Argentina:Piqueteros ocupan las petroleras


Dos mil puestos de trabajo


Tras dos días de ocupación de Termap (playa de tanques de la terminal marítima petrolera en Caleta Olivia de Repsol, Vin-tage Oil y Panamerican), los desocupados arrancaron 250 puestos de trabajo en un plan de obras públicas de la Intendencia, con trabajo asegurado por tres años bajo convenio de la Uocra y discusión en 90 días sobre posibilidades de ingreso a la industria petrolera. Los desocupados decidieron ocupar Termap (donde trataron de rechazarlos arrojándoles agua con mangueras de alta presión), luego de fracasar en la ocupación de la Intendencia de la localidad, a donde habían ido a pedir puestos genuinos de trabajo con un mínimo de 700 pesos. Luego de permanecer allí ocho días con sus noches, los trabajadores resolvieron en asamblea cambiar el destinatario de sus reclamos. “(Lo) que estábamos pidiendo pacíficamente en el Municipio (se lo pedimos) a las empresas petroleras, ya que está visto que son las que presionan al gobierno” (Crónica, Comodoro Rivadavia, 27/8).


 


Es la segunda toma de la playa de tanques de Termap en el mes de agosto, luego de la conquista de 115 puestos de trabajo obtenidos con la larga ocupación al inicio del mes, ocupación que profundizó un ascenso obrero en el Sur patagónico que viene desde los inicios del año, con la huelga docente liderada por Adosac y la primera ocupación victoriosa de Termap. Un antecedente por el cual 51 compañeros están cobrando hasta ahora salarios de petroleros (1.200 pesos).


 


Desencanto político


 


La tercera victoria obtenida en Termap en el año no es producto de la audacia de un grupo de desocupados. Corona un tenaz proceso de movilización y puede estar indicando un principio de vuelco político. Después del feriado largo de agosto, cerca de 300 compañeros de planes Jefes y Jefas, y provinciales y municipales -Prenos- (utilizados como mano de obra barata en reparticiones públicas) se convocaron en asamblea en la plaza y elaboraron un petitorio reclamando a la comuna el empleo y pase a planta permanente con un salario mínimo de 700 pesos, en cuarenta y ocho horas. Vencido ese plazo, una marcha de 500 compañeros (120 desocupados) conmovió la ciudad. La reacción del Municipio fue la de siempre: compromiso de entregar bolsones, pagar el gas o la luz, atender problemas de salud.


 


Los manifestantes, en asamblea, decidieron entonces acampar frente al Municipio. El intendente y todo su gabinete quedó dentro del edificio, con todas las entradas bloqueadas. Una columna de 100 “patovicas”, dirigida por una concejala del PJ (Lavado) y un ex candidato a intendente del Partido Socialista (Di Tulio), se movilizó para “rescatar” al intendente y “defender” las instituciones y la democracia, y tuvo su respuesta en la ruidosa movilización de Adosac en solidaridad con los desocupados en lucha. Todo esto precedió a la decisión de ocupar Termap y replantear los reclamos ante las petroleras.


 


En Caleta Olivia Kirchner ganó con el 80% de los votos. La mayoría de los que bloquearon el Municipio votaron por el Presidente, y algunos militaron en distintas unidades básicas. Los planes Preno fueron el gran invento del entonces gobernador frente a la desocupación generada por la privatización de YPF. Un fraude laboral que convirtió a los compañeros en rehenes de los punteros, con salarios miserables de 150, 200 ó 300 pesos, cumpliendo jornadas de hasta 7 horas de trabajo limpiando escuelas, hospitales y comedores. La desilusión se convierte en bronca, y la bronca en movilización.


 


La renta petrolera


 


A 40 kilómetros de Caleta Olivia está Pico Truncado, otra ciudad petrolera, de la que es oriundo el gobernador Acevedo. Allí, desde el 20 de agosto, cerca de cien desocupados montaron un piquete sobre la ruta, impidiendo el acceso de camionetas, camiones o colectivos que transportan personal o equipos al yacimiento. Exigieron trabajo genuino bajo convenio colectivo petrolero. Otros cuatrocientos entregaron un petitorio con el mismo reclamo. Al no tener respuesta en 72 horas, tomaron la planta deshidratadora de Repsol en la localidad y arrancaron la victoria: 420 contratos con la comuna por 700 pesos que serán pagados por el sector petrolero mientras se busca su inserción en la industria.


 


A ochenta kilómetros de Caleta, en otra dirección, está Comodoro Rivadavia. Allí, el 23 de agosto comenzaba la primera jornada de trabajo para los compañeros desocupados del Polo Obrero que arrancaron con su movilización a la Intendencia 65 empleos por cuatro meses a 750 pesos y la promesa de interceder, luego, por trabajo genuino.


 


“La referencia insoslayable parece ser el reciente reclamo de desocupados en la toma de la planta Termap, que obtuvieron subsidios de ese monto por dos meses, con inserción laboral posterior, previa capacitación” (Crónica, Comodoro Rivadavia, 23/8).


 


La referencia “insoslayable” es, también, la industria petrolera. Los reclamos por empleo genuino van dirigidos a Repsol, Vintage y Panamerican, las beneficiarías en el Sur patagónico de una renta de 6.000 millones de dólares a escala de toda la Argentina que el Estado (con Menem en la nación y Kirchner en la provincia) literalmente cedió a las privadas. El contraste en el Sur entre bolsones de pobreza y empresas que están obteniendo los beneficios más altos de la década a través de una feroz explotación de la mano de obra (el índice de obreros ocupados por la industria petrolera no tuvo variación significativa en los últimos tres años), es brutal.


El salario promedio del trabajador argentino en dólares, que es como se mide el ingreso de las petroleras, es entre cinco y diez veces inferior al europeo o norteamericano. La jornada “normal” de 12 horas ha comenzado a acortarse tenuemente, fruto de la resistencia obrera, pero existe el recurso de las tercerizadas. Oscar Vicente, “capo” de Petrobras, por estas mismas horas, denunció las acciones piqueteras y planteó la necesidad de terminar con cualquier concepto de “igual salario por igual trabajo” yendo al convenio “empresa por empresa”.


Construir una alternativa obrera y socialista


 


En el Sur se libra una lucha reivindicativa y política que vale para el conjunto de la clase obrera. Los trabajadores desocupados enfrentan al mismo tiempo la desocupación y la superexplotación. Cada obrero que entra a la industria petrolera es a fuerza de piquetes y movilizaciones -dos mil puestos de trabajo en dos años que, de otro modo, no se habrían obtenido jamás-.


 


Pero el Sur deja otra enseñanza.


 


Los desocupados abrieron camino ocupando Termap, pero también marcharon a las intendencias, a las sedes del poder político. Los diarios no han dado destaque al pronunciamiento de un grupo de vecinos de Caleta Olivia que, primero, “ratifican el reconocimiento a las actuales autoridades municipales”, pero, luego, exigen “en carácter prioritario las jornadas de ocho horas, la puesta en marcha de la fábrica de hormigón, la producción de ladrillos anunciada, que la Municipalidad tenga participación directa en el muelle pesquero”. Además, que “se cree la escuela de arte y oficios” (Crónica, Comodoro Rivadavia, 24/8). ¿Qué tal?


 


Através del piquete, la asamblea popular y la coordinación de lucha se puede convertir cada lucha en victoria. Aquí está inscripta la alternativa obrera y socialista frente a la incapacidad de la ‘burguesía nacional’.


 


(Informes de Omar Latini y Norma Villamayor)


 

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