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Con las mujeres y el pueblo palestino contra el genocidio sionista 

El imperialismo no es democrático, es la reacción en toda la línea

El Encuentro Plurinacional de mujeres y diversidades se desarrolla en un contexto de enorme convulsión política, económica y social. Este mes se cumple un año del comienzo de la acción con que la resistencia palestina rompió el muro con que Israel encerró al pueblo palestino y del comienzo de la campaña de bombardeos sionistas contra Gaza que abriría el camino de la invasión del enclave costero y la actual extensión del ataque sionista contra otros países de Medio Oriente: Líbano, Siria, Yemen, Irán, Irak.

En lo que va del año el Estado sionista de Israel masacró a más de 40 mil palestinos y más de 2 millones tuvieron que ser desplazados, los bombardeos sobre la Franja de Gaza y Cisjordania tuvieron como objetivos viviendas familiares, hospitales, escuelas y campamentos de refugiados. Junto con esto, Israel bloquea el acceso de les palestines a la ayuda humanitaria e impide que les lleguen alimentos, agua potable, combustible y medicamentos. Se ha caracterizado todo el operativo sionista como un genocidio contra el pueblo palestino. En el Líbano se estima que ya van más de mil muertes, mayoritariamente civiles, y 1 millón de desplazados.

Israel cuenta con el aval de la mayoría de los gobiernos imperialistas.Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y, entre muchos otros, como no podía ser de otra manera, el gobierno de Milei que se abraza a la bandera israelí y se muestra como el “mejor alumno” del Estado Sionista, colocando a nuestro país en la línea de fuego, del campo imperialista, de un mundo que se encamina hacia una escalada guerrerista. Pero no solamente Milei se pronuncia abiertamente a favor de Israel, Massa en su campaña electoral se ha mostrado del lado de Israel también. Y, de conjunto, todo el arco peronista, incluyendo al kirchnerismo, no se ha opuesto a esta masacre sionista contra los palestinos, dejando avanzar a Milei, también en este terreno.

La política genocida del sionismo es clave para imponer a sangre y fuego el dominio imperialista sobre el conjunto de Medio Oriente. Para países como el nuestro, los políticos del régimen deben mostrarse sumisos y obedientes frente a Israel para recibir migajas del imperialismo (si es que el curso de la crisis económica mundial lo permite). En el caso de Estados Unidos es fundamental porque sobre el rol de Israel en Medio Oriente se apoya su dominio económico y político en la región. Por eso vemos actualmente que, en la campaña electoral yanqui, que se dirime entre Trump y Kamala, ambos se declaran acérrimos defensores del Estado de Israel. 

La hipocresía de las feministas del poder y su silencio sobre el sufrimiento de las mujeres palestinas

Kamala, que pretende representar al ala feminista del Partido Demócrata con su política por los derechos reproductivos y la defensa del derecho al aborto, no puede ocultar la enorme hipocresía que representa su respaldo absoluto al Estado de Israel, respecto de las mujeres Palestinas que vienen sufriendo las consecuencias del asedio y genocidio sistemático desde hace décadas por parte de Israel, y que se agravó en el último año. Hospitales destruidos por los bombardeos israelíes que obligan a las mujeres a parir en condiciones inhumanas, prácticas de cesáreas que se llevan adelante sin anestesia por falta de medios, y por supuesto la masacre a sobre ellas mismas y sus hijes. 

En agosto de este año Kamala fue repudiada por grupos pro Palestina en Estados Unidos por no darles un lugar en el escenario de la convención de Chicago, mientras que sí les dio lugar a familiares de un rehén israelí, razón por la cual la organización Muslim Women for Harris/Waltz suspendió su apoyo a la campaña de Harris. En estos últimos días, tras la nueva ofensiva israelí sobre el Líbano y la escalada del conflicto con Irán, Kamala busca ganar el voto de la comunidad musulmana en Estados Unidos sobre la base de un discurso que brega por la “paz colonial”. Es decir, una paz en los términos de Israel que, como lo demuestra la historia, significa la opresión de los pueblos de Medio Oriente y en particular el Palestino.

Es sabido, y en distintos números de esta revista lo hemos mencionado, que la guerra afecta particularmente a las mujeres y a les niñes. Pero recordemos algunos de estos daños hacia las mujeres palestinas, de cuando aún se podía dimensionar el desastre que había provocado Israel sobre la Franja de Gaza, en los meses inmediatos al 7 de octubre de 2023. Los datos que se habían recogido indicaban que se habían producido numerosos casos de infecciones uterinas, sumando evidentes riesgos de insalubridad en las mujeres, según las denuncias de organizaciones feministas de la ciudad de Ramal-lah.1Bazán y Baena, 2023 Sumando a eso, las condiciones en las que las palestinas deben dar a luz son desesperantes debido al boicot israelí que impide la ayuda humanitaria, la falta de energía eléctrica, la saturación de los hospitales por los cientos de heridos que deben ser atendidos cotidianamente y el bombardeo a hospitales. 

Hay partos que se llevan adelante en la calle, entre escombros o bajo las bombas, con riesgos altos de contraer infecciones, además de los partos prematuros por la situación de estrés generado por la guerra. Les niñes que nacen, muchas veces no pueden vivir porque las incubadoras dependen de la electricidad, que es interrumpida en los períodos de ataque.2Bazán y Baena, 2023 Las condiciones sanitarias, como son la dificultad de acceso a los servicios de salud y medicación y, la falta de equipos de atención médica e instalaciones configuran una crisis que afecta de manera particular y desproporcionada a las mujeres y sus hijes.

La mayoría de las mujeres lactantes en Palestina son incapaces de generar la leche que sus bebés necesitan por el estrés de la guerra y por la desnutrición a la que las somete el Estado de Israel, deben recurrir a biberones preparados con agua que no es potable, por lo que muchos bebés mueren por diarrea y deshidratación.3Oxfam, 2023

Sin embargo, este infierno en el que viven millones de mujeres y niñeses deliberadamente ignorado por las feministas del poder. Y es que el genocidio sobre el pueblo palestino se recuesta sobre una ideología racista y colonialista. Así cómo los nazis llamaban a los judíos “ratas”, los sionistas se refieren a los palestinos como seres NO humanos y por lo tanto, aniquilables. 

Utilizan la gravísima situación de opresión que sufren las mujeres bajo los regímenes de gobierno de Medio Oriente –esos mismos regímenes (Arabia Saudita, etc.) que no se movilizan en apoyo a la lucha del pueblo palestino, que son cómplices, en algunos casos casi directos (Egipto, etc.), de la agresión sionista- de manera absolutamente demagógica, para justificar el asedio sistemático de Israel sobre estos países. Pero es cada vez más claro, a los ojos del mundo, que ni a Israel,ni a Estados Unidos y sus aliados, les importan los derechos ni de las mujeres de Medio Oriente ni les niñes.

Una trama histórica para legitimar el genocidio: entre el asedio, el pink wash y las fake news

El feminismo en el poder de los gobiernos capitalistas ha sido una herramienta histórica fundamental para estigmatizar y deshumanizar a los países de Medio Oriente. Ocultando al mismo tiempo que se están anulando viejas conquistas del movimiento de lucha democrático (derecho al aborto, etc.) en las propias metrópolis imperialistas. O sobre la opresión que sufren las propias mujeres israelíes4https://revistaedm.com/edm-24-03-10/la-oprobiosa-situacion-en-que-se-encuentra-la-mujer-israeli/;que si tienen plenos derechos para andar armadas y matar palestinos. El “feminismo” imperialista es utilizado como uno de los argumentos principales para justificar la guerra contra Irak en 2003, en la figura de la empoderada Hilary Clinton, tras la bandera de “los derechos de las mujeres”, y con el apoyo político de las feministas neoliberales, el imperialismo norteamericano y el Estado de Israel, destruyeron el país. La guerra contra El Líbano en 2006, donde Israel desencadenó una invasión terrestre en el Sur de ese país, apoyado por distintos países imperialistas, en su cruzada “democrática” contra Hezbolá que, decían, atormentaba a las mujeres, entre otros argumentos. En 2012, con la excusa de la presencia del Hezbolá y las armas iraníes, Israel comienza su ataque contra Siria. Y no hablemos de Afganistán, Libia, etc. Ya la experiencia ha evidenciado de sobra, que el imperialismo no es la defensa de la “democracia”, ni de la “autodeterminación nacional”, ni de los derechos de la mujer. El imperialismo es la reacción en toda la línea.

Las campañas como el “pinkwashing” son utilizadas por Israel y el imperialismo norteamericano como un modo de mostrarse como una democracia que da libertades a distintos colectivos en contraposición al mundo musulmán “atrasado” culturalmente. En 2011, Tel Aviv fue declarada “mejor destino gay”, donde hay discotecas con salas exclusivas para el público gay, show de drag Queens y locales orientados a diferentes ‘tribus’, con fiestas de temática militar u oriental; saunas, sex shops, cuartos oscuros, lugares de cruising.5https://elordenmundial.com/pinkwashing-israel/ Emprendimientos turísticos, no avance de derechos para la mujer y las diversidades, más degradadas que nunca. La imagen de una supuesta libertad, con temática militar, presentada como una fiesta a la que les palestines, por supuesto, nunca están “invitades”. 

A estas campañas se suman las “fakenews” que surgieron a partir de la incursión de Hamas el 7 de octubre, tendientes a aterrorizar al mundo al mostrar a los palestinos como inhumanos, para generar un marco de justificación al genocidio actual. Entre los “relatos”que posteriormente fueron desmantelados, se conoció que, en el marco de acción de Hamas, el ejército israelí atacó sin miramientos bombardeando casas en kibutz de civiles israelíes. Incluso en la fiesta rave se pudo conocer que muchos de los muertos fueron por los tiroteos del ejército y la policía sionista.Luego, se hicieron conocidos como falsos, casos de matanzas indiscriminadas a bebés, con decapitaciones, y violaciones masivas de mujeres.

Esto fue, finalmente reconocido, varios meses después del 7 de octubre, por los voluntarios de la organización israelí ZAKA, cuya tarea específica era recoger los cuerpos.6https://trtespanol.com/oriente-medio/propaganda-israeli-expuesta-falsos-relatos-de-violaciones-del-7-de-octubre-14927028

El feminismo del poder se apoya sobre estas campañas y cabalga sobre la fragmentación social que los países imperialistas e Israel han impuesto sobre los pueblos oprimidos. Es el fundamento ideológico de mujeres que ocupan lugares en las estructuras de poder y son responsables de políticas criminales contra enormes poblaciones de mujeres pobres. 

Es innegable que los regímenes burgueses de los países de Medio Oriente sostienen una estructura de opresión contra las mujeres en el marco de estructuras económicas diezmadas. En el año 2022, en Irán, miles de mujeres han quemado sus velos y se han cortado el pelo7https://www.eldebate.com/internacional/20221005/eurodiputada-sueca-corta-pelo-ante-eurocamara-defender-pueblo-irani_64214.html para protestar contra el asesinato de una mujer iraní -a manos de la policía “moral”- que circulaba sin el velo en el cabello. Esto generó una oleada de protestas en el país y la solidaridad de las organizaciones de mujeres en distintos países del mundo. Mencionamos esto solo para dar un ejemplo de la situación desesperante en las que viven las mujeres de Medio Oriente.

Pero muchísimo más desesperante es la situación de las mujeres palestinas. Es innegable el rol de los países imperialistas, y de Israel como gendarme de esos intereses, en la destrucción de la estructura económica de los países de Medio Oriente y su sometimiento a las necesidades imperialistas, que empeoran la situación del conjunto de la población y particularmente de las mujeres. La relación entre la entrega de los recursos de un país al imperialismo y el reforzamiento de las herramientas de control sobre las mujeres es directa. 

La lucha por los derechos de las mujeres palestinas y de medio oriente es de la mano de la lucha contra el estado sionista de Israel

Las mujeres que luchamos por nuestros derechos y por el conjunto de los derechos del pueblo trabajador, no debemos caer en la trampa que pretende embanderar el ataque a los países de Medio Oriente y el genocidio en Palestina, como una “cruzada civilizatoria” del sionismo detrás de las libertades democráticas de las mujeres.  

Las mujeres trabajadoras que defendemos las ideas del socialismo no nos sentimos identificadas con ese feminismo. Entendemos que los lazos sociales de colaboración y solidaridad entre los oprimidos son un elemento fundamental para la lucha contra la opresión hacia nosotras. La lucha por nuestros derechos, así como los derechos del conjunto de les trabajadores son universales porque nos abarcan en un todo. Nuestros derechos no son mezquinos, no buscan destacar individualmente a nadie para alcanzar ningún lugar de poder, sino garantizar las condiciones para que cada une pueda desarrollar su individualidad en el marco de una sociedad que organice su economía en función de las necesidades sociales.  

Por eso, desde el Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero, condenamos fervientemente el genocidio israelí contra el pueblo palestino. Hoy todas somos Palestinas. 

A la vez que, en nuestro país, luchamos por tirar abajo el plan de guerra de Milei y la motosierra de los gobernadores. Hoy más que nunca bregamos por unir todas las luchas, por un paro nacional y plan de lucha contra el hambre y la represión. Vivienda, trabajo, salarios dignos, salud y educación pública y gratuita. Defendemos el aborto legal y todos los derechos conquistados para las mujeres y diversidades.

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