Como parte de las deliberaciones que rodearán la realización del XXI Congreso del PO se realizó la Conferencia Sindical convocada por el Partido Obrero. En ella, dos mil delegados obreros y sindicales de agrupaciones clasistas de todo el país, se dieron a la tarea de la elaboración de un programa de intervención para la etapa, caracterizada por la transición hacia una nueva dirección del movimiento obrero. La iniciativa no pudo ser más oportuna, en momentos en que las paritarias son cuestionadas por un ‘techo’ que quiere imponer el gobierno, en el marco de su política de ajustes y tarifazos.

Al mismo tiempo, la crisis política del gobierno kirchnerista se manifiesta en su ‘movida’ para digitar a la próxima dirección de la CGT -una vez que considera agotada, para sus fines, la ‘gestión’ de Moyano- como también en la guerra de camarillas al interior de la burocracia sindical. Las resoluciones aportadas en estas páginas buscan contribuir a una orientación clara para el activismo en esta circunstancia.

Los resultados políticos obtenidos por el Frente de Izquierda en las pasadas elecciones, en las cuales el desempeño militante del Partido Obrero fue extraordinario, incidirán en el desarrollo sindical del clasismo y de los nuevos cuerpos de delegados que surgen en los lugares de trabajo.

El porvenir del movimiento obrero depende de que se convierta en una fuerza de clase consciente, que luche por el gobierno de los trabajadores y la emancipación social. Toda la política del Partido Obrero en los sindicatos va en esa dirección. Las conclusiones de la deliberación colectiva, serán con seguridad una fuente inspiradora de luchas, de organización y de victorias.