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¡Por una acción unida internacional contra el imperialismo y su terrorista “guerra contra el terrorismo”!

Resolución de la Cuarta Conferencia Internacional del Centro Socialista Balcánico “Christian Rakovsky”


¡Terminar con la ocupación de Irak y Palestina! ¡No a la "hoja de ruta", al desastre de Bush! ¡Abajo el sionismo! ¡Por el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino! ¡Por una República palestina socialista y democrática en todo su territorio histórico! ¡Por una Federación Socialista de los pueblos libres de Medio Oriente! ¡Por una Federación Socialista de los Balcanes contra el imperialismo, la neocolonización y la dominación del capital! ¡Revolución permanente contra la guerra permanente del imperialismo!


 


Entre el 14 y 15 de junio se realizó en Atenas la Cuarta Conferencia Internacional del Centro Socialista Balcánico "Christian Rakovsky", que aprobó una resolución política que publicamos a continuación. Las organizaciones participantes están detalladas al pie de la declaración; no pudieron asistir por diversas razones, representantes del Centro contra la Guerra (Serbia), del Núcleo Marx (Rumania) y de Fedayin Hulq (Irán). Una delegación de la Corriente Nueva Izquierda (NAR) de Grecia, encabezada por su secretario general, participó en los debates. Enviaron saludos de solidaridad la Liga Marxista de Trabajadores (Finlandia) y la Wossa (Organización Obrera Socialista de Sudáfrica).


 


1. Dos meses después de la caída de Bagdad nada está resuelto; la ocupación de Irak por las tropas anglo-norteamericanas, lejos de llevar a la estabilización, se transformó en una fuente de desestabilización que se extiende por toda la región e internacionalmente.


 


Las manifestaciones populares y protestas contra la ocupación tienen lugar diariamente en todo el país devastado y ocupado. Hay operaciones de guerrilla de baja intensidad de una manera continua, las fuerzas norteamericanas fueron obligadas a llevar a cabo su primera gran operación de contrainsurgencia, la Operación Golpe en la Península, en el área al norte de Bagdad. El ejército imperialista de ocupación está rodeado por una hostilidad universal y en condiciones de desmoralización. El hecho que, en un mes, Washington haya tenido que cambiar su gobernador local demuestra su fracaso para establecer el control.


 


A pesar del vacío de liderazgo, del colapso del partido Baath, del ambiguo rol del clero shiíta, de la complicidad de los dirigentes proimperialistas kurdos, una explosiva crisis social y nacional lleva a las masas iraquíes hacia el camino de su propia Intifada. La unidad de todos los oprimidos, independientemente de su filiación religiosa y su origen étnico, sunitas y shiítas, kurdos y árabes, contra los opresores imperialistas es una cuestión de vida o muerte; la lucha común por la expulsión del país de las fuerzas de ocupación anglo-norteamericanas es la primera prioridad.


 


La ocupación de Irak no es solamente un problema iraquí sino regional e internacional. El imperialismo norteamericano libró una guerra criminal y ocupó este país para rediseñar enteramente el mapa político de Medio Oriente de acuerdo a sus intereses y, más aún, para imponer una nueva forma de dominación mundial imperial -el infame "Nuevo Orden Mundial"- de acuerdo a las urgentes necesidades de la crisis del sistema capitalista en el caótico mundo de la post Guerra Fría.


 


Todos los pueblos de Medio Oriente, desde el Atlántico hasta Irán, tienen que combatir juntos a los nuevos Cruzados; particularmente las masas árabes desde Marruecos a Egipto y desde Siria a Yemen, y el Golfo deben movilizarse para poner fin a la ocupación de Irak y unir esta lucha con la lucha por la liberación de Palestina, la cuestión central de la crisis de Medio Oriente, y la emancipación de todos los pueblos oprimidos por el imperialismo, el sionismo y los corruptos regímenes locales.


 


La desestabilización de la región después de la última guerra es obvia y profunda. Las primeras manifestaciones de este proceso fueron los ataques en Ridyah y Casablanca; la destitución de miles de clérigos por el régimen saudita rompiendo los lazos tradicionales entre la casa de los Saud y la jerarquía wahabita sobre la que siempre ha descansado la monarquía saudita; las medidas enérgicas contra el movimiento islámico en Mauritania seguidas de una rebelión militar contra el gobierno pro-occidental; la escalada en la confrontación de las fuerzas de la Intifada palestina contra la maquinaria de guerra sionista, después de Aqaba, y los primeros pasos de la nueva conspiración que se oculta tras la "hoja de ruta" promovida por el propio Bush.


 


Las masas populares del Mediterráneo Oriental y de los Balcanes están directamente afectadas e involucradas por los dramáticos cambios que siguieron a la agresión imperialista, particularmente en Turquía, Kurdistán, Chipre y Grecia.


 


Además, los diez millones de trabajadores que se movilizaron en los últimos meses en Europa y Estados Unidos en un movimiento contra la guerra sin precedentes, no pueden aceptar como un hecho consumado, la ofensiva del imperialismo en una indefinida "guerra contra el terrorismo" librada recientemente contra Afganistán e Irak, y mañana contra Irán, Siria, Corea del Norte y algún otro país en la larga lista de los miembros del llamado "Eje del Mal". El movimiento global contra la guerra debería continuar y desarrollarse para poner fin a la ocupación y recolonización de Irak, y derrotar los bárbaros planes del imperialismo en la región e internacionalmente.


 


Sobre todo, lo que es urgentemente necesario es la intervención de la clase obrera y de todos los movimientos populares en la serie de crisis y convulsiones en curso, producidas por la agresión imperialista para transformarlas en situaciones revolucionarias y en una lucha para derrocar al propio sistema que produce guerra y devastación, el capitalismo imperialista.


 


2. El Centro Socialista Balcánico "Christian Racovsky" fue fundado en enero de 2000, en el período posterior a la guerra de la Otan contra Yugoslavia, para unir a todos los luchadores internacionalistas en la región contra las intervenciones imperialistas, así como también contra las dominantes pandillas chauvinistas locales, en la perspectiva de una Federación Socialista balcánica. El levantamiento de la nueva Intifada en Palestina y la "guerra contra el terror" terrorista lanzada por el imperialismo norteamericano, con el pretexto de los ataques del 11 de septiembre, primero contra Afganistán y luego contra Irak, hacen absolutamente necesario para el Centro "Christian Racovsky" extender su alcance más allá de la península balcánica hacia el vecino Medio Oriente. Es claro que la guerra de los Balcanes en los 90 fue el trágico preludio y la transición a las guerras imperialistas, y a las rebeliones revolucionarias, que marcaron los comienzos del siglo XXI.


 


Las tareas de nuestro Centro deben ser redefinidas a la luz de estos desarrollos históricos: en la medida en que los Balcanes están en el cruce de todas las confrontaciones internacionales que conectan los volcanes de Medio Oriente, el Cáucaso y Asia Central, con las crisis y las luchas sociales en Europa y Rusia, nuestra tarea es promover la unificación de todas las luchas y fuerzas revolucionarias anticapitalistas y antiimperialistas en la región contra el imperialismo, y las clases gobernantes locales, en una perspectiva, estrategia y organización internacional, revolucionaria e internacionalista.


 


De los Balcanes a Afganistán, Irak y más allá, es obvio que el imperialismo está empeñado en una guerra permanente. Es necesario luchar por la victoria de las naciones oprimidas y la derrota político-militar de los agresores imperialistas en cada caso de agresión. Pero, por sobre todo, lo que es necesario es una lucha revolucionaria internacional para derrocar las bases históricas de la guerra permanente, el sistema social del capitalismo en decadencia, del imperialismo en crisis. Nuestra consigna es Revolución permanente contra la guerra permanente.


 


En el próximo período, tienen una urgente importancia nuestras tareas con relación a la nueva situación que sigue a la guerra y ocupación de Irak, particularmente la cuestión de Palestina, la crisis en Turquía y Grecia, la cuestión interconectada de Chipre y el futuro de la cuestión kurda.


 


3. Una nueva conspiración internacional contrarrevolucionaria contra la Intifada y los derechos del pueblo palestino avanza con eje en la infame "hoja de ruta" bosquejada por los imperialistas de Francia y la Unión Europea, y promocionada y promovida por el imperialismo norteamericano bajo Bush. Siguiendo el "cambio de régimen" en la Autoridad Palestina y la reunión de Mahmoud Abbas, Sharon y Bush en Aqaba, una nueva ronda de confrontaciones entre las masas palestinas y el racista Estado sionista ha estallado con decenas de nuevas víctimas inocentes entre la población civil.


 


Todos aquéllos que cultivan las fatales ilusiones en el "rol pacífico" de algunos sectores del imperialismo y piden la intervención de sus instituciones, la UE, la ONU, etc. están desenmascarados. La "hoja de ruta hacia la paz" de inspiración imperialista es directamente responsable por el recrudecimiento de la violencia y la escalada de las asesinatos. Incluso los moderados no podrían aceptar una propuesta mucho peor que la de Barak, que puso fin al proceso de Oslo: algunos Bantustans en un tercio o la mitad de la Cisjordania y Gaza que pretenden ser un mini-Estado cuyas fronteras, espacio aéreo, comunicaciones y fuentes de agua estarían bajo total control israelí, desmembrados en dos áreas separadas, salpicadas de asentamientos sionistas, divididos por rutas y puestos de control del ejército sionista. "El peligro con la vieja hoja de ruta de Bush es que ya no existe más que el camino de la rabia", tuvo que admitir el Washington Times, en su edición del 28 de mayo de 2003.


 


No sorpresivamente, todas las fuerzas populares de la Intifada, laicas o islámicas se unieron en el rechazo del Oslo II. Esta unidad se manifestó en las operaciones comunes de Fatah, Hamas y la Jihad Islámica contra el puesto de control en Gaza, primera respuesta de los movimientos de liberación palestinos al encuentro de Aqaba. Y esta unidad es el objetivo de las renovadas campañas de asesinatos de cuadros palestinos y los ataques con misiles contra la población civil palestina desatados por la máquina de terror del Estado sionista.


 


La campaña internacional de solidaridad con el pueblo palestino, la defensa de su derecho a la autodeterminación y de su heroica Intifada deben ser fortalecidos, y la "hoja de ruta" debe ser rechazada de plano. Debe abrirse una perspectiva de lucha victoriosa, a pesar de la aparente impasse, las condiciones bárbaras de apartheid impuestas por la ocupación sionista a la población árabe palestina y las traiciones colaboracionistas de los propios líderes nacionalistas burgueses palestinos. El sionismo está lejos de ser invencible; se está hundiendo en una profunda crisis de desintegración, atrapado entre dos mojones: de un lado, la resistencia de las desesperadas masas populares palestinas que no tienen nada que perder más que un infierno de cadenas, y del otro lado de la misma moneda, una crisis mundial capitalista que destruye los lazos tradicionales del sionismo con sus propias bases sociales entre los trabajadores judíos. La reciente huelga general contra las medidas antipopulares de Netanyahu y la huelga de los trabajadores portuarios contra las nuevas "reformas" jubilatorias muestran claramente que las mismas fuerzas motrices de la crisis capitalista, que movilizan a millones de huelguistas en Francia y Austria contra la destrucción de los derechos jubilatorios, también actúan en Israel, socavando el control sionista sobre la propia población judía. Hay condiciones para que una intervención política constante, consistente y conscientemente preparada de una vanguardia revolucionaria pueda servir para avanzar en la unidad de la lucha del pueblo oprimido palestino y de los trabajadores judíos; así se abre el camino hacia una República Socialista palestina, democrática, laica en todo el territorio histórico de Palestina, donde las poblaciones árabes emancipadas nacionalmente vivirán en paz con sus hermanos y hermanas judíos.


 


4. El imperialismo americano con su ocupación de Irak y el plan de perpetuar la ocupación sionista de Palestina apunta a rediseñar toda la región. Parte de estos planes son las amenazas de una intervención militar y de un "cambio de régimen" contra Siria e Irán, así como la manipulación de las aspiraciones nacionales kurdas mediante el rol colaboracionista de las direcciones de Barzani y Talabani.


 


El Centro "Christian Rakovsky" llama a la defensa de Siria, Irán, Corea del Norte y Cuba contra las amenazas, y preparativos político-militares para la agresión del gobierno de Bush. Nos oponemos incondicionalmente al imperialismo y a sus planes de destruir cualquier país que escape de su total control y, particularmente, tomar el control de Irán y destruir las conquistas vigentes de la Revolución cubana.


 


Las legítimas aspiraciones nacionales del pueblo kurdo han sido una vez más sacrificadas en el altar de la colaboración mercenaria de la dirección nacionalista burguesa kurda con el imperialismo. Esta colaboración es una trampa para la independencia y libertad del propio pueblo kurdo, y debe ser denunciada por todos los luchadores kurdos sinceros como un paso adelante hacia la lucha común para la emancipación del yugo imperialista en Medio Oriente y por la causa de un Kurdistán independiente y socialista.


 


Contra los planes imperialistas de rediseñar el mapa de la región de acuerdo a los intereses hegemónicos norteamericanos, tenemos que oponer la perspectiva de una Federación Socialista de los pueblos libres de Medio Oriente.


 


5. La invasión anglo-norteamericana a Irak ha exacerbado la crisis en Turquía, cuya economía estaba en bancarrota y su régimen político en ruinas en vísperas de la guerra. Estas condiciones sociales afectaron profundamente las rupturas y maniobras de la elite militar dominante, y del gobierno islámico que llevaron al voto del Parlamento turco que impidió a las tropas norteamericanas lanzar una ofensiva y un Frente Norte en Irak desde el territorio turco.


 


Esta división entre Ankara y Washington hizo que el vicesecretario de Defensa Paul Wolfowitz fuera abiertamente a la CNN-Turquía, el 6 de mayo, donde criticó vehementemente a los militares turcos y llamó abiertamente a los generales pro-yanquis a un nuevo golpe militar. Esta amenaza de "cambio de régimen", en Turquía esta vez, se combinó con un cínico chantaje basado en la bancarrota de la sobre-endeudada economía turca y el reclamo de la cooperación turca para lidiar con Irán, Siria y los kurdos en el norte de Irak.


 


La crisis política, social y económica y las profundas divisiones en la elite dominante en Turquía condujeron a renovadas tensiones con la clase capitalista y el gobierno de Grecia en el Egeo y Chipre. A pesar del fracaso inicial del plan imperialista patrocinado por Kofi Annan, su retorno está en la agenda. La cínica explotación de los sentimientos populares reales, francos por un re-acercamiento de las comunidades griega y turca en la isla son combinados con una escalada de tensiones y amenazas de un "incidente caliente" que amenaza con una confrontación todavía mayor entre Grecia y Turquía.


 


La consigna de las manifestaciones contra la guerra en San Francisco durante la reciente guerra del Golfo se aplica también a esta situación: ¡Ni su paz ni su guerra! Nosotros decimos, No al plan Annan, en su vieja o nueva versión, que divide a la isla en dos mini-Estados impotentes bajo control imperialista. Nosotros decimos, sí a la fraternización de los pueblos griego y turco, tanto en Chipre como entre los dos países en una lucha común contra los imperialistas norteamericanos y europeos, y las burguesías locales y las castas militares. Solamente el socialismo internacional puede pacificar y unificar nuestra región en una Federación Socialista balcánica.


 


6. Contra un amenazante militarismo imperialista norteamericano, la Unión Europea no es una alternativa, un factor de paz y prosperidad ni para Chipre ni para Turquía, ni para los otros, ex "socialistas" países balcánicos, los cuales, como la reciente guerra ha demostrado, gracias a sus dirigentes se comportaron como satélites políticos de Washington y esclavos voluntarios de Bruselas.


 


Después de la guerra contra Irak, la Unión Europea emergió traumatizada. La ruptura del eje franco-alemán con Estados Unidos demostró y profundizó la fragilidad, y la impasse de la integración capitalista europea. La ampliación de la UE a 25 miembros, en el período posterior a la guerra, fue una demostración no de fuerza creciente sino de debilidad: las activas posiciones pro-norteamericanas, durante la guerra, de las elites gobernantes de los miembros recién integrados -Estados que compiten por ver quién servirá mejor al patrón transatlántico- obligó al "núcleo duro" franco-alemán de la UE a retornar a la perspectiva de una "Europa de múltiples velocidades".


 


Las lecciones del rol de la UE en la reciente guerra son importantes. Incluso aquellos países que inicialmente se opusieron a los planes norteamericanos, desde el inicio de la guerra e inmediatamente después del anuncio oficial del fin de las operaciones, expresaron su apoyo a la agresión anglo-norteamericana, dieron sus bases militares y espacio aéreo libre, y pidieron participar en el reparto del botín -recibiendo una arrogante negativa a su oferta por parte de los "victoriosos" anglosajones.


 


Estos sucesos ponen en evidencia a los defensores políticos de los llamados "valores europeos", que el dirigente de Attac, Bernard Cassen, contrapusiera al militarismo norteamericano. No es un accidente que el mismo Cassen y el ala derecha del movimiento contra la globalización capitalista en los Foros Sociales Mundial y Europeo, inicialmente, se opusiera abiertamente a la orientación anti-guerra del movimiento en Florencia y, después, con las manifestaciones contra la guerra de masas, sin precedentes, desde el 15 de febrero en adelante. La misma ala derecha "anti-globalistas" o "alter-globalistas", ayudada por algunos sectores de la izquierda, apoyó a Chirac en Francia en nombre de su posición "pro-paz" con relación a Irak.


 


La huelga general contra el régimen derechista de Raffarin-Chirac y sus planes de destruir los derechos jubilatorios de los trabajadores, el mayor movimiento huelguístico de masas en Francia desde 1995, las huelgas en Austria y Alemania por las condiciones laborales y las jubilaciones, los enfrentamientos de cientos de manifestantes en Evian durante la cumbre del G8 y las próximas movilizaciones contra la Cumbre de la UE en Salónica entre el 19 y 22 de junio ponen de manifiesto la profunda crisis en la cual se encuentran sumergidos Europa y el capitalismo mundial.


 


La alternativa a una "Fortaleza Europa" capitalista, racista e imperialista, con millones de desocupados y socialmente excluidos no es ni una regresión al nacionalismo económico ni la utopía de una "reformada", "Europa social y democrática" sino la unificación revolucionaria del continente en los Estados Unidos Socialistas de Europa.


 


La guerra de clase es la continuación de la guerra por otros medios. La clase dominante sabe esto muy bien. Por esta razón la llamada "guerra contra el terrorismo" combina una serie infinita de guerras de intervención contra las naciones oprimidas con la construcción de Estados policiales en Europa y Estados Unidos, con leyes "antiterrorismo" que liquidan las libertades civiles esenciales y campos de concentración tipo Guantánamo para la muerte de todos los opositores a la barbarie imperialista.


 


De esta forma, el destino de la clase trabajadora en Europa y de las masas populares en los países oprimidos amenazados por el Pentágono de EE.UU. está indisolublemente ligado. Tenemos que construir conscientemente estos lazos de una manera política, práctica y programática concertada, tanto a nivel de la solidaridad internacional como sobre las bases de una perspectiva internacionalista para la revolución y el socialismo mundial elaborada en común.


 


Sobre todo, contra la ofensiva mundial del capital, debemos construir una contraofensiva a una escala mundial; en otras palabras, ahora más que nunca antes, necesitamos un Partido Mundial de la revolución socialista, una Internacional revolucionaria de los trabajadores.


 


Atenas, 14/15 de junio de 2003


 


Aprobada por mayoría.


 


Votos a favor: Partido Revolucionario de los Trabajadores (EEK, de Grecia); Liga Marxista de los Trabajadores (Turquía); Liga Marxista Revolucionaria (Turquía); Abnaa el Balad (Hijos de la Tierra, de Palestina); Liga Obrera Socialista (Palestina); Partido Regional de los Comunistas (RPK, de Rusia); Progetto Comunista (Italia); Partido Obrero (Argentina).


 


Votos en contra: Rizgari (Kurdistán).


 

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