Declaración de los Comunistas Intemacionalistas de Buchenwald


Las conmemoraciones oficiales de la finalización de la Segunda Guerra Mundial se sucedieron unas a otras. En todas ellas, los representantes de las grandes potencias imperialistas y la burocracia de la ex URSS han vertido lágrimas hipócritas por la masacre que han cometido (…) mientras preparan y ejecutan nuevas matanzas y perfeccionan nuevas y más terribles armas de destrucción masiva. Frente a estas conmemoraciones, que tienen en común ocultar la responsabilidad política del capitalismo en la mayor masacre de la humanidad, publicamos aquí un documento ejemplar redactado el 20 de abril de 1945: el manifiesto de los militantes trotskistas encerrados en Buchenwald.


 


1. La situación internacional del capitalismo


 


A fines de la Segunda Guerra imperialista, Italia, Alemania y Japón han perdido su posición como grandes potencias imperialistas, mientras que la de Francia se ha visto estremecida con violencia.


 


Los antagonismos y los conflictos imperialistas entre los Estados Unidos y Gran Bretaña dominan la coyuntura de la política mundial imperialista.


 


Rusia ha salido de su aislamiento al comienzo de esta guerra mundial y hoy se encuentra ante la tarea de concretizar política y económicamente sus éxitos militares contra las ambiciones de las potencias imperialistas victoriosas.


 


A pesar de sus inmensos esfuerzos, China continúa siendo un objeto de las grandes potencias imperialistas, una consecuencia necesaria de la victoria de la burguesía china sobre el proletariado chino.


 


La unanimidad expuesta de manera demostrativa en la conferencia de paz internacional está destinada a engañar a las masas sobre los antagonismos inmanentes de las potencias capitalistas. Los intereses militares paralelos contra Alemania no pueden, sin embargo, evitarla explosión de antagonismos en el campo aliado. A estos antagonismos se agregan las crisis y las conmociones sociales inevitables del modo de producción capitalista decadente.


 


Un análisis preciso de la situación internacional con los métodos del marxismo-leninismo es la condición indispensable para una política revolucionaria eficaz.


 


2. La situación internacional de la clase obrera


 


Este desarrollo permite al proletariado alemán recuperarse rápidamente de su profunda derrota y ubicarse nuevamente a la cabeza del proletariado europeo en la lucha por el derrocamiento del capitalismo. Aislada por la derrota de la revolución europea, la Revolución Rusa ha seguido un desarrollo que la ha alejado cada vez más del proletariado europeo e internacional. La política del “socialismo en un solo país” no define más que los intereses de la dique dominante y arrastra hoy al Estado ruso a llevar codo a codo con las potencias imperialistas una política de nacionalismo. Cualquiera sea la evolución de Rusia, el proletariado internacional debe desembarazarse de toda ilusión sobre ese Estado y llegar, gracias a un análisis marxista claro, a la conciencia del hecho de que la casta burocrática y militar reinante actualmente defiende exclusivamente sus propios intereses y que la revolución internacional debe renunciar a todo apoyo a este gobierno.


 


El hundimiento militar, político y económico completo de la burguesía alemana, abre al proletariado alemán la vía de su emancipación. Para impedir el restablecimiento de la burguesía alemana, favorecido por los antagonismos imperialistas, y para edificar el poder obrero, es necesaria la lucha revolucionaria de la clase obrera de cada país contra su propia burguesía. La clase obrera ha sido privada de su dirección revolucionaria por las dos organizaciones obreras internacionales que han combatido y saboteado activamente la revolución proletaria, la única que hubiera podido evitar esta guerra. La IIIo Internacional se ha transformado después de la muerte de Lenin en una agencia política exterior de la burocracia rusa. Las dos han participado activamente en la preparación y realización de esta guerra imperialista y son por lo tanto corresponsables. Atribuir a la clase obrera alemana e internacional la responsabilidad o la corresponsabilidad de esta guerra, tiene por objeto solamente continuar sirviendo a esta burguesía.


 


El proletariado no puede cumplir su tarea histórica más que bajo la dirección de un nuevo partido revolucionario mundial. La tarea inmediata de la fracción más avanzada de la clase obrera consiste en crear ese partido. Los cuadros revolucionarios internacionales ya se han reunido para construir ese partido mundial en la lucha contra el capitalismo y sus agentes reformistas y stalinistas. Para cumplir esta tarea difícil no puede haber diversión en la solución conciliadora de una nueva internacional 2 1/2 (1). Una formación intermedia de este tipo impide la necesaria clarificación ideológica e inhibe la determinación revolucionaria.


 


3. ¡Nunca más un 9 de noviembre de 1918! (2)


 


En el período pre-revolucionario inminente, es necesario movilizar a las masas trabajadoras en la lucha contra la burguesía y preparar la construcción de una nueva internacional revolucionaria, que realizará la unidad de la clase obrera internacional en la acción revolucionaria.


 


Todas las teorías e ilusiones sobre un “Estado popular”, una “democracia popular”, han arrastrado a la clase obrera en sangrientas derrotas en el curso de la lucha de clases en la sociedad capitalista. Sólo la lucha despiadada contra el Estado capitalista hasta su destrucción y la edificación del Estado de los consejos obreros y campesinos puede evitar nuevas derrotas. La burguesía y la pequeñoburguesía desesperada han llevado al fascismo al poder. El fascismo es el producto del capitalismo. Sólo la acción independiente y victoriosa de la clase obrera contra el capitalismo es capaz de suprimir la peste del fascismo, comprendidas sus raíces. En esa lucha, la pequeñoburguesía vacilante se aliará al proletariado revolucionario ofensivo, como nos lo enseña la historia de las grandes revoluciones.


 


Para salir victoriosa de las luchas de clases por venir, la clase obrera alemana debe luchar por la realización de las siguientes consignas:


¡Libertad de organización, de reunión y de prensa! ¡Libertad de coalición y restablecimiento inmediato de todas las conquistas sociales de antes de 1933!


¡Supresión total de todas las organizaciones fascistas!


¡Confiscación de sus bienes en beneficio de las víctimas del fascismo!


¡Juicio a todos los miembros del Estado fascista por tribunales populares libremente elegidos! ¡Disolución de la Wehrmacht y su reemplazo por milicias obreras!


¡Elecciones libres inmediatas de consejos obreros y campesinos en toda Alemania y convocatoria de un congreso general de consejos!


¡A pesar de la utilización de todas las instituciones parlamentarias de la burguesía para la propaganda revolucionaria, mantenimiento y extensión de los consejos!


¡Expropiación de los bancos, de la industria pesada y de la gran propiedad terrateniente!


¡Control de la producción por los sindicatos y consejos obreros!


¡Ni un hombre ni un centavo para las deudas de guerra y de reparaciones de la burguesía!


¡La burguesía debe pagar!


¡Por la revolución socialista panalemana, contra el desmembramiento de Alemania!


¡Fraternización revolucionaria con los obreros de las tropas de ocupación!


¡Por una Alemania de los consejos en una Europa de los consejos!


¡Por la revolución proletaria mundial!


Los comunistas internacionalistas de Buchenwald (IVo Internacional)


 


20 de abril de 1945


 


 


NOTAS:


1- La Internacional 2 1/2: reagrupamiento de corrientes centristas, socialistas de izquierda o comunistas de derecha, ubicadas a medio camino entre las concepciones reformistas y revolucionarias.


2.- 9 de noviembre de 1918: fecha de la abdicación del Kaiser y de la entrega del poder a los socialde-mócratas, que aseguran el mantenimiento de la democracia burguesa frente a los consejos de obreros y soldados.

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