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Lula y el PT quieren desarmar a los trabajadores rurales para defender la propiedad privada


Gobierno de latifundistas


Los trabajadores del campo dependen solamente de la tierra para obtener sus medios de subsistencia; sin embargo, el gobierno Lula, al mando de los grandes latifundistas, no permitirá que estos trabajadores defiendan su único medio de subsistencia.


 


28 de agosto de 2004


 


El último viernes la Auditoría Agraria divulgó un nuevo récord de ocupaciones de tierra, preocupando al gobierno con los conflictos en el campo entre trabajadores rurales y latifundistas. Ante esta situación, el gobierno anunció que promoverá un “desarme general” en el campo a partir del 2005.


 


El Auditor Agrario nacional, Gercino José da Silva Filho, informó que el armamento en el campo es el principal motivo de conflictos y muertes, declarando que “la situación preocupa muchísimo al gobierno federal”.


 


Los primeros estados que serán desarmados serán Pará, Mato Grosso, Rondonia, Bahia y Paraná. Antes de fin de año, será lanzado por decreto presidencial el “Plan Nacional de Combate a la Violencia en el Campo”.


 


Uno de los últimos conflictos registrados sucedió el martes pasado, en Camafari, Bahia, donde un enfrentamiento entre matones contratados por los latifundistas de la hacienda Monte Cristo y los sin tierra, dejó 60 heridos y 72 miembros de la seguridad presos, aunque liberados un día después.


 


El delegado Tadeu Caldas Viana Braga, que investiga este caso, es pariente de los latifundistas que tuvieron ocupadas sus tierras. Para él, la represión fue absolutamente necesaria pues se usó la “fuerza indispensable” para intentar expulsar a los 350 trabajadores que necesitaban la tierra para sobrevivir.


 


Además de eso, el delegado declaró también que apenas ejerció la ley civil que autoriza a un propietario de tierras a defender la propiedad privada con el uso de toda la brutalidad de la que dispone.


 


La Auditoría Agraria nacional divulgó también que el número de ocupaciones entre los meses de enero y julio de este año aumentó en 60%, comparado con el año pasado, siendo que en 2003 se registraron 160 ocupaciones y este año 255. Sólo en el mes de abril hubo 109 ocupaciones.


 


Apenas en los primeros siete meses del año, las 255 ocupaciones superaron el total de las ocupaciones registradas en los años de 2000, 2001, 2002 y 2003, que fueron 236, 158, 103 y 222 respectivamente.


 


Con respecto al número de muertes en el campo, en 2003 fueron registrados 42 casos de asesinato, mientras que hasta este semestre se habían contabilizado sólo seis casos.


 


En realidad, el número de muertes en el campo es más bajo este año, pues tiende a cerrar con un número inferior al del año pasado, se da por el hecho de la contradicción fundamental de intereses representados por el gobierno Lula, completamente presionado por los trabajadores y por los grandes hacendados, empresarios y banqueros.


 


La promesa de reforma agraria no pasa de una demagogia para disfrazar los verdaderos intereses de la burguesía detrás del gobierno del PT, que se preocupa solamente por el desarme de los trabajadores rurales y la protección de los hacendados, que tendrán el derecho a defender la propiedad privada garantizada por el gobierno de frente popular con sus armas y todo tipo de represión contra los trabajadores.


 

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