El reciente derrumbe de la bolsa de Japón en el mes de Agosto, interrumpió una suba de precios en la bolsa de Tokio que se inició hace 15 años. La importante caída de precios en un solo día (12%) superó todos los registros previos.
La caída fue una catástrofe financiera que generó una pérdida a los accionistas de alrededor de 750 mil millones de dólares (la bolsa tenía una capitalización total de 9 billones de dólares). Entre los perdedores se encuentra el Banco de Japón (banco central), que incorporó entre sus funciones sostener los precios de las acciones en la bolsa (tiene un 10% del total de las acciones cotizantes), además de tener bajo control la tasa de interés y la mitad de la deuda del tesoro de Japón. Cuando el Banco de Japón subió la tasa de interés desde 0 a 0,25%, la bolsa se derrumbó y arrastró a las bolsas de todo el mundo extendiendo las pérdidas a todos los accionistas.
Se dice que la cadena se rompe en su eslabón más débil. Los gigantes de la tecnología se destacaron por su endeblez y fragilidad: la caída de precios que protagonizaron superó los índices (promedios) de las bolsas. Las grandes empresas de “alta tecnología”, cuyas acciones cotizan en Wall Street, fueron las más castigadas. Entre ellas las principales “productoras” de semiconductores de alto rendimiento como Nvidia; AMD; Intel; Qualcom; etc.
El derrumbe fue acompañado también por las grandes empresas globales de tecnología y principales usuarias de “chips”: Google, Amazon, Apple, Meta, Microsoft y Tesla. Estuvieron en la vanguardia de las caídas y presionaron una baja de precios generalizada. En pocas horas las pérdidas a los accionistas superaron los 3 billones de dólares de capitalización de los mercados de Wall Street y Europa.
El derrumbe esfumó la publicidad de los medios financieros que la “nueva tecnología” y la inteligencia artificial daría un nuevo impulso a las bolsas generando “mayor riqueza” y un impulso a la economía. Se transformaron en lo contrario, destruyendo billones de dólares de capital ficticio de sus capitalizaciones. Nvidia, la productora de los ambicionados “chips” que se utilizan para inteligencia artificial, estuvo en la delantera de las pérdidas, de una capitalización de 3 billones de dólares generó una pérdida suprior a 1 billón de dólares a sus accionistas (los precios alcanzaron una caída del 38 por ciento) desde fines de junio a inicios de agosto.
Empresas “sin fábrica” (fabless), un modelo de extracción de la plusvalía de los obreros de China, Taiwán, Japón y Corea del Sur para repartirla en Wall Street
Las grandes empresas que han impulsado el crecimiento de Wall Street, compiten en la explotación de los obreros asiáticos y presentan sus productos como los únicos productores. Una falsificación que quedó develada en el reciente derrumbe de las grandes capitalizaciones con la caída de precio de sus acciones. Las “ganancias” anunciadas en sus balances es el resultado de un movimiento comercial, de diseñar productos que se fabrican en Asia y se venden al resto del mundo.
Mientras uno de los principales fondos de inversión (Elliott Management) dijo a los inversores en una carta reciente, que creía que Nvidia y otras grandes empresas tecnológicas estaban en “tierra de burbujas” y que la IA (Inteligencia Artificial) estaba “sobrevalorada y muchas aplicaciones no estaban listas para aplicarse”. Ahora se revela que hay una escasez de chips de alto rendimiento.
Un director de Nvidia dijo que el modelo “Blackwell” que sería el doble de potente para entrenar modelos de IA que su predecesor, Hopper, que había comenzado a tener muestras de producción. Pero se conoció que hay problemas a superar en la fabricación en masa. Mientras Nvidia se negó a hacer comentarios, TSMC no respondió a una solicitud de comentarios.
La producción de TSMC no ha logrado satisfacer la demanda de los ansiosos accionistas. El resultado fue el derrumbe de todos los clientes de TSMC en Wall Street.15/8/24, https://www.ft.com/content/e0fe42aa-b14c-4cd7-9718-c61da1a46b38
Las empresas de Wall Street se derrumban a pesar de las protecciones y la persecución a las competidoras chinas
El protagonismo de las empresas “americanas” en la tecnología de vanguardia ocurre luego que fueran protegidas por una andanada de sanciones a sus competidoras impulsada por el gobierno de Trump y que acentuó el gobierno actual de Biden, prohibiendo a empresas chinas el acceso a la tecnología global para “restringir” su avance y bloquear a las empresas chinas a producir alta tecnología
En 2022, el gobierno de Trump inició un bloqueo de acceso para las empresas chinas a los mercados de occidente, particularmente con las prohibiciones a Huawei de acceso a semiconductores producidos por una empresa de Taiwan, del que participaban en su fabricación participaban empresas de Estados Unidos. Esto fue un golpe brutal cuando súbitamente Huawei no pudo disponer de un componente clave, que prácticamente la sacó del mercado eliminando a una competencia de Apple a quién le estaba restando mercado en China y en varios países.
La Secretaria de Comercio de J. Biden avanzó aún más con controles de exportación “como parte de los esfuerzos continuos para proteger la seguridad nacional y los intereses de política exterior de los EE. UU. Estas actualizaciones restringirán la capacidad de la República Popular China (RPC) de comprar y fabricar ciertos chips de alta gama”, informaron autoridades de la Secretaría de Comercio el 7 de octubre de 2022.
Simultáneamente, el gobierno aprobó una serie de subsidios a empresas occidentales y aliadas para levantar fábricas en territorio de Estados Unidos, conocida como “ley de chips”, que dispone más de 50 mil millones de dólares en subsidios.
Biden denunció en un discurso que ”no se produce un solo semiconductor de alta gama en Estados Unidos”. Al mismo tiempo, le fue prohibido a Apple utilizar semiconductores producidos en China. “Apple detuvo los planes de usar chips de memoria fabricados por YMTC de China en los iPhones después de que la administración Biden revelara nuevas prohibiciones”.217/10/22, https://observer.com/2022/10/biden-china-chip-restriction-apple-iphone-production
Los chips, un tema de “seguridad nacional”
El mercado de los chips, a diferencia de otros bienes, excede exclusivamente la cuestión comercial. Por el contrario, es de importancia estratégica para todo lo relacionado con la industria bélica en la actualidad y promete serlo aun más en el futuro. En 2018 el gobierno de Estados Unidos creó una “Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial”, para que lo asesorara en “avanzar en el desarrollo de la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y las tecnologías asociadas para abordar de manera integral las necesidades de seguridad nacional y defensa de los Estados Unidos”.3https://reports.nscai.gov/final-report/chapter-1
El informe concluyó que Estados Unidos no estaba lo suficientemente preparado para defenderse o competir contra China en la era de la IA. Entre los miembros de las Comisión participaron, Eric Schmitl director ejecutivo de Google; Andy Jassy , director ejecutivo de Amazon ; Safra Catz , directora ejecutiva de Oracle; Andrew Moore, Google/Alphabet; Robert Work ex subsecretario de Defensa y varios otros funcionarios y ejecutivos de empresas de tecnología. En resumen, los que más conocen cual es el estado de situación del desarrollo de Estados Unidos y China.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, se refirió a las conclusiones del informe y su implementación por el gobierno de J. Biden: “La Ley CHIPS invierte 52 mil millones de dólares para restaurar el liderazgo de Estados Unidos en la fabricación e investigación y desarrollo de semiconductores y reducir nuestra dependencia excesiva de chips producidos en el extranjero. Se trata de una inversión mayor que el costo real del Proyecto Manhattan. Además, autoriza el mayor aumento porcentual anual de la financiación federal total de la investigación científica básica en setenta años.”416/9/2022, https://www.whitehouse.gov/briefing-room/speeches-remarks/2022/09/16/remarks-by-national-security-advisor-jake-sullivan-at-the-special-competitive-studies-project-global-emerging-technologies-summit/
El proyecto “Manhattan” fue el que proyectó y fabricó las bombas atómicas que fueron lanzadas en Hiroshima y Nagasaki por el Ejército de Estados Unidos. O sea el subsidio otorgado a las empresas de “semicondutores” SUPERA al destinado a la fabricación de la bomba atómica.
Sin embargo, el impulso que intenta dar los subsidios a la industria de semiconductores con la “ley de chips” de 52 mil millones de dólares para construir plantas en Estados Unidos y dejar de depender de los productos en Taiwán, que aseguren la “cadena de suministros” ha encontrado una serie de retrasos y dilaciones.
Las plantas proyectadas en Arizona (TSMC); OHIO (INTEL) y TEXAS (Samsung) han sufrido importantes retrasos. Las dos plantas proyectadas en el Estado de Arizona han sido postergadas para 2025 y 2028. La de Ohio prevista para 2025 está ahora retrasada para 2027-2028 y la del Estado de Texas, inicialmente prevista abrir sus puertas para 2022, iniciaría su actividad en 2024 (y una nueva postergación la lleva hasta 2026).
La importancia que le ha otorgado Estados Unidos a la fabricación de semiconductores, es de protección de sus propias empresas para lo que ha desatado una innumerable cantidad de sanciones a la competencia de las empresas chinas, colocándolas en “listas negras” donde se les impide abastecerse de suministros de Europa o Estados Unidos.
Un caso que ejemplifica: la industria china de chips ya había atraído la atención de Estados Unidos como un asunto de seguridad nacional. En 2019, la administración Trump “convenció” a los Países Bajos de bloquear la venta por parte de la firma holandesa ASML a la china SMIC de su máquina de fabricación de chips más avanzada, por temor a que ayudara militarmente a China.516/9/24, https://www.nytimes.com/2024/09/16/technology/smic-china-us-trade-war.html?searchResultPosition=3
Mientras se bloquea a las empresas chinas del sector abastecerse, se impulsan subsidios masivos a la producción en Estados Unidos (ley de “chips”), de un sector íntimamente ligado a la seguridad nacional.
La importancia estratégica de Taiwán para Wall Street y China
TSMC es la principal empresa productora de semiconductores y su importancia estratégica para Estados Unidos fue reconocida por las fuerzas armadas que presionaron al gobierno para que adopte medidas para producir semiconductores en Estados Unidos, advirtiendo la importancia estratégica para la defensa de los chips producidos en la isla remota de Taiwán, a 160 km de la costa de China.
TSMC produce la totalidad de los semiconductores de alto rendimiento de NVIDIA, y también fabrica para Apple, Broadcom; Intel, Qualcom; AMD; Mediatek; Marvel; Xilinx, entre otros. Estas empresas no cuentan con fábricas propias. Los semiconductores más avanzados de Intel también son producidos por TSMC.
Mientras que la importancia de la isla de Taiwán para China es estar frente a sus rutas marítimas, cercana a los puertos de salida de sus exportaciones. El dominio de Taiwán por China sería de alto valor para su seguridad y facilita afianzarse en sus reclamos territoriales. Ahora se suma la importancia de la producción de “chips” de avanzada de las empresas de Taiwán.
Nancy Pelosi, figura del partido demócrata, viajó en 2022 a la isla de Taiwán en abierto desafío a las autoridades chinas, elevando las tensiones con el gobierno de Xi Jinping. La respuesta china fue una experiencia de bloqueo de la isla.
El gobierno de J. Biden, en una visita a Japón (Mayo/2022), en su discurso dio un giro con los compromisos firmados entre R. Nixon y Mao en 1972, y dijo que defendería a Taiwán, distanciándose de la postura histórica de ”China y Taiwán” como un “solo país”.
La dependencia de la economía de Estados Unidos y de Wall Street de los semiconductores producidos por TSMC en Taiwán están en el centro de las tensiones que han crecido en años recientes.
Las grandes empresas tecnológicas están invirtiendo decenas de miles de millones de dólares cada trimestre en diseños de semiconductores de IA y anunciaron que aumentarán los gastos en una competencia creciente entre las grandes empresas en liderar el sector.
Pero esta demanda intensiva de semiconductores entre las principales y más valiosas empresas de Wall Street, generó un “cuello de botella” en la demanda que ha producido la caída de Nvidia desde que brevemente fue la empresa más valiosa del mundo y puesto en evidencia la endeblez del modelo de negocios “sin fábrica”.
La caída de Intel agrega más incertidumbre a un sector crítico de la tecnología y revela las dificultades e incapacidad de Estados Unidos para impulsar su propia industria de chips.
El retroceso norteamericano es evidente: hace veinte años, Estados Unidos producía el 40 % de todos los chips producidos en el mundo. Mientras que hoy su participación en el mercado mundial solo representa el 12 % de la producción.
La situación actual revela el fracaso del gobierno de Estados Unidos de recomponer la situación. Y las fallas de la estrategia de las empresas de Wall Street de gastar miles de millones de dólares en recompras de sus propias acciones antes que invertir en producción. La situación es reveladora del parasitismo de las empresas “líderes” del sector como AMD, Intel; NVIDIA que utilizaron las ganancias en distribución de dividendos y recompra de acciones (“buyback”) para beneficios de sus accionistas, pero no realizaron inversiones en plantas fabriles y producir los productos que diseñan.
Ante la crisis del sector, la militarización de Taiwán se afianza. Con la excusa de una eventual invasión de China, el gobierno de Biden está enviando equipo militar y “asesores” a la isla de Taiwán… Estados Unidos aprobó la venta de armas que incluyen misiles antibuques, y antiaéreos. Aumentando las tensiones con China.
Las medidas de militarización que impulsa Estados Unidos convertirán a la isla en un polvorín y un depósito de municiones y aumentarán el riesgo de un conflicto militar en el estrecho de Taiwán.
La tendencia a la guerra se alimenta del estancamiento del capital y su incapacidad de desarrollo en su estadio imperialista. La batalla por los semiconductores expresa, como pocos temas, la guerra comercial y su posible derivación en un enfrentamiento armado a gran escala.
24/9/24