y original. Este es el punto de vista que se sostiene acá.
Hay que tener mucho cuidado, sobre todo nosotros que nos reivindicarnos como marxistas, que el análisis acerca del imperialismo no puede ser de características cuantitativas. No se trata simplemente de hacer un análisis de características estadísticas. Nosotros que somos marxistas analizamos las cosas desde el punto de vista de las relaciones sociales. El imperialismo en primer lugar es una relación social. Y si es una relación social, la situación de la dinámica interna en China, es que tenemos un Estado capitalista. En eso hay una coincidencia.
Como dijo Luis, para nosotros que somos marxistas ortodoxos, no puede ser a mitad de camino, no es un Estado neutral. Es un Estado que viene a defender las relaciones de producción capitalistas. Pero dicho esto, en la estructura interna de esa sociedad todavía el tema del sujeto no alcanza simplemente a hablar del Estado, sino cuál es el rol que cumple la burguesía como clase. Y no es el mismo que en Europa, ni en ninguno de los otros lugares, en términos históricos. Y en algún aspecto la peculiaridad. del régimen chino es que combina los rasgos avanzados, también con rasgos atrasados. Y esto se va a tener que resolver en el terreno de la lucha de clases.
Ese es el aspecto que yo les quiero señalar, porque si no, ¿cómo se puede llegar a poder ser una potencia imperialista? Recuerden que todos los procesos en términos históricos tienen que ver con profundas transformaciones sociales y las características de esas transformaciones sociales. El Estado capitalista chino todavía tiene una contradicción con la burguesía china. No se puede colocar un signo igual. Va a tener que resolverse. En ese aspecto vamos a tener que ver cómo evoluciona ese proceso capitalista, incluso en el campo internacional. Porque algunos decían que ya estaba acabado el tema de la pretensión de restaurar el capitalismo en Rusia. Miren lo que ocurrió con Ucrania. Tenemos una nueva guerra. Quiere decir que el problema es que este proceso no puede ser de características indoloras.
Otro aspecto importante es el siguiente: yo rescato todo lo que se dijo acá, del desarrollo prodigioso de China. Pero esto es un factor de crisis del capitalismo en general. Está mostrando el declive estadounidense, y acá viene con otro de los aspectos en debate, porque al mismo tiempo, contradictoriamente, todavía no es que constituya un orden sustituto y alternativo al orden mundial existente. Refleja un orden mundial en crisis, pero todavía no la superación de ese orden mundial.
China está todavía aprisionada por ese proceso de transición en general de tipo histórico. Bueno, dicho esto, veamos el tema de la ideología. Es una contradicción, porque Xi Jinping presenta el relato dentro de China, de que es un socialismo a la China, y que por lo tanto tiene todas las características, cosa que está colocado incluso como rango constitucional. Hablando de lo constitucional, así como se dice que los burgueses pueden entrar al partido, también es constitucional la definición inicial es que China es un Estado socialista. Es decir, que toda la narrativa todavía sigue siendo la del pasado. Y eso evidentemente tiene que ver con esta peculiaridad, que no es la réplica de ningún antecedente o experiencia histórica, de cómo interviene el Estado chino.
Bueno, por último, no voy a poder desarrollar todos los temas… ¿Qué actitud tomamos? El hecho que nos pronunciemos por esta definición de capitalismo “sui generis” no significa que le adjudiquemos a China un rol de características progresivas ni que sea un polo de resistencia al imperialismo. La política del Estado chino en este proceso es tratar de lograr cierto grado de autonomía, una tajada mayor dentro de las cadenas de valor internacional y dentro del proceso de acumulación capitalista. No es portavoz de un orden social nuevo, sino que tiende a tratar de lograr un lugar en éste.
Y entonces en un enfrentamiento entre China y Estados Unidos no significa que privilegiemos a uno con respecto al otro. Vamos a analizarlo en términos concretos. Vamos a analizarlo en términos concretos cuando venga, porque vamos a tener que ver cómo se van constituyendo, configurando los bloques internacionales. Si China termina haciendo una alianza, por ejemplo, con Europa contra Estados Unidos…
Hay tendencias a la guerra mundial, pero todavía el proceso no está consolidado. Y hay que tener mucho cuidado con el tema de Taiwán. Porque Taiwán a lo mejor tiene algunas aspiraciones propias y la política del Estado chino en términos históricos ha sido una política opresiva. Pero lo mismo pasó con Ucrania.
Y sin embargo, nosotros dijimos, guarda, lo de Ucrania no significa, a pesar de toda la demagogia que se haga, no significa la defensa de los intereses nacionales ucranianos. Bajo la explotación de los intereses nacionales ucranianos, tenemos la OTAN detrás. De manera que si mañana, en torno a Taiwán, hay un enfrentamiento, vamos también a tener presente que hoy Taiwán es utilizado como un instrumento del imperialismo norteamericano y por ahora de las potencias capitalistas para avanzar también en un proceso más general de rediseño del planeta sobre la base de sus necesidades.
Intervención final de Luis Brunetto
Yo creo que si se produce un enfrentamiento entre China y Estados Unidos, no tenemos que volver a repetir el error de la Segunda Internacional y tenemos que llamar a la huelga general. Si el enfrentamiento se produce porque China, con todo derecho, ocupa Taiwán, que es un problema semicolonial, sino un problema de unidad nacional, porque en Taiwán se refugió el Kuomintang. Cuando se produce la revolución se refugia el Kuomintang. No es que vinieron los ingleses y colonizaron Taiwán como acá en las Malvinas. Ojo. Si se produce eso y eso lleva a un enfrentamiento global, que inevitablemente sería el enfrentamiento de China y Estados Unidos, yo aplico el concepto que aplicó Lenín con Serbia. Serbia tenía todo el derecho del mundo a independizarse del imperio austrohúngaro, pero Lenín dijo, en el contexto del inicio de la Primera Guerra Mundial, es una abstracción. Serbia queda disuelta en el conglomerado del problema de lucha interimperialista. O sea, lo siento por los nacionalistas serbios, que se pasen al bando de la clase obrera.
Cuando yo hablaba de proceso endógeno o exógeno, me refería al motivo propulsor del proceso de restauración. ¿Qué es lo que motiva que una franja social en una sociedad postcapitalista, como le queramos llamar, planificada, en transición al socialismo, tenga el interés de restaurar el capitalismo, consciente o inconscientemente? ¿Cuál? Bueno, el motivo propulsor es un motivo endógeno, es la burocracia que quiere estabilizar su renta privilegiada. Lo que es una renta, que es una deducción del producto del salario, transformarlo en ganancia capitalista. ¿Cómo lo transformo en ganancia capitalista? Bueno, las rentas son funciones de la propiedad. Es decir, justamente para los distribucionistas. Si yo distribuyo y mantengo las relaciones de propiedad, dentro de 20 años, le pasó a Cristina, le pasa a cualquiera, dentro de 5 años, 2 años, va a volver todo a la normalidad. va a seguir habiendo, vamos a volver a la desigualdad anterior.
Entonces, la burocracia lo que necesitaba era transformarse en burguesía. Para eso tenía que liquidar la propiedad socialista. Bueno, ese proceso se desarrolla de una manera determinada en Rusia y de otra manera en China. Si el proceso fuera exógeno, entonces liquidemos la revolución permanente. Porque entonces Yeltsin, que era un empleado del imperialismo, fue desplazado por Putin, que liberó a Rusia del imperialismo. Putin, el burgués Putin, bueno, entonces Trotsky estaba equivocado.
A mí me parece que no. Lo que ocurrió es que en el colapso de la Unión Soviética, el imperialismo tuvo la posibilidad de impulsar un proceso vía Yeltsin, de asociación, de sometimiento al imperialismo, que no reflejaba el poder que aún en la destrucción y en el desmoronamiento del Estado obrero seguía teniendo Rusia por su control del poder nuclear, por su control de determinados niveles de tecnología, por toda una serie de condiciones que tiene.
China tiene otras condiciones, entre ellas le pudo ofrecer al mercado capitalista 1.300 millones de compradores, eso no lo tiene nadie. Cuba cuando termine la restauración va a ser un casino de vuelta como era antes de que llegue Fidel. Bueno, entonces a eso me refería yo con lo del proceso endógeno. Me estoy apoyando en el concepto de Trotsky sobre el proceso de restauración, que no tiene que ver con el origen de la burguesía, el proceso de transición del feudalismo al capitalismo, en absoluto. No usé ese argumento.
Sobre el problema del Estado en China. Todos los Estados burgueses deberían representar el punto de vista de conjunto de la burguesía. Después la burguesía se pelea con los Estados burgueses, se pelea acá y se pelea allá. Vanderbilt tenía un cuadro de Roosevelt y le tiraba dardos, dicen. Odiaba, si lo hubiera podido fusilar a Roosevelt, lo hubiera fusilado. Pero ¿qué? ¿Roosevelt no era un representante del interés burgués de Vanderbilt? Sí, Vanderbilt no veía tan lejos como Roosevelt.
Bueno, la burocracia china representa eso, representa el interés de conjunto del Estado burgués chino y del desarrollo del capitalismo china. No veo ningún misterio en eso, no veo ninguna contradicción.
Yo conozco Cuba, en Cuba te dicen, este burócrata tiene 23 empresas, este otro tiene 50. , este otro son burgueses. Está bien, no está cristalizado en términos de propiedad. En China sí lo pueden cristalizar en términos de propiedad. Seguramente, burócratas como Xi Jinping no lo blanquean. Pero otros, como decía Pablo Giachello, que han podido ingresar al Partido Comunista, porque se permitió el acceso de empresarios al Partido Comunista, lo hacen abiertamente.
Imperialismo. Bueno, yo voy a poner un caso solo. El puerto de Hambantota en Sri Lanka. ¿Se acuerdan ustedes que en Sri Lanka se produjo un quilombo fenomenal, cayó el gobierno, un gobierno pro-chino. Los tipos hicieron hacer un puerto en Sri Lanka, en el sur, el puerto de Hambantota, y el puerto de Colombo, que es la capital de Sri Lanka. El 80% del tráfico de Sri Lanka se va por el puerto de Colombo y no por Hamnambota. ¿Por qué hicieron ese puerto con el cual se recontraendeudó el Estado de Sri Lanka, terminó teniendo que dárselo, como le han dado otros puertos, el Pireo en Grecia, por cuestiones de deuda a empresas chinas? Simplemente porque ese puerto pasa por la ruta que lleva al canal de Suez, al Estrecho de Hormuz. Y China está haciendo lo mismo con toda una serie de puertos. En el Océano índico que es su segundo espacio de disputa, porque no nos olvidemos que está el cinturón de islas, está el mar de la China meridional…
Acá nombraron el comportamiento de los hutíes, que China les pidió que no le tiraran misiles a los barcos yanquis. Y a Irán le prohibió cerrar el estrecho de Hormuz. Son casos puntuales que muestran prácticas imperialistas, más allá de que, por supuesto, estamos hablando del imperialismo como fase y como fase del capitalismo, pero eso se expresa en prácticas concretas. Tenemos millones y las tenemos acá en la Argentina también. Productividad laboral. Fíjense, es interesante, muy interesante esto. Si uno agarra el coso de la OIT, encuentra que China tiene 19 dólares por hora trabajada. Bien. Francia tiene 82,2. País atrasadísimo, China. Atrasadísimo. Bien. Cuba tiene 24,7. Costa Rica tiene 30,3. Ahora fíjense ustedes, Macao tiene 92. Macao, China. Hong Kong tiene 68,3. Todos esos niveles están en el G7. Bueno, China no tiene 19. Eso es una cuestión estadística, falsa, equivocada. Shanghái, Shenzhen, la zona del corazón productivo de China, están muy por encima de eso. ¿Se entiende? Todos los indicadores de China, todos los indicadores fundamentales de China, lo ubican a China en el contexto del G7. ¿Sí? Un poco más, un poco menos. Es decir, en el contexto de los países imperialistas.
No necesariamente tendría que ser China el que disputa. Francia no disputa la hegemonía mundial con Estados Unidos y es imperialista. Italia no disputa la hegemonía mundial con Estados Unidos y es imperialista. De todos modos, si China lo hace. Lo hace, a mi juicio, como parte del proceso de ocaso del capitalismo. El ascenso de China no implica una sobrevida, implica la crisis. A mi juicio crea las condiciones para la crisis final que se expresan en la tendencia a la guerra global, cuyos polos, son inevitablemente China y Estados Unidos. Y la guerra global es, como decía Marx, es el triunfo de la clase revolucionaria o el hundimiento de las clases en pugna. Esperemos que no se hundan las clases en pugna, porque en este caso ya es la desaparición del planeta Tierra.
Intervención final de Pablo Giachello
Muy bien, bueno, a ver, vamos a ir por partes sobre el problema del régimen chino y cómo eso cuestionaría, según la visión de Heller, la posibilidad de la proyección de China como un imperialismo en formación, como lo es a mi entender. Yo creo que lo que se pasa por alto acá es que el régimen social y político chino, llamémosle el capitalismo de estado sui generis o capitalismo de estado burocrático, ha sido el factor por el cual China ha llegado al lugar al que ha llegado hoy. Si no hubiera sido por ese régimen social y político, China hoy no sería lo que es. Hubiera sido o directamente una colonia yanqui o se hubiera balcanizado, desmembrado, hubiera sido copado por el capital imperialista. Y logra esa proyección gracias a este régimen social. Este es un punto clave.
Por otro lado, la existencia de este régimen social, el capitalismo de Estado bajo control burocrático, con una fuerte tendencia bonapartista, con la emergencia de Xi Jinping, es al mismo tiempo, hasta cierto punto, una ventaja del régimen chino. Una desventaja y puede ser también un talón de Aquiles, pero cuidado. O no estamos viendo cómo en Estados Unidos se quiere constituir el régimen de Trump en un Bonaparte. ¿Por qué? Porque en la época de la guerra imperialista, los regímenes tienen que ser regímenes verticalistas, regímenes totalitarios, porque se necesita un mando único y centralizado para la guerra. Entonces, desde ese punto de vista, el régimen bonapartista de Xi Jinping aparece como una ventaja comparativa. Por lo menos hoy.
Ahora bien… ahora empiezan los peros, porque a mí no se me escapan las contradicciones que atraviesa, las purgas que menciona Heller, las tensiones con sectores de la clase capitalista, las tensiones con la propia clase obrera. Ahora, si uno ve lo que viene pasando en Hong Kong, lo que viene pasando en Hong Kong es que progresa el Partido Comunista y la autoridad del Estado Chino. Contra las organizaciones independientes.
Y en junio de este año, cuando estaba escribiendo este artículo, me pasó algo terrible, porque yo tenía abierto el China Labor Bulletin, que es un boletín fantástico de China que describe todas las huelgas en toda China, y de repente un día abro y no estaba más. Y empiezo a decir qué pasó, qué pasó, estaban todos los links rotos. Los tenía ahí guardaditos para meterme en un estudio más específico. Cerraron el boletín, luego de 20 años, y me pongo a investigar, y cerraron 600 organizaciones no gubernamentales, reflejando el poder dictatorial y de organizaciones. Cerraron a las ONG en el curso de los últimos años en Hong Kong.
Especialmente luego de lo que fue la rebelión en Hong Kong de jóvenes en 2019 con los paraguas. Es decir que acá, ahora, ¿se puede transformar en un talón de Aquiles? Bueno, vamos a ver. Vamos a ver si este régimen que fue el vehículo para proyectar a China en el mercado internacional y proyectar a China como una potencia económica, se termina transformando en un talón de Aquiles. Lo vamos a ver. Pero fue el vehículo hasta el momento. Esto no lo podemos pasar por alto.
Ahora, si nosotros solamente decimos un capitalismo de Estado bajo control burocrático, un capitalismo de Estado sui generis puede ser una semicolonia. Un capitalismo de Estado sui generis puede haber en un país dependiente puede haber un capitalismo de Estado sui generis. En un país imperialista puede haber un capitalismo de estado sui generis y en un imperialismo en formación puede haber un capitalismo de estado sui generis. Estamos hablando del régimen social y político chino, pero no estamos estableciendo cuál es la categorización de China en el concierto internacional, que es un problema fundamental, porque desde luego que el problema del imperialismo no es simplemente un problema cuantitativo, pero lo cuantitativo hace a lo cualitativo. No puede haber un salto cualitativo si no hay una acumulación cuantitativa. Por favor.
Y en el texto de Heller, en la revista En Defensa del Marxismo, los problemas cuantitativos están pasados completamente por alto. En el texto de Heller no figuran las palabras tierras raras. No figuran en todo el texto. Y las tierras raras se han revelado como un factor clave de China en la dominación de las cadenas de suministro internacional. Con estas, China hizo a Estados Unidos entrar en una tregua este año, ahí en Corea del Sur. Y en abril de este año, por el control de China de las cadenas de suministro, se amenazó con la parálisis de toda la industria automotriz internacional. Y un país que es una potencia manufacturera y tiene el control de las tierras raras, tiene una capacidad de fuego descomunal.
También eventualmente en una guerra. Porque con las tierras raras se construyen las bombas, se construye el material bélico, se construyen los celulares, se construyen los vehículos eléctricos, se construye todo. Y Estados Unidos no se preparó para tener un dominio en eso y en cambio China se viene preparando para superar sus trabas tecnológicas. Y ha avanzado mucho y el desarrollo que ha tenido en la inteligencia artificial, muchos dicen que de la mano del desarrollo de la inteligencia artificial que ha superado Estados Unidos, podría superar el atraso que tiene en materia del desarrollo de semiconductores.
Entonces, ojo al piojo, los problemas cuantitativos valen. No está dicho en el artículo de Heller el problema de la inversión extranjera directa que se ha transformado en el tercer exportador de capitales del mundo China. No está dicho, no figura, no dice nada de eso. Y el problema es clave, porque de esa mano se puede construir la pelea por una moneda propia.
Y por lo que decía el compañero que me preguntaba por la inversión extranjera directa, una cosa es el flujo de inversión extranjera directa en un año y otra cosa es el stock de inversión extranjera directa. Este es el punto. En stock de inversión extranjera directa saliente, China pasó de un lugar marginal a ser el tercer país con mayor exportación de capitales. Solo detrás de Estados Unidos y de Países Bajos.
Entonces… el problema de la guerra. Ojo con el tema de Taiwán, ojo con el tema de Taiwán. Y para tener una posición consecuente en el problema de Taiwán, una posición revolucionaria, hay que partir de la tesis del PO. De que el eje vector de la situación internacional es la tentativa del imperialismo mundial de colonizar China y Rusia. Con esa posición el PO tuvo una posición revolucionaria frente a la guerra en Ucrania, una posición de derrotismo revolucionario. Y como el PTS no partió de esa posición, en Ucrania el PTS planteó resistencia independiente en el campo ucraniano. Y ahora salió un texto del PTS que plantea la autodeterminación de Taiwán. Como por sobre todas las cosas rechazan el injerencismo norteamericano, rechazan el armamentismo chino. Pero el planteo de la autodeterminación de Taiwán tiene que estar subordinado, subordinado, a rechazar cualquier injerencismo norteamericano y el armamentismo norteamericano que está armando hasta los dientes a Taiwán como una punta de lanza contra China y tiene que rechazar también el injerencismo chino y las amenazas permanentes.
Hoy el tema de Taiwán es la noticia de las últimas semanas, porque Japón amenazó que si China invadía Taiwán, ellos iban a intervenir. Y el misil del que habló Luis es una amenaza a Japón, con un misil hipersónico. Es una amenaza a Japón. Entonces, eso no está en los otros textos.
En mi texto, fijo una posición revolucionaria frente al problema de Taiwán. Creo que es un aporte, que es defender el problema de la autodeterminación, que está subordinado al rechazo del injerencismo norteamericano, el rechazo del injerencismo chino, y el planteo estratégico de una federación socialista de Estado del sudeste asiático. Como planteo estratégico, saliendo por arriba.
Lo último sobre el problema de imperialismo en formación o no en formación. Hay problemas muy importantes. Lógico, las estadísticas de productividad laboral tienen mucha distorsión. Pero no deja de ser cierto que están los islotes de atraso que atraviesan a China. Eso no deja de ser cierto.
Ahora, también es cierto que en las provincias costeras de China, donde hay un enorme desarrollo industrial, condensan a más de 300 millones de personas. Y en ese lugar la productividad laboral se equipara a las del G7, pero después tenemos enormes islotes de atraso, el 33% de la población china sigue siendo rural. Hay un problema de un atraso.
Está el problema de que China está cercada, es cierto. Las islas Spratly las islas Paracel. Se determinó el progreso de China, pero está cercada por Japón, por Corea del Sur por Australia y la India, que está dentro de los BRICS es parte de una alianza militar contra China, y eso da cuentas también de que China no ha logrado tener una estructura diplomática, económica, financiera, de alianzas militares, que sí tiene Estados Unidos.
En eso consiste el carácter formativo del imperialismo chino. Tiene puntos débiles importantes. El carácter contradictorio del régimen, en el que tanto insiste Heller, puede llegar a ser un talón de Aquiles. Por eso el carácter de imperialismo en formación.
Y con esto concluyo. Por supuesto, las categorías no pueden ser rígidas. Desde luego que no pueden ser rígidas. Mi categorización es una categorización que trata de captar la dinámica del proceso. No decimos imperialismo consolidado y se acabó, sino que estamos diciendo que hay una tendencia en esa dirección. Pero nos ubica claramente en el lugar alcanzado por China hoy, no potencialmente sino hoy, en el terreno internacional. Nada más.