Escisión en la LIS, la “internacional” del MST argentino

El grupo turco SEP denuncia una política afín al imperialismo en Ucrania.

A fines de 2022 se produjo una escisión en la Liga Internacional Socialista (LIS), la tendencia internacional en la cual el MST argentino ejerce un liderazgo. La ruptura se deriva de una fuerte impugnación del grupo ligado a la LIS en Turquía, el SEP (Partido Socialista de los Trabajadores), a la política emprendida en la guerra en Ucrania. También, a una construcción internacional que vuelve a caer en los vicios que proclama combatir.1Una traducción al castellano del artículo puede leerse en esta misma edición: https://revistaedm.com/edm-23-01-08/por-que-nos-fuimos-de-la-lis/
La versión en inglés fue tomada de Socialist Middle East: https://www.socialistmiddleeast.com/why-did-we-leave-from-isl

La guerra en Ucrania

La divergencia central, según los documentos disponibles, se refiere a la consigna rectora impulsada por el MST argentino: “lucha por la derrota de Rusia”. El documento del SEP advierte, sin embargo, la contradicción de que esta perspectiva coincida con “la principal estrategia de la Otan”. La organización turca denuncia que debe cesar los esfuerzos comunes en la construcción de un partido internacional porque el MST (y por su influencia también la LIS) abandonó la posición de independencia obrera entre bandos reaccionarios para colocarse en el mismo terreno que la Otan y el imperialismo estadounidense.

El documento del SEP corre el velo sobre la política del MST en la guerra, que define como “unilateral”. Esto porque, a pesar de sus evocaciones sobre el lugar internacional del conflicto, focaliza su política únicamente en el problema de la ocupación militar de Rusia sobre una parte de territorio ucraniano. A partir de esa circunstancia, el MST eleva la acción militar desarrollada por Ucrania a la categoría de “guerra justa”, como las libradas por naciones oprimidas o coloniales contra potencias imperiales.

Para disimular su convergencia con el imperialismo, el MST procede a realizar dos grandes operaciones de encubrimiento. Ambas son refutadas en el documento del SEP.

En primer lugar, la distinción artificial de que la Otan le daría a Ucrania un apoyo militar, pero no político, limitándose a suministrar armas contra el invasor. La separación de la guerra y de la política, como si fueran elementos suspendidos en el éter, está reñida con cualquier lectura materialista -ni hablar con el marxismo. Algo que ya señalamos en otra ocasión. 2Giachello, P. (2022). La estrategia de la izquierda ante la guerra. En Defensa del Marxismo, 59. Recuperado de: https://revistaedm.com/edm/59/la-estrategia-de-la-izquierda-ante-la-guerra/ Pero tampoco se condice con lo informado por el imperialismo en los foros mundiales y en sus medios de comunicación, y que recoge el documento del SEP: que esta guerra no se reduce al choque de ejércitos, sino que implica sanciones económicas y bloqueos contra Rusia, con miras a un colapso económico y a un cambio de régimen, colocado como otro aspecto de los esfuerzos de guerra.

Tampoco es cierto que el apoyo militar se reduzca a una mera entrega de armas. Estados Unidos y los países de la Otan están cargando con el costo económico y militar del esfuerzo bélico –cientos de veces superior al que Ucrania podría afrontar-, otorgando el material más sofisticado disponible y entrenando a las tropas ucranianas en su uso. La insistencia del MST en disminuir el lugar de la Otan porque sus efectivos no entraron formalmente en combate físico omite el lugar de la información estratégica que la inteligencia de la Otan suministra a Ucrania, lo mismo que los posicionamientos satelitales y la operativa de drones, tal vez más importantes en la guerra moderna. La dirección de la guerra está indiscutiblemente en manos de Washington. El SEP señala la incongruencia que hay entre el agigantamiento que hace la LIS de la potencia del ejército ruso y el desmembramiento y retroceso de este en todos los frentes. Las victorias ucranianas en combate serían impensables sin el apoyo directo de la Otan en todos los terrenos.

El MST desenvuelve otra maniobra de tergiversación al ocultar el control que ejerce Estados Unidos sobre el destino político de Ucrania desde 2014. En ese momento, tras el llamado Euromaidan, se puso fin a un gobierno aliado a Rusia para instalar el régimen actual, colocando en la palestra a los elementos de ultra derecha, reprimiendo a la izquierda y a las minorías rusas, firmando un acuerdo colonial con el FMI y solicitando el ingreso a la Otan, en línea con el cerco a Rusia impulsado por EE.UU. En palabras del documento, “convirtió a Ucrania en un estado vasallo de Estados Unidos”. El SEP llama la atención sobre la actitud paradojal del MST: apoyan la independencia de Ucrania frente a Rusia en 2022, pero son “fervientes defensores” del Euromaidan de 2014, que redujo a Ucrania a un peón de Estados Unidos.

La política de la LIS en “Occidente”

A su turno, el documento indaga en las consecuencias de la línea política del MST. Coloca el problema de que, si la clase obrera de los países occidentales adoptase la propuesta de la LIS (“derrota de Rusia”), convergiría con la clase dominante de sus países, señalando que ello “significa que la clase trabajadora está bajo el control de la burguesía imperialista”. Estados Unidos, la Unión Europea y los países de la Otan se enfrentan a un aumento del costo de vida (combustibles, alimentos, entre otros) como consecuencia de la guerra. Así, se “exige sacrificios de los trabajadores por la ‘derrota de Rusia’, que es el lema central de la LIS”. La confusión introducida en el seno de la clase obrera no podría ser mayor.

El SEP indica que para el MST “esta gran incoherencia no parece pasar desapercibida”, y que busca, por lo tanto, contrapesarla con críticas a la Otan. Pero que la condición amañada de estas críticas salta a la vista. Como ejemplo de este desatino, el documento del SEP razona que, ante la consigna de que la Otan se retire de Europa del Este (propuesta por el MST), los obreros que habrían adoptado la idea de “derrota de Rusia” objetarían que esta derrota no sería posible sin ayuda de la Otan. Y que no es solo Ucrania: muchos otros países son víctimas de las apetencias de Moscú. Entonces, preguntarían estos obreros al MST, ¿por qué retirarse? “¿Por qué no pedir a la Otan que envíe armas aún más efectivas a Ucrania, como lo hizo el Secretariado Unificado?”

Una sección del documento está dedicada a rastrear los fundamentos teóricos de la política del MST en Ucrania. Para abordarlo, el SEP se refiere a la supervivencia del llamado “campismo”, mayormente en corrientes de raíz staliniana, que apoyan a Rusia en la guerra de Ucrania. Se trata de una posición que coloca a Putin y otros gobiernos reaccionarios (Venezuela, Irán, Corea del Norte, etc.) como “progresivos”, confundiendo su oposición a la política exterior estadounidense con antiimperialismo. El SEP distingue que, frente a este campismo “clásico”, también hay uno en favor del bando contrario. Así, abogando por la democracia, algunas corrientes, como el Secretariado Unificado, “se lleva muy bien con su propia clase dominante imperialista” y se colocan en su “campo” en cada oportunidad.

El SEP plantea que el MST, en consonancia con su tradición morenista, incurre en esta última línea. Impugnan la concepción de la “revolución democrática” que propugnaba el MAS en Argentina, según la cual la última dictadura militar habría sido desplazada por una revolución democrática que abría las perspectivas a una revolución socialista. Como sabemos, en 1983 no hubo ninguna revolución, sino que la “democracia” rescató a los militares. La perspectiva del morenismo implicaba una línea gradualista, que admitía la colaboración con elementos de la burguesía. El SEP introduce que “en política internacional, la concepción morenista de revolución democrática encaja bien con la perspectiva estadounidense de revolución democrática contra dictadores”. Se trata de críticas similares a las que lanzó en tiempo real nuestro partido al MAS y a las corrientes de su diáspora (entre ellas el MST).3Entre los múltiples documentos y artículos al respecto, puede consultarse en esta misma revista Rieznik, P. (1980). “La dictadura revolucionaria del proletariado”, según Nahuel Moreno. En Defensa del Marxismo, 13. 1996. Recuperado de: https://revistaedm.com/edm/13/la-dictadura-revolucionaria-del-proletariado-segun-nahuel-moreno/

El documento del SEP coincide a grandes rasgos con la caracterización de la guerra volcada en el llamamiento aprobado por el XXVIII Congreso del Partido Obrero,4El llamamiento puede consultarse en la revista En Defensa del Marxismo N°59: https://revistaedm.com/edm/59/enfrentemos-la-guerra-imperialista-y-la-catastrofe-capitalista/ y con artículos referidos sobre la temática en la revista EDM. 5Ver, entre otros, Heller, P. (2022). A cinco meses del comienzo de la guerra. En Defensa del Marxismo, 59. Recuperado de: https://revistaedm.com/edm/59/a-cinco-meses-del-comienzo-de-la-guerra/ El planteo levantado por el SEP, que se encuentra como una consigna sin desarrollo en su documento, sobre la “autodeterminación del Dombás”, la región de mayoría rusa en Ucrania, fue descartada en el debate congresal del PO. Se entendió que, en la actual coyuntura, podía confundirse con el apoyo a una repartición del botín ucraniano: una zona de influencia rusa (Dombás) contra una zona de influencia estadounidense (Kiev). El llamamiento proclama “el derecho a la autodeterminación de los distintos pueblos y naciones como parte de una Ucrania unida y socialista, en los marcos de una Federación de Repúblicas Socialistas de Europa, incluida Rusia.”

El carácter de la LIS

En el documento de esclarecimiento de la ruptura, al igual que en una réplica más sucinta a la LIS6El documento “Answer to Scandalous Statement of ISL” puede leerse en su versión en inglés aquí: https://www.socialistmiddleeast.com/answer-to-scandalous-statement-of-isl, el SEP realiza fuertes denuncias sobre el carácter y composición de este agrupamiento internacional.

Durante el último periodo, el MST levantó en actos, conferencias y documentos la idea de que era necesario dejar de concebir la construcción internacional como una extensión del “partido madre”, es decir, de una corriente nacional de peso detrás de la cual se alinean pequeños grupos que le responden. Por el contrario, la tendencia internacional debía abrirse a debate entre diversas tradiciones políticas, privilegiando siempre los consensos y puntos en común. Esta declaración de buenas intenciones resultó, para muchos, curiosa. En primera instancia porque omitía cualquier balance de lo actuado por el MST en la pléyade de tendencias internacionales que había integrado, colocándose siempre como “partido madre”, o rompiendo cuando no pudo asegurar su primacía (Liga Internacional Trotskista – LIT). Como en el refrán, “haz que lo que yo digo, pero no lo que yo hago”.

Pero había otra cuestión que, aunque más prosaica, no por ello despertaba menos desconfianza. El MST, en Argentina, estaba embarcado en ir a elecciones internas del Frente de Izquierda-Unidad, promoviendo que la resolución de las divergencias políticas entre sus corrientes no sea en un Congreso o instancia de debate democrático honesto, sino bajo un mecanismo tramposo controlado por el Estado burgués. Mientras hacía esto, expresaba en todas las tribunas su voluntad de “ampliar” el FIT-U a personeros de la centroizquierda. Una corriente que pone trabas al trabajo en común con compañeros de lucha cotidiana en su país natal, ¿qué actitud tendrá en una Internacional con grupos de lo más disimiles?

El SEP denuncia que la fantasía del respeto por las diversas posturas y tradiciones se terminó cuando sostuvieron con firmeza una diferencia con el MST, y consigna que el proceso de ruptura reveló “que la LIS es una típica organización liderada por un partido (una internacional de un “partido madre”), contrariamente a lo que quería mostrar”. El documento consigna que el Comité Ejecutivo Internacional de la LIS propuso tratar el debate propuesto por el SEP en un Congreso Internacional y, luego, en una reunión del organismo con todas las secciones. Pero nada de eso ocurrió. Al contrario, la divergencia fue silenciada: se bajó el texto de la web y se cambiaron las contraseñas de acceso.

El SEP comenta en sus documentos públicos que el organismo ejecutivo de la LIS estaba integrado por ellos, por el MST, por la pequeña sección chilena (Movimiento Anticapitalista, muy ligado al MST argentino), y por el grupo español Socialismo y Libertad (que tendría dos miembros, uno de ellos argentino e integrante del Ejecutivo). Con esta composición, el MST se aseguraba la primacía en cualquier discusión. Según el documento, el otro partido de mayor peso militante, el pakistaní La Lucha, no participó del debate. Desconocemos su situación actual y posicionamientos, y si pertenece o no al Ejecutivo de la LIS.

El documento también revela lo ocurrido en otras secciones nacionales. Con respecto a Francia, el SEP habla de las responsabilidades del Ejecutivo en la disolución del pequeño grupo La Comuna. Sus integrantes denunciaron, en una reciente declaración,7El comunicado, en francés, puede leerse en el siguiente enlance: https://www.lacommune.org/Parti-des-travailleurs/La-commune/Declarations/Communique-du-groupe-La-Commune-i2025.html la injerencia del Ejecutivo de la LIS -dominado por el MST- en torno a la orientación en la reciente crisis del NPA francés, pasando por encima de ellos.

Pero el texto del SEP también aporta pruebas de la convivencia del grupo ucraniano de la LIS y su líder Oleg Vernyk con grupos nazis de su país, siguiendo una línea nacionalista. El SEP denuncia que el grupo Liga Socialista de Ucrania calla ante el copamiento del gobierno ucraniano por parte de la ultraderecha, y ante la rehabilitación y reivindicación de genocidas, como Stepán Bandera. Su líder, según denuncia el SEP en sus documentos, ha participado en medios ligados a los nazis y convive con sus políticas. El grupo ucraniano respondió con un texto donde se despacha con insultos nacionalistas contra los turcos. 8Puede constatarse en el texto del grupo ucraniano aquí: https://lis-isl.org/2022/11/15/sobre-el-debate-de-la-lis-y-el-sep/ la veracidad de la denuncia del SEP sobre la utilización de frases como “turcos primitivos” y otros insultos racistas, avalados por la LIS, como refieren en el punto 2 de su artículo: https://www.socialistmiddleeast.com/answer-to-scandalous-statement-of-isl La LIS, y especialmente el MST argentino, que hace gala de ser la única corriente presente en Ucrania, debería clarificar inmediatamente esta denuncia y, de ser cierta, romper sin dilaciones con este sector provocador.

La perspectiva de construir una corriente internacional revolucionaria, según las bases programáticas de la Cuarta Internacional, continúa vigente. Lo que no va más son los falsos atajos oportunistas.

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