Biografía de Lenin por León Trotsky (publicada en la Enciclopedia Britanica)

Biografía de Lenin escrita por León Trotsky en 1926 a pedido de la Encyclopedia Britanica para su edición Nro. 13

Lenin 

Lenin, Vladimir Ilich Uliánov (1870-1924) fundador y guía espiritual de las repúblicas soviéticas y de la Internacional Comunista, discípulo de Marx, líder del Partido Bolchevique y organizador de la revolución de octubre en Rusia, nació el 21 de abril de 1870 en Simbirsk, ahora Ulianovsk. Su padre, Ilia Nicoláievich, era maestro de escuela. Su madre, María Aleksándrovna, era hija de un médico llamado Berg. Su hermano mayor (nacido en 1866) era miembro del grupo Narodovoltzy (una sociedad terrorista revolucionaria) y participó en el fallido atentado contra Alejandro III. Fue ejecutado. Este acontecimiento fue decisivo en la vida de Lenin. 

Juventud 

Tercero de una familia de seis hijos, Lenin se graduó de la Escuela Secundaria de Simbirsk en 1887, obteniendo la medalla de oro; entró en la Universidad de Kazán para estudiar derecho, pero fue expulsado en diciembre del mismo año y desterrado del país por participar en una reunión de estudiantes. Sólo se le permitió regresar a Kazán en el otoño de 1889. Comenzó entonces el estudio metódico de Marx y se involucró con los miembros del círculo marxista local. En 1891, aprobó sus exámenes de derecho en la Universidad de San Petersburgo, y en 1892 comenzó como abogado en prácticas en el Colegio de Abogados de Samara, llegando incluso a ejercer la defensa en varios juicios. Pero su vida estuvo dedicada principalmente al estudio del marxismo y su aplicación al desarrollo económico y político de Rusia y del mundo entero. En 1894 fue a San Petersburgo y se dedicó a la propaganda. De esta época datan sus primeras polémicas contra el partido populista, que circulaban en manuscrito de mano en mano. Poco después, Lenin comenzó una lucha teórica en la prensa contra los falsificadores de Marx. En abril de 1895 hizo su primer viaje al extranjero para encontrarse con Plejánov, Zasulich, Axelrod y el grupo marxista “Osvobojdenie Truda” (Emancipación del Trabajo). A su regreso a San Petersburgo, organizó el grupo ilegal del “Unión para la Emancipación de la Clase Obrera”, que rápidamente se convirtió en una organización importante, dirigiendo una propaganda activa entre los trabajadores. En diciembre de 1895, Lenin fue arrestado junto con sus colaboradores más cercanos. Pasó el año 1896 en prisión, fue exiliado en febrero de 1897 por tres años en la provincia del Yeniséi, en Siberia oriental. 

En 1898, se casó con N. K. Krúpskaya, una camarada de la “Unión” de San Petersburgo y su fiel compañera durante los últimos 26 años de su vida. Durante su exilio, completó su trabajo económico más importante: El desarrollo del capitalismo en Rusia, basado en una considerable documentación estadística (1899). En 1900, Lenin fue a Suiza para organizar, con el grupo Emancipación del Trabajo, la publicación de un periódico revolucionario para Rusia. A finales de año se publicó en Múnich el primer número del Iskra (La chispa) bajo el lema “De la chispa surgirá la llama”. El objetivo era dar, junto a una interpretación marxista de los problemas de la revolución, consignas para las luchas, y formar un partido revolucionario “clandestino” de socialdemócratas que, a la cabeza del proletariado, dirigiera la lucha contra el zarismo. La idea de un partido organizado, de vanguardia en la lucha del proletariado en todas sus formas y manifestaciones, es una de las ideas centrales del leninismo, íntimamente ligada a la noción de hegemonía de la clase obrera en el movimiento democrático del país. Esta idea encontrará su expresión terminada en el programa de la dictadura del proletariado cuando el desarrollo del movimiento revolucionario haya preparado las condiciones para la revolución de octubre. 

Bolcheviques y mencheviques 

El II Congreso del Partido Socialdemócrata de Rusia (Bruselas, Londres), en julio de 1903, aceptó el programa elaborado por Plejánov y Lenin, pero terminó con la división histórica del partido entre bolcheviques y mencheviques. A partir de ese momento, Lenin comenzó a aplicar sus propias concepciones como líder del grupo bolchevique, que más tarde se convirtió en el Partido Bolchevique. 

La escisión entre las dos fracciones se produjo sobre la cuestión de la táctica y, en última instancia, del programa del partido. Los mencheviques tendían a reconciliar la política del proletariado ruso con la de la burguesía liberal. Lenin veía al campesinado como el aliado más seguro del proletariado. Los acuerdos ocasionales y las relaciones muy estrechas con los mencheviques no pudieron superar las constantes divergencias de las dos líneas: revolucionaria y oportunista, proletaria y burguesa. La lucha contra los mencheviques fue el punto de partida de la política que llevó a la ruptura con la II Internacional (1914), la Revolución de Octubre (1917) y el cambio de nombre del Partido Socialdemócrata por el de Partido Comunista (1918). 

La derrota por tierra y mar durante la guerra ruso-japonesa, los fusilamientos de los obreros del 9/22 de enero de 1905, los disturbios campesinos y las huelgas políticas crearon una situación revolucionaria. El programa de Lenin era: la preparación de una insurrección armada de las masas y la creación de un gobierno provisional que organizara la dictadura democrática revolucionaria de los obreros y campesinos para liberar al país del zarismo y la servidumbre. El tercer congreso del partido, integrado sólo por los bolcheviques, lo complementó con un nuevo programa agrario que prescribía la confiscación de la gran propiedad terrateniente. En octubre de 1905 tuvo lugar una huelga general en toda Rusia. El 17 de ese mismo mes, el zar lanzó su manifiesto “constitucional”. A principios de noviembre, Lenin llegó de Ginebra y llamó a los bolcheviques a abrir ampliamente el partido a los obreros, conservando al mismo tiempo su organización ilegal en previsión de los golpes de fuerza contrarrevolucionarios. 

En los acontecimientos de 1905, Lenin distinguió tres características principales: 1. La conquista temporal por el pueblo de una cierta libertad política; 2. La creación virtual de un nuevo poder revolucionario bajo la forma de los sóviets de los diputados obreros, soldados y campesinos; 3. El uso de la fuerza por parte del pueblo contra los que la habían usado en su contra. Estas conclusiones extraídas de los acontecimientos de 1905 se convirtieron en los principios rectores de la política de Lenin en 1917 y condujeron a la dictadura del proletariado personificada por el estado soviético. 

La revuelta en Moscú a finales de diciembre fue rápidamente aplastada porque no fue apoyada por el ejército y otras ciudades. La burguesía liberal se vio colocada en primer plano. Comenzaba la época de la Primera Duma. Fue entonces cuando Lenin formuló los principios de utilizar los métodos parlamentarios como una nueva forma de lucha. 

En diciembre de 1907, Lenin dejó Rusia. Hasta 1917 no volvería. En 1907 comenzó un período de contrarrevolución victoriosa, persecución, deportación, ejecución y emigración. Lenin luchó contra los mencheviques que abogaban por la liquidación del partido ilegal (de ahí su apodo de liquidadores) y pidió que se sustituyeran los métodos de combate por una acción legal en los marcos del régimen existente. Una vez más, aparecieron los “conciliadores” que trataron de tomar una posición intermedia entre bolcheviques y mencheviques; los socialistas-revolucionarios que querían compensar la inercia de las masas con el terrorismo individual; finalmente, los llamados “otzovistas” que exigían el retiro inmediato de los diputados socialdemócratas de la duma, en nombre de la actividad revolucionaria. Todos se enfrentaron a los bolcheviques. 

En la misma época Lenin llevaba a cabo una intensa campaña contra el intento de revisar la base teórica del marxismo sobre la que se basaba su política. En 1908, escribió un importante tratado contra la filosofía esencialmente idealista de Mach, Avenarius y sus seguidores rusos, que trataron de reconciliar el empirocriticismo y el marxismo. Lenin demostró que el método de materialismo dialéctico formulado por Marx y Engels era confirmado por el desarrollo del pensamiento científico en general y de la historia natural en particular. Así, la constante lucha revolucionaria de Lenin iba de la mano con sus controversias teóricas. 

Los años 1912-14 estuvieron marcados por una reactivación de la actividad en el movimiento obrero ruso. Aparecieron grietas en el régimen contrarrevolucionario. A principios de 1912, Lenin convocó una conferencia secreta de organizaciones bolcheviques en Praga. Los liquidadores fueron excluidos del partido. La ruptura con los mencheviques fue completa. Se eligió un nuevo comité central. Desde el extranjero, Lenin publicó el periódico legal Pravda en San Petersburgo, que, en constante conflicto con la censura, ejercía una influencia predominante en la vanguardia de la clase obrera. En julio de 1912, viajó con sus colaboradores más cercanos de París a Cracovia para acercarse a Rusia. El movimiento revolucionario creció y, por este mismo hecho, los bolcheviques ganaron terreno. Bajo diferentes seudónimos, Lenin colaboró diariamente con la prensa legal e ilegal de los bolcheviques. Entonces, como antes y después, N. K. Krúpskaya estaba en el centro del trabajo organizativo. Recibió camaradas de Rusia, dio instrucciones a los que fueron allí, estableció vínculos clandestinos, escribió, cifró y descifró la correspondencia. 

La declaración de guerra encontró a Lenin en el pueblo de Poronin, Galitzia. La policía austríaca, sospechando que era un espía ruso, lo arrestó; unas dos semanas después, fue deportado a Suiza. 

Internacionalismo 

Para Lenin comenzaba ahora una nueva fase de trabajo, de carácter internacional. Su Manifiesto publicado en nombre del partido, el 1 de noviembre de 1914, denunciaba el carácter imperialista de la guerra y el crimen de todas las grandes potencias que durante mucho tiempo habían estado preparando esta sangrienta lucha para ampliar sus mercados y destruir a sus rivales. Mostró que la agitación patriótica de la burguesía de ambos lados, cada una culpando a la oponente, no era más que una maniobra para engañar a los trabajadores. El manifiesto mostraba que casi todos los líderes socialdemócratas estaban del lado de la burguesía en su propio país, violando así las resoluciones de los congresos de la Internacional Socialista, y que esto debería llevar a la descalificación de la II Internacional. La derrota de su gobierno debía ser la consigna de los socialdemócratas de todos los países. Lenin sometió no sólo al patriotismo socialista, sino también al socialismo platónico separado de la lucha revolucionaria contra el imperialismo, a una crítica despiadada. La lucha contra el pacifismo fue una lucha a gran escala contra elementos de la clase obrera que permanecían a medio camino entre los socialdemócratas y los comunistas y que prácticamente apoyaban a los primeros. 

Los políticos y teóricos de la II Internacional redoblaron las acusaciones de anarquismo que ya habían lanzado contra Lenin. De hecho, Lenin luchaba en dos frentes: por un lado contra los reformistas que, desde el comienzo de la guerra, habían apoyado las políticas imperialistas de las clases poseedoras y, por otro lado, contra los anarquistas y todo tipo de aventureros revolucionarios. 

El 1 de noviembre de 1914, Lenin publicó el proyecto de crear una nueva internacional [página 125 y siguientes], cuyo objetivo era la organización del proletariado para la lucha revolucionaria contra los gobiernos capitalistas, para la guerra civil contra la burguesía de todos los países, para la conquista del poder político y la victoria del socialismo. Del 5 al 8 de septiembre de 1915 se celebró la primera conferencia de Zimmerwald, que reunió a los socialistas europeos que se oponían a la guerra. Estuvieron presentes treinta y un delegados. El ala izquierda de Zimmerwald y, más tarde, de Kienthal, adoptó la moción de Lenin para transformar la guerra imperialista en una guerra civil. Esta izquierda se convirtió en el núcleo de la futura internacional. La segunda conferencia estableció su programa táctico y organizativo bajo la dirección de Lenin. Fue él quien inspiró directamente los primeros cuatro congresos de la Internacional Comunista. 

Lenin estaba preparado para la lucha a escala internacional, no sólo por su profundo conocimiento del marxismo y su experiencia de la organización revolucionaria del partido ruso, sino también por su notable conocimiento del movimiento obrero en todo el mundo. Dominaba el inglés, el alemán y el francés, y sabía leer italiano, sueco y polaco. Se oponía firmemente a la aplicación mecánica de métodos de un país en otro. Estudió y resolvió las cuestiones del movimiento revolucionario no sólo en sus reacciones internacionales, sino también en su forma nacional y concreta. 

La revolución de 1917 

La revolución de 1917 encontró a Lenin en Suiza. Sus intentos de regresar a Rusia tropezaron con la oposición del gobierno británico y decidió pasar por Alemania. El éxito de su plan desató una tormenta de calumnias entre sus enemigos, por otra parte impotentes para impedir que asumiera la dirección de su partido y, poco después, de la revolución. 

En la noche del 4 de abril, al descender del tren, Lenin pronunció un gran discurso en la estación de ferrocarril finlandesa de Petrogrado, cuyas ideas orientadoras fueron el tema de su política para los días siguientes. La caída del zarismo, dijo, sólo era la primera etapa de la revolución. La revolución burguesa no podía satisfacer a las masas por mucho tiempo. El deber del proletariado era armarse, fortalecer el poder de los soviets, despertar al campo y prepararse para la conquista del poder supremo, en nombre de la reconstrucción de la sociedad sobre una base socialista. Este programa de largo alcance no sólo fue muy mal recibido por los socialistas patrióticos, sino que creó disensión entre los propios bolcheviques. Plejánov encontró este programa delirante. Pero Lenin predijo que la desconfianza de la burguesía crecería día a día, que el partido bolchevique ganaría una mayoría en los “sóviets” y que el poder supremo pasaría a sus manos. El pequeño diario Pravda se convirtió en un arma poderosa para el derrocamiento de la burguesía. 

La política de coalición con la burguesía, llevada a cabo por los social-patriotas, así como los ataques desesperados que los aliados exigieron al ejército ruso, despertaron a las masas y condujeron en los primeros días de julio a manifestaciones armadas en Petrogrado. La lucha contra los bolcheviques se intensificó. El 5 de julio, el servicio secreto contrarrevolucionario emitió documentos falsos supuestamente para probar que Lenin estaba actuando bajo las órdenes del estado mayor alemán. Por la noche, destacamentos “seguros” traídos del frente por Kerensky y junkers de los distritos que rodean Petrogrado ocuparon la ciudad. El movimiento popular fue aplastado. La “caza” de los bolcheviques alcanzó su apogeo. Una vez más, Lenin tuvo que reanudar su vida clandestina, escondiéndose primero en casa de una familia de obreros de Petrogrado y luego en Finlandia. 

Después de las jornadas de julio y de los intentos contrarrevolucionarios del general Kornilov, las distribuciones de armas posteriores causaron una explosión de energía en las masas. Los bolcheviques obtuvieron la mayoría en los sóviets de Petrogrado y Moscú. Lenin abogó por una acción decisiva para tomar el poder: “Ahora o nunca” repitió apasionadamente, en sus artículos, cartas y entrevistas con los camaradas. 

El Consejo de Comisarios del Pueblo 

La revuelta contra el gobierno provisional coincidió con la apertura del II Congreso de los Sóviets el 25 de octubre. Lenin, después de vivir escondido durante tres meses y medio, apareció en Smolny y dirigió la lucha. En la sesión de la noche del 27 de octubre propuso un decreto sobre la paz, votado unánimemente y otro sobre la tierra votado también casi unánimemente excepto un voto en contra y ocho abstenciones. La mayoría bolchevique, apoyada por el ala izquierda de los socialistas-revolucionarios, decidió transferir el poder a los soviéticos. El Consejo de Comisionados del Pueblo fue elegido con Lenin a la cabeza. 

Habiendo obtenido la tierra, los campesinos apoyaron a los bolcheviques. Los sóviets eran los dueños de la revolución. La asamblea constituyente, elegida en noviembre y reunida el 5 de enero, no fue más que un anacronismo. El conflicto entre las dos etapas de la revolución había terminado. Lenin no dudó ni un momento: a propuesta suya, el Comité Ejecutivo Central Pan-Ruso decretó la disolución de la asamblea constituyente. La dictadura del proletariado, dijo Lenin, significaba el grado más alto de democracia para las mayorías trabajadoras del pueblo, dando a los trabajadores todos los bienes materiales (salas de reuniones, imprentas, etc.) sin los cuales la libertad es sólo una ilusión. La dictadura del proletariado es un paso necesario hacia la abolición de las clases en la sociedad. 

La cuestión de la guerra y la paz causó una nueva crisis. Una parte considerable del partido exigió una guerra revolucionaria contra los Hollenzollern, olvidando tanto la situación económica de Rusia como la mentalidad del campesinado. Lenin se dio cuenta de que, con fines propagandísticos, era necesario retrasar las negociaciones con los alemanes. Pero pidió que, en caso de ultimátum, se firmara la paz, incluso a costa de los territorios o de una compensación. La revolución que despertaba en Occidente tarde o temprano destruiría las duras condiciones de la paz. El realismo político de Lenin se hizo patente en esta ocasión. La mayoría del comité central, en oposición a Lenin, hizo un último intento de impedir la sumisión al imperialismo alemán, declarando el fin de la guerra rehusando firmar al mismo tiempo la paz imperialista. De ello resultó una nueva ofensiva. 

Después de acalorados debates en el comité central el 18 de febrero, Lenin, habiendo propuesto reanudar inmediatamente las negociaciones y firmar las condiciones alemanas, más desfavorables que nunca, se ganó a la mayoría. El gobierno soviético, por iniciativa de Lenin, se trasladó a Moscú. Una vez alcanzada la paz, Lenin planteó la cuestión de la organización económica y cultural ante el partido y ante el país. Pero las pruebas más grandes aún no habían llegado. A finales del verano de 1918, Rusia central se vio rodeada por un círculo de fuego. De acuerdo con los contrarrevolucionarios rusos, la revuelta checoslovaca en el río Volga estalló en el norte y en el sur, con la intervención inglesa (Arcángel, 2 de agosto, Bakú 14 de agosto). El suministro ya no estaba asegurado. 

Lenin nunca dejó de dirigir el partido y el gobierno ni por un momento. Dirigió simultáneamente la propaganda, la agitación de las masas, la organización de convoyes de trigo, observó los movimientos del enemigo, mantuvo una comunicación directa con el Ejército Rojo. Estaba siguiendo la situación internacional, los desacuerdos entre los imperialistas le sugerían el camino a seguir. Encontró tiempo para entrevistas con activistas extranjeros e ingenieros y economistas soviéticos. 

El 30 de agosto, la socialista-revolucionaria Kaplan disparó dos veces sobre Lenin cuando se dirigía a una reunión de obreros. Este ataque intensificó la guerra civil. La fuerte constitución de Lenin resistió la lesión. Durante su convalecencia escribió un folleto, La revolución proletaria y el renegado Kautsky [página 75 y siguientes], dirigido contra el más eminente teórico de la II Internacional. El 22 de octubre volvía a hablar en público. 

La Nueva Política Económica 

La guerra en los frentes internos siguió siendo su principal preocupación. Los problemas económicos y administrativos tuvieron que pasar a un segundo plano. La guerra civil apoyada por los extranjeros estaba en su apogeo. La lucha terminó a principios de 1921 con la derrota total de la contrarrevolución y el gobierno se fortaleció. El hecho de que la guerra no hubiera traído la revolución proletaria a Europa había agravado considerablemente las dificultades de la construcción socialista, imposible sin un acuerdo entre el proletariado y el campesinado. El sistema de requisa de los agricultores tuvo que ser reemplazado por un impuesto debidamente establecido, y se tuvo que restablecer el comercio privado. 

Estas medidas abrieron una nueva fase de la revolución. Esta fue la “Nueva Política Económica”. Dentro de la federación soviética, Lenin trató por todos los medios de dar a las nacionalidades oprimidas bajo el zarismo las condiciones para un desarrollo nacional libre. Llevó adelante una guerra implacable contra todas las tendencias imperialistas, especialmente dentro del partido, en cuyo interior defendía los principios muy estrictamente. La acusación contra Lenin y su partido de oprimir nacionalidades, basada en los acontecimientos de Georgia, etc., se debió a la feroz lucha de clases en el país. Lenin insistió en que el principio del derecho de los pueblos a la libre determinación debía aplicarse con todo su rigor a los pueblos coloniales. Su doctrina era que el proletariado occidental no debía conformarse con meras declaraciones de simpatía hacia las nacionalidades oprimidas, sino que debía luchar con ellas contra el imperialismo.

En el VIII Congreso de los Sóviets (1920) [página 183 y siguientes], Lenin informó sobre el plan de electrificación del país debido a su iniciativa. El esfuerzo progresivo hacia un alto grado de desarrollo técnico indica el éxito de la transformación de la economía campesina fragmentada y descoordinada en un amplio sistema de producción socialista, basado en un solo plan general. “El socialismo es el poder de los sóviets más la electrificación”. 

Su muerte 

Agotado por el trabajo intensivo, la salud de Lenin se deterioró en pocos años. La esclerosis atacó sus arterias cerebrales a principios de 1922, los médicos le prohibieron el trabajo diario. De junio a agosto, el mal progresó rápidamente. Lenin perdió el habla por primera vez, y en diciembre su pierna y brazo derechos quedaron paralizados. Murió el 21 de enero de 1924 a las 6,30 de la mañana en Gorky, cerca de Moscú. Su funeral motivó una demostración sin ejemplo de amor y dolor por parte de millones de personas. 

*** 

En su apariencia externa, Lenin se distinguió por su sencillez y fuerza: su altura era un poco inferior a la media, su rostro era del tipo popular eslavo, sus ojos penetrantes, su frente ancha y su cabeza poderosa le daban un atractivo extraordinario; incansable en el trabajo hasta un grado inconcebible, era igualmente de concienzudo de forma ejemplar en dar una conferencia en un pequeño círculo de la clase obrera en Zúrich como en organizar el primer estado socialista del mundo. Apreciaba y amaba la ciencia, el arte y la cultura por encima de todo, sin olvidar nunca que estos bienes siguen siendo propiedad de una pequeña minoría. Su forma de vida en el Kremlin difería poco de la de una persona proscrita. La simplicidad de estos hábitos proviene del hecho de que el trabajo intelectual y la lucha no sólo absorbieron todos sus intereses y pasiones, sino que también le dieron las alegrías más intensas. Todos sus pensamientos se centraban en la obra de emancipación de los obreros.


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2 comentarios en «Biografía de Lenin por León Trotsky (publicada en la Enciclopedia Britanica)»

  1. Brillante hace falta un Lenin en cada país Si lo hubiese escuchado a Trosky hubiese sido más amplia la revolución El PO va en camino Cuidado con el FITU hay muchos mencheviques

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