La primera parte de este trabajo fue publicada en En Defensa del Marxismo, N° 14, de setiembre de 1996.
El carácter de la crisis
El desarrollo de la crisis capitalista mundial ha repercutido a fondo en la fruticultura del Alto Valle del Río Negro y Neuquén. Esto ha provocado, en los últimos meses, una seguidilla de 'tractorazos', movilizaciones y, en dos ocasiones, cortes de rutas a todo lo largo de la provincia de Río Negro y en algunas zonas de Neuquén.
Toda clase de economistas, políticos, periodistas y 'especialistas'han vertido su opinión sobre las “soluciones para la crisis frutícola”.
Incluso se han realizado foros, como el que organizó la Federación de Entidades Empresarias de Río Negro, donde se proponen .soluciones más dirigidas, tendientes a impulsar el diseño de estrategias sectoriales y forzar comportamientos teóricamente apropiados para el desenvolvimiento exitoso de productores y empresarios", o “…el establecimiento de un marco general capaz de generar atmósferas adecuadas…” (1).
Otros prefieren hablar de “falta de reconversión productiva”, “escasa inserción en un mundo globalizado”, “ganar nuevos mercados", etcétera.
En síntesis, los ‘especialistas’ hablan mucho, pero con un alto grado de abstracción porque se niegan a reconocer que esta crisis de la fruticultura, y del agro en general, no es otra cosa que un episodio de la crisis capitalista mundial.
Una confirmación de que esto es así lo puso en evidencia un artículo periodístico conmemorativo de un nuevo aniversario de la localidad de San Patricio del Chañar.
Esta localidad netamente rural, ubicada sobre la margen del Río Neuquén en la provincia homónima, debe su corta existencia (apenas un par de décadas) a las nuevas explotaciones frutihortícolas implantadas en la zona.
Como dice el artículo, es la zona que “cuenta con el mayor porcentaje de predios con monte frutal nuevo, chacras reconvertidas con las nuevas tecnologías y variedades de producción frutihortícola”, es decir, no presenta ninguno de los males de la “vieja producción valletana" y posee, en cambio, todas las soluciones que recomiendan los ‘expertos’.
Sin embargo, la mayor parte de las empresas en convocatoria tienen explotaciones en esa zona, precisamente: Gasparri, Tres Ases, McDonald, Jugos del Sur (2). Gasparri, por ejemplo, tiene allí 800 hectáreas en producción (3).
Es decir, se trata de chacras 'reconvertidas’, con nuevas tecnologías y nuevas variedades de frutas (las de mayor aceptación en el mercado) y que, sin embargo, encabezan el ranking de las que van a la quiebra.
Quiebra no sólo lo obsoleto en términos tecnológicos sino también lo ‘moderno’.
La ‘reconversión’: un mito en el marco capitalista
En un anterior trabajo sobre el tema (4) se desmistificó con números y estadísticas (con datos hasta 1993) el alcance de la tan mentada ‘reconversión productiva’. Esta era apenas un fenómeno puntual, circunscripto a unas pocas empresas. En general, lo que predominaba era el monte tradicional, la maquinaria obsoleta y la industrialización con escasa tecnología.
Datos más recientes han confirmado aquella apreciación: a principios de 1998 (cinco años después del último censo), con motivo de plantearse la realización de un nuevo censo frutícola, los expertos debatían si la reconversión ya había alcanzado el 14 /o, en tanto los más optimistas la ubicaban en el 20 ó 25% (5).
A tal punto que ahora surgen voces, en el propio campo de las instituciones patronales, que la ponen en duda. La Mañana del Sur, del pasado 2 de mayo (Suplemento Económico y Rural), publica los resultados de un diagnóstico realizado por el Consejo Federal de nversiones que introduce un nuevo planteo: “Los serios problemas estructurales y de costos que enfrenta la producción de peras y manzanas en las actuales condiciones comerciales… no se resuelven tan sólo con una reconversión".
Ya no se trata del grado de ‘reconversión’ sino que “en las actuales condiciones" m siquiera importa tal ‘reconversión’.
No es la falta de ‘reconversión’ lo que produce la crisis de la fruticultura sino algo mucho más simple: la crisis capitalista mundial.
Las estadísticas más recientes indican que más de la mitad de los productores aun tienen entre un 55% a 65% de su superficie plantada con el sistema tradicional.
Y que sólo el sector que está por encima de las 50 hectáreas (apenas 193 productores, o sea el 5,3%) tiene más de la mitad de su plantación con sistema de espaldera, que es más moderno.
Una debacle promovida y anticipada…
Lo que ha estallado en la temporada '98/‘99 se viene incubando desde hace muchos meses. Ya en julio de 1998, sucesivas asambleas de productores en Cipolletti, Centenario y Alien denunciaban que "la cadena de pagos se había roto" y que “no contaban con fondos para reiniciar el próximo ciclo".
Para los chacareros, la “cadena de pagos rota” significa que los galpones y las jugueras no liquidan la fruta entregada, es decir, sufren la expoliación de los pulpos exportadores.
Los titulares de las Cámaras de Productores de Alien y de Cipolletti reclamaban una asamblea general y vaticinaban que “la crisis que podría sobrevenir sería más grave que la de 1993” (6). Lo mismo dijo la asamblea provincial de Neuquén realizada en Centenario el 16 de julio de 1998.
En el inicio del movimiento, los productores pretendían, por un lado, que los empacadores les redistribuyeran unos 5 millones de pesos (sobre un total de 17) que éstos reciben como reembolsos por exportaciones y, por el otro, planteaban que “si no cobramos, vamos a tener que despedir gente", chantajeando a sus propios obreros rurales.
Miguel Miquel, presidente de Cafi por cinco años, afirmaba que: “este año los problemas son inusitadamente graves” (7).
El titular del Colegio de Contadores de General Roca “vaticinó que el 30% o más de los trabajadores de la fruticultura no tendrán trabajo en la próxima temporada como consecuencia que la mayoría de las empresas frutícolas de la región tienen problemas financieros muy graves" (destacado del autor) (8).
Ambos pronósticos confirmaron otro previo: “tomando las diez principales empresas frutícolas de la región, se puede decir que 3 deben más de dos cuotas a los productores; 5 cumplen, pero redujeron más del 50% las mismas y 2 todavía no pagaron la cuota de agosto" (9).
El estallido chacarero de marzo/junio de 1999 venía precedido de trompetas.
… con salida antiobrera
Tratando de prevenirse, el gobierno de Neuquén tomaba la iniciativa de anunciar un paquete de 100 millones de pesos para un “plan de salvataje de la fruticultura” y anuncia 23 medidas para el agro, entre las cuales figuran, entre otras, la firma de convenios con las Cámaras de Productores autorizando a las chacras a contratar desocupados déla ley 2128 (150 pesos por mes por 4 horas de trabajo, sin aportes ni beneficios sociales).
En tanto, el gobierno de Río Negro no se queda atrás: trae desocupados de la línea Sur a trabajar a las chacras por 12,60 pesos por día (lo que da para 8 horas de trabajo un salario de 1,50 peso la hora y mucho menos para las jomadas reales de 12 ó 14 horas). Eso sí, con la promesa de elevarlo a 14 pesos por día “cuando comiencen los trabajos de poda, raleo y despuntada” (10).
Esta utilización de mano de obra desocupada no es una novedad: “esta es una experiencia que vienen realizando empresas frutícolas con los municipios de la región Sur desde 1996” (11). Un directivo de Zetone y Sabbag (pulpo exportador actualmente en convocatoria de acreedores) trata de explicar esta ‘maquila’ rionegrina: “el hecho de buscar mano de obra en la zona Sur de la provincia se debe a que en las chacras falta gente” (12).
Pero resulta que, apenas unos días después, se hace público que “6 de cada 10 obreros de las chacras están en negro en la zona valletana" (13), totalizando unos 24.000 trabajadores.
Otros miles “son registrados como trabajadores autónomos, en cooperativas frutícolas, pero tienen una clara dependencia laboral, por lo que hay un fraude laboral", según un funcionario del Ministerio de Trabajo. Otro funcionario provincial fue más lejos: “estamos encontrando reducciones a la casi servilidad" (14). Por otra parte, un informe que abarca ese período, ubica en 10.000 los desocupados en el Alto Valle (15).
Acorde con los pulpos de la Cafi, el titular de la Federación de Productores de Río Negro reclamaba: “El costo laboral que hoy tiene un trabajador en la región es muy elevado, lo que nos impide competir con la manzana chilena o neozelandesa” (16).
Desde los gobiernos, así como desde los pulpos exportadores del empaque y las 'pequeñas y medianas empresas’, todas las “soluciones" pasan por exprimir aún más el trabajo de los obreros rurales y del empaque y descargar sobre los explotados el peso de la crisis. Los movimientos de chacareros y la mayor parte de la dirigencia de las Cámaras de Productores son furgones de cola de esa política.
Un plan de destrucción de fuerzas productivas
Una de las afirmaciones que hicimos en el trabajo anterior decía que estábamos ante un proceso de “destrucción productiva” en la fruticultura.
En un artículo en Prensa Obrera (17) ya citamos la sentencia del presidente del principal pulpo exportador de frutas: “el sector frutícola está sobreinvertido”. Esto quiere decir una sola cosa: subirán la desocupación y el nivel de explotación de la mano de obra y seguirán desapareciendo chacras y galpones de empaque, porque ésa es la salida capitalista a la presente crisis.
Todos los datos indican que eso es lo que está en desarrollo. Ricardo Epifanio afirma que, entre 1980 y 1990, el número de productores se redujo de 10.000 a 7.500 y los galpones de empaque de 470 a 280, aproximadamente (18). Y, actualmente, hay unos 4.000 productores y 90 galpones. Se cumple así un plan de la Cafi de principios de la década que planteaba “erradicar 27.000 hectáreas de frutales" (19).
Un simple cálculo nos permite comparar que, como el tamaño promedio de cada chacra se ubica en alrededor de 12/14 hectáreas, con la reducción de chacareros producida entre 1990 y la actualidad (en su mayor parte de pequeños chacareros, es decir, predios de 5 a 10 hectáreas) se está implementando lo reclamado por Cafi.
A esto debe agregarse que, según cálculos del Movimiento de Mujeres en Lucha, de las que quedan, aún hay 500 chacras en condiciones de pasar a remate por deudas con los bancos, en tanto el 67% de los pequeños y medianos productores tienen algún tipo de deuda con bancos o financieras (20).
El sector le debe, sólo al Banco Nación, unos 80 millones de pesos. Sin embargo, en este marco de destrucción productiva, los grandes pulpos exportadores no han dejado de crecer, reflejando un proceso de concentración capitalista que aumenta con cada crisis.
Compre ahora, exporte y ‘pague’… dentro de un año
La revista Informe Frutihortícola, de abril de 1999, demuestra con cuadros estadísticos que “las exportaciones por el Puerto de San Antonio Este, durante los tres primeros meses del año, fueron superiores a las del año anterior” y superiores a las de los últimos años, por lo menos desde 1994. Lo cual incluye superar los registros del “boom exportador" por San Antonio Este del '96 y ‘97.
En tres meses del ‘99, se exportó tanto como en 6 meses del ‘94. “Es un negocio rentable y con grandes posibilidades de expansión”, le decía el presidente de Expofrut (principal pulpo exportador) a la Revista Urgente en setiembre de 1997 (21).
Y no es para menos, ya que son esos mismos pulpos exportadores los que se alzaron con la privatización del puerto de San Antonio Este.
Diez acaparan casi el 80% del volumen exportado.
Esta situación de exportación récord se mantiene todavía para el primer cuatrimestre de este año: la pera supera un 12% los registros del año pasado (22) y la manzana, si bien retrocede un 10% por la recesión en Brasil, crece con destino a Europa (23). Las jugueras "exportan un 65% más que en el '98 y con precios un 20% superiores” (24).
Estos guarismos no incluyen, por supuesto, el contrabando y la evasión promovida por los mismos pulpos en sus ventas al mercado interno y a Brasil: “Desde hace años, muchas de las empresas del Valle están comercializando en forma irregular gran parte de la oferta que dirigen a esos mercados" (25).
Este nivel de saqueo no ha impedido que algunas empresas exportadoras ubicadas entre las primeras diez del ranking (que representan aproximadamente el 18% del total exportado) se presentaran en convocatoria, “abrumadas por las deudas". Peor aún es el caso de las jugueras, donde esto ocurrió con tres empresas que nuclean casi el 90% de la producción y la exportación.
Esta seguidilla de convocatorias fue definida por el titular de la Cámara de Productores de Cipolletti como un “golpe económico, una estafa del sector financiero en complicidad con los pulpos de Cafi” (26).
Y es así, ya que el concurso preventivo sólo suspende el pago de intereses a aquellos que no tienen garantía real (los productores que entregaron su fruta y los salarios de los obreros), no así a los bancos que han prestado con garantía hipotecaria o caución. Menos, obviamente, la banca oficial, que como es el caso del Banco de la Provincia de Neuquén, presta ‘ingenuamente’sin garantías, por lo que “acumula créditos dados a pérdida por 27 millones al sector juguera” (27).
Saqueo del salario obrero, estafa al chacarero, evasión fiscal con trabajo en negro, contrabando, saqueo a la banca oficial y otras ‘virtudes’son las herramientas de los ‘emprendedores’ empresarios de la fruta.
Sapag y Verani, pero también Sobisch y Massei
La propuesta de los partidos patronales es seguir alimentando este drenaje.
Verani y Sapag abogan ante el gobierno nacional por aumentar los reembolsos por exportaciones. Otros radicales proponen mayores subsidios.
El Movimiento Popular Neuquino ‘asiste’ con un plan de salvataje de 100 millones de dólares en la provincia de Neuquén. Para la Alianza neuquina, el subsidio es "un mecanismo idóneo” porque "contribuye al desarrollo de la región" y para “financiar proyectos de Cafi” (28).
Esto lo dice la Alianza sin ponerse colorada, cuyo candidato a gobernador, Massei (29), se declaró, poco tiempo atrás, “enemigo de todo subsidio”. Claro, en ese caso era para los desocupados (en realidad, tampoco es un ‘subsidio).
La Iglesia jugó, a su debido tiempo, de ‘mediadora’ y utilizó sus buenos oficios para presionar por el levantamiento de los cortes, y bendijo la política de los gobiernos de tumo.
La ‘izquierda’ y la CTA con los explotadores
Los cortes de rutas y ‘tractorazos’ han servido para mostrar las tendencias pequeñoburguesas, procapitalistas, que nutren la política de muchos partidos y organizaciones que se autodenominan de izquierda o del ‘campo popular’.
Los programas y, por lo tanto, las organizaciones de la izquierda democratizante y del nacionalismo pequeñoburgués, no tienen defensa contra la presión populista de la lucha de los chacareros. No pueden delimitarse programáticamente de ella.
En su discurso del 1° de Mayo, la secretaria general de Aten llamó a apoyar la lucha de los chacareros, "a pesar de que hay algunos explotadores entre ellos, porque hay que defender las economías regionales".
Ni hablar de la CTA de Río Negro, que apoyó incondicionalmente el programa de los chacareros, pero no apoyó las reivindicaciones obreras, a pesar de que en sus filas milita un gremio de obreros rurales y que, formalmente, el gremio de los obreros del empaque también sigue permaneciendo en ella. En esto, la CTA rionegrina no se diferenció en nada de la CGT rionegrina, que del mismo modo apoyó el programa de los chacareros. También el PTP y Patria Libre, por ejemplo, propusieron como programa de la Federación Universitaria el “apoyo incondicional a las reivindicaciones de los productores”.
Pero el más insólito apoyo de los reclamos chacareros provino del PTS. En su periódico La Verdad Obrera se dice: “a diferencia del paro agrario nacional que dirigió la oligarquía de la Sociedad Rural para evadir impuestos, la rebelión de los chacareros no podría estar más justificada" (30).
O sea que, para el PTS, esta lucha no la dirigió un sector patronal. A pesar de que la Cafi publicó una solicitada el 14 de abril de 1999 donde “adhiere al paro frutícola", en “defensa de los intereses de la fruticultura regional”.
La "rebelión de los chacareros" no levantó una sola reivindicación de los trabajadores. Muy por el contrario, como la propia La Verdad Obrera debe reconocer, los usó como mano de obra en los piquetes y se valió del atraso salarial y las cesantías como arma de presión social.
El PTS se limita a señalar que los peones rurales y los obreros del empaque estuvieron “un poco por obligación y un poco por instinto de supervivencia”, porque “de lo que se consiga acá nosotros no vemos nada”.
La intervención de los trabajadores con su programa es pospuesta para la revolución, porque el artículo reclama “tomar también las reivindicaciones de los chacareros” y termina reclamando para aquí y ahora “dar créditos baratos a los chacareros y (que) puedan comprar tecnología adecuada….”, para que no se vayan “tras las faldas de los oligarcas… que los harán desaparecer lisa y llanamente".
Costanzo y Verani fueron más lejos: siguiendo los consejos del PTS, les dieron a los chacareros un ‘crédito’ ya no barato sino directamente gratis, de 20 millones de pesos. Eso sí, lo vamos a pagar todos los trabajadores del país, porque bajo el capitalismo es así, mal que le pese al PTS: el subsidio al capital (sea del tamaño que sea) sale del bolsillo del obrero.
El PTS se puso a la altura de la Cafi y del programa ‘chacarero’, dejando para más adelante el programa de los obreros de la fruta.
Los pequeños chacareros sólo tienen un porvenir si se encolumnan tras las clase obrera contra el gran capital.
Neuquén, 2 de agosto de 1999.
Nota
1. Río Negro, 16 de mayo de 1999.
2. Río Negro, 21 de mayo de 1999.
3. Informe Frutihortícola, abril de 1999.
4. En Defensa del Marxismo, N° 14, de setiembre de 1996.
5. Río Negro, 10 de julio de 1998.
6. Rio Negro, 14 de julio de 1998.
7. Tiempo Cipolleño (2a quincena de noviembre de 1998).
8. La Mañana del Sur, 20 de octubre de 1998.
9. Rio Negro, 13 de setiembre de 1998.
10. Rio Negro. 6 de setiembre de 1998.
11. Idem.
12. Idem.
13. Río Negro, 26 de setiembre de 1998.
14. Idem.
15. La Mañana del Sur del 20 de diciembre de 1998.
16. Río Negro, 7 de enero de 1999.
17. Prensa Obrera, N° 625, 6 de mayo de 1999.
18. Río Negro, 6 de diciembre de 1998.
19. En Defensa del Marxismo, N° 14, de setiembre de 1996.
20. Tiempo Cipoleño.
21. Citado en Informe Frutihortícola.
22. Río Negro, 9 de mayo de 1999.
23. Río Negro, 16 de mayo de 1999.
24. Idem.
25. Rio Negro, 9 de mayo de 1999.
26. Declaraciones a LU5.
27. Informe Frutihortícola, abril.
28. Rio Negro, 2 de mayo de 1999.
29. Este artículo fue escrito antes del 24 de octubre de 1999 [NdE],
30. La Verdad Obrera, N° 48, 6 de mayo de 1999.