Kirchner quiere convertir a la Patagonia Rebelde en la Patagonia Trágica


Liberar a los presos de Santa Cruz es una cuestión de Estado para la clase obrera


 


“La eventual condena sería superior a tres años de prisión’ (juez Bailaque, Caleta Olivia).


 


El juez ha denegado la excarcelación a nueve trabajadores de Caleta Olivia acusándolos de privación ilegítima de la libertad, daños, usurpación, impedimento de actos funcionales y entorpecimiento de explotación económica por su presunta participación dirigente en la movilización a la Intendencia de Caleta Olivia y la ocupación de la playa de tanques de Termap, acciones en reclamo de puestos de trabajo.


 


La Gendarmería ha apostado un cordón de seguridad dentro y fuera de la terminal petrolera (controlada por Repsol, Vintage y Panamerican). Caleta Olivia, el centro de la rebelión obrera de la provincia por puestos de trabajo, ha sido convertida en objetivo militar. Entre los detenidos se encuentran Marcela Constancio y Leonardo Rodríguez, militantes del FUT-Partido Obrero, junto a Jorge Mansilla, Héctor Iglesias, Luis Carrizo, Omar Roldán, Selva Sánchez y Elsa Orozco. Mauricio Penancho, que completa la lista, ha comenzado una huelga de hambre el pasado domingo.


 


La orden de las petroleras


 


En la noche del viernes último se produjo una verdadera cacería, con la Gendarmería y la Policía de la provincia allanando viviendas y golpeando a mansalva a pobladores marcados en una lista de más de setenta trabajadores supuestamente involucrados en las ocupaciones de la terminal petrolera desde inicios del año. En esta primera ‘razzia’ fueron detenidos Norma Villamayor, dirigente del PO y del Polo Obrero (ferozmente golpeada), y Cristian Ruiz, protagonista de la anteúltima ocupación de Termap, luego liberados.


 


La orden ha sido dada por las petroleras y ejecutada por el gobierno kirchnerista (Acevedo) en función del propósito de quebrar la sucesión de movilizaciones obreras victoriosas (Caleta Olivia, Pico Truncado, Comodoro, de vuelta Caleta) que han conmovido a la provincia y arrancado más de 2.000 puestos de trabajo en dos años.


 


La rebelión y su contagio


 


El gobierno de Acevedo ha mostrado su verdadera naturaleza frente al vuelco obrero que se viene planteando desde el mismo ascenso del gobierno K pero que cobró fuerza en los inicios del año con la huelga docente y la primera ocupación de Termap y dio un salto con la rebelión obrera frente a la masacre de Río Turbio y el desplazamiento por colaboracionista e inepta de la dirección de la CTA de la zona. Se trata de un vuelco político, en la provincia que depositó enormes expectativas en la gestión K (en Caleta Olivia el 80% votó a su favor en las presidenciales), que sabe de los enormes beneficios de los pulpos petroleros y mineros a los que se les han entregado literalmente todos los recursos, y que en casi un año y medio de gobierno no ha visto resolver uno solo de los problemas fundamentales de las masas.


 


Perfidia


 


El mismo día en que el juez rechazaba el pedido de excarcelación de los nueve compañeros, planteando que la “pena máxima en abstracto llega a los 16 años de prisión” y que, por lo tanto, “una eventual condena sería superior a los tres años” (Crónica, Comodoro Rivadavia, 7/9), el gobierno pagaba (en una operación sincronizada) los 400 pesos comprometidos por mes a cada uno de los 200 trabajadores que habían participado de la última ocupación de Termap.


 


Se trata de un intento pérfido de dividir nuestras filas.


 


Adosac, la Lista Negra de ATE y el FUT-PO se han pronunciado y movilizado el 6 de septiembre en Caleta y Río Gallegos. Han llamado a ganar las calles de nuevo el miércoles 8, en toda la provincia, por la libertad y el desprocesamiento de todos los compañeros.


 


El PO plantea:


 


Libertad y nulidad de los procesos a los luchadores.


Juicio y castigo.


Comando único de movilización.


Plan de lucha.


 

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