Entrevistamos al compañero Juan Pablo Bacherer Solis, 45 años, profesor de economía de la Universidad de La Paz. Incorporado al POR—Partido Obrero Revolucionario—, de Bolivia, en 1975, cuando se encontraba como refugiado político en París, después de haber sido arrestado en Chile donde se refugió de la persecución de la dictadura del general Hugo Banzer luego del golpe de Pinochet en 1973, bajo la acusación de formar parte de las brigadas internacionales de apoyo a la revolución chilena. Durante 20 años, Bacherer integró los más altos puestos dirigentes del POR, primero en el comité regional de La Paz (1976) y, después del comité central (a partir de 1980), participando de acontecimientos de enorme importancia de la lucha de clases boliviana como en el caso de la lucha contra la dictadura de Banzer, contra el golpe de estado de Natush-Bush, en 1979, que cayó como consecuencia de una huelga general insurreccional. En 1980, después del golpe del general García Meza, Bacherer fue expulsado de su cargo de profe sor de la universidad de La Paz, encarcelado y permaneciendo, como en varías otros momentos, en la semi-clandestinidad. El año pasado después de presentar un conjunto de críticas a la política mayoritaría en la dirección del partido y, en particular de su principal dirigente, Guillermo Lora, y de iniciarla estructuración de la Oposición Trotskista del POR, Bacherer fue expulsado del POR por exigencia de Lora que lo acusó de delación. Esta entrevista fue realizada en Sao Paulo, antes que se reuniese el Tribunal Moral para juzgar su caso.
Causa Operaría’. ¿Cómo era su militancia en el POR?
Bacherer: Cuando retorné a Bolivia, en 1976, casi directamente pasé a la dirección del partido porque se vivía una situación de clandestinidad, varios militantes habían sido expulsados, exiliados, había algunos en Brasil. Había muy poca gente en el trabajo y era necesario sustituirlos. Y después, hasta prácticamente 1993, cuando se realizó un congreso en que nos alejaran de la dirección, en plena lucha interna, en todo este tiempo prácticamente, con pequeños intervalos, estuvimos en la dirección. Inicialmente, desde 1976, en el comité regional de La Paz, posteriormente en el Comité Central.
Causa Operaría: ¿Qué tipo de responsabilidades políticas tenía como dirigente?
Bacherer: Durante más de una década fui el colaborador más próximo a Guillermo Lora en la dirección general del partido. Esto no significa que yo participase en la toma de decisiones pues el ‘jefe’ de la secta cuida celosamente que todos los hilos queden en sus manos. Viendo desde afuera muchos consideraban que yo sería el ‘sucesor’ del jefe supremo, aunque éste siempre procurase que sus seguidores no pasaran a de las tareas administrativas.
Causa Operaría: ¿Desde cuándo es predominante el trabajo en la clase media en el POR?
Bacherer: Más o menos coincide con el período en que participo del POR, que estaba saliendo de la última escisión, en 1974/75. Me incorporé en 1975, justamente cuando el POR vivió su tercera escisión, que fue con Escobar, Víctor Soza, etc. De tal manera que el POR, a partir de esta última escisión, prácticamente abandona su trabajo en el interior de la clase obrera a pesar de que estábamos viviendo la época de las movilizaciones masivas de los obreros, un momento en que, en ese sentido, sería normal un desenvolvimiento y el POR abandonó ese trabajo. Este dato tiene mucha importancia para lo que después vamos a discutir.
Causa Operaría: ¿Usted fue el principal dirigente del trabajo universitario durante todo este período?
Bacherer: Aveces el principal y a veces no, éramos varios dirigentes en el sector que, por períodos estábamos.
Causa Operaría: ¿Qué llevó a su expulsión del POR?
Bacherer: En 1981 el POR aprobó una tesis que planteaba la necesidad de un crecimiento acelerado, no sólo la necesidad, sino también la posibilidad de un crecimiento muy acelerado. En ese momento en que éramos algunas unidades, unos pocos militantes, el POR propuso la posibilidad de crecer y transformarse en un partido primero de mil y después de dos mil para llegar a un momento convulsivo y dar un salto hasta veinte mil militantes. Más o menos este era el plan que el partido aprobó siguiendo la propuesta de Guillermo Lora.
Causa Operaría: ¿Cuántos militantes tenía el POR en este momento? Bacherer: Unas pocas unidades. Como militantes había pocos compañeros. Seguramente éramos dos decenas.
Causa Operaría: ¿Cuántos ejemplares se vendían del periódico dd POR?
Bacherer: Muy poco. Ahora, el POR no vende más de 500 ejemplares; debe estar vendiendo 200 o 300 ejemplares. Claro que Bolivia es un país que es un tercio de Sao Paulo. Siete millones de habitantes. Bien, éramos esas pocas unidades y se presentaban estas tesis de la posibilidad de pegar estos saltos. Pasaron dos años, y el proyecto había fracasado de una manera total. No se alcanzó el objetivo y la desesperación de Lora llegó a punto que en 1983, defendió la disolución del POR, quiere decir que el POR podría disolverse. Tengo documentos que prueban que Lora participa en el Congreso defendiendo la disolución del POR.
Causa Operaría: ¿Y qué se haría en lugar del partido?
Bacherer: Nada. Disolverlo simplemente. Implicaba un reconocimiento del total fracaso del partido. Pero no solamente de la construcción del partido, sino que todo lo que antes habíamos defendido, pues si tenemos que disolver el partido eso significaría la imposibilidad de la revolución proletaria .Quiere decir, una posición definitivamente contrarrevolucionaria. Liquidacionista del partido y contrarrevolucionaria. Era así de tal manera que en 1983, el partido se encontraba totalmente fracasado, sin iniciativas. Como consecuencia se tenía un balance político de características determinadas.
Causa Operaría: ¿Cuáles son los aspectos centrales de este balance?
Bacherer: En 1981, cuando Lora presentaba la tesis de que las masas habían abandonado la UDP, este frente popular, dirigido por Siles Suazo, era un frente poderoso. Era un frente que estaba contra la dictadura y las masas estaban por detrás de Siles Suazo. Por lo tanto, el balance político del POR sobre lo que pasó hasta 1981 fue totalmente equivocado. Las masas con la UDP y el POR sin condiciones de desarrollarse. En esta condiciones, más o menos en octubre de 1982, Siles Suazo toma el poder. En 1983, cuando las masas comienzan a separarse de Siles Suazo, el POR, Lora, está desesperado porque no consiguió transformar el POR en partido de masas. Esta posición adoptada por Lora va a conducir a una crisis definitiva, y cuando las masas se separen totalmente, y hasta pasen a combatir la UDP, el POR estará prácticamente desarmado para poder llevar adelante una política de crecimiento. Tanto es así que en 1985 cuando las masas, y particularmente los mineros toman La Paz, el POR estaba desarmado para poder siquiera intentar conducir esas masas. Definitivamente, esta fue la prueba maestra de toda la táctica adoptada por el POR. Las masas tomaron La Paz de una forma muy radical, reclamando que Siles Suazo se fuera. En las calles los obreros gritaban: “obreros al poder”, “salario mínimo vital”. Fue momento decisivo que el POR no pudo aprovechar. Prácticamente era el fracaso de toda una línea ultraizquierdista que se venía aplicando y que objetivamente demostró su fracaso en 1985.
Causa Operaría: ¿Y qué hizo Lora?
Bacherer: Lora, para tratar de justificas esta situación, nuevamente echó mano de la tesis de 1952, de la tesis de 1971, donde había afirmado que las masas no conseguirían colocarse a la altura del programa para poder tomar el poder. Y es la tesis preferida de las sectas, incapaces de penetrar en las masas y plantearse su liderazgo en la lucha por el poder.
Causa Operaría: ¿Cuál era la influencia del POR en la COB —Central Obrera Boliviana en ese momento? Bacherer: Cero. Ninguna. Tanto es así que, ni siquiera dentro del movimiento de los mineros, que era el corazón de todo ese conflicto, el POR no produce ningún intento. Teníamos cuatro militantes en el movimiento minero y planteamos la necesidad de estructurar un comité de bases. Ocurre que para ese comité no fue elegido ningún trotskista, se eligieron todos los secretarios generales de los sindicatos mineros, la burocracia, la capa media de la burocracia y el POR en ningún momento puede intervenir. De tal manera que el POR, que por lo menos desde 1974 ya había abandonado el movimiento obrero, no tuvo oportunidad de influenciar de manera decisiva aquellos acontecimientos revolucionarios.
Causa Operaría: ¿Cuál fue la razón de ese fracaso?
Bacherer: Creo que en ese momento, el POR entró en un proceso degenerativo, exponiendo su incapacidad de penetrar en el interior de la clase obrera; agrupaba simplemente sectores de la clase media, sectores intermedios. Es fundamentalmente un problema de las concepciones de Lora. Como ustedes saben Lora es decisivo en el POR, porque todo lo que propone, es acatado de manera prácticamente incondicional, sin ningún tipo de discusión. Esto ocurre porque la concepción de Lora parte de la idea de que lo importante sería apenas extender a un pequeño grupo de militantes, de una manera muy firme, el programa, trabajando prácticamente 24 horas por día. Para la secta de tipo lorista lo que es necesario es una especie de justificación de la necesidad de hacer este trabajo, completamente sacrificado, abnegado, sin tener las condiciones objetivas del trabajo político. Sin tener en consideración la situación de las masas; cuales son los límites y las condiciones… Eso no interesa a una secta. La única cosa que interesa a ella es cómo vamos a hacer para que el militante pueda tener una entrega total. Tendríamos que hacer un anuncio y decir que la revolución deberá ser acelerada. Defendemos la dictadura del proletariado y tenemos que crecer. De aquí a poco tiempo, tenemos que ser diez mil militantes. Pero las masas están con la UDP. Eso no importa, lo importante es que los militantes estén convencidos de que tienen que trabajar, de que tienen que esperar. Quiere decir, es la lógica propia de una secta. No quieren comprender el desarrollo de la situación política, el desarrollo de las masas y tampoco tienen una respuesta a este desarrollo de las masas. Se fijan apenas en lo que tienen en mente, se fijan en su propia convicción. Por eso es que hablo de un proceso de sectarización. Se transformaron en una auténtica secta, en la que la única cosa que importa es autoconvencerse de la necesidad de la revolución, más que de convencer a las masas y dirigirlas.
Causa Operaría: ¿Cuál era la propuesta política?
Bacherer: Lora dice que las masas habían abandonado la UDP antes de que ésta hubiese llegado al poder, cuando la UDP estaba contra la dictadura. Pero para Lora no: “las masas están abandonando la UDP”, “se está desarrollando la influencia política del POR”, etc. Por lo tanto, decía, “podemos crecer. Las masas ya no están con el Frente Popular, están con nosotros. La única cosa que hace falta es que trabajemos duro, que luchemos, que ganemos a las personas. Que expliquemos a todo el mundo”. ¿Esta es la propuesta? Por lo tanto, el balance político que está en la base de ese planteo es un balance político falso.
Causa Operaría: Faltaba una política para impulsar la independencia política de los trabajadores en relación a la burguesía. ¿Y eso era dado como una tarea ya concluida?
Bacherer: Exactamente. Lo único que nosotros decíamos es que lo que restaba en esas condiciones era que todo militante se entregase totalmente a la vida revolucionaría y organizase a los obreros, a la dase media, porque las masas están esperando; nada más que eso.
Causa Operaría: ¿Era una posición impresionista, en el sentido de que se debería llevar la lucha adelante y los obreros irían a golpear la policía y derrumbar el gobierno?
Bacherer: Automáticamente. Lo que hace falta es que usted se organice para ir a organizar a las masas en el partido de manera directa y todo se incorpora a esa táctica y la táctica que se presenta son reivindicaciones. En aquel momento las reivindicaciones por mejores salarios, por ejemplo, vinculada a la lucha por el poder. Luchar por el salario mínimo vital, luchar por el poder, por lo tanto incorporarse al POR. Esa era la consigna. Tenía una lógica propia, la cual retrata de manera directa el funcionamiento de una secta. Esas son las conclusiones que sacamos, posteriormente, después de analizar todo este período.
Causa Operaría: ¿En relación al pronóstico de una inminente insurrección, pretendía estimular esta política, dando la idea que no había tiempo para un trabajo de construcción del partido obrero junto al movimiento obrero, sería necesario prepararse para una insurrección?
Bacherer: Exactamente. Todo el tiempo debería ser para eso.
Causa Operaria: En verdad, lo que parece ser interesante es que la revolución aparece como un problema político resuelto; lo que faltaría sería la voluntad de llevarla cosa a su conclusión. Ya prácticamente estaría todo dado: la situación revolucionaria, las masas rompen con la burguesía, las masas van hacia la insurrección, ellas ya tiene un partido que es el POR. Basta un decreto para que el POR incorpore estas masas dentro del partido —lo que sería un acto administrativo, mecánico—y tomar el poder. ¿Quiere decir que no hay contradicciones políticas?
Bacherer: La única cosa que importa para Lora es que usted quiera trabajar. Que usted se sacrifique, que no tenga hijos, que no se dedique absolutamente a nada porque las masas están esperando. Usted, debe organizar esas masas y así conquistaremos el poder político. Es una cosa realmente, increíble. El eje de todo está colocado en ver como el militante tiene que estar preparado.
Causa Operaría: ¿Cómo evolucionó esta crisis?
Bacherer: El año de 1985 marca una verdadera derrota para el POR; para el partido, para su táctica, su concepción, etc. A partir de este año se va gestando el des arrollo de una crisis espectacular. Porque esa derrota fue complementada por una cosa muy importante: después de las jomadas de marzo de 1985, viene un proceso electoral, en el cual el POR participa. Esperaba obtener 150.000 votos y obtiene sólo 13.000 votos. Quiere decir, la derrota de marzo del 85 se completó con la derrota electoral.
Causa Operaría: ¿Era la primera vez desde el fin de la dictadura que participaba de las elecciones?
Bacherer: Sí. Y, naturalmente no alcanzó el número mínimo de votos y el registro partidario fue cancelado, por la inexpresiva votación. Aquí se constató una expresión electorera de la dirección de Guillermo Lora.
Causa Operaría: La ley obligaba a los partidos que no obtuviesen un número mínimo a pagar una multa…
Bacherer: Era preciso. Pero el Partido no podía pagar. Ocurre que a partir de 1985, se produce ese fenómeno que también es propio de una secta: en el POR nada podía ser discutido. No es que en los estatutos esté prohibido, pero de hecho nada se discute. Porque si usted diverge con alguna táctica, entonces usted es pro-stalinista, pequeño-burgués y un contrarrevolucionario. Pero no hay un debate, porque los militantes no pueden intervenir. Los militantes utilizan su astucia. En Bolivia, muchos de nosotros somos de origen campesino, y los campesinos sonmuy astutos. Ellos no formularon un balance, no comprendieron lo que pasó, pero ya no confiaban. Había una desmoralización lamentable dentro de la organización. Y va tomando posiciones poco a poco. En 1990 se comienza a delinear de modo dramático, una crisis política: el Comité Central se reúne, delibera, toma resoluciones y nada. Cada uno va a hacia su célula, se pone de acuerdo y no ocurre nada. Se llega a una situación tan alarmante que el propio Lora dice que había una oposición dentro del partido, pero que no se manifestaba.
Causa Operaría: Lo que era una verdad…
Bacherer: Era totalmente cierto. No hay documentos, no se manifiesta, pero hay oposición. Porque los acuerdos no son cumplidos. Lo que es una forma concreta de manifestación de crisis.
Causa Operaría. ¿Ese fenómeno no muestra también una despolitización de la militancia?
Bacherer: Absoluta. El militante del POR no es ese hombre que hace análisis de la realidad a partir de un programa, de una comprensión política. Simplemente la única cosa a que todos estaban obligados era a repetir los dogmas, a repetir las verdades de manera dogmática. Es claro que eso es una de las formas de despolitización, porque si usted repite el Manifiesto Comunista, pero no es capaz de analizar la realidad que está viviendo la clase obrera en Brasil y continúa repitiendo y hace cursos y vuelve a repetir el Manifiesto Comunista, pero no es capaz de analizar la situación brasileña, esto es una manera formal de hacer política, una despolitización.
Causa Operaría: ¿Cuál es la caracterización del POR sobre los acontecimientos internacionales, principalmente los del Este Europeo y de la URSS?
Bacherer: La caracterización es que pueden continuar dando las espaldas a la situación internacional. Por ejemplo, esta discusión tan interesante que plantean sectores marxistas aquí respecto de cuál es el problema de la globalización, cual el significado de las nuevas tecnologías, si la clase obrera va a desaparecer aquí o la clase obrera allá… no se procesa esa discusión, porque teníamos que seguir repitiendo lo que dice el marxismo, convirtiendo en dogmas, independientemente del desarrollo de la realidad. Lora, la secta, parte necesariamente de la transformación de los principios del marxismo en dogmas. En esa época, Lora escribe un documento sobre la perestroika, en el cual afirma que la perestroika era la apertura capitalista. Pero esta es una cosa que él escribe, pero la organización no vive ese problema, no discute, no asimila, no se toma posición.
Causa Operaría: ¿Está dada la batalla moral para siempre?
Bacherer: Para siempre. Como ya dije. Tenemos que estar repitiendo dogmas. Prácticamente las modificaciones de la realidad poco interesan, por eso el POR se volvió una organización totalmente dogmatizada, y yo digo que la base de la secta es el dogma. Entonces, en ese sentido, prácticamente no hay nada. Entretanto, quiero mencionar una cosa importante. A partir de ahí se establece una crisis. Nosotros que éramos los dirigentes no nos atrevíamos a plantear una posición esquemática, sin que los militantes comprendieran lo que es una caracterización totalmente cristalizada. Pero no se puede debatir, no se puede discutir, porque hay un temor, un pavor de que un dirigente superior diga que usted es un contrarrevolucionario, que se está oponiendo al partido. No se trata de que en una discusión política usted pueda darse cuenta de que su posición es contrarrevolucionaria… nada, nada, por simple definición. Todo lo que usted produce será contrarrevolucionario.
Causa Operaría: ¿Se trata de un anatema político?
Bacherer: Exactamente. A partir de eso comienza a desenvolverse una verdadera discusión política. Ocurre en un congreso, donde Lora afirma que la oposición no se manifiesta pero que boicotea el partido, etc. En esa oportunidad, en 1992, fue que surgió el debate. Comienzo el debate y reivindico una discusión. Digo: “el camarada Lora tiene una concepción mecánica de relación entre programa y organización”. Lora creía que si tuviésemos un programa y luchábamos por tenerlo, automáticamente, iría a nacer una organización revolucionaria. Que bastaba reivindicar en determinadas circunstancias, por ejemplo, “luchemos por un salario mínimo vital”, “viva la revolución proletaria”, etc., que éste sería el camino para la reestructuración del partido revolucionario. Entonces yo digo que lo que Lora defiende representa una concepción mecánica entre el programa y la construcción del partido. A partir de ese momento comienza a desenvolverse toda una discusión. Los que estábamos en la dirección fuimos reelectos para el comité central en este congreso, a pesar de que no hubiesen sido aprobadas nuestras posiciones. Pero en la secta basta que Lora diga que tal persona debe ser dirigente para lo que sea. Fuimos derrotados y éramos oposición porque nuestros principales documentos fueron rechazados. Pero Lora dijo que deberíamos estar en la dirección.
Causa Operaría: ¿La oposición se convirtió en dirección del POR ?
Bacherer: Claro. El (Lora) tenía una perspectiva. Quería colocamos como blancos, como responsables, cómo los únicos responsables. Cuando presionamos por un balance, que sería una cuestión fundamental, entonces Lora afirmó que “el problema es que estos señores (la oposición) son pequeños burgueses, son pro-stalinistas y son ellos los causantes de la situación actual por la cual pasa el partido”. Así quería liquidar a la oposición. Por lo tanto, la explicación que da es que nosotros somos contrarrevolucionarios. Y, sobre esta base se va a dar toda la batalla. “Atención”, decía, “ellos son el peligro y los responsables por el fracaso del partido”. A pesar de que cuando el partido fracasó, nosotros todavía no habíamos manifestado ninguna discrepancia. En un documento respondemos que esta conducta no era seria pues la única cosa que habíamos hecho era aplicar la política de la dirección del partido. Al final del año de 1992, nosotros —ahora sí— comenzamos a elaborar un documento de la dirección, sobre nuestra polémica con Lora. Y él decide anular esa dirección. En esas condiciones surgen, más o menos en setiembre/octubre de 1992, las acusaciones. El manda una carta al comité central donde dice textualmente: “este señor es un delator”.
Causa Operaría: ¿Lora está fuera del Comité Central?
Bacherer: Fuera del comité central, desde el congreso, donde nos coloca como blancos para combatirnos.
Causa Operaría: ¿Incluso fuera dd CC continuaba siendo el dirigente determinante del partido?
Bacherer: Obviamente. Nosotros, como dirigentes, lo que hacíamos era leer lo que decía Lora en ‘La Colmena’, una publicación política particular suya, para escribir el periódico del partido, o sea, definitivamente, en ningún momento Lora dejó de ser el dirigente máximo.
Causa Operaría: ¿Cuál es la responsabilidad de Lora, dónde él militaba en ese momento?
Bacherer: Lora no milita, no tiene célula, no interviene, digamos, en ninguna lucha concreta, no trabaja por la organización de las personas. Cuando el está escribe todo el periódico. Elabora la línea, después, seguimos esta línea y él hace el balance. No consulta a nadie. Ni para determinar la línea y ni para sacar un balance.
Causa Operaría: ¿En ese período Lora no colaboraba con el periódico?
Bacherer: No colaboraba porque éramos nosotros los que estábamos en la dirección.
Causa Operaría: ¿Lora interviene en la orientación de los frentes? ¿Se reúne con una célula o comité para discutir los problemas?
Bacherer: Cuando éramos el comité central, digamos que se discutía en el comité central lo que se debería hacer en los sectores más importantes, cuales eran las tareas y reivindicaciones, etc. Pero no existe una discusión democrática. No se discute la línea política. Esta línea es indiscutible. No por la autoridad, porque también podría ocurrir que teniendo mucha autoridad su posición sea victoriosa en el interior del partido. Aquí, por ejemplo, el problema es un fenómeno diferente porque lo que ocurre es que tenemos que hacer la discusión en la medida en que acusa a los adversarios de contrarrevolucionarios, es un medio de bloquear la discusión. Por eso pasó tanto tiempo desde 1985, hasta que estalló la crisis interna del partido. Entonces, en el momento en que Lora llega a la conclusión de que hay una oposición y que en el interior del comité central se forma una tendencia, resuelve intervenir como forma de eliminarla tendencia que virtualmente se había estructurado. No nos proclamamos tendencia, apenas escribimos un documento con críticas a Lora. Entonces, en ese momento, el determina que esos compañeros vuelvan a la base del partido, pasando así a dominar nuevamente la dirección. El CC, controlado por Lora, no me sancionó, pero, en este momento se estructura una camarilla que pasa a controlar todo el trabajo del partido para combatimos sin, empero, entrar debate. Sólo continúa diciendo que somos reaccionarios, contrarrevolucionarios. A espaldas de la dirección, ellos ya estaban trabajando como una camarilla, de tal modo que el CC daba una determinada orden, discutida, acordada para un determinado sector y no sucedía nada, hay un sabotaje por parte de esta camarilla que se organizó para tomar el CC.
Causa Operaría: ¿Ellos elaboraron algún documento político?
Bacherer: No. Simplemente nos acusaban. Cuento un caso ocurrido en este período. Había una famosa asamblea de nacionalidades organizada por el MBL, que era un organismo lanzado por organizaciones indígenas y campesinas burocratizados de diversas regiones. La línea del partido fue clara, esa es una organización burocrática, que el MBL pretendía convertir en una especie de parlamento de asesoramiento de iniciativas campesinas, al lado del parlamento central, del Estado burgués. La criticamos como electoralista, parlamentarista, legalista, etc. El MBL tenía por esa vía mucha influencia en el sector campesino. Entonces para montar esta asamblea de nacionalidades tenían la obligación de hacer la pantomima de llevar algunos representantes de esos campesinos. Decidimos ir a esa asamblea de nacionalidades y defender nuestra línea. Distinguir nuestra posición. Que nos hiciéramos presentes para luchar contra esta barbaridad y destruirla no quería decir que estuviéramos avalando. No obstante, Lora dice que no deberíamos concurrir. Teníamos la misma posición política al respecto de la asamblea nacional. Nosotros decíamos que era preciso ir, intentar destruirla, con la vista puesta en los sectores de base que están allí.
Causa Operaría: ¿Provocar una ruptura en su interior?
Bacherer: Claro. Fueron muchos los campesinos de base que no permitieron que el MBL dirigiese la Asamblea Nacional y como el MBL procuro luchar por su dirección, los campesinos lo mandaron a la mierda. O sea, la asamblea no funcionó gracias a la presión de las bases. No obstante, Lora dice que nuestra posición de participar para impulsar a las bases para que la destruyesen era una posición contrarrevolucionaria. O sea, se actuaba con absurdos a la luz del día, combatiéndonos, atacándonos. A partir de ese momento, nos reunimos y convocamos un congreso. Aquí ya no existía más dirección, la camarilla de Lora estaba destruyendo el partido, por eso convocamos un congreso extraordinario. En ese congreso, Lora no dice nada. Ya debía haber “escogido sus cartas”, preparando su calumnia.
Causa Operaría: ¿Cuál sería exactamente esta calumnia?
Bacherer: La calumnia era que yo había delatado, cometido delito de delación del trabajo clandestino. Por lo tanto, yo no podía decir nada porque se trataba de un trabajo clandestino. Todo estaba perfectamente armado. Todo esto no fue, no obstante, suficiente para que me excluyeran del partido. En el congreso del 93, Lora no dijo nada, ni siquiera presentó la denuncia de delación y ustedes saben muy bien que en un partido leninista cuando alguien delata tiene que ser expulsado de inmediato porque representa un peligro que, en cualquier momento, puede destruir la organización. El permaneció en silencio en el congreso.
Causa Operaría: ¿En ese congreso usted fue electo para la dirección?
Bacherer: No. En ese congreso nosotros estábamos trabajando y denunciando como Lora organizó una camarilla y que, de esta forma, no tenía razón de existir el CC. Fuimos al congreso y, por primera vez en la historia del POR, Lora no participa del congreso. No solo no participa, sino que además que la camarilla que el dirige reclama al inicio de los trabajos que sea electo el comité central antes de los debates. Sin ningún debate. Dicen: “no queremos debate, no queremos discusión”, “la única cosa que reclamamos es que se elija una nueva dirección”. ¿Una monstruosidad? No querían discutir ni siquiera el balance del trabajo realizado por el CC y a partir de ese balance deliberar por su reformulación o no.
Causa Operaría: ¿Y también a partir de la orientación política?
Bacherer: Exactamente. Entonces, nosotros que habíamos presentado los documentos para la discusión los obligamos a realizar una discusión política. Sin la presencia de Lora, el congreso aprueba nuestros documentos. Toda nuestra línea fue aprobada porque la camarilla que estaba tramando Lora no era capaz de defender sus posiciones. Aprobaron nuestros documentos y Lora es electo para el comité central en ese congreso.
Causa Operaría: ¿Y ustedes quedan afuera?
Bacherer: En ese momento nos volvemos a las bases, no disputamos la dirección.
Causa Operaría: ¿Ustedes no presentaron una lista propia?
Bacherer: Nosotros decidimos que ellos debían tomar la dirección. Hay muchos errores políticos que hemos cometido, muchos. En el congreso anterior estuvo presente un argentino, Fernando Armas, que en ese momento estaba casi de acuerdo con nosotros, que nos acusó de capitulación política. Bien, dejamos la dirección en manos de Lora y así la dirección había de destruirse a si misma. En cuanto a la oposición, algunos salieron del partido, otros fueron para ciudades del interior y los otros, que estaban enla universidad continúan en la lucha política. Yo quede solo en el partido, en el interior de mi célula. Entonces durante 1993, fuimos luchando, haciendo un boletín interno y militando, hasta que en febrero de 1994 la dirección que había asumido con Lora convoca una conferencia nacional. Lora la abre diciendo “este señor es un peligro para el partido”, denunciando que yo había cometido delito de delación y exige que yo sea expulsado.
Causa Operaría: ¿Y por qué volvió a la carga? ¿Había algo cosa especial?
Bacherer: El problema concreto estaba en que no quería que prosiguiese el debate político sobre nuestras propuestas.
Causa Operaría: ¿Usted va a la conferencia con un documento?
Bacherer: Si. En el curso de ese año 93, entramos en huelga de hambre, hay un documento que se llama “lunes negro” que es un balance de la huelga de hambre Escribí internamente una serie de documentos y, en este momento, estaba defendiendo la estructuración de una tendencia en el interior del Partido.
Causa Operaría: ¿El objetivo de Lora con esta acusación era desmoralizarlo?
Bacherer: Claro. Lo que el quería era impedir que se desenvolviese una discusión amplia y profunda en el interior del POR y, para eso, lo primero que intentó fue anular nuestra tendencia, dispersarnos. La finalidad de la calumnia era impedir que se estructurase y se desenvolviese una discusión interna. Yo creo que eso obedece a todo un proceso degenerativo porque en otras circunstancias el POR permitió una discusión. Ahora, su tentativa fue evitar el debate, que se estructurase una tendencia, una fracción en el interior del partido. Lora opta por la perspectiva de impedir la discusión, impedir el debate, de estrangular y consolidar la verticalidad, la obediencia incondicional de toda la organización en relación a él. Como no consiguió su objetivo en la primera oportunidad, porque todo el CC rechaza la acusación, Lora, procura restablecer el control sobre el CC para después expulsarme. Todavía él aún pensaba que yo podía quebrarme como aconteció con muchos compañeros que estaban en el CC o, alejarme de la organización.
Causa Operaría: ¿Cómo se da la expulsión?
Bacherer: En 1994, en la conferencia nacional, reclama mi inmediata expulsión. Lora comunica a la conferencia que se retira del POR y que tienen que expulsarme como condición para que" retome. Afirma que, si no me expulsasen, nunca volvería. La conferencia queda con un grave problema en las manos porque yo había defendido que se formase un tribunal, que yo tenía derecho a defenderme en un tribunal de mi propio partido. Los militantes dicen, en principio que aceptan. Pero, después, se dan cuenta de que Lora había dicho, que no iría a aceptar ningún tipo de tribunal. Por lo tanto la conferencia votó las dos posiciones y por la diferencia de dos votos ganó la posición de Lora. Así se consumó totalmente el golpe de Lora.
Causa Operaría: ¿Usted presentó un recurso?
Bacherer: Más o menos seis meses des pués, hubo una reunión de organización internacional formada por Atilio (Brasil, NR), Fernando (de Argentina) y Lora. Presenté a esta reunión una carta exigiendo que la organización internacional estructurase un tribunal internacional suponiendo que una organización internacional, el congreso de una organización internacional está encima de los comités centrales. Lora, en tanto, los instruyó en el sentido que ni siquiera recibiesen la carta y, definitivamente, no la recibieron.
Causa Operaría: ¿Ellos siquiera consideraron la carta?
Bacherer: No. Por eso es que yo, en la carta a Atilio, le preguntó de que organización central, de que internacionalismo hablan cuando son siervos obedientes a Lora. Ellos tenían la obligación de considerar la carta y de estructurar un tribunal de la organización internacional. A partir de este momento comenzamos a estructurar un tribunal. Primero se formó una comisión de organización del tribunal y después, poco a poco, se formó el tribunal internacional.
Causa Operaría: ¿Quién toma parte del tribunal? ¿Quiénes son sus miembros?
Bacherer: Son altas personalidades. Cuatro de nivel internacional; Estevan Volkov, nieto de León Trotsky, que vive en México; Catalina Guagnini, famosa madre de desaparecidos de la Asociación de desaparecidos de la Argentina; el dirigente morenista, metalúrgico, José María de Almeida, secretario de organización de la CUT y Osvaldo Coggiola. Tenemos cuatro bolivianos: el presidente de la Asamblea de Derechos Humanos , Waldo Albarracín; una persona muy importante que es el dirigente sindical del magisterio, Raúl Nina, que tiene un trabajo en común con el POR en el movimiento de profesores (Lora intentó de todas las maneras evitar que el tribunal se estructurase y se comenta que ese compañero, Raúl Nina, recibió amenazas por parte del lorismo para que no participe del tribunal); integró también Daniela Gusmao, de una Asociación de Mujeres, también un literato que escribe sobre folklore boliviano, Antonio Alves. Estamos enviando una carta invitación para observadores internacionales para que asistan al funcionamiento del tribunal. El tribunal tendrá más o menos las mismas características que tuvo el tribunal o la comisión Dewey que juzgó las acusaciones de Stalin contra Trotsky. En las primeras sesiones explicó cual era el contexto de toda la discusión, el contexto político, después vino la acusación como tal, la defensa y en la tercera fase el tribunal deberá tomar las resoluciones concretas sobre que posición deberá adoptar. Naturalmente que los miembros del tribunal son miembros completamente independientes tanto de Lora como del POR. Ni siquiera conozco a Volkov y Catalina, y el tribunal que trataremos de hacer es un tribunal independiente. Se trata de garantizar, en la medida de lo posible, una independencia del tribunal en relación al acusado y al acusador.
Causa Operaría: ¿Cuándo y dónde funcionara este Tribunal?
Bacherer: En La Paz, Bolivia, desde el día 20 al 23 de noviembre.
Causa Operaría: Si el tribunal decide que las acusaciones contra usted son calumniosas, ¿qué espera que ocurra en cuanto a Guillermo Lora?
Bacherer: Todo lo que puedo esperar es que el calumniador sufra el flagelo del escarnio de toda la vanguardia obrera internacional…