Chile: La situación política y el Podemos


El sistema electoral binominal en Chile, que permite elegir en una lista candidatos con una minoría de votos, ha consagrado dos bloques mayoritarios (Concertación por la Democracia y Alianza por Chile), que administran política, social y económicamente el 'modelo*, perfeccionándolo de algunas “rigideces” y modificándolo para hacer más eficiente la dictadura del capital sobre el trabajo. Se ha llevado adelante, dado el relativo empate de fuerzas en el Parlamento entre estos dos bloque de fuerzas partidarias, una “política de consenso”.




La Concertación, en estos dieciseis años de gobierno con tres distintos presidentes, ha probado hasta la saciedad que el centroizquierdismo gobierna con el imperialismo. El lento proceso de toma de conciencia de la clase obrera luego de casi cuarenta años de derrotas se demuestra en el aumento de las luchas reivindicativas que todavía son parciales, no unificadas y sectoriales; en una pérdida de confianza en la Concertación; en el desgaste del bloque en el gobierno y la aparición de fisuras al interior de estos conglomerados.




En este año electoral (se elige el presidente, se recambian todos los diputados y la mitad de los senadores ), la izquierda está agrupada en la coalición Juntos Podemos. Este frente es uno más de los tantos que ha formado el PC con el resto de la izquierda que se encuentra atomizada en pequeños grupos como el MIR, Izquierda Cristiana, grupos del PS. Lo único nuevo del Juntos Podemos es que se produce en un contexto de desgaste del bloque en el gobierno y el Parlamento.




En la Asamblea Nacional por la Democracia y la Soberanía Nacional donde participaron los grupos integrantes del Juntos Podemos, el PC impuso el candidato a presidente (Tomás Hirsch, del Partido Humanista), el programa, y se reservó lo realmente importante, los candidatos a senadores y diputados. La “Plataforma programática para un Chile justo, solidario, soberano y democrático” demuestra el contenido democratoide del Podemos: “En Chile, en Latinoamérica y en todo el mundo, un pequeño porcentaje de la población posee grande riquezas (…). Estas minorías se han apoderado sistemáticamente del poder político, la fuerza económica y la tecnología. Este proceso demoledor de las soberanías e independencias nacionales alcanza su máxima expresión en los tratados de libre comercio (TLC), o específicamente en la intención de imponer el Area de Libre Comercio para las Américas (Alcam) .




No existe aquí ni una palabra sobre el capitalismo, los monopolios y el predominio del capital financiero características centrales de la descomposición del sistema capitalista en su fase imperialista, ninguna palabra sobre unificar la clase obrera en pos de sus objetivos inmediatos e históricos. Las luchas actuales del pueblo no son un avance hacia un Chile justo, solidario y democrático, sino que es la defensa desesperada de condiciones de sobrevivencia mínimas.


 


“Una política nacional para el cobre exige regular su producción para evitar la sobreproducción mundial y caída de su precio; cobrar una compensación de al menos 10% sobre el valor del cobre fino extraído y hacer efectiva la tributación a las 19 empresas transnacionales que hoy están en nuestro país, al mismo tiempo que avanzamos decididamente hacia su renacionalización; incentivar la fundición y refinación en Chile, expandiendo y fortaleciendo Codelco y traspasar al Presupuesto Nacional el 10% de las ventas del cobre que se entrega a las Fuerzas Armadas.”


 


El antiimperialismo del PC sólo alcanza para cobrar impuestos, es menos que un programa nacionalista burgués, porque defiende incluso el precio internacional del cobre que producen los monopolios en Chile y fuera de Chile.


 


Frente a esta nueva tentativa del PC, crear un frente, el Juntos Podemos, que sería un germen de frente popular, en el momento en que las masas y el pueblo chileno comienzan lentamente a retomar sus luchas en pos de la liberación nacional y social, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, sección chilena de la Coordinadora polla Refundación de la Cuarta Internacional, denuncia y declara:


 


1) Que el origen y raíz de la penuria de los trabajadores y las masas no se encuentra en un pretendido “neoliberalismo” creado por una mente enferma en las centrales intelectuales del imperialismo, sino que es producto de la crisis capitalista mundial que se profundiza producto de la caída de la tasa de beneficio, y que conducirá a la humanidad a nuevas catástrofes, guerras y revoluciones.


 


2) Que la profundidad de la crisis del imperialismo se manifiesta en América Latina y en Europa en su necesidad de cooptar a la izquierda, incluyendo la izquierda nacional y “radical”, para defender al poder burgués del asalto de las masas.


 


3) Que la liberación de la explotación del capital sobre el traba-o y la liberación nacional sólo es posible en Chile, América Latina y el mundo por el socialismo, entendido éste como un gobierno obrero-campesino, construido sobre la destrucción del Estado burgués, sustentado en los órganos de poder popular.


 


4) Que sólo la movilización directa por las reivindicaciones mínimas del pueblo, unida a las reivindicaciones transitorias, podrá levantar a los trabajadores como un actor legítimo en la sociedad chilena. Votar por la Alianza por Chile o la Concertación es votar por mayor esclavitud.


 


5) Que aquellos que se dicen seguidores del marxismo revolucionario y se encuentran integrando, a través del Bloque por el Socialismo, el Juntos Podemos dejen de engañar a sus militantes y sus sectores de influencia, y se integren decididamente a la construcción de un partido revolucionario, que luche por la independencia política de la clase obrera y los trabajadores.


 


6) Estamos por la expropiación sin pago del cobre y todas nuestras riquezas mineras bajo control obrero y de los trabajadores. Asimismo, estamos por la expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las industrias energéticas y petroleras desde México hasta Tierra del Fuego. ¡Viva la lucha del pueblo boliviano por sus recursos naturales y energéticos!


 


7) No a la alianza del gobierno procapitalista de Lagos con el imperialismo norteamericano. ¡Fuera las tropas chilenas de Haití! ¡Por la Unidad Socialista de América Latina!


 


Partido revolucionario de los trabajadores


Sección chilena de la CRCI


 


[ 1 ]-[2] Revista Pluma y Pincel N° 185. edición junio de 2005.


 

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