En la primera entrega abordamos los aspectos más destacados de los orígenes y de la formación académica de los Ulianov, desde los antepasados de Vladimir Ilich Ulianov hasta la formación de sus hermanos, con el foco sobre la figura de Alexandr (Sasha).
En este capítulo nos centraremos tanto en el recorrido escolar (formal) como en la trayectoria educativa (no formal e informal) de Vladimir Ilich, en su paso por el Gymnasium (secundaria), en su expulsión de la universidad, en su militancia, en sus círculos de estudio, que irán dando cuenta de cómo Vladimir Ilich se convertirá en Lenin.
Vladimir, su educación y formación
Vladimir -al igual que sus hermanos y hermanas- tuvo una educación centrada sobre las expectativas de pasar con éxito el Gymnasium y de proseguir el camino universitario. Durante su infancia, era el que más acompañaba en el piano y en los cánticos a su madre. Por otra parte, Vladimir, descubrirá a temprana edad una actividad lúdica y cognitiva que lo acompañará durante toda su vida: el ajedrez -mediante correspondencia, llegó a jugar con grandes maestros-.
Su maestro tutor, Kalachnikov, recuerda al joven Ulianov “con poca semejanza a los demás niños de la familia; más activo, de rápida comprensión y propenso a la ironía”. Ironía de la que el propio tutor era víctima, ya que el futuro líder de la revolución de Octubre solía burlarse de él debido a su costumbre de “pronunciar lentamente y modulando” (Trotsky: 95).
A diferencia de su hermano Sasha, Vladimir se inclinaba por materias más ligadas a la literatura. Era gran lector y orador; y pronto comenzó a destacarse en el Gymnasium, lugar que, a contrario de Sasha, le resulto mucho más soportable. Siguiendo a Trotsky, fue allí que el futuro Lenin, forjó “un método de estudio y una concentrada atención”que el fundador del ejército rojo, la caracterizaría como un “don”,(Trotsky: 96).Vladimir se destacaba en las lenguas clásicas -griego y latín-; también logró gran desempeño en álgebra y en religión. La historia, los clásicos latinos y la literatura rusa de la época también despertaban su interés. En la mayoría de los años obtuvo las mejores calificaciones. Sus profesores se sorprendieron cuando Vladimir eligió Derecho como carrera universitaria, dado que ellos hubieran “preferido que estudiase en la Facultad de Filología” (Service: 59).
A lo largo de los años en el Gymnasium, Vladimir leerá, estudiará y se empapará de literatura rusa mediante textos de su propia biblioteca familiar y de fuera del circuito escolar. Entre tantos autores que fueron descubiertos y leídos por Vladimir -que en el futuro serán resignificados por el marxismo de Lenin- se encuentra la prosa de Turguéniev, en quien “abundaban los retratos de aristocracias terratenientes irresponsables y de intelectuales bien intencionados pero ineficaces”. Service sostiene que también en Lenin se verá la influencia de Turguéniev, en eso de“que por mucho que se hablase, hablando no se cambia el mundo”. (Service: 46)
Cursando el Gymnasium, Vladimir tuvo acceso a la literatura de Chernishevski, un revolucionario demócrata que gozaba de gran admiración por parte de Sasha. Su novela ¿Qué hacer? era una de las favoritas del hermano mayor y, como veremos en un próximo capítulo, en su honor Lenin le pondrá el mismo título a una de sus obras más destacadas -el famoso Que Hacer, de 1902-, escrito con el fin pedagógico y organizativo de formar el partido de vanguardia. Chernishevski era crítico, no sólo de la autocracia. En su prosa se podía observar que denunciaba a la burguesía liberal como aliada del régimen. Por otra parte, describe el perfil de un revolucionario, “la frialdad de la inteligencia y el calor únicamente de la voluntad” (Marie: 28-29). Durante su estadía en la cárcel de Siberia, Krupkasha declaró: “me sorprendió que Ilich conociera tan minuciosamente ¿Qué hacer?”(1978, Krupkasha: 11).
A lo largo de su trayectoria escolar por el Gymnasium, Vladimir cosechó logros y elogios que llenaban de satisfacción a su padre. Sin embargo, este no halagaba al joven hijo todos sus méritos, puesto que, a diferencia del hermano mayor, Vladimir era considerado por su familia como un presumido. Siguiendo a Trotsky, durante su formación en el Gymnasium, el futuro Lenin no sólo descubre un propio método de estudio y de atención concentrada, sino que fortaleció su confianza en sí mismo.
Sin embargo, la vida no siempre fue fácil para los Ulianov. Cuando Vladimir y Olga se encontraban en sus últimos años de Gymnasium sufrieron primero la pérdida de su padre. Y en el último año de estudio -en marzo de 1887- se enteraron, por mediode la maestra Kashkadamova, de que su hermano Alexandr se encontraba detenido en San Petersburgo, por haber conspirado contra el zar. La maestra no se animó a trasmitir esa noticia a la madre, pero se la comunicó a Vladimir a la salida de clase.
En un contexto familiar complejo, con la reciente pérdida del padre, con la ejecución final de Alexandr, con el aislamiento y con el estigma que caerá sobre el resto de la familia, Vladimir y Olga logran pasar los exámenes finales con las notas más altas, y ambos se constituyen en candidatos para la medalla de oro, tal como había ocurrido con su hermano mayor. Durante ese período, Vladimir y Olga se concentraron pura y exclusivamente en sus exámenes. Tal vez, como especulan algunos biógrafos, en el caso de Vladimir los exámenes funcionaban como un escape emocional y como un respiro para la madre, que no solo debía cargar con las pérdidas de sus seres queridos, sino, además, pensar en cómo seguir adelante con cinco hijos, algunos aún pequeños. Los resultados de los exámenes no dejaban duda, Vladimir “había conseguido la nota máxima en las 10 asignaturas en las cuales había sido examinado”(Service: 57). La duda estribaba en sí recibirían la medalla de oro los hermanos menores del recientemente ejecutado Alexandr, por atentar contra el Zar.
Vladimir y Olga recibirán sus medallas. En el caso de Vladimir, quien más hizo para que le otorguen su premio fue Fiodoro Keremski, rector del Gymnasium de Simbirsk y padre de quien sería una de las figuras más destacadas del Gobierno provisional surgido de la revolución de febrero de 1917 -posteriormente derrocado por la revolución de Octubre de ese año-, Alexander Keremski. Resulta interesante observar los recuerdos disimiles sobre el joven Vladimir de Fiodor y de Alezander Keremski. Parecería que hablaran de personas diferentes. Alexander Keremski no guarda los mejores recuerdos sobre el joven Vladimir, “Lenin tenía un temperamento cruel, cuando era niño le gustaba disparar contra los gatos y vagabundos, o quebrar el ala de una corneja con su escopeta de perdigones” (Maríe: 23). En otro pasaje, sin embargo, parece que la maldad de Vladimir no era natural, sino producto de la ejecución de su “noble hermano”. “Fue la cruel ejecución del brillante y generoso Alexandr lo que, en definitiva, hizo de él un cínico sin par, animado de un sádico deseo de venganza, como siguió siendo a lo largo de su carrera política” (Maríe: 28). Los recuerdos del hijo no son los mismos que los del padre. En opinión de Fiodoro, Vladimir era “extremadamente inteligente, de una coherencia profunda y precisa. Ulianov fue el alumno más destacado en todas las clases; y al final del curso se le concedió la medalla de oro al estudiante por su rendimiento, progreso y conducta (…). Sus padres supervisaron siempre cuidadosamente los estudios y la formación moral de Ulianov (…). La religión y la disciplina racional constituyen los fundamentos de esa educación” (Service: 58,59).
Si bien la muerte del padre y el asesinato del hermano parecieron no influir en la concentración, dedicación y preparación para los exámenes de Olga y de Vladimir, en el caso de este último, Diez del Corral caracteriza la muerte de ambos como un “doble choque”, que marcará el ingreso de Vladimir a su vida adulta. Siguiendo al autor, el futuro Lenin pierde “dos modelos de conducta”. El primero, del padre, más lejano y distante debido a la cantidad de viajes que realizaba por su trabajo de Inspector. Pero justamente esa distancia dibuja “una figura ejemplar y respetada”. El segundo modelo de conducta se relaciona con la pérdida del hermano, que Vladimir admiró durante toda su infancia y del cual solo se alejará más por una actitud de Sasha, quien reprochaba a Vladimir su conducta de desdén hacia la familia. En opinión de Diez del Corral, este “doble choque” tiene como correlato una doble decisión que marcaran la vida de Lenin: “el abandono de la religión a la muerte del padre y el compromiso revolucionario tras la ejecución del hermano” (Diez del Corral: 19,20).
La Universidad
Ya mencionamos, que Vladimir eligió, para sorpresa de familiares y de profesores, la carrera de Derecho, a expensas de carreras más cercanas a las letras, el ámbito en el cual se destacaba. Esa decisión determinó también la elección dela casa de estudios. La Universidad de San Petersburgo se destacaba en las Ciencias Naturales; no era buena para continuar la carrera de Derecho. Optó por la Universidad de Kazán que, además, era más cercana a Simbirsk. Kazán será la nueva residencia de Vladimir y de la familia, que se mudará allí para escapar del aislamiento y de la persecución silenciosa que pesaba sobre ellos luego de la ejecución de Sasha. La sospecha y los antecedentes de Alexandr perseguirán a su familia durante largo tiempo, y Vladimir lo descubrirá prontamente.
No había transcurrido un año de la estadía de Vladimir Ilich en la Universidad de Kazán cuando dos aspectos impactarán sobre el recién ingresado estudiante. En diciembre de 1887 se produce en la Universidad una protesta estudiantil en solidaridad con los estudiantes de Moscú, que habían iniciado una protesta contra el inspector Potapov. Este advierte al rector de la Universidad de Kazán sobre posibles estallidos. (Service: 65). La participación de Vladimir Ilich en la protesta ha dado diferentes interpretaciones. Mientras que para parte de la historiografía stalinista el futuro Lenin, se encontraba entre los líderes organizadores de la protesta, para muchos otros biógrafos Vladimir tuvo un papel más de reparto. J. J. Marie describe a un Lenin “mudo”, pero en primera fila y con el “puño apretado” (Marie: 30). Unos 90 estudiantes, señala Service (Service: 65), en un acto de rebeldía entregan su pase o carné de estudiante. Este hecho también es relatado por Trotsky, quien señala que la protesta fue conducida por los estudiantes de los cursos superiores; y nota en el desprendimiento del carné por parte de Vladimir más ingenuidad que rebeldía. Sostiene que los estudiantes más experimentados lograron eludir la entrega del carné y, con ello, la futura expulsión. (Trotsky: 117). Haya sido como haya sido, el joven Vladimir pasó unos cuantos días detenido, y con posterioridad fue expulsado de la Universidad Imperial.
Educación informal: la formación de un revolucionario.
Durante los años siguientes, Vladimir intentará, en reiteradas ocasiones, ser readmitido en la Universidad de Kazán. Los pedidos serán todos rechazados. Finalmente será admitido en la Universidad de San Petersburgo, a condición de que rinda las materias en condición de estudiante libre. Ya volveremos sobre sus estudios de derecho.
Cuando la familia se instala finalmente en Samara, Vladimir comienza la búsqueda para establecer contacto con los círculos revolucionarios locales. Esto iba en detrimento de los deseos de su madre, que había comprado una finca con el fin de alejar a su hijo de esos ámbitos y de que se dedicase a la agricultura.
Debido a su fracaso como agricultor, Vladirmir comenzó a trabajar como profesor particular, para lo cual sacó un anuncio en el periódico local. Ofrecía sus servicios en latín, en lengua y en literatura rusa. Este anuncio hubiera representado una pequeña alegría para sus exprofesores, desilusionados por la elección de Derecho que había realizado Vladimir. (Service: 75, Marie: 33). Brindar clases particulares no era una novedad en la vida del futuro Lenin: ya cuando se encontraba cursando el Gymnasium Vladimir ayudaba en algunas materias a su hermana y brindaba apoyo a sus compañeros, para que aprueben los exámenes. (Trotsky: 113).
La expulsión de la Universidad no amedrentará al joven Vladimir, quien antes de trasladarse a Samara -aun en Kazán- comienza a frecuentar círculos revolucionarios. La mayoría de los círculos revolucionarios estaban compuestos por jóvenes simpatizantes de los populistas. En menor medida comenzaban a surgir círculos vinculados al marxismo. El futuro Lenin, a fines de los 80, se incorpora a uno de los círculos organizados por Nicolás Fedoséiev, quien según Service, se encontraba a punto de declararse marxista, aunque “no solían estar seguros de si debían identificarse plenamente con el Grupo Emancipación del Trabajo” (Service: 69), uno de los primeros grupos marxistas de Rusia dirigido desde el exilio por Plejanov.
Otros biógrafos de Lenin, caracterizan a Fedoséiev, como un “revolucionario profesional”; y a sus círculos, como “marxistas” (Marie: 31, Trotsky: 142). Es allí donde Vladimir Ilich comienza sus estudios sistemáticos sobre el marxismo. Lee, debate y discute sobre la obra de Marx y de Engels; y se destaca el estudio del primer tomo del Capital. Los estudios de Vladimir no se limitan a la obra de los padres del materialismo dialéctico, sino también a los clásicos que se encontraban en la biblioteca que heredó de Alexandr: David Ricardo, Chales Darwin, entre otros (Service: 69).
Al ingresar y, pronto, dirigir un círculo marxista, Vladimir da cuenta de forma definitiva de la ruptura con los populistas. Como señala Marie, se trató de “un largo proceso, y no de una revelación súbita debido a la ejecución de su hermano” (Marie: 33). Se afianza su adhesión al marxismo, participa de discusiones sobre El Capital, sobre Miseria de la Filosofía, de Marx y sobre Antidühring, de Engels. En este primer círculo marxista se destacaban, Skliarenko y Lalaiantz -este último, antiguo compañero de Fedoséiev. Entre los tres formaban el núcleo marxista más sólido de Samara, al que pronto se sumará Preobajenky, incorporado por Vladimir. Así como Vladimir se convertirá en el líder de la facción bolchevique de la socialdemocracia rusa, Skliarenko y Lalaiantz se sumarán a dicha facción y Preobajenky será administrador de la estancia Gorki, donde un Lenin, enfermo descansará y morirá. (Trotsky: 195)
A poco de llegar Vladimir a Samara, “su relación con los campesinos de Alakaievka y sus conversaciones ya en la ciudad con elementos populistas o con personas en alguna medida vinculadas al agro representaron para él una estupenda fuente de conocimiento de esa capa social” (Diez del Corral: 58). Siguiendo a este autor, durante este periodo se produce la ruptura definitiva de Vladimir con el populismo, y empieza a recolectar material para su futuro. “Quiénes son los amigos del Pueblo y cómo luchan contra la socialdemocracia”.
Luego de muchos intentos por lograr la reincorporación a la Universidad y del rechazo permanente por parte de las autoridades imperiales, Vladimir logra ser aceptado, pero como estudiante externo: deberá rendir todas las materias en condición de libre. En 1891 se concentrará en sus estudios académicos para rendir los primeros exámenes, para lo cual deberá trasladarse a San Petersburgo, puesto que la petición para rendir como libre fue aceptada por la Universidad de esa ciudad. Durante este período de su vida y de su trayectoria educativa, Vladimir muestra una nueva faceta, la de “autodidacta”.
Una vez que fue autorizado a rendir los exámenes, Vladimir viaja a San Petersburgo para averiguar todo lo referido a las materias, a las exigencias de los profesores, a las fechas de exámenes, etc. Pasa gran parte de este tiempo recolectando material para sus exámenes. Se establece en la biblioteca pública, para hacer resúmenes y anotaciones. Luego retornará a Samara. Todo bajo la atenta mirada de la Policía de Samara, de Kazán y de San Petersburgo, que pasarán informes sobre el potencial “terrorista” (Trotsky: 173).
En menos de dos años, Vladimir preparó como alumno libre exámenes que rindió en dos etapas. Entre medio de estos períodos lidiará otra vez con la tragedia familiar.
Durante marzo y durante abril se presentará a sus primeros exámenes. Llega a San Petersburgo tan solo ocho días antes de enfrentar las mesas examinadoras. En Historia del Derecho, el futuro líder bolchevique tuvo que dar cuenta de la categoría de “no libre”; es decir, de los siervos de todas las características. En Derecho Civil le tocó discernir sobre la institución de la casta. Vladimir obtuvo una vez más la nota más alta (Trotsky: 176). Durante ese tiempo, en la misma ciudad se enferma de fiebre tifoidea su hermana Olga. Esa situación empeora cuando aparece una infección de piel, conocida como “fuego de San Antonio”. Olga muere el 8 de mayo de 1891, el mismo día -cuatro años antes- de la ejecución de su hermano Alexandr (Sasha) (Service: 85). Olga fue la hermana que estuvo más cerca de Vladimir, debido a la edad y a las vivencias compartidas. Vladimir sería el encargado de comunicar la mala noticia a su madre y al resto de la familia.
Luego del entierro de Olga, Vladimir regresa con su madre a Samara y retoma sus exámenes finales. El 15 de noviembre del mismo 1891 rinde sus últimos exámenes y obtiene las notas más altas. “Es una hazaña: ha preparado en 11 meses, sin clases ni profesor particular, un examen cuya preparación dura normalmente unos cuatro años” (Marie: 34). Estas características de “autodidacta” se relacionan con el método de estudio, de análisis y de investigación que el joven Vladimir fue construyendo a lo largo de su trayectoria educativa y que continuará utilizando durante toda su vida.
Su brillante desempeño como estudiante libre de abogacía no guardó relación con su labor como abogado, la cual abarcó poco tiempo en la vida de Lenin y se vio reflejada, en pocos casos y asesoramientos de manera informal a campesinos que, mientras cumplía con su destierro en Siberia, se aproximaban a él por litigios personales. Los tiempos de Vladimir estarán abocados a la tarea revolucionaria.
En su formación como teórico y como dirigente de la revolución tendrá un papel central y casi exclusivo la modalidad Informal, rodeado de círculos, de recorridas de bibliotecas y del contacto con revolucionarios, que mantendrán una estrecha relación entre Vladimir y su educación.
Viaje, destierro, nuevos maestros: una formación permanente
Para el año 1895, Vladimir Ilich logra el permiso para viajar al extranjero. Al igual que la solicitud para retomar sus estudios, lo había gestionado en repetidas ocasiones y, salvo en este último caso, siempre se lo habían rechazado. El viaje no tenía como objetivo conocer otros países y culturas, sino poder encontrarse y dialogar con los que hasta ese momento eran considerados por Vladimir como los padres del marxismo ruso y los maestros de toda una generación de jóvenes rusos que se aproximaban al marxismo: los miembros del Emancipación del Trabajo, donde se destacaba Gregory Plejanov.
En mayo de ese año, finalmente Vladimir Ilich se reúne con Plejanov y con Potrésov en Ginebra. Ese primer encuentro tuvo lugar en un hotel, y no faltaron puntos de discordia. Vladimir le muestra al maestro un ejemplar de un artículo de su autoría y el maestro responde: “Nosotros damos la cara a los liberales, tú les muestras la espada”. Mientras Plejanov no descarta una alianza con los liberales, Lenin la descarta de plano. En opinión de Marie, la diferencia entre el maestro y el discípulo radica en que mientras el primero teoriza la dialéctica, el segundo la concreta. (Marie: 69). Esta diferencia se irá profundizando con el tiempo. Axelrod, que también participa del encuentro, dice de Vladimir: “es hombre joven, modesto, trabajador, serio, sin ninguna vanidad”. Del primer encuentro no no resultan solo las primeras diferencias, sino también las primeras coincidencias, la necesidad de escribir una revista marxista en ruso. (Marie: 42).
Este primer viaje al extranjero estuvo lleno de aprendizajes, y funcionó como un verdadero carácter formativo para el futuro Lenin. No sólo conoció varias ciudades europeas: entre ellas, París, donde se encuentra con Paul Lafargue, yerno de Marx y fundador del Partido Obrero francés; Berlín, donde se reunirá con Wilhelm Liebknecht de la socialdemocracia alemana, y Ginebra, donde se dará lugar el primer encuentro con Plejanov.
El viaje le dará acceso a una literatura que hasta el momento era casi imposible conseguir en Rusia. Vladimir, como en gran parte de su vida, visitará las bibliotecas que encuentre a su disposición, práctica que no abandonará ni en el destierro ni en su vida en Londres -en esta ciudad visitará casi a diario el British Museum o la Biblioteca Nacional, como lo hacía Marx; y en Berlín visitará la Biblioteca Real-. Lee y resume en alemán La Sagrada Familia, de Marx y Engels. Pese a esto descubrirá que su alemán no es muy bueno como creía. Al regresar Vladimir escribe a su madre una carta para pedirle dinero: “si puedes enviame 50 o 100 rublos más”. Como sostiene Diez del Corral, Vladimir retorna sin un centavo a Rusia, pero con las maletas llenas de libros, que esconderá en un doble fondo (Diez del Corral: 71; Marie; 43).
Cuando Vladimir retorna a Rusia conoce a quien sería su compañera y esposa, Nadiezhda Konstantinovna Krupskaia. Y otra vez se volverán a cruzar el futuro líder bolchevique y la educación.
Krupskaia: revolucionaria, militante, compañera y docente.
Nadiezhda Konstantinovna Krupskaia nació en 1869 -un año antes que Vladimir-, en San Petersburgo. Tanto su padre como su madre habían accedido al sistema educativo. El primero estudió en la Escuela Militar, y tiempo más tarde ingresó en la Academia Jurídica-Militar. Según cuenta la propia Krupskaia, como jefe de distrito en Polonia terminó con operativos represivos contra la población judía y polaca, aunque -siempre según Krupskaia- terminó siendo simpatizante de Narodnaia Volia, del populismo ruso. La madre había sido huérfana, pero logró estudiar en un instituto estatal; y cuando concluyó sus estudios trabajó como institutriz (1978, Krupskaia: 1).
Nadiezhda y Vladimir compartían el origen noble de sus familias; aunque en el caso de la primera, su familia debió enfrentar algunas dificultades económicas. Otro aspecto en común estriba en que sendos padre y madre habían logrado ingresar y egresar de establecimientos educativos. También la lectura y los aprendizajes estaban presentes desde muy temprano en las dos familias. “Al principio estudiaba en casa; la maestra era mi madre. Aprendí muy pronto a leer” (1978, Krupskaia: 4). Krupskaia ingresó a los 10 años al Liceo. Luego de una mala experiencia fue trasladada por su padre al Liceo Particular de Obclénskaia.
Pero la vida de Nadiezhda y de Vladimir también tenía aspectos en común en cuanto a las tragedias. Krupskaia, al igual que su futuro compañero, iba a perder a su padre a una edad temprana, 11 años. Y a igual que Vladimir, para costear sus estudios recurre a dar clases particulares. “Como era la mejor alumna, el Liceo me proporcionaba clases” (1978, Krupskaia: 4). Aunque Nadiezhada pensaba desarrollar una carrera docente, no le resultó sencillo ingresar a la docencia, debido a la falta de cargos y a las dificultades propias para que las mujeres accedan a la educación superior. “En aquella época, las mujeres no podían estudiar en la universidad ni en los demás centros de enseñanza superior. La zarina estimaba que las mujeres no debían estudiar, que habían de quedarse en casa para atender al marido y a los hijos; y por orden suya fueron cerrados los cursos de medicina y los cursos superiores para mujeres. Yo estudiaba por mi cuenta, como podía” (1978, Krupskaia: 4-5). Esas dificultades para profundizar sus estudios fueron las que, en cierta manera, llevaron a Krupskaia a indagar y a explorar alternativas a la educación formal. Y al igual que el futuro Lenin, recurrirá a la biblioteca, donde tendrá acceso a la literatura rusa y a los círculos de estudiantes revolucionarios, que la pondrán en contacto con la literatura marxista.
Nadiezhda Konstantinovna Krupskaia, logró finalmente acceder a un cargo docente, que ligaba fuertemente a su actividad marxista. En una época donde el vínculo entre los estudiantes y los revolucionarios eran débiles con los obreros, ella vislumbró la posibilidad de fortalecer esos lazos, con la unión de su trabajo de docente con su actividad militante. “Yo resolví entrar de maestra en la escuela nocturna dominical de Smolensko, pueblo próximo a la Puerta del Neva (…). En la escuela se podía trabajar. Se podría hablar de lo que se quisiera con tal de no emplear palabras tan terribles como ’zarismo‘, ’huelga‘, ’revolución‘. (…). Me sorprendió lo fácil que era aclarar a los obreros, desde el punto de vista marxista, las cosas más complicadas” (1978 Krupskaia: 4-5). Y agrega: “En esos días, la Escuela Dominical Nocturna para adultos resultó un excelente medio para alcanzar un conocimiento completo de la vida diaria, de las condiciones de trabajo y de la disposición de las masas obreras (…). Los trabajadores pertenecientes a nuestra organización visitaban la escuela con el fin de observar a la gente y de advertir quiénes podían ser llevados a los círculos o incorporados al movimiento”(1984, Krupskaia: 11-12). Así, Nadiezhada combinada y articulaba sus dos pasiones: la docencia y la actividad revolucionaria, por medio del contacto con las necesidades de la clase obrera.
En febrero de 1894 tiene lugar un encuentro de revolucionarios en casa del ingeniero Klasson, en san Petersburgo. Allí, Lenin conoce a quien será su compañera Nadiezhda Konstantinovna Krupskaia. El primer encuentro podría ser caracterizado como “algo accidentado”, según cuenta Krupskaia. Uno de los presentes mencionó la posibilidad de formar un “comité de alfabetización”, lo cual motivó una risa sarcástica de Lenin, que no veía aporte alguno en la formación de dicho comité a la causa revolucionaria. (1984, Krupskaia; Service; 98; Diez del Corral: 98; Marie: 40). Parecía que el futuro Lenin no apreciaba en este momento, como si lo hará más adelante, como organizador revolucionario, la unión entre la alfabetización y la formación política simultánea de los trabajadores.
Volviendo al trabajo desarrollado por Krupskaia en la Escuela Dominical Nocturna, se puede apreciar el papel importante que jugaron varias docentes en la organización clandestina del partido. Por iniciativa de Lenin, se había realizado una conferencia de la que participó un grupo de maestras, las cuales, en su gran mayoría, terminaron incorporándose al partido. Entre ellas se destacaba Lidia Mikhaailovna, que era la encargada de llevar y de traer materiales clandestinos a la imprenta Narodnaya Volya. También P.F. Kudeli y A. L. Mescheryakov -en los tiempos posrevolucionarios eran maestras del partido-, y Alejandra Mikhailavnona Kalmykova, a quien Krupskaia recordará como una gran conferencista. (1984, Krupskaia: 16)
Detención y destierro entre lecturas y escrituras
Durante su exilio en Siberia, tanto Vladimir como Nadiezhda no dejaron de establecer contactos con campesinos desterrados de la zona y con maestros. Esto no solo les permitía poder reconocer la zona en la que permanecerán años, sino también ampliar la militancia. Vladimir recurre de una u otra manera a su profesión, para aconsejar sobre materia legal a los que se acercaban los domingos, día que atendía las consultas. “Gozaba de gran popularidad como jurista, dado que había ayudado a un obrero despedido de la mina de oro a ganar su pleito contra el propietario” (1984, Krupskaia: 28). Recuerda Krupskaia que solo podía aconsejar, ya que debido que se encontraba en el destierro se le impedía ejercer la profesión.
Según Diez del Corral, una de las cosas que preguntó Vladimir Ilich antes de partir al exilio fue qué cantidad de libros podía recibir. La respuesta que recibió fue “lo que deseara”. Durante ese período recibirá y estudiará con su estricto método el II° Tomo de El Capital. Por otra parte, señala Diez del Corral, Vladimir visitará y frecuentará las bibliotecas de las ciudades de tránsito hacia su destierro final; entre ellas, la Biblioteca de Judin, muy destacada para la época, que contaba con publicaciones que databan del siglo XVIII. Esto servirá mucho a Lenin para su próximo trabajo. (Diez del Corral: 79-81).
Las visitas a las bibliotecas se enmarcan en una tarea a la que se abocó, de recolectar material escrito y estadístico para su trabajo sobre el Desarrollo del Capitalismo en Rusia. Este escrito tenía como propósito demostrar que en Rusia el Capitalismo estaba en una fase avanzada, lo cual pondría al orden del día el carácter de una revolución que Occidente europeo vivió un centenario atrás y que el Este de Europa todavía seguía esperando, puesto que en un futuro el propio Lenin reconocerá la impotencia de la burguesía rusa para derrocar al zarismo -tarea que llevará adelante el proletariado ruso-.
El exilio no fue solo una etapa para recabar información y para organizar el trabajo, sino que será el espacio donde Vladimir Ilich (Service: 128) -seudónimo con el que Lenin firma El Desarrollo del capitalismo en Rusia-. Esta obra será enviada en forma clandestina para su publicación, en 1899. “Lenin cobró 1.500 rublos por este grueso libro vendido a 2,5 rublos. Dedica la parte fundamental de este dinero y del obtenido con sus artículos a comprar libros por medio de su madre, de Anna Y,- hasta mayo de 1898, de Krupskaia, que le envió enormes paquetes por correo” (Marie: 50).
Para 1898 tiene lugar la polémica dentro del seno de la socialdemocracia. Bernestein una de las personas más cercanas a Engels antes de la muerte de este, plantea una visión reformista y gradual en la transición de una sociedad capitalista a una sociedad socialista. Es decir, que la lucha de clases y la revolución no serían el camino a la transformación social sino una serie de reformas paulatinas, producto de la expansión del mercado y de la nueva fisonomía de las empresas capitalistas.
Ante los intentos de reforma, Bernstein rápidamente tiene respuesta de Kausky, quien para la época era toda una referencia en la socialdemocracia en general, y para Vladimir Ilich en particular. Y también tuvo una respuesta contundente en el hoy ya clásico de la literatura marxista Reforma o revolución, de Rosa Luxemburgo, publicado en 1900. En la socialdemocracia rusa Plejanov –quien, como ya vimos, era considerado el padre del marxismo ruso- también adhería a la posición revolucionaria sostenida por Kausky y por Luxemburgo. En cuanto a Lenin, desde el destierro “pide varias veces a Anna y María que le envíen el libro de Bernstein. Lo recibe por fin a finales de 1899. Krupskaia y él se lo leen en dos días con un profundo menosprecio de su ’oportunismo ilimitado’ (..) y pusilánime” (Marie: 51). Los debates y posicionamientos de Lenin se saldaron con Bernstein apenas terminada la primera década del siglo XX, cuando estalla la crisis que desembocará en La Gran Guerra; con Kautsky, Plejanov, cuando estalle la revolución de Octubre y los bolcheviques tomen “el cielo por asalto”.
Mientras se encontraban en el destierro Vladimir y Krupkaia, se producía un avance del “economismo” en Rusia. En parte, debido a que no existía un partido unificado -como más tarde será la socialdemocracia-, ni siquiera un periódico con salida regular, que permita delinear un trabajo práctico. En ese contexto, “El Credo” comenzó a propagarse en el movimiento obrero ruso. Escrito por Kuskova, este texto no era más que la expresión de la visión reformista de Bernstein en Rusia: “para un marxista ruso no existe más que una salida: participar, es decir, contribuir a la lucha económica del proletariado, y participar en la actividad opositora liberal” (Marie: 51). La autora no sólo reducía la lucha del proletariado ruso a un aspecto económico, sino que desechaba la posibilidad de la formación de un partido obrero. Vladimir, recibe “El Credo” de su hermana Anna en 1899 y se indigna tanto que escribe un texto en respuesta: “Protesta de los socialdemócratas de Rusia”. Allí sostiene: “Los socialdemócratas rusos deben declarar una guerra sin cuartel a todo el cuerpo de ideas expresadas en el ‘Credo’ (…), empeñar todas sus fuerzas para que se realice otra perspectiva, la expuesta por Axelrod (…). La socialdemocracia organiza al proletariado ruso en un partido político independiente que lucha por la libertad, en parte al lado y en alianza y con las fracciones revolucionarias de la burguesía (si tales existiesen) y, en parte, atrayendo directamente a sus filas o arrastrando tras de sí a los intelectuales más revolucionarios y que mayor cariño profesen por el pueblo” (1899, Lenin).
La lucha contra el reformismo llevará a Lenin no solo a elaborar una respuesta crítica al “El Credo”, sino también a comenzar a pensar en la necesidad de organizar y de estructurar el partido obrero. “En los últimos años del exilio, Vladimier Ilich concibió el plan organizativo que subsecuentemente desarrollo en Iskra, en el opúsculo¿Qué hacer? y en Cartas a un camarada” (1984, Krupskaia: 36)
El destierro fue una verdadera etapa de formación para Vladimir Ilich. No solo de estudio y de escritura; también en su posicionamiento como dirigente del proletariado ruso. No casualmente, poco tiempo después de terminado el destierro utilizará por primera vez el seudónimo de Lenin, en una carta que enviará a Plejanov, en 1901. (Marie: 57)
Algunas Conclusiones
Kupskasha describe de manera precisa el método de estudio de Lenin, que estaba presente en el estudiante de abogacía: “Lenin no se fiaba de su memoria, aunque era excelente. Nunca exponía los hechos de memoria, ‘de modo aproximado’, sino con extraordinaria exactitud. Examinaba montañas de material (leía y escribía con gran rapidez), pero lo que quería recordar lo copiaba. En sus cuadernos se conservan numerosísimas anotaciones (…). Si el libro era suyo, se limitaba a subrayar, a escribir notas marginales; apuntaba en la portada los números de las páginas, subrayándolos con uno o varios trazos según la importancia de la materia. Releía sus artículos, hacía acotaciones en ellos, marcaba aquellos que le había surgido algún pensamiento nuevo y apuntaba el número de la página en la portada. De este modo organizaba Lenin su memoria. Recordaba siempre con precisión lo que había dicho, en qué circunstancia y en qué polémica (…). Sin embargo, no se trata de simple repetición de lo dicho antes. El mismo pensamiento fundamental está relacionado con nuevos problemas”. (Krupskaya: 15).
Este método de estudio y de investigación Lenin lo fue forjando a lo largo de su trayectoria escolar, en su casa, en el Gymnasium, en círculos militantes, en la preparación para rendir los exámenes universitarios, en su ruptura con el populismo, en sus primeras incursiones en el marxismo y en su desempeño como teórico y como dirigente revolucionario, en su liderazgo de la primera revolución socialista de la historia.
Sostiene, en general, que muchos hechos de la infancia y de la formación juvenil de los Ulianov influyeron en la formación y en la concepción de Lenin; y en muchas de las políticas que luego defenderá como jefe de la Revolución de Octubre. La labor de su padre como inspector escolar y su preocupación por la posibilidad de que los niños accedan a una educación en su lengua natal y no en ruso influenciará en la concepción de Lenin sobre la Autodeterminación de los Pueblos. El rechazo de prorrogar la actividad de su padre como director por el zarismo y la pronta jubilación -que, según la familia- habría afectado su salud y provocado la muerte-, sumado a la ejecución de su hermano Alexandr a manos del zarismo, había despertado en Lenin un sentimiento de desprecio hacia el Imperio zarista. Estos acontecimientos, sin duda, puede que hayan dejado huellas en las experiencias de vida y en una concepción del mundo. Pero creemos que la visión política de Lenin no solo se desprende de determinados hechos traumáticos familiares, sino también, como sostiene J.J Marie, “esa visión emana de su análisis del capitalismo mundial como un todo orgánico, no de su árbol genealógico” (Marie: 20). Es decir, el estudio del materialismo histórico dará forma a su manera de analizar la vida económica, política y social, y la búsqueda de una salida desde una perspectiva de la clase obrera y de los pueblos oprimidos.
Referencias Bibliográficas
Trotsky, León. (2009) “Lenin (Compilaciones)”. CEIP León Trotsky. Bs. As.
Marie, Jean Jacques. (2008) “Lenin (1870-1924)”. POSI. Madrid
Krupskasha, Nadiezhda. (1984) “Lenin: su vida y doctrina”. Editorial Rescate. Bs. As.
Krupskasha, Nadiezhda. (1978) “La educación de la juventud”. Nuestra Cultura. Madrid
Service, Robert (2017) “Lenin una biografía”. Siglo XXI. Madrid
Del Corral, Diez (1999) “Lenin: una biografía”. El viejo topo. Barcelona.
Pomper, Philip (2010) “El Hermano de Lenin. En los orígenes de la Revolución Rusa”. Ariel. Madrid.
Lenin, Vladimir Illich Ulianov (1899) “Protesta de los socialdemócratas de Rusia”. Recuperado de: https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1890s/1899-08.htm