Posición del Partido Obrero Revolucionario (POR) frente al gobierno udepista


1. Naturaleza de clase


 


El gobierno de la UDP es burgués democratizante, diferente a uno gorila o fascista, pues se esforzará por ser popular e implantar formas gubernamentales democráticas, aunque no podrá estructurar una verdadera democracia formal por la carencia de bases materiales y sociales para ello. Lo que haga o no, sus limitaciones e impotencia para lograr el desarrollo capitalista pleno e independiente del país (máxima aspiración de la burguesía nacional y no de la simplemente comercial o intermediaria), su total sometimiento al imperialismo, su inevitable capitulación frente a los sectores gorilas de las fuerzas armadas, a los que no puede destruir, etc., emergen de su naturaleza clasista más que de las virtudes o defectos de su líder Hernán Siles, los mismos que se pondrán al servicio de la clase dominante, que existe en la medida en que explota a la clase obrera, actúa como instrumento de la metrópoli foránea, saqueadora, opresora y que impide el desarrollo de las fuerzas productivas.


 


La incapacidad de la burguesía nativa para cumplir sus propias tareas es el resultado del desarrollo histórico boliviano, de la actual desintegración del capitalismo mundial y, sobre todo, de la presencia del proletariado como clase. El gobierno de la UDP no tiene capacidad alguna, esto por su naturaleza clasista, para salir de este marco por demás estrecho, pues para ello tendría que destruir el régimen de la propiedad privada, vale decir, dejar de ser gobierno udepista.


 


2. Democracia y gorilismo


 


Las garantías democráticas conquistadas por las masas en recia lucha, pueden permitir una más amplia organización y educación de éstas, a condición de que los educadores y organizadores no pierdan de vista la finalidad estratégica del proletariado. Corresponde aprovechar a fondo tales ventajas para llevar a los explotados hacia la conquista del poder.


 


El gorilismo fascista no cae del cielo, sino que se gesta y crece en el vientre de la burguesía, de la misma democracia capitalista (máscara de la dictadura de clase), por eso que su peligro y amenaza son permanentes. El movimientismo nos ha hecho el regalo de los generales gorilas.


 


Los explotados, en su lucha por liberarse y por liberar a toda la sociedad, no tienen más remedio que ^ajustar cuentas con el gorilismo y al hacerlo buscan su destrucción total: el advenimiento de la democracia formal no acaba con la amenaza fascista, se limita a postergar su zarpazo. Para aplastar definitivamente al fascismo hay que acabar con el propio régimen burgués. Al actuar en la lucha cotidiana no se debe olvidar que fascismo y democracia formal son dos caras de la misma medalla: del Estado burgués encargado de defender la propiedad privada capitalista.


 


El gobierno Siles no sólo que mantendrá latente la amenaza del golpismo gorila, sino que, en cierto momento (al enfrentarse con las masas enfurecidas, cuando fracase su programa tímidamente reformista), no tendrá más remedio que alentar la insurgencia de generales y coroneles, como la única tabla de salvación de la propiedad privada frente a la arremetida de los explotados. 


 


3. Siles no cumplirá el programa democrático


 


Dejará pendientes de solución los problemas más agudos de las mayorías y estará muy lejos de superar la crisis económica estructural, que sólo puede encontrar su salida en el crecimiento de las fuerzas productivas, actualmente estranguladas por la propiedad privada burguesa y la pequeña propiedad parcelaria del agro. En esta medida no podrá menos que chocar con las masas descontentas, hambrientas y sin trabajo. El lujo de la democracia es inconcebible cuando se carece del pan cotidiano.


 


La agudización de la lucha de clases obligará al gobierno popular a reprimir a los descontentos, a dejar de ser popular. Si bien ya bajo la más generosa democracia burguesa las garantías constitucionales no pueden ser debidamente aprovechadas por los explotados, la “democracia” udepista restringirá mucho más la vigencia de dichas garantías para la mayoría nacional. Es oportuno recordar que la verdadera democracia será conocida y utilizada por los explotados, esto por primera vez en la historia, bajo la dictadura del proletariado.


La imposibilidad de superar el hambre y la desocupación sé sumarán al poco desarrollo capitalista y a la ausencia de una clase media enriquecida, como los obstáculos que impedirán los progresos en el camino del desarrollo de la democracia burguesa.


 


La elección presidencial no es todavía la democracia, hace falta el funcionamiento de un Legislativo vigoroso, la efectividad de la independencia de los poderes estatales, el sometimiento del sable a la ley y la alternabilidad en el poder mediante la papeleta electoral.


 


4. Los sucesos del 10 de octubre 


 


Un equipo burgués totalitario y profascista ha sido pacíficamente sustituido por otro burgués democratizante. Siles aparece como la carta que juegan todos los sectores burgueses: los generales, los empresarios, el imperialismo, los democratizantes y los izquierdistas que sirven a la clase dominante. El gobierno castrense, que cayó en una total inoperancia y se vio colocado contra el muro por la movilización de las masas, se asió con desesperación del congreso de 1980 y de la UDP. Con todo, bien pronto los grupos burgueses contendientes se lanzarán a combatir su criatura, no bien comprueben que no tienen posibilidades de satisfacer sus demandas excesivas de rápido enriquecimiento.


 


La burguesía no puede ser salvada gracias al simple manipuleo con algunos notorios personajes o caudillos, su caída es definitiva, tiene que ser expulsada del poder y sepultada por la arremetida de la nación oprimida acaudillada por el proletariado, la clase revolucionaria por excelencia.


 


5. La actitud del POR frente al gobierno Siles


 


Por principio, el Partido Obrero Revolucionario no puede sumarse a un gobierno burgués, por muy popular y democrático que sea; su razón de ser y su objetivo fundamental es el de encaminar a la nación oprimida hacia la conquista del poder. Es claro que, en caso de ataque del imperialismo o del fascismo contra la “democracia” udepista, el POR ocupará la primera fila en la lucha contra la reacción, no para identificarse o defender el programa de la UDP, sino para aplastar a las fuerzas atacantes, por considerar que por aquí pasa el camino que conduce a la destrucción de la burguesía y de su régimen. El primer deber insoslayable consiste en preservar a todo precio la independencia de clase frente al gobierno udepista.


 


Siles puede incluir en su gabinete a algunos ministros “obreros”, lo que de ninguna manera puede significar la transformación clasista del régimen, que es lo que cuenta en definitiva. La experiencia enseña que los ministros "obreros” no pasan de ser adornos de los gobiernos burgueses y que sirven para engañar a los incautos.


 


El anunciado “co-gobiemo” busca someter a los obreros a sus propios explotadores y estatizar a los sindicatos, que dejarían de defender los intereses obreros para dedicarse únicamente a colaborar en los planes gubernamentales.


 


El gobierno del "gran acuerdo nacional” no será más que la concentración de la clase dominante alrededor de Siles y contra los intereses nacionales y populares.


 


El POR señala las limitaciones de la UDP y en esta medida la combate. Por encarar las aspiraciones históricas del proletariado se opone al gobierno nacionalista burgués de Hernán Siles.


 


6. La situación revolucionaria


 


Partamos del supuesto falso de que la mayoría boliviana vibra ilusionada acerca de las posibilidades de realización revolucionaria del gobierno Siles; sin embargo, no se ha trocado la situación revolucionaria en su contraria, porque no se ha operado una transformación cualitativa en la conciencia de las masas. Rápidamente los explotados agotarán su experiencia e ilusiones democráticas encarnadas en la UDP y en el gobierno Siles, así se verán colocadas ante la necesidad de tomar el poder: el gobierno udepista habrá acortado el camino hacia la salida insurreccional, esto porque ayudará a los explotados a vivir su experiencia democrática y a superar sus ilusiones acerca de ésta.


 


¡MUERA LA BURGUESIA ENTREGUISTA E INCAPAZ! ¡VIVA LA ALIANZA OBRERO-CAMPESINA!


¡VIVA LA REVOLUCION Y DICTADURA PROLETARIAS!


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EL POR LLAMA A ORGANIZAR EL F.R.A.


RETIRO DE LAS TROPAS DEL EJÉRCITO DE LAS MINAS Y DE LAS POBLACIONES DEL AGRO


TRABAJO PARA LOS DESOCUPADOS Y ESCALA MOVIL DE HORAS DE TRABAJO


SALARIO MINIMO VITAL CON ESCALA MOVIL DE ACUERDO A LA ELEVACION DE PRECIOS

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