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La “izquierda” ocupa militarmente Haití


Afines de diciembre, el Frente Amplio (FA) uruguayo revirtió su posición anterior y votó un reforzamiento del contingente de tropas uruguayas que actúan en Haití. Allí, los gobiernos ‘izquierdistas’ de Lula, Kirchner y Lagos, y ahora también el electo de Tabaré Vázquez, están operando como fuerza de ocupación de ese país, transformándose en el principal sostén del régimen de facto que pusieron el gobierno de Bush, el FMI y el Banco Mundial.




Aunque insisten en que su ‘misión’ es de ‘paz’ (o, quizá, precisamente por esto) pocos días antes del voto del FA, esas tropas atacaron la multitudinaria villa miseria de Cité Soleil, en Puerto Príncipe. El gobierno cipayo ha sido acusado de haber malversado la escasa ayuda humanitaria que recibió después de los huracanes que devastaron el Caribe este año. Precisamente tras esta calamidad se desenvolvió con mayor fuerza la resistencia a la ocupación.




Antes de la masacre de Cité Soleil, las bandas armadas derechistas habían desatado más de un centenar de asesinatos de activistas y luchadores populares, ante la vista y paciencia de las tropas ‘de paz’ de los ‘izquierdistas’. Esas bandas fueron la ‘levadura’ de la invasión yanqui-francesa. Cooptadas parcialmente al nuevo régimen, esas bandas se han lanzado a toda una serie de asaltos, como ocurrió en Thoma-zeau, en Petit Goave, en Miragoane y en Mirebalais. Los ocupantes han agravado las tendencias a la guerra civil.




La crisis haitiana es una expresión aguda de las tendencias que gobiernan la economía y la política mundiales. La llamada “Iniciativa de la Cuenca del Caribe” abrió el mercado haitiano a la agricultura norteamericana para crear la mano de obra necesaria para la masiva instalación de armadurías y maquiladoras. Pero la escala de las armadurías chinas e indias superó incluso la ventaja de la proximidad de Haití a los Estados Unidos. El Lavalas de Aristide se plegó a la ‘iniciativa’ neoliberal, pero no pudo controlar la crisis que desató. Los yanquis, que habían recurrido a la carta del nacionalista Aristide frente a una crisis previa (bajo Clinton) ahora se deshicieron de él.




Los socios latinoamericanos del Lavalas, en el Foro de San Pablo, se han pasado con armas y bagajes al campo imperialista. Una escisión del Lavalas se asoció a la ‘oposición democrática’ de los grandes empresarios que impulsaron la invasión.




En contraste, Chávez y la comunidad de naciones del Caribe desconocen al régimen fantoche de Latortue; mientras el PT de Brasil está enviando ‘asesores’ a Haití para organizar una fuerza política que permita reconstruir el Estado, de un modo similar al operativo político-electoral de la CIA en Irak.




Más de ochenta organizaciones populares argentinas, convocantes del acto de masas que conmemoro el tercer aniversario del Argentinazo, se han unido para denunciar la política proyanqui de la izquierda gubernamental de América Latina en Haití y exigir el retiro de todas las tropas ocupantes, en especial de las propias.


 

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