Derrumbe del régimen político
Cuando la semana pasada culminó la elección interna abierta de la Alianza, uno de los comentarios más difundidos consistió en caracterizarla como una manifestación del grado de la madurez democrática alcanzado por las instituciones políticas del país e inclusive la propia ciudadanía.
Naturalmente, el comentario era muy interesado. Un viejo proyecto de los grandes capitalistas es producir lo que podríamos llamar la despolitización de la política. Por medio de las elecciones internas abiertas, se pretende vaciar a los partidos de contenido político y permitir que cualquier candidato ajeno al programa y a la tradición del partido, a condición de que se encuentre bien financiado por un grupo capitalista para conquistar al electorado independiente, pueda ganar la candidatura de un partido. Los capitalistas, de este modo, podrían simplemente, como en un mercado de cereales, de acciones o de chinchulines, comprar y alquilar candidatos y partidos políticos. Quieren reformar el sistema político actual para que las internas abiertas, con la posibilidad de que vote cualquiera que no pertenezca a un partido, sean obligatorias, como ya ocurre en Uruguay. Tendríamos, por ejemplo, que un partido revolucionario y socialista, a la hora de elegir sus candidatos, debería hacer internas abiertas, y permitir a gente que no es ni revolucionaria, ni socialista, que venga a determinar quién debe ser el candidato de ese partido obrero y socialista.
La Alianza da pie así, como ya ocurriera en el pasado, a un proceso de privatización de la política. La política pasa ahora a ocupar el lugar de los teléfonos, de los ferrocarriles, del agua y el gas. Esto es lo que Cavallo llama las transformaciones de segunda generación para completar y asegurar las transformaciones de la primera generación. Tienen razón. En la lucha para que el capital domine total y completamente la estructura social, cultural y económica, es necesario también que pueda, directamente, comprar y vender candidatos y partidos.
Al mismo tiempo que se producían estas elecciones, en el Congreso metían tres senadores truchos ¡Qué fortalecimiento democrático! Esto es muy instructivo; fuimos el único partido político que le dio su debida importancia a aquel incidente con el primer diputado trucho, hace tres o cuatro años, que fue puesto con la finalidad de lograr el quórum para votar la privatización del gas. En aquel momento, dijimos que ése era el único auténtico diputado del Congreso porque a ese viejito lo habían puesto para entregar el gas y el viejito votó para entregar el gas. En cambio, a los otros trescientos infelices, el pueblo los votó para defender la soberanía del país y estaban entregando el gas como el viejito.
Vivimos en un régimen que por definición tiene que ser trucho. Para que haya democracia en Argentina o en un régimen capitalista, esa democracia tiene que ser trucha. Ahora que metieron estos senadores truchos, tenemos otra manifestación de cuán impotente es la poderosa oposición. Dicen que otro país es posible, que van a cambiar la Argentina, pero les meten tres senadores truchos y no saben qué hacer para sacárselos de encima. Cuando les convino, porque había una fuerte lucha de intereses económicos, mandaron a golpear cacerolas contra Yabrán. ¿Por qué no mandaron a golpear cacerolas y a hacer paros contra los senadores truchos?
Un régimen político que tiene que apelar al truchaje de los senadores está demostrando la razón del mensaje que fue enviado a este acto por los compañeros de Ciccone Calcográfica, cuando hablan del derrumbe de las instituciones… Miren qué fantástico: los compañeros de Cicone Calcográfica son políticamente más sagaces y más agudos que los editorialistas de La Nación, los de Clarín, los de Ambito Financiero, que dicen "que las instituciones se fortalecen en la Argentina".
Los senadores truchos podrían ser un hecho aislado, pero no. El gobierno entero está acusado de asociación ilícita en el contrabando de armas, es decir que se organizaron para delinquir. Es un régimen que vive del contrabando.
Hay una putrefacción completa del régimen político actual; la clase obrera tiene una salida, pero este régimen no tiene ninguna.
Otra manifestación aguda de la descomposición política actual es el derrumbe de las instituciones policiales. En Río Negro, en la Provincia de Buenos Aires, en Capital, en Mendoza, en todo el país. La principal organización delictiva de este país está constituida por los encargados de prevenir y reprimir el delito. La trascendencia de esto es enorme. La función de la policía es proteger la propiedad privada y la policía se dedica al saqueo de la propiedad privada. ¿Cómo puede funcionar un régimen de propiedad privada custodiado por saqueadores de la propiedad privada?
Otra característica de la descomposición política actual es la contínua división del peronismo, con dos jefes de partido y una potencial división en la provincia de Buenos Aires.
Las descomposición es tan brutal que pocos se han dado cuenta de la confusión política que tienen los gobernantes. Hace dos meses, el Ministerio de Educación prohibió que los chicos de la secundaria aprendieran tiro deportivo en el Tiro Federal… Sesenta días después, Duhalde dice que la población puede armarse para matar a los delincuentes.
Esta gente ha perdido la noción de lo que quiere; el candidato futuro a presidente es partidario de la carnicería general. Pero ahora es el gobernador de la provincia de Buenos Aires. Benavídez queda en la Provincia de Buenos Aires. Con esto está confesando que en Buenos Aires manda cualquiera menos el Gobernador de la Provincia. Con ese título, de incapaz para gobernar su provincia, dice: soy el mejor para presidente de la Nación.
El llamado de Duhalde a que la gente se arme no sólo es una invitación a que los delincuentes maten a cualquiera que se quiera defender sino que también es una invitación a resolver con métodos fascistas el problema de la delincuencia, el problema de los compañeros marginados y los múltiples problemas que crea la enorme miseria que han causado los capitalistas. Duhalde le está diciendo a la gente: Salgan a matar. ¿Esto también es un fortalecimiento de las instituciones democráticas?
La primera conclusión es que estamos ante un derrumbe brutal del sistema democrático, que la burguesía no puede mantener. La burguesía no puede gobernar de ninguna otra forma que con medios ilícitos, violentos, corruptos. O no gobernar del todo. Es un síntoma que esta sociedad no funciona más en las condiciones presentes; que este sistema se acabó a cualquier fin social útil. Esto lo tiene que tener claro cualquier trabajador. No cabe albergar una expectativa.
Un proceso continental
La utopía reaccionaria es la de ellos, el régimen que está sin salida es el de ellos. Un botón de muestra es lo que está pasando en Venezuela: un coronel, con posiciones nacionalistas, con tres años de cárcel, a fuerza de despotricar contra los yanquis y los partidos corruptos, el domingo va a ganar las elecciones con el 60% de los votos y va a barrer a todos los partidos tradicionales.
Ustedes me dirán: ¿pero ese militar, ese coronel le va a dar una salida a Venezuela? No. Pero es un síntoma clarito de la descomposición del régimen político de Venezuela. Este coronel no tiene ningún planteo que realmente asuste a los capitalistas, que sólo están asustados por el hecho de que una acción de este tipo sea capaz, de la noche a la mañana, de barrer con el peronismo, con el radicalismo y con el cavallismo de Venezuela en 48 horas. De que la gente baja de los cerros a la calle a hacer política.
Lamentablemente, la izquierda de Venezuela ha estado gobernando con la partidocracia oficial y es su capitulación la que permite que ocupe el lugar un militar nacionalista. En la Argentina, está el Partido Obrero y esas experiencias políticas de liquidación de la política corrupta se van a producir, pero en términos socialistas, no en términos de militares nacionalistas.
En Chile, hay un gobierno de cristianos y socialistas mendigándole a la reina que libere a Pinochet. Es oprobioso ver a las víctimas mendigando a la reina de Inglaterra que libere a este verdugo, cuando la simple detención y la difusión internacional de esta detención sirvió para profundizar la conciencia política en las capas más atrasadas de Chile acerca de lo que significó el pinochetismo. El régimen democrático chileno que sale a defender a Pinochet está en una crisis completa, la peor crisis… una crisis moral; ha perdido toda autoridad entre su gente, entre su base.
El fin de las ilusiones
Esta profunda descomposición de los regímenes políticos es un fenómeno que se da en toda América Latina. Cualquiera sea el próximo gobierno, e incluso en el tránsito al próximo gobierno, se van a manifestar todas las consecuencias de esta descomposición política.
El ejemplo más claro es la propia interna de la Alianza, que nos enseña sobre muchas cuestiones. En primer lugar, naturalmente, sobre cuáles son las posibilidades que ciertos pequeño-burgueses tienen de transformar el país. Cuando Graciela Fernández Meijide y el Chacho Alvarez debutaron como izquierdistas, se querían comer vivos a todo el mundo. Chacho sacó un libro de denuncia a la corrupción que se llamaba La carpa de Alí-Babá. Ahora está buscando una bolsa de dormir para meterse en la carpa.
Con el apoyo del Partido Comunista y del Ptp, formaron el Frente del Sur; después formaron el Frente Grande. Toda esta estrategia política ha terminado llevándolos a ser vicepresidentes de De La Rúa. Ahora, la consigna es lo que no es posible es otro país, por lo menos de parte nuestra. Hemos vuelto al punto de partida: Alfonsín y Menem; De la Rúa y Duhalde, lo mismo de siempre.
Esta pequeña burguesía, en su afán de llegar, acusó al Partido Obrero de utópico, principista, sectario, radical; ellos eran los piolas, los cancheros, los realistas. Se pasaron de vivos. Aceptaron el plan de convertibilidad de vivos que eran. Empezaron a viajar en el jet de Soldati; a bailar tango con Soldati, a nombrar a Machinea futuro ministro de Economía. Fernández Meijide nombró como su principal asesor económico a Gustavo Caraballo, el jefe de Bunge y Born, que fue el que armó la subida de Menem. Toda esta asimilación, esta entrega, este vuelco de esta pequeña burguesía al imperialismo, ha concluido con esta farsa de que volvemos al bipartidismo de radicales y peronistas. No pasó nada, ni siquiera produjeron un tercer partido. Es la completa impotencia de la pequeña burguesía. Y con De la Rúa como candidato, puede ganar Duhalde, y con un senado de senadores truchos, Menem tiene controlado el Congreso. Y en diez años de chachismo, tenemos una especie de menemismo renovado bajo la forma de De la Rúa, el gobierno de la Iglesia, los capitalistas, etc. Una farsa, una tremenda farsa.
Esta pequeña burguesía fracasa porque no le puede dar una salida a nadie. Considera cualquier planteo mínimo de cambio como una subversión. ¿Oponerse al plan de convertibilidad? Hiperinflación. ¿Suspender un pago de la deuda externa? Hiperinflación. Todo mínimo cambio recibe la acusación de que nos lleva a la catástrofe; la pequeña burguesía se achica… se entrega. La pequeña burguesía fracasa en todo esto también porque ella es socia de un régimen en descomposición.
Cuando nosotros decimos: no hay salida con Menem, con Duhalde, con la Alianza, con el Chacho estamos señalando la situación forzada, el desemboque obligado de un sistema podrido, que no da más; de un sistema de truchaje, de corrupción, de venalidad. De un sistema minado hasta la raíz, sin poder judicial, sin policía, sin ejército, con una asociación ilícita como gobierno.
De la Rúa está gobernando en la Capital Federal y nadie vio que entrara en choque con el menemismo. Cuando se proclamó la victoria de De la Rúa, Menem y Duhalde dijeron gran victoria de la democracia, los chorros vamos a quedar libres. Es el retrato de la descomposición del sistema. La clase obrera tiene que tener presente que toda la situación del país empuja, cada vez más, a que un firme liderazgo obrero tome el toro por las astas y encamine el sufrimiento, la angustia y la desesperación de las masas ante tanta porquería. Está inscripta en la realidad la necesidad de un partido de la clase obrera.
Crisis mundial
La razón de fondo de esta descomposición es que hay una crisis capitalista mundial imparable. No existe ninguna posibilidad, esta vez, de que el capitalismo pueda esquivar una catastrófica crisis mundial.
¿Qué sería esquivar una crisis? Un banco, por ejemplo, va la quiebra. Lo compra otro banco, con plata propia o con plata del gobierno, como en la Argentina. Naturalmente, hubo una crisis, pero esa crisis se resolvió con la compra de ese banco quebrado por otro banco. No existe esa posibilidad. Los bancos y las industrias van a quebrar y nadie las va a poder comprar, porque hay una crisis de sobreproducción tan brutal que la única salida es la liquidación de ramas enteras de la industria y de bancos enteros. Les sobran 30.000.000 de automóviles, les sobran millones de toneladas de acero; la industria de la computación tiene excesos descomunales. No hay ninguna industria que no esté completamente saturada y el propio capital financiero está saturado en una gran especulación.
La industria más quebrada en este momento es la japonesa; es el caso de los diecinueve grandes bancos japoneses. Durante diez años, el Estado japonés ha estado gastando plata en salvarlos. La consecuencia es que hoy en Japón están en quiebra las industrias, los bancos y el propio Estado que salió a rescatarlos. Japón es un país que tiene un producto bruto anual de 4 billones de dólares y el Estado tiene una deuda pública de 8 billones de dólares. ¡Dos años de trabajo en Japón no alcanzan para pagar la deuda pública japonesa, que se formó para rescatar a la industria japonesa! Meten plata para salvarlos y no logran hacerlo. Por eso el FMI y el gobierno norteamericano les dicen que no hay otra salida que dejarlos quebrar.
Hay una crisis en la que inevitablemente tienen que proceder a una cirugía extraordinaria de la economía, de la industria y del campo.
El Banco Mundial acaba de advertir algo que cualquier lector de Prensa Obrera lo sabe desde hace 4 ó 5 años: "La crisis va a derribar a las AFJP en todo el mundo". Con la quiebra de las AFJPs arrasarán, como nunca en el pasado, con las economías familiares, con la posibilidad de la jubilación. El Estado va a tener que re-nacionalizar todo el sistema jubilatorio porque sólo el gobierno va a poder pagar las jubilaciones.
El año pasado, en julio del año 97, el derrumbe de las bolsas comenzó con un problema que se produjo en Tailandia. Ahora, por primera vez, las bolsas caen en todo el mundo por un problema ocurrido en los Estados Unidos de América: la fábrica Boeing, la más grande industria del capitalismo moderno, anunció el despido de miles de trabajadores. Miren lo que ha progresado la crisis mundial.
Crisis económica
No hay salida para los capitalistas. Sí hay una salida, pero es la de la clase obrera. Naturalmente esto se siente en el país.
El grupo de Cavallo opina que la única forma de encarar la crisis económica en la Argentina es aboliendo definitivamente el peso; que en la Argentina sólo circule el dólar.
Esto, primero es una demostración del hundimiento del plan Cavallo, que se hizo para salvar a la moneda argentina. Lo que Cavallo dice es que hay que liquidar aquella moneda que él dijo que vino para salvar, porque no tiene salvación ni con él ni con nadie. Pero el otro día, Cavallo se peleó con Roque Fernández porque éste se niega a emitir más pesos argentinos para rescatar bancos e industrias en la Argentina. El hombre que quería suprimir el peso está pidiendo a los gritos que el Banco Central emita más pesos, para salvar a Alpargatas que está en quiebra, a los bancos. ¿No es ésta una manifestación del hundimiento económico de la Argentina?
Hundimiento económico que, ligado a lo de Brasil, ligado a lo del Mercosur, ligado a la caída de la producción industrial en el mes de octubre del 7 u 8%, a la caída de las exportaciones, al aumento del déficit comercial, a la salida de capitales, a la falta de préstamos en el exterior, va determinando esta ola de suspensiones y despidos que estamos sufriendo y que ha abierto un nuevo período de confrontación directa entre las masas y los capitalistas. Esta crisis económica es la que explica el hundimiento del régimen político, que no puede dar nada.
No puede dar una ley de incentivo docente para pagarle a un maestro 60 pesos más. Tuvo una crisis política por 60 pesos para un maestro. ¿Qué dice la Alianza? No puede decir nada, porque en la Capital los docentes hicieron huelga contra el gobierno de la Alianza, que no les aumenta nada, o les condiciona un aumento a la reforma del estatuto para aplicar la flexibilidad laboral en la educación. ¡Imagínense la flexibilidad laboral en la educación! Es la destrucción de la educación, la liquidación del maestro. Esta también es unareforma de segunda generación. Esta destrucción del docente forma parte de un proceso profundo de destrucción de la educación. Están en juego los valores de la cultura y de la civilización; no sólo el salario; está en juego toda una serie de conquistas que la humanidad fue acumulando gracias a la lucha de los trabajadores y que el capitalismo es incapaz de mantener en pie.
Dual-de
El Partido Obrero quiere fervorosamente que este análisis se discuta, se lo examine a fondo; porque de este análisis desprendemos todas estas orientaciones políticas que vamos a proponer hoy acá.
La dualidad de Duhalde es tan grande, si se puede llamar así, que motivó un chiste de Landrú que decía Dual-de, Dual-de. El Cabezón acaba de sacar un afiche que es un golpe publicitario: "vuelva y luche". En lugar del "luche y vuelve" de los años 70; la consigna es vuelva, usted que se fue del peronismo porque somos todos unos traidores, y acá va a encontrar un lugar para luchar. Vuelva y luche, juntando las dos palabras, da a entender de que se viene de nuevo el malón, la gran montonera peronista arrasando con todo. Pero no se terminó de secar el engrudo del afiche, cuando Duhalde le propuso una alianza a Cavallo por TN. ¿Se dan cuenta? ¿Saben a quién va dirigido el afiche? A Cavallo: "vuelva, Cavallo, y luche".
El peronismo es hoy una minoría electoral, lo cual deja planteada la disputa por la conquista política de los trabajadores históricamente vinculados al peronismo.
Elecciones de Córdoba
El 20 de diciembre hay elecciones en Córdoba. Todas las encuestas dicen que el radicalismo pierde 15 puntos respecto de la elección anterior y el justicialismo pierde 10. Mestre dice que con el 33% de los votos gana; Angeloz ganó con el 50%, ahí hay una caída de 17 puntos. El peronismo baja 10 puntos. Entre los dos, con suerte, pueden llegar al 55% del electorado de Córdoba. Es una caída descomunal.
Entonces fíjense la política que se han dado Mestre y Menem. Mestre está anunciando que el segundo lugar en las elecciones lo va a ocupar el voto en blanco; y desde el gobierno se hace campaña por el voto en blanco. Esta sería la única forma en que Mestre y De la Sota pueden conservar el primer y segundo puesto de votos positivos, porque si en Córdoba no hay voto en blanco, el ganador de las elecciones en Córdoba es cualquiera menos Mestre y De la Sota.
Al mismo tiempo, Menem dijo que "hay que abolir la obligatoriedad del voto". Es decir, hay que estimular que la gente no vaya a votar. ¿Ven cómo se cierra? Del senador trucho, de la justicia corrupta, de la asociación ilícita, al voto en blanco, al no voto. Quieren un sistema electoral como el de Estados Unidos, donde vota el 38% y, como las clases altas votan masivamente, es una oligarquía perfecta: a los representantes solamente los eligen los ricos. Los Menem y los Mestre no pueden mantener su actual sistema: éste es el cuadro político en que se desenvuelven las elecciones en Córdoba.
Los que no quieren ver esto, cuando nosotros llamamos a que "rompan con la patronal", no lo quieren ver porque están atados a intereses, pero de ninguna manera tienen una perspectiva. Su perspectiva era que ganara Graciela Fernández Meijide y así les fue. Su perspectiva fue que el Frepaso ganara por lo menos en Neuquén y no ganó ni en Neuquén. En la provincia del Cutralcazo, en la provincia de la huelga general de estudiantes, en la provincia de la huelga de los docentes, fue a votar el 7% del padrón.
El Partido Obrero está librando una lucha política a brazo partido en Córdoba. En la onda del voto en blanco se mete mucho revolucionario, sin darse cuenta de que es la consigna de Mestre para la oposición.
La bancarrota de la burocracia
Esta situación política ha herido de muerte total y completamente a la burocracia de los sindicatos.
Ctera hace dos años que tiene una carpa por 60 pesos de aumento. Les dijimos: "no lo van a conseguir con esa ley, no es el camino". Ahora, Menem veta los artículos que hay que vetar… "No, pero se comprometió la palabra de la Decibe". Pero eso se resuelve; nosotros ya sacamos un artículo hace varias semanas que decía "Decibe renuncia". No han podido conseguir 60 pesos en dos años. Atacaban a Tribuna Docente, a la Lista Rosa, diciendo que no ofrecía una salida. No, ustedes no ofrecían una salida. ¡Miren qué desgaste! ¡Dos años de carpa desgastan física y moralmente! Por décima vez, entraron en el juego de aceptar la maniobra del gobierno para llegar al fin del año escolar. Ahora prometen la huelga indefinida para marzo del año que viene. Pero en marzo del año que viene van a decir "No le hagamos el juego a Menem, que quiere que haya quilombo para impedir que triunfe De la Rúa". Entonces, la huelga va para marzo del 2000, pero entonces va a ser todavía la luna de miel con el nuevo presidente. Y nos iremos al marzo del 2001 por 60 miserables pesos. Es la traducción clara de la bancarrota de la burocracia sindical. Su política, allí donde fue llevada con alguna tenacidad, con el apoyo de Joan Manuel Serrat, del Papa, de Gerardo Romano, de Mariano Grondona, del obispo Laguna, del país entero, con todo el país entero, ¡no pudieron sacarle 60 pesos a Menem, porque es una política podrida! ¡Porque lo único que puede obligar a Menem es una huelga general en defensa de la educación!
A la luz de esto, la burocracia docente no tiene autoridad para llevar a nadie detrás de De La Rúa, no tiene autoridad para llevar a los trabajadores detrás del partido patronal.
En el plano político, se destaca la completa incapacidad del Mta y de la Cta para arrancar la más mínima concesión programática a la Alianza y la completa marginalización de sus dirigentes en sus filas.
¿Y la Uocra? Los compañeros se siguen cayendo de los andamios. El sistema privado de accidentes sigue provocando asesinatos, mutilaciones y no han logrado cambiar nada. ¡No han logrado siquiera reformar la ley para que se incorporen enfermedades de clara causa laboral en el padrón de la invalidez que debe ser objeto de indemnización! ¡No han logrado introducir absolutamente nada! Siguen con un régimen donde a cambio de un seguro mínimo, las patronales se desentienden de la seguridad laboral, y las compañías de seguro hacen su agosto, cobrando las primas de seguro y especulando en la bolsa, y luego pagando nada a los trabajadores. Todos los días se siguen matando los obreros. La Uocra sacó en un momento 10.000 compañeros a la calle, otra vez sacó 5.000 compañeros a la calle, otra vez paró las obras del Estadio de La Plata, pero no salió nada. La burocracia de la Uocra se ha hundido en este reclamo tan sentido de los trabajadores de la construcción, como la burocracia de Ctera con los propios docentes. ¿A qué trabajador va a llevar Gerardo Martínez?
Son problemas vitales de las masas. Si la burocracia no les da solución, las masas las van a tomar por su cuenta. El Partido Obrero llama a despertar las energías y la indignación de los trabajadores ante el atropello que llega hasta el crimen y la muerte.
Compañeros, estamos perdiendo la salud e incluso la vida, en regímenes de flexibilidad laboral: 12 horas de trabajo, vacaciones partidas, salario de 400 pesos, ya no hay más indemnización, podemos ser despedidos en cualquier momento. Gracias a este régimen de flexibilidad laboral, las patronales ganaron mucha plata. ¿Qué justificación daban cuando exigían tan duramente el régimen de flexibilidad laboral? Decían que necesitaban tener permanentemente en movimiento el capital. La rotación del capital invertido fue la razón más importante que dieron para la flexibilidad laboral. Ahora en Córdoba, toda la industria automotriz, una inversión de 10.000 millones de dólares, está parada. Los obreros están despedidos y suspendidos. El capital está inmovilizado. ¿Y la flexibilidad laboral no era para que el capital no estuviera inmovilizado? ¿El sacrificio del obrero no era para que el capital girara y rindiera? Ni en términos capitalistas han podido resolver la situación. Los capitalistas podrán imponer la flexibilidad laboral, pero no pueden evitar la crisis del sistema capitalista, no pueden evitar el paro, la quiebra, el parate de la producción. Para eso, mueren trabajadores, para eso se deja la salud, para eso se destruye la familia.
No, dice el Partido Obrero, ni en vuestros propios términos capitalistas, esta sociedad funciona, esta sociedad se cae por arriba y por abajo, por derecha y por izquierda está clamando un cambio y nosotros somos conscientes del cambio que hay que producir.
El gran argumento de José Rodríguez, el secretario general del Smata para firmar el convenio de flexibilidad laboral entre Fiat y el Smata fue el siguiente: aceptemos la flexibilidad laboral; entonces, cuando Fiat, GM y Chrysler se instalen en Córdoba y empiezan a producir, reclamamos aumento salarial, reducción de jornada, etc. Ahora todos los compañeros están despedidos en Córdoba. La producción automotriz ha caído virtualmente a cero y los trabajadores no tienen ninguna compensación, porque lo que se dice del 75% del salario para los suspendidos es falso, porque se refiere al básico, y no a lo que sacan por las 12 horas ni por los premios. Es decir, que ese 75% apenas puede representar doscientos o trescientos pesos para un obrero calificado de la industria automotriz. Es una situación insostenible.
Romper con la burguesía
En estas condiciones, nosotros decimos: Que las organizaciones obreras rompan con los partidos patronales y formemos una única gran columna de trabajadores. Al lanzar esta consigna, nos estamos dirigiendo, no a los dirigentes, e incluso ni siquiera a las propias masas. Nos estamos dirigiendo a esta realidad, que condiciona incluso a las masas. Porque incluso si las masas demoran en movilizarse, la realidad les está reclamando que lo hagan, so pena de morirse de hambre. El planteo del Partido Obrero no es superestructural, va dirigido a la realidad profunda del país, a una necesidad terrible de movilizarse, de resolver problemas, de encontrar un canal político. No es una consigna para que la burocracia cambie de bando sino para que las masas y los activistas se movilicen dentro y fuera de sus organizaciones por otra perspectiva, o sea, otra estrategia política.
Naturalmente, los burócratas van a votar por De la Rúa o por Duhalde. No tienen la posibilidad de hacer otra cosa. La burocracia es conservadora, inclusive aquella que es lúcida, aquella que discute en una mesa redonda con nosotros, y admite esto y aquello; en el corazón y en las venas está con este sistema. No nos hemos engañado nunca sobre esto, pero las organizaciones son de la clase obrera, y la clase obrera necesita rescatarlas y ponerlas al servicio de otra causa. Y si para eso tiene que tirar a los burócratas, tirará a los propios burócratas. Las reivindicaciones del momento deben estar unidas al planteo político de romper con los partidos patronales y formar una organización independiente, para evitar que se desangren y permitir que crezcan y se desarrollen. Esa es la fuerza de nuestra consigna.
Hay distintos síntomas de desarrollo de esta consigna. La consigna del Partido Obrero por el reparto de las horas de trabajo, prohibición de despidos y suspensiones sin afectar el salario, es una bomba atómica en la clase obrera, en la campaña política en Córdoba. En cambio, Mestre y De la Sota en Córdoba ¿qué pueden proponer? No pueden proponer nada. ¿Qué puede proponer Cavallo? Ese famoso partido nuestro, al que se acusaba de que no tenía propuestas, de que era crítico, de que no le gustaba nada, que siempre estaba insatisfecho, es decir, nosotros, es el único partido que tiene una salida.
Hemos logrado, en una campaña política, poner el partido que tiene una salida de un lado, y a los que no tienen ninguna salida del otro. Y los partidos del orden son los que no tienen ninguna salida y los revolucionarios somos los que tenemos una salida.
En la campaña electoral de 1989, hicimos un aprovechamiento impresionante de los espacios televisivos. Dijimos cosas contundentes, brutales y claras, y la gente se prendía a la televisión para vernos. Pero en el curso de la campaña, me di cuenta de que no nos iba a votar nadie porque, como dije en un discurso, "la clase obrera peronista no nos ve ni nos oye". Iban a votar a Menem porque creían que él sacaba el país adelante.
El otro día, de nuevo en Córdoba, me invitaron a un programa de televisión en Villa María. Cuando me interrumpió el periodista para decirme que había un televidente que nos estaba llamando, el televidente dijo: "Soy un obrero peronista, todo lo que dice Altamira es lo que pasa en esta zona, nos cansamos de Menem, necesitamos un Partido Obrero, gracias, buenas noches". El programa siguió, los televidentes siguieron llamando, ¡todos eran obreros peronistas! ¡Todos querían construir un Partido Obrero! Hoy la clase obrera nos ve y nos oye; hoy necesita oír y quiere escuchar. Es nuestra tarea ir con nuestros planteamientos, ir a organizarla con la certeza de que nuestras consignas son una semilla que abona un terreno fértil. Ha culminado una etapa de la experiencia política de las masas. El Partido Obrero la ha sufrido con ella, ha caído con ella, ha retrocedido con ella, ha vivido la crisis con ella, se ha restablecido por ella, y ahora vamos a crecer, precisamente por ella.
Por una lista electoral de representantes de las organizaciones obreras
Todo este análisis tiene que llegar a una conclusión. La propuesta que lanza el Partido Obrero es comenzar a partir de hoy una campaña política que, como ninguna otra campaña política en el pasado, depende de cada uno, depende de cada organización local, depende de la iniciativa que tengamos todos.
Las cúpulas del movimiento popular, del movimiento obrero, etc., con su silencio, con su cobardía, ya han dicho que van a seguir a los partidos patronales. No es lo que dicen los delegados, no es lo que dicen los compañeros de ATE de la zona norte, ni los compañeros del Hospital Eva Perón; no es lo que dicen los compañeros de la junta vecinal de Avellaneda, ni lo que dice el Movimiento de Trabajadores Desocupados de Varela. A ellos no les entra en la cabeza que la alternativa sea Duhalde o sea De La Rúa. ¡No les entra en la cabeza! Quieren una alternativa independiente.
El Partido Obrero propone construir en cada localidad, primero un comité, y después directamente una lista electoral compuesta por los representantes de las organizaciones obreras de cada localidad. Apelar directamente a la base del movimiento obrero, y a la base de las organizaciones obreras para formar una alternativa independiente; primero abajo, en todas las localidades, hasta culminar más adelante en una gran lista nacional. Lo podemos hacer.
Tenemos que ganarlos a que se integren, llamando a organizar comités por una alternativa obrera independiente. Pero no comités, simplemente de personas, no; yendo a las organizaciones obreras locales, a reclamar que esas organizaciones y su gente lo integre. Voy a dar un ejemplo: el secretario general de Luz y Fuerza de Córdoba no es un activista revolucionario, es un hombre del PJ. El PJ en Córdoba en esta campaña electoral plantea privatizar la empresa Estatal Provincial de Energía. El, como dirigente de Luz y Fuerza de Córdoba, está en contra. Entonces dijo "no voto al justicialismo". Pero no ha habido forma de que dé un paso más.
Y entonces uno dice: ¿y de qué sirvió el llamado con este burócrata? Pero la semana que viene sale un volante, firmado por 35 delegados de Córdoba, incluso el presidente del Cuerpo de Delegados de Luz y Fuerza, llamando a las organizaciones sindicales de Córdoba a romper con los partidos patronales y formar un partido obrero.
Podemos hacerlo en todas las localidades. El compañero, que con tanta elocuencia habló en esta tribuna, del Sindicato de la Carne de Tres Arroyos, denunció que, en un momento en que las patronales piden la descentralización de los convenios de trabajo, al Sindicato de la Carne de Tres Arroyos no lo están autorizando a discutir el convenio de la carne para los Trabajadores de la Carne de Tres Arroyos. ¿Y por qué? ¿No es que quieren la descentralización? Pero el Sindicato de la Carne de Tres Arroyos no es un sindicato de vendidos y va a defender los intereses de los trabajadores. Ese compañero hoy estuvo aquí, a partir de su experiencia, y dijo lo siguiente: "Yo tenía una actividad gremial, pero me pareció que hoy debía estar aquí. ¿Por qué? Porque hoy tenemos un problema político sin el cual no voy a poder resolver esa actividad gremial". Eso que dijo el compañero hoy aquí es lo que piensan todos los compañeros en todo el país.
Vamos a demostrar que el Partido Obrero puede construir una alternativa de masas desde los cimientos, a partir de un planteo claro y de una posición consecuente.
¿Qué tiene este planteo de vigoroso? Que en nombre de una alternativa obrera independiente, nosotros propongamos una organización y un programa y la realización de ese programa por medio de la acción directa de los trabajadores que hemos organizado o que se han organizado inmediatamente. Que los desocupados corten las rutas, que los compañeros de la industria automotriz ocupen las fábricas contra las suspensiones y despidos, ¡que se ocupen los bancos contra la entrega al capital extranjero, o contra el despido a los compañeros! Es decir, transformamos la consigna estratégica de organización, no en una consigna electoral, sino en una consigna que pedagógicamente reúna las fuerzas de los trabajadores para la lucha directa frente a la crisis inmediata y al ataque inmediato que están sufriendo los trabajadores. Porque hay que entender que esta crisis y estos problemas no van a marchar al ritmo del cronograma electoral. No. Acá se va a bailar al ritmo de las necesidades de la clase obrera, al ritmo de la respuesta que hay que hacer a la crisis y al ritmo de la lucha. Y esta consigna sirve para esa lucha.
Hemos hecho un análisis para llegar a una conclusión. Así es como entendemos en el Partido Obrero la actuación de los revolucionarios: un análisis para llegar a una conclusión. La conclusión es la organización obrera independiente frente a esta crisis mortal, y a partir de esta organización y de su programa, una lucha feroz. Utilizar los problemas políticos y electorales para introducir la necesidad de que el obrero se organice en forma política independiente para aplastar a la burguesía en todos los terrenos, para construir una dirección, para elaborar una conciencia de clase. Y en el proceso vivo de la lucha, convertir a la clase obrera en la vanguardia de toda la nación explotada. Nada más, compañeros (Aplausos).
* Versión reducida del discurso pronunciado por Jorge Altamira en el acto convocado por el Partido Obrero en el estadio cubierto de Argentino Juniors el 5 de diciembre de 1998