La lucha palestina contra el sionismo

Su origen. Las masacres de Sabra y Shatila: cómo y quién respondió en la Argentina

La amenaza de una invasión inminente del ejército israelí sobre la franja de Gaza y la perspectiva de producir un genocidio del pueblo palestino que abone una “solución final”, no es una novedad en la historia de la represión sionista. 

Uno de los objetivos concretos sería producir una nueva “Nabka” como la realizada en 1948, quemando aldeas, expulsando de sus viviendas, masacrando miles de palestinos (aldea de Deir Yasin, etc.) y obligando a huir a casi un millón de palestinos en 1948.

Antes de la Nabka hubo otras actividades terroristas de expulsión de palestinos de sus tierras. Y después del 48 fue una política permanente. Una de las que se ha destacado es la realizada por la invasión de Israel a El Líbano en 1982. En aquella oportunidad planteó como objetivo de la invasión la de destruir a la OLP, dirigida por Yasser Arafat. Entonces no existía Hamas, que nació en el marco de la primera “Intifada” durante 1987.

En junio de 1982, los ejércitos sionistas invadieron El Líbano buscando destruir a las milicias de la OLP palestina. Rápidamente llegaron hasta la capital, Beirut. Unos miles de milicianos de la OLP fueron retirados de Beirut y de El Líbano controlados por un operativo político-militar armado por la  ONU.

Aún así, el ejército sionista hizo un acuerdo con grupos paramilitares de la derecha libanesa (Falange Libanesa) armados, pertrechados y entrenados por Israel. Para actuar como brazo auxiliar del accionar terrorista sionista. El 11 de septiembre, la situación era tranquila y no había miedo en los campamentos de Sabra y Shatila. Pero ese mismo día, sin explicación alguna, las fuerzas internacionales que iban a garantizar la seguridad de los refugiados palestinos abandonaron Beirut.

En la noche del 15 de septiembre, hicieron irrupción en dos grandes campamentos de refugiados palestinos realizando una masacre de miles de ancianos, mujeres y niños, que no ofrecieron resistencia alguna, garantizadas sus vidas por los acuerdos de la ONU. Los milicianos de la OLP se habían retirado semanas antes, todo esto corroborado y garantizado internacionalmente.

Durante 3 días y sus noches (iluminadas a plena luz) por las bengalas se descerrajó un vendaval de violaciones, muertes, robos y fuegos  sobre  los refugiados palestinos de Sabra y Shatila.

Ante el escándalo internacional y las manifestaciones de repudio en todo el mundo, las fuerzas sionistas se “justificaron” con generalidades alegando que no eran tan importantes como se denunciaban, posibles excesos de sus aliados paramilitares de la Falange, ajusticiamientos entre diferentes fracciones palestinas, etc.

 El 16 de diciembre de 1982, la Asamblea General de las Naciones Unidas termino condenando la masacre y la declaró un acto de genocidio.

La amenaza actual de Netanyauh es un calco sacado del mismo manual sionista con que ejecutaron las masacres de Sabra y Shatila. 

Con la bandera de enfrentar a Hamas se ha planteado que 1,2 millón de palestinos abandonen sus propiedades y viviendas y huyan hacia el sur, obligados por los bombardeos constantes que ya suman miles de víctimas y por una política de genocidio premeditado: sitio que prohíbe ingreso de agua, alimentos, medicinas, etc. Bombardeos de hospitales, etc.

¿Después vendrá la colonización de las tierras abandonadas?

Publicamos en esta edición de En Defensa del Marxismo Digital dos secciones. Una referida al “nacimiento” -pergeñado por el imperialismo- del Estado sionista de Israel y de la magnitud de la Nabka. 

La otra haciendo centro en la invasión a El Líbano y las masacres de Sabra y Shatila de 1982. Ambas reproduciendo publicaciones realizadas en los periódicos de nuestro Partido.

La lucha contra la invasión del Líbano y luego las masacres de Sabra y Shatila fueron parte de la actividad militante de Política Obrera (nombre original de nuestro Partido, que se vio obligado a cambiarlo por la legislación proscriptiva de la dictadura del “Proceso”). Bajo la dictadura se realizo uno de los primeros actos públicos convocados por la izquierda, en torno a la solidaridad de la lucha palestina contra la invasión sionista. Ayer, como hoy, los partidos capitalistas hicieron mutis por el foro.

Pasen y vean.

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