Los trabajadores se organizan, se movilizan, discuten… ¡y ya votan por la huelga!
La prensa burguesa informa que “alrededor de 8.500 trabajadores electricistas que trabajan por hora en la Delphi Corporation comenzarán a votar el jueves que viene para decidir la autorización de una huelga contra la autopartista si llegan a anularse los contratos laborales en el tribunal de quiebras” (The Dow Jones Newswire, 23/2).
Un piquete en la inauguración del International Auto Show en Detroit, el 8 de enero, movilizó a 700 personas, con la participación organizada de trabajadores de varios estados. Fue precedida por reuniones en todo el país y contó también con el apoyo de los municipales de Detroit.
Entrevistados por The Detroit News, “varios trabajadores de Delphi dicen que preferirían una huelga en vez de aceptar recortes en sus salarios. Cheri McLaughlin, de 49 años, tornera en la planta Flint East de Delphi, dijo que muchos de sus compañeros estaban enfurecidos y tristes. Agregó que básicamente la gente se siente traicionada y que no tiene nada que perder”.
“Hasta muy recientemente nunca había participado en una protesta, pero ahora siento que tengo que contarles a todos los trabajadores norteamericanos que ellos van a ser las próximas víctimas”, dijo Stacey Kemp, 47, un trabajador de cuarta generación que viene de Saginaw, que trabaja para Delphi y participó en las protestas. “Cada promesa que su compañía te haya hecho, la va a romper”, dijo (ídem).
Diez días después, más de cien trabajadores de una planta de Delphi en el este de Michigan, hicieron un piquete en la casa matriz de Delphi en Troy Michigan. Los trabajadores exigieron ver el Informe Anual de Pensiones, pero al intentar entrar en el edilicio con los carnet de empleados en la mano, les fue bloqueada la entrada y se les acusó de entrar sin autorización.
Hay mucho en juego, no sólo para los trabajadores de Delphi y GM, sino también para los de Ford, que en enero anunció que iba a liquidar 30.000 puestos de trabajo y cerrar 14 plantas (25% de su empleados en los Estados Unidos). Grupos de sindicalistas independientes continúan en sus esfuerzos para organizar una huelga contra GM-Delphi, rechazando la actitud conciliadora de la burocracia de la UAW, que busca un acuerdo que aceptaría en gran parte la intención de cortar los salarios de 27 a 12 dólares la hora, cerrar plantas, imponer contribuciones de los empleados para los planes de salud, la destrucción de las jubilaciones e incluso la liquidación de los convenios colectivos a través de la Justicia, esto como parte de un proceso formal de quiebra.
“¡Ni un dólar, ni un centavo! Recortar los salarios es un crimen”, vocearon más de 75 trabajadores automotrices que se juntaron frente a la planta de Delphi en Flint, que fabrica bujías, para protestar por su cierre (Fightback Magazine, 23/2). En varias entrevistas, tanto los que participaron en la acción como otros trabajadores de la misma planta explicaron que la burocracia de la UAW pasó por todas las plantas en la región anunciando que se había cancelado el acto “por maltiempo” (ídem).
“Después del piquete, se llenó un local cercano y se llevó a cabo un acto en lo cual se anunciaron una serie de reuniones en varios estados para determinar los pasos a seguir” (ídem).
Al día siguiente, la autopartista Delphi postergó su presentación al tribunal, claramente como parte de una maniobra para distender y calmar la situación.
Pero los trabajadores no han quedado con los brazos cruzados. Para el 25/2 se planifica en Peoria, Illinois, una “Conferencia de Solidaridad” bajo el lema “Nuestro silencio no nos protegerá” ( www.soldiersofsolidarity.com).
Los trabajadores electricistas de Delphi, de todos modos, votaron iniciar la huelga en el momento en que Delphi presente los papeles en los tribunales para liquidar el convenio colectivo.