Dos meses antes de las históricas jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, las elecciones de los centros de estudiantes de la UBA, realizadas entre septiembre y noviembre de ese año, expresaron el avance de las agrupaciones estudiantiles opositoras en detrimento de la Franja Morada-Alianza, golpeada por ser la expresión del gobierno nacional de De la Rúa y de las autoridades universitarias1Hasta diciembre del 2001, la Franja Morada-UCR dirigía la mayoría de los Centros de Estudiantes de la UBA, tenía la totalidad de los Consejeros Superiores por el claustro estudiantil y además, el Rector de la UBA, entre 1986 y 2002, Oscar Shuberoff también era miembro de la UCR.. Por primera vez desde 1983, el radicalismo universitario era superado en número por los delegados de las agrupaciones de izquierda y de las corrientes autodenominadas “independientes” que conquistaron la conducción de la FUBA, la federación más importante del país, en el Congreso realizado el 28 de diciembre del histórico 2001. El Frente “20 de diciembre”, desde su mismo nombre, tomaba partido y existencia a partir de la insurrección de las masas contra el ajuste del gobierno de la Alianza, conformado por la UCR-Unión Cívica radical- y la centroizquierda. Este frente2La primera coalición de la FUBA piquetera- “Frente 20 de diciembre” estuvo conformada por un gran arco opositor a la Franja Morada y al gobierno de la Alianza. Por un lado; un agrupamiento de agrupaciones “independientes” encabezada por TNT (Tontos, pero No Tantos- Ciencias Económicas) dirigida por Iván Heyn y Axel Kicillof – por PDI (Psicología), EVET (Veterinaria), ¡SLM! (Exactas) y NBI (Derecho) encabezada por Mariano Recalde- y por el otro, un conjunto de agrupaciones de izquierda, entre las que se destacaba el Partido Obrero (PO-UJS), Venceremos y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST). Esta coalición opositora reunió el 28 de diciembre del 2001 los votos necesarios para ganarle, por primera vez en 18 años, a la Franja Morada, imponiéndose por 61 votos contra 33 congresales en el Congreso Ordinario de la Federación. Iván Heyn, estudiante de Ciencias Económicas y militante de TNT, se convirtió en el nuevo presidente de la FUBA, alternando la presidencia con Agustín Vanella (MST), quedando la vice presidencia en manos de Santiago Freddy Gima (PO) y la Venceremos.contenía en su interior a la casi totalidad de las corrientes de izquierda y las autodenominadas “independientes” de la UBA, quedando por fuera el PCR-CEPA3El PCR venía de darle la espalda a las jornadas de lucha del 19 y 20 de diciembre, no movilizándose a la Plaza de Mayo como estaba resuelto en jornadas previas del movimiento piquetero. Al mismo tiempo, al denunciar un intento de golpe, operó en los hechos contra la movilización de masas que luchaba para terminar con el Gobierno ajustador. y el PTS4El PTS asumirá desde ese entonces y hasta el día de hoy, una posición anti-frentista y sectaria en el enfrentamiento contra la Franja Morada, negándose a darle un canal de organización a la experiencia de lucha que el activismo estudiantil realizó entre los años 1999 y 2001..
Contrariamente, el accionar y la orientación de la UJS-Partido Obrero, en ese entonces una corriente minoritaria, fue la de impulsar la conquista de la dirección de la Federación apostando a transformar a la FUBA en un organismo de lucha abriendo una deliberación política para “sentar la base de una nueva dirección que lleve al movimiento estudiantil al campo de la lucha de los trabajadores para acabar con los gobiernos nacionales y provinciales de la entrega, y por una Asamblea Constituyente libre y soberana”5Solano, Gabriel (13 diciembre del 2001). “El fin de Franja Morada y la lucha por una nueva dirección”. Prensa Obrera N° 733.. El proceso político de crisis abierto por la caída de la Franja Morada ponía de manifiesto una tendencia de choque con el régimen que abría posibilidades para el desarrollo de una orientación revolucionaria. Esta lectura sobre la potencialidad del momento histórico que abría el Argentinazo es la que llevó a la UJS a ser parte del “Frente 20 de diciembre”, un frente contradictorio con los “independientes” surgido al calor de radicalización del movimiento estudiantil6Solano, Gabriel (4 enero del 2002). “La derrota de Franja fue otro de los prólogos del levantamiento popular”. Prensa Obrera N° 736. En la nota citada se advertía que el frente ganador carecía “de un planteo estratégico” y “la conformación de la lista” había seguido un método oportunista, pues se había realizado sin debate político a pesar del alcance histórico de los acontecimientos de las últimas semanas..
Las orientaciones en pugna tenían como trasfondo el hecho de que el movimiento estudiantil no había participado con una fisonomía propia, es decir con sus organizaciones y centros de estudiantes, en las jornadas del Argentinazo, aun cuando la juventud fue parte esencial del combate callejero de esos días como miembro de las barriadas populares, de las organizaciones piqueteras o como parte de las asambleas barriales que se multiplicaban en los diferentes barrios de la Ciudad. Este trabajo busca dar cuenta de la etapa de lucha estudiantil que precedió a la “FUBA piquetera” y de la constitución de un movimiento estudiantil que se fue fogueando y moldeando como un actor destacado de la protesta social en el país y que abrió la perspectiva para la recuperación de la Federación.
Se trata de hacer comprensible que las tendencias existentes en ese momento (gobiernos ajustadores, acuerdos con el FMI, pauperización de las masas, precarización laboral y especialmente de la juventud) vuelven a ponerse de manifiesto con toda su potencialidad en la actualidad, con la particularidad de que el movimiento estudiantil, incluso en su reflujo, tiene en su haber una larga experiencia de lucha que deberá fisonomizarse al momento de la recuperación de los centros y federaciones estudiantiles.
A 20 años del 2001, el fantasma de la FUBA que parió el Argentinazo, arraigada en las luchas obreras y populares, en los cortes de calle, en las tomas de facultades, en las movilizaciones contra la LES y por la democratización y contra los sucesivos recortes presupuestarios, sigue tan latente en las aulas y en los pasillos universitarios, como en la multiplicidad de las luchas obreras y populares que recorren el país.
Antecedentes, contexto y reformas educativas. La rebelión estudiantil contra la LES y los recortes presupuestarios de 1999 y 2001; la antesala del estallido.
La tenaz lucha del movimiento estudiantil contra la política educativa privatista y de ajuste presupuestario del gobierno peronista de Carlos Menem, orientada por la política que el Banco Mundial y el FMI desarrollaron para todas las universidades de América Latina7Contemporáneamente a las movilizaciones en Argentina de mayo de 1999, se iniciaba en México la toma de la UNAM, que durará más de 10 meses, en Paraguay se ocupa la universidad nacional, en Uruguay hay masivas movilizaciones y en Santiago de Chile se dan ocupaciones y enfrentamientos con barricadas y molotovs., resulta ineludible a la hora de pensar los antecedentes de la recuperación de la FUBA por la izquierda, y el proceso de radicalización política que atravesó el movimiento estudiantil a principios del siglo XXI siendo uno de los afluentes a las jornadas de diciembre del 2001.
En efecto, las reformas educativas impulsadas por el menemismo (1989-1999) bajo la dirección del FMI pueden considerarse el germen de esta historia. La reestructuración del Estado impulsada en ese entonces, que incluyó la privatización de empresas públicas, la desregulación de los mercados, ajuste fiscal, liberación de la economía, y, por tanto, la aceleración de los procesos de concentración y centralización del capital, implicó también la implementación de una serie de reformas8A partir de 1995 en Argentina se instaló una agenda internacional de la modernización de los sistemas educativos superiores, promovida fundamentalmente por las agencias de crédito internacional como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Esta agenda se propuso la disminución de los subsidios estatales para la educación y la ciencia y el control selectivo del Estado en la distribución de los recursos financieros, la expansión de las instituciones y de la matrícula privadas, y la creación de órganos o agentes centrales para evaluar y acreditar las instituciones universitarias (como la Secretaría de Políticas Universitarias y la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria – CONEAU-). recomendadas por los organismos internacionales de crédito (Banco Mundial, FMI y Banco Interamericano de Desarrollo) en el plano educativo. Dichas reformas eran condición para la concesión de préstamos, por lo que su aceptación se trataba de una política de Estado, y de ahí la magnitud de su defensa por parte del gobierno de entonces y todos los que la sostuvieron hasta el día de hoy.
Así, la Ley de Educación Federal (1992) y la Ley de Educación Superior (LES) (1995), fueron ejes centrales en materia educativa de la década menemista, fuertemente rechazadas por el movimiento estudiantil secundario y universitario. La sanción de la LES debió enfrentar una enorme lucha estudiantil, que denunciaba fundamentalmente el sistema nacional de evaluación y acreditación universitario, conducido por una nueva agencia estatal denominada Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), que como agente externo de las universidades pretendía definir sus lineamientos pedagógicos y de funcionamiento, violentando la autonomía universitaria. La política de ahogo presupuestario impuesta por los gobiernos a las universidades funcionaba como complemento de esta orientación, reforzando las presiones para la generación de “recursos propios”, es decir, para el avance del capital en diferentes áreas de la educación y la investigación pública estatal.
En efecto, la LES le da forma concreta a la privatización curricular, a una orientación privatista en la investigación científica y a la precarización laboral. Sobre la base de la descalificación del título de grado, la LES plantea la división de las carreras en ciclos y el achicamiento de las carreras de grado, con el objetivo de eliminar o reducir los contenidos de las carreras para pasarlos al posgrado y arancelarlos. A esta “privatización curricular” se le añade la privatización en investigación, puesto que la LES habilita los convenios con empresas por parte de las facultades e incluso de las cátedras. De esta manera, las cátedras que firman convenios con laboratorios o empresas tienen mayor presupuesto para funcionar y aquellas que por razones de contenido no lo hacen se debilitan o desaparecen del plan de estudio. El resultado de la investigación que se realiza en laboratorios y oficinas de la universidad lo monopolizan empresas que patentan como propios esos descubrimientos, privatizando de esa manera parte de los resultados de la investigación financiada por el Estado. Por último, la LES introduce las pasantías universitarias, formas de contrato laboral precario encubiertos detrás de la denominación de “prácticas profesionales”, donde las camarillas universitarias hacen negocios vías convenios o contratos de “asistencia técnica” mientras los estudiantes trabajan sin derechos laborales elementales y con remuneraciones muy por debajo de los salarios de convenio, ejerciendo presión sobre el resto de los trabajadores del sector.
Finalmente, la descalificación y el vaciamiento de la educación pública, laica y gratuita es el requisito necesario para hacer avanzar el negocio de la educación privada9El sector más interesado en el negocio de la educación son los bancos que manejan el gigantesco negocio de los créditos universitarios para cursos de grado y fundamentalmente posgrados, que constituye en algunos países, uno de los principales negocios bancarios y su contracara; miles de familias endeudadas por costear la educación superior. En Chile, por ejemplo, los estudios de grado en los centros públicos cuestan entre 20.000 y 50.000 euros por lo que los jóvenes tienen que recurrir a un préstamo bancario con el aval del Estado. https://eldiariodelaeducacion.com/2018/06/18/la-deuda-universitaria-en-chile-que-asfixia-a-los-estudiantes-y-beneficia-a-los-bancos/. Contra esta política, entre abril y julio de 1995, los estudiantes protagonizaron tomas de universidades y masivas movilizaciones en todo el país, defendiendo en los hechos el legado de la “Reforma del 18”. Aun cuando la LES se terminó aplicando, este conflicto también exhibió una serie de acciones novedosas para el movimiento estudiantil desde la vuelta de la democracia: la toma efectiva de facultades y los cortes de calles. La masividad de las movilizaciones implicó el pasaje a la acción directa como método privilegiado de organización, algo que tenderá a profundizarse al calor de la crisis social y política desarrollada entre fines del menemismo y durante el gobierno de de la Rúa-Alianza.
La chispa que empezó el fuego.
Durante los primeros días de mayo de 1999las sedes de la Universidad de Buenos Aires amanecieron tomadas por sus estudiantes contra el recorte presupuestario educativo impulsado por el Gobierno de Carlos Menen, anunciado por el ministro de economía Benjamín Roque Fernández, iniciándose un proceso de lucha y organización que además de las tomas de facultades, implicó cortes de calle, asambleas estudiantiles y masivas manifestaciones. El 30 de abril, el Gobierno Nacional había anunciado que recortarían 280 millones de pesos en fondos educativos (alrededor del 10% de los fondos totales destinados a educación) con el fin de bajar el déficit fiscal10Clarín, 30/04/1999. El recorte implicaba una quita de 17 millones de pesos para la UBA, 7 millones para la Universidad Nacional de Córdoba, 6 millones para la Universidad de La Plata, de Tucumán y para UTN, y 5 millones menos para la Universidad de Rosario, entre los recortes más significativos.. El gobierno nacional pretendía un recorte de 17 millones de pesos del presupuesto para la UBA, como consecuencia del ajuste dispuesto para cumplir con los compromisos contraídos con el FMI. El movimiento estudiantil evaluó que esto traería como consecuencia el establecimiento de cupos, el ingreso restricto y la privatización vía arancelamiento de la Universidad, política establecida por la LES, contra la que el movimiento estudiantil se había levantado tres años antes.
El lunes contiguo al anuncio del recorte presupuestario se desarrollaron las primeras asambleas en varias facultades de la UBA y, al día siguiente, se realizó una conferencia de prensa donde se convocó a un apagón masivo en todas las Universidades del país. Para el día miércoles, el Rector, Oscar Shuberoff declaró que “la UBA cerraría en octubre si continuaba el recorte educativo”11Clarín, 05/05/1999. Inmediatamente, se desató la rebelión. Se tomaron facultades y sedes del Ciclo Básico Común, y se mantenían cortes de calle que se prolongaban durante toda la jornada de clases. En esas dos semanas de conflicto abierto12Para una mayor indagación sobre ese proceso: Dinius, Cecilia “Las luchas estudiantiles contra el recorte presupuestario de 1999: la antesala del 2001. El caso de la UBA” presentada en XIV Jornadas de Sociología “Sur, pandemia y después”, organizadas por la Carrera de Sociología de la Universidad de Buenos Aires. Noviembre 2021., se desarrollaron nutridas clases públicas, concentraciones masivas, asambleas multitudinarias y actos masivos, mientras se mantenían piquetes y cortes que se extendían desde la Facultad de Psicología y Filosofía, pasando por Plaza Houssay hacia Ciudad Universitaria y Agronomía13La Nación 06/05/1999. Las crónicas del Diario Clarín mostraban que el conflicto adquiría un carácter masivo14Clarín 7/5/1999., se nacionaliza y se extendía hacia Neuquén, Rosario, la Universidad del Sur, Patagonia y Mar del Plata. A una Ciudad de Buenos Aires sitiada por piquetes estudiantiles se le sumaban también cortes de calle y marchas en Córdoba, Tucumán, en la Universidad de Cuyo, Resistencia, Misiones, San Juan, Comodoro Rivadavia. Al despliegue de fuerza estudiantil, se sumó la de los docentes universitarios con un paro nacional convocado por la CONADU para los días 6 y 7 que tuvo un acatamiento total en la UBA y se extendió a Rosario, Mar del Plata, San Luis, Córdoba, Litoral, Luján, Misiones, Catamarca y La Plata.
Hacia el fin de la primera semana de protesta, la enorme movilización de fuerzas logró la renuncia de la Ministra de Educación Susana Decibe. La asunción en su reemplazo de Manuel García Sola lejos de apaciguar la protesta, la incrementó. Los docentes de CONADU decretaron un nuevo paro de 48 horas, mientras los estudiantes interrumpieron el tránsito de 22 calles en forma simultánea y permanente. Una multitudinaria movilización, luego de días de conflicto abierto contra el Gobierno Nacional, se convirtió en la protesta más grande contra el gobierno de Menem15Clarín 12/05/1999 estimó que concurrieron unas 30.000 personas. y obligó al gobierno a dar marcha atrás con el ajuste presupuestario. El movimiento estudiantil logró de esta forma asestarle la primera derrota política al menemismo, convirtiéndose en un actor social relevante del período.
Una referencia distintiva de la jornada de protesta que sacudió el país fue la realización de la primera “Asamblea Interfacultades”, un espacio opositor donde confluían organizaciones de izquierda, agrupaciones “independientes progresistas” y estudiantes independientes que rechazaba organizarse con la “FUBA Morada”, que los había llevado a la derrota en la lucha contra la LES. Esa primera asamblea contó con la presencia de más de 1500 estudiantes, fundamentalmente de las facultades de Filosofía y Letras y de Ciencias Sociales, pero también de Psicología, Derecho, Medicina, Económicas, los CBC, Arquitectura y Veterinaria. La “Interfacultades”, como se denominó, fue un espacio de organización estudiantil que preparó las jornadas de protestas y cortes de calle. Conformada en oposición a la conducción de la Franja Morada – Alianza fue adquiriendo un perfil más combativo y radicalizado, donde primaban los métodos de acción directa. Ese espacio que nucleó al activismo estudiantil pareció, por momentos, desbordar a la conducción de la FUBA de Franja Morada.
Lo paradigmático de este proceso fue que la lucha siguió incluso cuando ya se había anunciado la marcha atrás del Gobierno y se había votado en el Congreso Nacional la ley que derogó el decreto de recorte. El llamado del Rector de la UBA a volver a la normalidad institucional chocó con la movilización estudiantil y con una masiva Interfacultades que votó un programa “de lucha” por el aumento del presupuesto, contra la privatización de la UBA y por los reclamos de docentes y no docentes, organizándose con independencia de la conducción radical de la FUBA. En este sentido, la continuidad de la enorme jornada de lucha en defensa de las universidades nacionales expresó, por un lado, la radicalización política que se estaba gestando en el seno del activismo y que desbordó a las “instituciones oficiales” de los estudiantes y a la Franja Morada16En la Facultad de Ciencias Sociales funcionó la “Asamblea Permanente” que se mantuvo activa hasta septiembre/octubre de 1999, siendo el centro político (actividades culturales, autogestión de apuntes, expulsión de la seguridad privada, lucha contra los cupos.) del movimiento estudiantil. En septiembre, la Franja Morada convocó a elecciones y hay una fuerte denuncia de fraude. Allí se produce la asamblea de la llamada “quema de urnas”, en la cual se vota por mayoría incautar las urnas. Dos estudiantes resultaron imputados, Sergio Salgado, del Partido Obrero y Martín Ogando del PTS. La lucha por la absolución de ambos estudiantes fue un eje central de la FUBA recuperada y del movimiento estudiantil. Fueron absueltos en marzo del 2005., y por otro, la crisis de régimen y de representación política que sacudiría al país dos años después.
A principios del nuevo siglo, Ricardo López Murphy– hoy miembro de la Alianza Juntos por el cambio- correría la misma suerte de Decibe. El 5 de marzo de 2001 debutó como ministro de Economía con el anuncio de “28 medidas” que buscaba recortar $ 1.962 millones de gasto fiscal y $361 millones de pesos del presupuesto universitario. Como respuesta, se ocuparon las facultades, se generalizaron los cortes de calle y se realizaron asambleas en cada unidad académica, confluyendo luego en Interfacultades.
Sin embargo, la rebelión estudiantil del 2001 tuvo una diferencia notoria con la lucha del 99. Mientras la lucha contra el recorte de Menem llevaba objetivamente agua al molino de la Alianza, que se presentaba como el recambio institucional, en marzo del 2001, las asambleas, cortes de calle, debates y las mociones aprobadas, en el marco de una creciente politización del movimiento, mostraron una tendencia a la independencia política del movimiento estudiantil17Solano, Gabriel (29 marzo del 2001) “Balance de una semana de lucha” Prensa Obrera N° 700.. En Exactas, Ingeniería, Sociales, Derecho, Económicas, Medicina y en varias sedes del CBC, se realizaron asambleas y varias de ellas, votaban mociones políticas “Fuera el gobierno de de la Rúa y Cavallo”, indicando que el movimiento tomaba nota de que no sólo tenía que luchar contra el recorte presupuestario sino intervenir políticamente frente al derrumbe del gobierno. Así pues, las medidas pasivas e institucionales fomentadas por la Franja Morada y el Rector de la UBA – apagones y apelaciones judiciales- eran transformadas en acciones directas por el movimiento estudiantil que deliberaba en asambleas masivas sobre cómo enfrentar el ajuste, pero también sobre política nacional y el FMI.
La importancia de la experiencia acumulada en 1995 y su derrota en manos de su dirección Franjista, que rápidamente abandonó la lucha contra la LES, la batalla contra el recorte presupuestario de Mayo de 1999, que significó la primera derrota política de Menen, y finalmente las jornadas de protesta del marzo del 2001 contra un nuevo recorte, impulsado por el Gobierno de la Alianza, fueron los antecedentes de lucha que reconfiguraron significativamente la dinámica del movimiento estudiantil de los años posteriores y abrieron la perspectiva para la renovación en la conducción de la FUBA. Sin duda, también consolidó al movimiento estudiantil y a la izquierda como actores sociales claves en la defensa del ingreso irrestricto y la gratuidad educativa.
La UBA de los 90: los estudiantes de la crisis.
Un elemento insoslayable de la UBA en los 2000 fue el fuerte crecimiento de la matrícula estudiantil. El Censo estudiantil realizado por la universidad en el 200418https://www.uba.ar/institucional/censos/Estudiantes2004/censo-estudiantes.pdf señala un aumento del 73,8% bajo el período 1992-200419Se trató del aumento más importante desde los años ‘80 cuando la explosión de la matricula se explicó por la apertura democrática y el derrumbe de las restricciones del ingreso que había aplicado la última dictadura cívica militar.. Para el año 2000 la UBA contaba con 253.260 estudiantes, concentrando el 23 % del total de los estudiantes universitarios de todo el sistema nacional. La masividad, gratuidad y el acceso irrestricto, características centrales y distintivas de la UBA permitió la confluencia de jóvenes de distintos sectores sociales. Un dato importante del Censo estudiantil del 2000 indica que la mayoría de los estudiantes universitarios debían trabajaban para sostener sus estudios; el 58, 5 % de los estudiantes trabajaban y un 24,2% se declaraba desocupado20Por tanto, solo el 17,3 % de los estudiantes de la UBA en el año 2000 podría considerarse un “estudiante full time”, es decir, que no necesitaba trabajar ni buscaba trabajo y, por tanto, podía dedicarse al estudio como su actividad principal, un estilo de estudiante casi inexistente en las universidades nacionales., por tanto esto expresaba que un sector de la juventud se incorporaba al trabajo asalariado de forma precaria, lo que estaría indicando que los estudiantes universitarios no eran ajenos a la pauperización, a la desocupación y al deterioro de las condiciones de vida que se vivía por “fuera de la universidad”. En el censo del 2000, se observa que hacia fines del siglo XX los estudiantes de la UBA eran mayoritariamente asalariados, el 70 % trabaja más de 25 horas semanales y el 80,76% lo hacía en el sector privado. Además, el 60,16 % eran mujeres, la gran mayoría tenían entre 20 y 25 años, convivían con sus familias, y una parte importante residía en territorio bonaerense21https://www.uba.ar/institucional/censos/estudiantes2000/Grado/cuadro31.htm https://www.uba.ar/institucional/censos/estudiantes2000/Grado/cuadro2.htm.
Estas características dan cuenta que la UBA, lejos de ser una isla elitista, actuaba como una caja de resonancia de la aguda crisis social y económica que atravesaba el país, explicando en parte las condiciones materiales en que los estudiantes de fines del siglo XX cursaban sus estudios, atravesados por una marcada movilidad social descendente, un gradual aumento de la pobreza y la pauperización de las condiciones de vida y de estudio. El derrumbe de la Franja Morada fue, en definitiva, otro dato de la maduración que precedió a los grandes acontecimientos del 19 y 20 de diciembre. La pauperización y proletarización de amplios sectores de la población, la radicalización de la pequeña burguesía urbana y la enorme movilización desplegada contra el ajuste presupuestario, indicaban que los estudiantes de la UBA no solo no eran ajenos a la crisis que estaba atravesando la Argentina, sino que eran consecuencia ineludible de la misma. Como se manifestaba en todo el país, los estudiantes necesitaban una salida a la crisis contraria a la que ofrecían los partidos del régimen; la recuperación de la federación más masiva y significativa del país, y hacer de ella un emblema de lucha, fue un aporte a esa perspectiva.
Hacia la “FUBA Piquetera”.
Como se ha mostrado, en las movilizaciones educativas de masas contra el menemismo, una vanguardia importante de estudiantes sacó la conclusión de que la juventud universitaria de la UCR, como aparato aliado a los rectores y gobiernos, terminaría entregando la lucha y favoreciendo la aprobación de la Ley de Educación Superior dictada por el Banco Mundial. Por este motivo, cuando el gobierno de la Alianza impulsó a través del ajustador López Murphy un nuevo intento de recorte presupuestario, la Franja Morada, en medio de un escándalo nacional de corrupción, fue caracterizada y enfrentada como la burocracia del movimiento estudiantil22El descubrimiento del desvío de fondos asignados a los planes “Trabajar” y el manejo discrecional de cientos de ellos por parte de dirigentes de la Franja Morada terminó por hundir su liderazgo en la UBA. Solano, Gabriel (10 de mayo del 2001). “Frente a la corrupción de Franja Morada y el Frepaso. Declaremos a la FUBA y a los centros en estado de asamblea”. Prensa Obrera N°705. En Prensa Obrera se informaba que una investigación de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires había comprobado que los planes Trabajar de la ciudad no iban a los desocupados sino a financiar el aparato universitario de la Unión Cívica Radical. El nivel del robo superaba los 2 millones de pesos que conformaban el presupuesto del plan Nuevos Roles Laborales. Se advertía que la Franja Morada había organizado una verdadera asociación ilícita y presentaba ONGs truchas, con proyectos y beneficiarios igualmente truchos, que no eran desocupados sino miembros de su agrupación. La UJS , el miércoles 9 de mayo, mientras sesionaba el Consejo Superior de la UBA, encabezado por Shuberoff, ocupo el rectorado de la UBA para denunciar la responsabilidad del aparato de la UCR en el robo de los planes Trabajar y expresar el apoyo a la lucha de los desocupados de La Matanza y todo el país. (Prensa Obrera N°707. 24 Mayo del 2001)..
La movilización contra las leyes privatizadoras y los recortes presupuestarios fueron el fermento del desarrollo de un movimiento estudiantil combativo, antiburocrático, definido por el método de la acción directa, partícipe e influyente en la dinámica del conflicto social.
La movilización y radicalización de otras fracciones sociales al calor del desarrollo de la crisis social y económica sin precedentes impactará en la juventud y la confluencia con otros actores sociales, particularmente el movimiento de desocupados, sumará reclamos generales a los propios del movimiento estudiantil.
Al calor de la crisis surgirá como expresión de lucha antiburocrática desarrollada en el movimiento docente contra la dirección burocrática de ADUBA la AGD-UBA23La primera asamblea fundacional de la AGD-UBA contó con 150 compañeras y compañeros y fue resultado de toda una experiencia de lucha antiburocrática. (Asociación Gremial Docente de la UBA), que sellará una alianza de lucha estratégica en la UBA contra las camarillas universitarias y los gobiernos de turno. AGD debutaría movilizándose en diciembre de 2001 junto al Suteba de La Matanza, únicas columnas sindicales que marcharon en esas jornadas, y confluirá desde ese entonces con el movimiento estudiantil combativo y las luchas obreras y populares.
Es en este contexto que la FUBA cambia de dirección, pero con ello también de carácter y de forma. Comienza un nuevo camino que debía definir su orientación en la práctica, al calor de los nuevos vaivenes de la situación política nacional. En su desarrollo adquirirá tanto protagonismo que un sector del movimiento estudiantil incluso se referenciará en ella por sobre sus propios centros de estudiantes.
El legado del 2001: la independencia política de los gobiernos y las camarillas universitarias.
El Frente “20 de diciembre” tiene en su origen un predominio de las agrupaciones autodenominadas “independientes” (TNT, NBI) que por su cantidad de delegados representaban la primera minoría. Estos grupos, que carecían de un programa que los unificara, reivindicaban el autonomismo, levantando una crítica a todos los partidos políticos por igual, sin hacer distinción entre el carácter social de los mismos. Como lo expresaba la Prensa Obrera, el frente ganador de la FUBA carecía por tal motivo, como tal, de un planteamiento estratégico. Fue por un lado la presión de la movilización popular y del movimiento estudiantil, y por otro, ligada a ellas, la presencia de la izquierda revolucionaria, incluso en minoría, la que permitió construir a partir de la recuperación de la FUBA una organización que de manera protagónica se convertiría en una herramienta de lucha en defensa de la educación pública y gratuita, y más en general, al servicio de los intereses del pueblo trabajador.
Uno de los ejes centrales que delimitaría aguas, y que organizaría y desorganizaría las alianzas de conducción, será el de la independencia política del gobierno y las autoridades universitarias. Cuestiones que eran claras en el enfrentamiento contra el radicalismo pero que hicieron mella al momento de la asunción de gobiernos nacionalistas burgueses. En los hechos, la cooptación de los “independientes” precedió al kirchnerismo y se desarrolló bajo los intentos de pacto social impulsados por el gobierno provisional de Duhalde, cuando Iván Heyn24Ivan Heyn falleció en 2011, en Montevideo, en un congreso al que había concurrido como funcionario del gobierno de Cristina Kirchner., presidente de la FUBA por ese entonces, concurrió junto a su compañero de agrupación Axel Kicillof a las “mesas de concertación” que Duhalde había formado junto al en ese entonces cardenal Bergoglio, la FTV de D’Elía y la CCC. Unos meses más tarde los “independientes” se retirarían de la conducción de la Federación, mostrando que su verdadera delimitación era con la izquierda revolucionaria, y consecuentemente, con una perspectiva de lucha contra el Estado y sus representantes.
Esto explica cómo, ante la primera batalla que tuvo planteada la FUBA de manera directa a principios del año 2002, en la Asamblea Universitaria de la UBA, en lugar de batallar por la derogación de los estatutos y la orientación social de la UBA junto a la izquierda, TNT se limitó a proponer a Axel Kiciloff como rector, una posición testimonial, que anticipaba cierta tendencia al carrerismo político. La derrota del TNT mediante un fraude en la Facultad de Económicas al que se negaron a enfrentar con la movilización rápidamente llevó a su desaparición posterior, impactando fuertemente en el resto de los grupos afines25En el Congreso de la FUBA de 2002 no acreditaron sus delegados de la Facultad de Económicas..
Entre el 13 y el 15 de septiembre del 2002 se realizó el primer Congreso Extraordinario de la Federación Universitaria de Buenos Aires contando con representantes del movimiento piquetero, las asambleas populares, las fábricas ocupadas, que estuvieron presentes en varios talleres. Ese Congreso se caracterizó por una importante deliberación política con la presencia de destacados dirigentes de las organizaciones obreras y populares, y culminó con la aprobación de un programa y un plan de lucha. Según Prensa Obrera26Solano, Gabriel (19 septiembre del 2002): La FUBA, en la lucha por un nuevo Argentinazo. Prensa Obrera N° 772. Allí se describía que en el taller de Movimiento Piquetero estuvieron presentes Néstor Pitrola, del Polo Obrero; Roberto Martino, del MTR y dirigentes de la Verón, de Barrios de Pie y de otras organizaciones piqueteras. En el taller del Movimiento Obrero participaron los protagonistas de las fábricas ocupadas y de los que están a la cabeza de la recuperación de los sindicatos, compañeros del Polo Obrero del Sindicato del Pescado de Mar del Plata y de Editorial Perfil y se anunció la convocatoria a la Asamblea Nacional de Trabajadores el 28 y 29 de septiembre, donde el Congreso votó participar., en el Congreso participaron alrededor de 1.000 personas, entre estudiantes de la UBA y luchadores populares que votaron un programa integral de transformación social, trascendiendo la mirada exclusivamente universitaria. En dicho programa se destaca: No al pago de la deuda externa. Fuera el FMI. Utilización de ese dinero para un plan nacional de obras públicas, generación de puestos de trabajo genuinos, salud y educación para todos// Por la creación y desarrollo de nuevos organismos democráticos en el movimiento obrero y popular. Apoyo y defensa de las fábricas ocupadas, las asambleas barriales y la Interbarrial, los sindicatos y comisiones internas combativos, los piqueteros, movimientos campesinos y demás sectores populares // Basta de represión e impunidad. Castigo a los responsables de los asesinatos de los mártires del Argentinazo y del Puente Pueyrredón. Basta de represión a las luchas obreras y populares. Disolución del aparato represivo. Por la autodefensa de los sectores en lucha//Cárcel a los asesinos de ayer y de hoy. Basta de gatillo fácil. Anulación de los indultos y las leyes de impunidad. Libertad inmediata a todos los presos políticos y desprocesamiento de todos los luchadores populares //Por un movimiento juvenil, crítico y transformador, unido a todos los sectores en lucha por un nuevo Argentinazo.
Con la llegada del kirchnerismo en el año 2003, se aceleró el proceso de cooptación de los grupos independientes, muchos de ellos ya disueltos, reclutando funcionarios para diferentes cargos estatales, retomando la tradición de la Franja Morada. La nueva dirección de la FUBA, integrada luego del ausentismo de los “nacionales y populares” únicamente por agrupaciones de la izquierda, ganó la primera batalla contra la regimentación oficial, permitiendo el avance de las corrientes de lucha que defendían la independencia política de las organizaciones estudiantiles y su unidad con el movimiento obrero. Será esta bandera la que delimitará campos, generando grandes polémicas políticas (tan sólo como ejemplos pueden mencionarse la posición con respecto a los gobiernos del nacionalismo burgués en la región, fundamentalmente con el chavismo, o la batalla contra el alineamiento detrás de los bloques patronales en diferentes momentos, como el de la denominada “crisis del campo” o la Ley de Medios, etc.).
La batalla ideológica de la izquierda dada en la Universidad contra el nacionalismo burgués fue clave en esa nueva etapa, y mostró los límites enormes del Estado para regimentar los movimientos de lucha docente y estudiantil que se impulsaron tanto desde el gobierno nacional como por las autoridades de la UBA27Recién en el 2010, con el armado desde el Estado de “La Cámpora” el kirchnerismo podrá presentarse como una opción para los estudiantes de la UBA..
El triunfo de los sectores revolucionarios al frente de la Federación y en particular de la UJS, que se convirtió en la fuerza con mayor cantidad de delegados de la conducción, permitió potenciar luchas obreras y populares, superando ampliamente los estrechos límites de la universidad. La alianza con el movimiento piquetero define toda una orientación de lucha en alianza con los explotados que se expresará en la presencia en el puente Pueyrredón el día de la masacre que se llevó la vida de Maximiliano Kosteki y Dario Santillán, la presencia y movilización por la recuperación y defensa de las fábricas ocupadas (Sasetru, Brukman, Indugraf), la lucha contra las tercerizaciones que se cobraría la vida de Mariano Ferreyra en manos de la burocracia sindical peronista, la lucha contra la flexibilización laboral (que tendrá su mayor expresión en la toma del Mc Donald de Corrientes y 9 de Julio), y el incondicional apoyo a las luchas obreras de todo el país.
La orientación asumida por la Federación Universitaria Argentina (FUA) y de la mayoría de las Federaciones nacionales conducidas por diferentes agrupamientos pro partidos patronales o afines a las autoridades universitarias le dará a la “FUBA piquetera” una proyección nacional, siendo en muchas ocasiones, la coordinadora de planes de lucha nacionales, como por ejemplo los Encuentros contra la LES o el refuerzo de diferentes acciones regionales como las tomas de Universidades y facultades y marchas en diferentes provincias. La exposición política de la FUBA alcanzada a partir del enorme despliegue combativo a lo largo del período en todos los frentes de lucha le darán incluso una proyección internacional, ganándose el derecho a participar en encuentros con otras federaciones universitarias (OCLAE28Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes.) e impulsar medidas internacionalistas de repercusión internacional (lucha por la independencia de Puerto Rico, apoyo a las rebeliones estudiantiles chilenas, movilización contra el golpe de Estado en Honduras, entre otras).
Una nueva oportunidad con una enorme experiencia a cuestas.
Este artículo tuvo como objetivo dar cuenta del enorme despliegue de lucha estudiantil que atravesó la UBA antes de que estallara la crisis del 2001 que sacudió al país y que sentó las bases para la recuperación de la FUBA, la federación mas masiva y significativa del país, que a partir de su recuperación por el “Frente 20 de diciembre” y por la izquierda revolucionaria se convertiría en una referencia nacional que trascendió los límites de la universidad llevando su solidaridad a las luchas populares y de los/as trabadores/as. En este sentido, sobrepasa el objetivo de este artículo dar cuenta de las batallas, debates, instancias de organización y luchas en las que la FUBA estuvo presente, conservando en el marco de enormes luchas políticas por su orientación29Por ejemplo, en el 2010 se incorpora a la Conducción la Corriente Julio Antonio Mella (hoy Patria Grande) y hubo un esquema compartido de presidencia con la UJS. Estas agrupaciones, hoy subordinadas al gobierno nacional, volvían a reivindicarse “independientes” aunque esta vez se presentaban con el adjetivo “de izquierda” y se caracterizaban contradictoriamente por acompañar todos los gobiernos nacionalistas burgueses de la región, fundamentalmente el chavista, pero por mantener cierta distancia con el gobierno kirchnerista. Nuevamente, de todas formas, su objetivo resultaba principalmente la crítica y el enfrentamiento con la izquierda., la independencia política del movimiento estudiantil.
El período posterior al analizado de manera principal en este trabajo estuvo signado fundamentalmente por la asunción del kirchnerismo como expresión del nacionalismo burgués y el alineamiento, con la subordinación de varias agrupaciones estudiantiles de manera cada vez más explícita con sus políticas, implicando consecuentemente intentos de paralización de las iniciativas impulsadas por la Federación cuando no un boicot a las mismas. Convertida en una caja de resonancia de los problemas nacionales, fue una época de ricos debates en el seno de las asambleas y congresos, y de resoluciones por mayoría y minoría que permiten dar cuenta de cómo a pesar de las diferencias se defendió el frente único contra la derecha y las camarillas universitarias. Incluso en su etapa final, marcada por la falta de quórum propio que expresaba el crecimiento de las corrientes de la derecha y en particular nuevamente de la Franja Morada, al calor del crecimiento y posterior triunfo del macrismo a nivel nacional, la independencia política de la FUBA del gobierno y las autoridades fue la insignia que partió aguas.
Como en el 2001 no podía analizarse la universidad como una isla, tampoco podría hacerse lo mismo 20 años después en un momento de viraje político regional que se expresó en la derrota de varios de las expresiones autodenominadas “nacionales y populares”. La pérdida de la dirección de la FUBA, en parte, se explica por el reflujo de las luchas estudiantiles en toda esta última etapa, y la ausencia de las destacadas rebeliones estudiantes como si lo fueron en la primera década de experiencia.
La lucha por la independencia política de la juventud sigue hoy vigente y es amplificada por la bancarrota económica, la tendencia a la descomposición del nacionalismo burgués, la crisis de la burocracia sindical y él crecimiento de la izquierda anticapitalista. Paradigmáticamente, los personeros del gobierno ajustador derribado por la movilización popular ocupan en la actualidad un lugar destacado y reúnen tras de sí cierta expectativa popular. El actual momento histórico repite en gran medida las tendencias presentes en el Argentinazo. La recuperación de las herramientas gremiales de los estudiantes y su puesta al servicio de las luchas populares se vuelve una necesidad de primer orden.
En gran parte, los desafíos y el programa del 2002 siguen vigente. La ventaja del presente es que el movimiento estudiantil tiene en su haber una experiencia de más de 20 años de lucha universitaria, impulsada de manera radical a partir de la conquista de la dirección de la FUBA por la izquierda, que resulta un manual de intervención política al servicio de la unidad obrero estudiantil y por una universidad al servicio de los intereses del pueblo trabajador. En estas dos últimas décadas los problemas de la universidad se han agravado, y quienes la conducen, sobre la base de mantener el carácter antidemocrático del co-gobierno -una alianza entre peronistas, kirchneristas y radicales- no han hecho más que acrecentar la falta de presupuesto, la precarización del cuerpo docentes, y más en general, la tendencia hacia la mercantilización de la educación. Las tareas que planteó el Argentinazo siguen vigentes. La historia de la FUBA piquetera, forjada al calor de ese período, resulta un aporte fundamental a la lucha por la recuperación de las herramientas gremiales estudiantiles.
En vistas de la profundización de la crisis social, política y económica, del nuevo acuerdo con el FMI y el ajuste en curso, resulta imprescindible recuperar la potencialidad de esa experiencia de lucha, y despabilar a ese gigante que es el movimiento estudiantil argentino, creador de la Reforma Universitaria de 1918, aliado principal junto a los obreros de enormes gestas populares como el Cordobazo y los Rosariazos, protagonista de las convulsionadas décadas de los 60 y 70, y destacado actor social de las jornadas de diciembre del 2001.
Las nuevas experiencias combativas por venir del movimiento estudiantil tienen la ventaja de contar con estas enseñanzas para mejor desplegar sus energías. Siempre con la unidad obrero estudiantil como bandera y la independencia política del Estado, los gobiernos y las autoridades universitarias, como la FUBA piquetera.
Notas:
1. Hasta diciembre del 2001, la Franja Morada-UCR dirigía la mayoría de los Centros de Estudiantes de la UBA, tenía la totalidad de los Consejeros Superiores por el claustro estudiantil y además, el Rector de la UBA, entre 1986 y 2002, Oscar Shuberoff también era miembro de la UCR.
2. La primera coalición de la FUBA piquetera- “Frente 20 de diciembre” estuvo conformada por un gran arco opositor a la Franja Morada y al gobierno de la Alianza. Por un lado; un agrupamiento de agrupaciones “independientes” encabezada por TNT (Tontos, pero No Tantos- Ciencias Económicas) dirigida por Iván Heyn y Axel Kicillof – por PDI (Psicología), EVET (Veterinaria), ¡SLM! (Exactas) y NBI (Derecho) encabezada por Mariano Recalde- y por el otro, un conjunto de agrupaciones de izquierda, entre las que se destacaba el Partido Obrero (PO-UJS), Venceremos y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST). Esta coalición opositora reunió el 28 de diciembre del 2001 los votos necesarios para ganarle, por primera vez en 18 años, a la Franja Morada, imponiéndose por 61 votos contra 33 congresales en el Congreso Ordinario de la Federación. Iván Heyn, estudiante de Ciencias Económicas y militante de TNT, se convirtió en el nuevo presidente de la FUBA, alternando la presidencia con Agustín Vanella (MST), quedando la vice presidencia en manos de Santiago Freddy Gima (PO) y la Venceremos.
3. El PCR venía de darle la espalda a las jornadas de lucha del 19 y 20 de diciembre, no movilizándose a la Plaza de Mayo como estaba resuelto en jornadas previas del movimiento piquetero. Al mismo tiempo, al denunciar un intento de golpe, operó en los hechos contra la movilización de masas que luchaba para terminar con el Gobierno ajustador.
4. El PTS asumirá desde ese entonces y hasta el día de hoy, una posición anti-frentista y sectaria en el enfrentamiento contra la Franja Morada, negándose a darle un canal de organización a la experiencia de lucha que el activismo estudiantil realizó entre los años 1999 y 2001.
5. Solano, Gabriel (13 diciembre del 2001). “El fin de Franja Morada y la lucha por una nueva dirección”. Prensa Obrera N° 733.
6. Solano, Gabriel (4 enero del 2002). “La derrota de Franja fue otro de los prólogos del levantamiento popular”. Prensa Obrera N° 736. En la nota citada se advertía que el frente ganador carecía “de un planteo estratégico” y “la conformación de la lista” había seguido un método oportunista, pues se había realizado sin debate político a pesar del alcance histórico de los acontecimientos de las últimas semanas.
7. Contemporáneamente a las movilizaciones en Argentina de mayo de 1999, se iniciaba en México la toma de la UNAM, que durará más de 10 meses, en Paraguay se ocupa la universidad nacional, en Uruguay hay masivas movilizaciones y en Santiago de Chile se dan ocupaciones y enfrentamientos con barricadas y molotovs.
8. A partir de 1995 en Argentina se instaló una agenda internacional de la modernización de los sistemas educativos superiores, promovida fundamentalmente por las agencias de crédito internacional como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Esta agenda se propuso la disminución de los subsidios estatales para la educación y la ciencia y el control selectivo del Estado en la distribución de los recursos financieros, la expansión de las instituciones y de la matrícula privadas, y la creación de órganos o agentes centrales para evaluar y acreditar las instituciones universitarias (como la Secretaría de Políticas Universitarias y la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria – CONEAU-)
9. El sector más interesado en el negocio de la educación son los bancos que manejan el gigantesco negocio de los créditos universitarios para cursos de grado y fundamentalmente posgrados, que constituye en algunos países, uno de los principales negocios bancarios y su contracara; miles de familias endeudadas por costear la educación superior. En Chile, por ejemplo, los estudios de grado en los centros públicos cuestan entre 20.000 y 50.000 euros por lo que los jóvenes tienen que recurrir a un préstamo bancario con el aval del Estado. https://eldiariodelaeducacion.com/2018/06/18/la-deuda-universitaria-en-chile-que-asfixia-a-los-estudiantes-y-beneficia-a-los-bancos/
10. Clarín, 30/04/1999. El recorte implicaba una quita de 17 millones de pesos para la UBA, 7 millones para la Universidad Nacional de Córdoba, 6 millones para la Universidad de La Plata, de Tucumán y para UTN, y 5 millones menos para la Universidad de Rosario, entre los recortes más significativos.
11. Clarín, 05/05/1999
12. Para una mayor indagación sobre ese proceso: Dinius, Cecilia “Las luchas estudiantiles contra el recorte presupuestario de 1999: la antesala del 2001. El caso de la UBA” presentada en XIV Jornadas de Sociología “Sur, pandemia y después”, organizadas por la Carrera de Sociología de la Universidad de Buenos Aires. Noviembre 2021.
13. La Nación 06/05/1999
14. Clarín 7/5/1999.
15. Clarín 12/05/1999 estimó que concurrieron unas 30.000 personas.
16. En la Facultad de Ciencias Sociales funcionó la “Asamblea Permanente” que se mantuvo activa hasta septiembre/octubre de 1999, siendo el centro político (actividades culturales, autogestión de apuntes, expulsión de la seguridad privada, lucha contra los cupos.) del movimiento estudiantil. En septiembre, la Franja Morada convocó a elecciones y hay una fuerte denuncia de fraude. Allí se produce la asamblea de la llamada “quema de urnas”, en la cual se vota por mayoría incautar las urnas. Dos estudiantes resultaron imputados, Sergio Salgado, del Partido Obrero y Martín Ogando del PTS. La lucha por la absolución de ambos estudiantes fue un eje central de la FUBA recuperada y del movimiento estudiantil. Fueron absueltos en marzo del 2005.
17. Solano, Gabriel (29 marzo del 2001) “Balance de una semana de lucha” Prensa Obrera N° 700.
18. https://www.uba.ar/institucional/censos/Estudiantes2004/censo-estudiantes.pdf
19. Se trató del aumento más importante desde los años ‘80 cuando la explosión de la matricula se explicó por la apertura democrática y el derrumbe de las restricciones del ingreso que había aplicado la última dictadura cívica militar.
20. Por tanto, solo el 17,3 % de los estudiantes de la UBA en el año 2000 podría considerarse un “estudiante full time”, es decir, que no necesitaba trabajar ni buscaba trabajo y, por tanto, podía dedicarse al estudio como su actividad principal, un estilo de estudiante casi inexistente en las universidades nacionales.
21. https://www.uba.ar/institucional/censos/estudiantes2000/Grado/cuadro31.htm
22. El descubrimiento del desvío de fondos asignados a los planes “Trabajar” y el manejo discrecional de cientos de ellos por parte de dirigentes de la Franja Morada terminó por hundir su liderazgo en la UBA. Solano, Gabriel (10 de mayo del 2001). “Frente a la corrupción de Franja Morada y el Frepaso. Declaremos a la FUBA y a los centros en estado de asamblea”. Prensa Obrera N°705. En Prensa Obrera se informaba que una investigación de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires había comprobado que los planes Trabajar de la ciudad no iban a los desocupados sino a financiar el aparato universitario de la Unión Cívica Radical. El nivel del robo superaba los 2 millones de pesos que conformaban el presupuesto del plan Nuevos Roles Laborales. Se advertía que la Franja Morada había organizado una verdadera asociación ilícita y presentaba ONGs truchas, con proyectos y beneficiarios igualmente truchos, que no eran desocupados sino miembros de su agrupación. La UJS , el miércoles 9 de mayo, mientras sesionaba el Consejo Superior de la UBA, encabezado por Shuberoff, ocupo el rectorado de la UBA para denunciar la responsabilidad del aparato de la UCR en el robo de los planes Trabajar y expresar el apoyo a la lucha de los desocupados de La Matanza y todo el país (Prensa Obrera N°707. 24 Mayo del 2001).
23. La primera asamblea fundacional de la AGD-UBA contó con 150 compañeras y compañeros y fue resultado de toda una experiencia de lucha antiburocrática.
24. Ivan Heyn falleció en 2011, en Montevideo, en un congreso al que había concurrido como funcionario del gobierno de Cristina Kirchner.
25. En el Congreso de la FUBA de 2002 no acreditaron sus delegados de la Facultad de Económicas.
26. Solano, Gabriel (19 septiembre del 2002): La FUBA, en la lucha por un nuevo Argentinazo. Prensa Obrera N° 772. Allí se describía que en el taller de Movimiento Piquetero estuvieron presentes Néstor Pitrola, del Polo Obrero; Roberto Martino, del MTR y dirigentes de la Verón, de Barrios de Pie y de otras organizaciones piqueteras. En el taller del Movimiento Obrero participaron los protagonistas de las fábricas ocupadas y de los que están a la cabeza de la recuperación de los sindicatos, compañeros del Polo Obrero del Sindicato del Pescado de Mar del Plata y de Editorial Perfil y se anunció la convocatoria a la Asamblea Nacional de Trabajadores el 28 y 29 de septiembre, donde el Congreso votó participar.
27. Recién en el 2010, con el armado desde el Estado de “La Cámpora” el kirchnerismo podrá presentarse como una opción para los estudiantes de la UBA.
28. Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE).
29. Por ejemplo, en el 2010 se incorpora a la Conducción la Corriente Julio Antonio Mella (hoy Patria Grande) y hubo un esquema compartido de presidencia con la UJS. Estas agrupaciones, hoy subordinadas al gobierno nacional, volvían a reivindicarse “independientes” aunque esta vez se presentaban con el adjetivo “de izquierda” y se caracterizaban contradictoriamente por acompañar todos los gobiernos nacionalistas burgueses de la región, fundamentalmente el chavista, pero por mantener cierta distancia con el gobierno kirchnerista. Nuevamente, de todas formas, su objetivo resultaba principalmente la crítica y el enfrentamiento con la izquierda.
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