Resulta paradójico que en el “año de menos producción parlamentaria desde 1983”, la intervención en dicho terreno del Partido Obrero haya sido implacable. Con esto contradigo las críticas de Daniel Blanco primero y Jorge Altamira después (en su “documento alternativo”).
El proyecto de ESI (Educación Sexual Integral) de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, propone el punto de excluir a la Iglesia de toda formación en el terreno de la educación sexual. ¿Lo hicimos por que figura en nuestro programa? Sí. ¿Lo hicimos porque la millonaria lucha de las mujeres, de masas, colocó en el conocimiento, especialmente de los trabajadores y la juventud, del papel oscurantista, opresor y reaccionario de la Iglesia? Sí. ¿Lo hicimos como “una vigorosa lucha parlamentaria” que dio pie a una agitación de masas”? Sí. Y en esa agitación de masas desenvolvimos la denuncia del papel de todas las organizaciones de la burguesía, tanto políticas como sindicales y sociales, responsables de que el derecho al aborto o la ESI obligatoria, laica y científica no salieran.
Actuamos asimilando la política que nos dimos desde la primera vez que tuvimos un legislador, que fue justamente Jorge Altamira en la Ciudad de Buenos Aires.
Allí se planteó, ante lo que consideramos una conquista: “Tenemos dos caminos. Uno es oponernos a todos los proyectos que presenten los partidos o bloques burgueses. Otro es presentar nuestros propios proyectos, basados en los reclamos y en las luchas obreras”. Adoptamos el segundo. Y dijimos: “Con ello obligaremos a los partidos burgueses a votar nuestros proyectos. Mostraremos nuestro camino y nuestro programa. Y si no nos votan los proyectos, aún con las luchas que los respalden, los desenmascararemos”.
Ese fue el camino que elegimos cuando presentamos la Educación Sexual Integral, el boleto estudiantil, la anulación de la resolución de disolución de los Equipos de Orientación de Escuelas, la defensa de la Rama Especial y tantos más. Siempre como expresión de procesos de lucha. Siempre buscando que se conquisten en el terreno de la lucha en el que las bancadas obreras se colocan al servicio de lo que se reclama.
Y claro que lo tienen que votar los demás bloques… Y seguro que van a querer sacar su rédito en el caso que lo voten (boleto estudiantil). Pero es nuestra tarea de agitación y propaganda la que tiene que hacer comprender los métodos, la cuestión de la dirección y el valor de la lucha en la obtención de una conquista.
La cuestión de “Vidal es responsable. Juicio político” es un tema que aparece en el documento de Altamira y en otros. El crimen de Moreno se produce en momentos en que Vidal medía primera en todas las encuestas y cuando se barajaba su candidatura como presidenta. La consigna de “Vidal es responsable, Sánchez Zinny y sus funcionarios se tienen que ir” la impusimos a horas de la muerte de Sandra y Rubén, contra la burocracia de Suteba, que salió con la vaga y encubridora “Justicia para Sandra y Rubén”.
Al día siguiente y conociendo las denuncias realizadas por Sandra acerca del peligro de las instalaciones, agregamos “Juicio político a Vidal”, cuestión que presentamos fundamentada en “que se puede presentar basada en un único hecho”.
Este hecho existía. Esa fue la tarea que tomamos, impuesta por las enormes movilizaciones.
Fue apoyada en asambleas, reuniones y marchas. Fue sostenida en pancartas por los docentes. Militantes del FpV (Frente para la Victoria), docentes, se acercaban o planteaban en las redes el apoyo al proyecto del Partido Obrero, de Guillermo Kane. Incluso, algunos se criticaban por no haberlo presentado ellos.
En una reunión parlamentaria con el Frente Gremial, nos confesaron los de Suteba que ellos lo habían pensado. Habían pensado pedir el juicio político. Evidentemente, prefirieron garantizar la gobernabilidad de la ajustadora antieducativa y antidocente Vidal.
Ahora, si se imponía el juicio político basado en nuestro proyecto, que tomaba la denuncia de Sandra en La Plata, ¿quién se fortalecía? ¿El FR (Frente Renovador), el FpV? Se fortalecía el Partido Obrero. Se fortalecía nuestra política de cuestionamiento al régimen y a Vidal. Se fortalecían los trabajadores. Esto es elemental.
Si prosperaba el proceso del juicio político, ¿hubiera podido seguir gobernando? Posiblemente no. Hubiera caído por la lucha docente, estudiantil y de los padres, que son los trabajadores. Fuimos un canal de movilización y lucha contra Vidal y el régimen. Hubiéramos seguido al frente si prosperaba aún más. Hoy, contra lo que señalan Blanco y Altamira, constatamos (y así lo denunciamos) la complicidad de todos los partidos patronales que rechazaron el juicio político y la responsabilidad de Vidal sobre las muertes de Sandra y Rubén. Es muy importante tener en cuenta que sirvió de puente frente al estado de la conciencia del movimiento que. con su dinámica. dio un salto en la conciencia de la docencia.
También presentamos lo de Equipos de Orientación de Escuelas. Se perdió por el voto en contra de Cambiemos y del FR. Si se ganaba, era un golpe a Vidal y a su política de guerra contra la educación pública. Las consecuencias sobre el movimiento de docentes en lucha hubieran significado también una derrota a la burocracia docente. Otra vez, “el debate parlamentario sirve para la confrontación directa con los diversos partidos anti-socialistas y se transforma en medio de agitación cuando llega a las masas por diversos medios extra-parlamentarios. Es, entonces, un gran factor de educación política”.
Como señaló un dirigente del Suteba Madariaga (TD/PO), distrito conservador si los hay: “la consigna de juicio político a Vidal nos permitió organizar la desesperación y la bronca de todos los docentes del distrito con nosotros”.
Entonces, ¿por qué la crítica a la política parlamentaria? Hemos llevado a instancias muy altas la combinación entre los procesos políticos y nuestra labor en el Parlamento como tribunos revolucionarios y propagandistas de nuestro programa. De eso, no pueden caber dudas.
23/1/19